El manto sagrado

El Manto Sagrado o Síndone, es la tela en la que fue envuelto–según la Biblia-Jesucristo al momento de ser sepultado; en la que, al resucitar, quedó impresa su imagen. Mucha gente piensa que es otra farsa de la iglesia o una falsificación barata. Otros creen que es la misma imagen del hombre que vino a establecer la consciencia crística en la Tierra.
Bueno, en este tema, y aprovechando el reciente Topic de loc_nohr, vamos a aclarar todo entorno a mito.

(No va en religión, porque como veremos, la creación de este elemento sagrado es un fenómeno muy misterioso y casi paranormal, lo que no implica que Jesús haya sido un ET ni nada de teorías locas.)

Ahí va la info:

Historia:

“…Y al poco de morir, algo singular acaeció en la sepultura. En aquel lienzo nadie sabe cómo, quedó plasmada la figura un hombre muerto. Esa sábana se conoce hoy día como el Síndone; Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la ciencia.”

Tras la aparición del enigmático lienzo que las personas identifican con la resurrección de Jesús de Nazareth, la sábana de lino desaparece y se ve envuelta en toda clase de leyendas y rumores.

Algunos investigadores antiguos insinuaron que fue sacada de Jerusalén antes del asedio de las legiones romanas de Tito. Los apócrifos, por su parte, relatan la historia de un rey sirio enfermo de lepra, que al saber de los prodigios de Jesús, le ruega que lo cure; a lo que en una carta, éste le responde que luego de cumplida su misión, enviará a uno de sus discípulos a sanarle. La tradición siria asegura que el rey al ser envuelto en la sábana quedó curado.

Otros aseguran, que los discípulos se vieron obligados a trasladar el lienzo mortuorio lejos de Israel, ocultándolo en una de las nacientes comunidades cristinas de Asia menor, Edessa. Después de que fue oculta dentro de un muro de la ciudad, silencio durante siglos.

Pero el año 525 d.c., cuentan las crónicas, Eulalio –Obispo de Odessa- tuvo un sueño en el que una mujer le señalaba el escondite de la sábana. Al retirar los ladrillos de la muralla, ahí estaba el lienzo.
Desde ese día la imagen del hombre muerto fue expuesta y venerada en la comunidad. Aunque sólo se mostró la cabeza, que se conoció como “Mandilion”, imagen que inspiró a infinidad de artistas medievales y renacentistas.

En el año 944, el supersticioso emperador de Bizancio, mandó a buscarla, suponiendo que con ella tendría la protección divina. Así que el 16 de agosto, luego de una invasión a Edessa, la Síndone entró a Constantinopla. Ahí, en la iglesia Santa María de Blanquernas, era expuesto a los fieles todos los viernes.

En la noche del 9 al 10 de abril de 1204, los cristianos atacaron Constantinopla, donde el manto desaparece nuevamente. Nada certifica su nuevo paradero, pero todo señala a los templarios como los nuevos custodios de la sábana, al menos durante un siglo.

Luego, desde Acre (donde la tenían oculta los templarios) viaja a Chipre y luego a Besancon, hasta París.

Uno de los indicios que acusa a los templarios como secretos propietarios de la Síndone durante 145 años, es una acusación de parte del Vaticano, de venerar a un extraño rostro llamado Bafumet, curiosamente parecido al que estaba impreso en el lienzo. Ésto causó el encarcelamiento de la poderosa orden templaria.

La noche del 6 de Octubre de 1307, unas horas antes de la caída de la cúpula templaria, un misterioso carro abandona la fortaleza del temple en las afueras de parís. El hombre que lo conduce, se protege con una sábana. Los soldados de Felipe el hermoso registran la carga de paja, pero no encuentran nada. Según cuenta la leyenda, el conductor del carro llevaba la Síndone en la cabeza.

En 1349 el sagrado lienzo es vuelto a exponer a la veneración pública, pero 60 años más tarde, por miedo a la guerra de los cien años, la sábana se traslada al castillo de Saint Hippolyte (Francia). Donde es expuesta nuevamente, pero debido a los problemas económicos de sus poseedores, era mostrada con fines de lucro.

Debido a los problemas monetarios de los protectores de la Síndone, se ven obliga a cederlo a la casa de Saboya (Casa real de Italia) y, el 22 de marzo de 1453 se firma el contrato de cesión. En 1983 es donada al Vaticano.

Mientras estuvo en posesión de los Saboya, en Chambery, la noche del 3 al 4 de diciembre de 1532, la sábana santa fue casi destruida, debido a un incendio en la capilla donde se protegía. La urna de plata que contenía al sagrado tesoro fue retirada justo a tiempo, pero algunas gotas de plata fundida traspasaron los 48 pliegues en los que se encontraba doblado el lienzo. También el agua empleada para sofocar el incendio alcanza al Síndone, formando rombos que se repiten simétricamente a lo largo de la imagen, los que son claramente visibles, junto con las quemaduras.

Comprobando el Mito:

Con estos antecedentes históricos, nadie debería dudar de la autenticidad de la sábana santa. Aún así, en septiembre de 1988 la prueba de carbono 14 arrojó una datación sorprendente: la Edad Media, entre el año 1260 y 1390. Según los científicos la imagen era una falsificación.

Inmediatamente otros científicos dudaron de la bondad del C14. Poco a poco, hasta 26 irregularidades se detectaron en el proceso de prueba efectuado por los laboratorios. Se llegó a hablar hasta de complot, pero la prensa ignoró ésta parte de la historia, propagando por el mundo la idea de que el Síndone era falso. Ignorando también otras pruebas de su autenticidad.

El fotógrafo Secondo Pía recibe el encargo de parte de la casa de Saboya de fotografiar la reliquia. Al revelar las placas, el fotógrafo quedó perplejo: Los negativos de las fotos eran un positivo, o sea, la Síndone es un negativo fotográfico. ¿Había fotógrafos en los siglos XIII y XIV?

En 1969 un grupo de científicos tomó una muestra de los hilos de lino. Nuevas sorpresas. No hay pinturas, tintes, ni pigmentos. No se explicaban la formación de la imagen. El Profesor Rahes del Instituto de tecnología textil de Dante, analiza los hilillos y descubre la presencia de fibras de algodón. En Europa no se tejió el algodón hasta finales del siglo XV.

La Síndone, además fue tejida a mano y con una textura llamada “Espina de pescado”, una modalidad que llegó al viejo continente a fines del mismo siglo. La manufactura de la sábana es idéntica a la empleada en el medio Oriente durante el siglo I. ¿Cómo se las ingenió el falsificador de los siglos XIII o XIV para introducir materiales todavía desconocidos en Europa?

Más tarde, médicos y antropólogos examinan la figura. Lo que ven, les llena de admiración. El Hombre muerto era un espécimen sin igual, un atleta:

-Altura: 1,81 m.
-Perímetro de la caja torácica: 99 cm.
-Longitud de las piernas: 94 cm.
-Extremidades superiores: 82 cm.
-Altura de los hombros: 45 cm.
-Perímetro máximo de las rodillas: 42 cm.
-Peso: 80 Kg. aprox.
-Peso del cerebro: 14892 gramos aprox.
-Rostro: Estrecho con rasgos semíticos.
-Raza blanca.

O sea, un ejemplar casi perfecto, de una extraordinaria belleza.

Los científicos tratan de imitar la imagen de la sábana santa y utilizan toda clase de técnicas: Pinturas, soluciones acuosas, calco sobre cadáveres e impresión al fuego. Los resultados son decepcionantes. Ninguna de las imágenes obtenidas representa la belleza, perfección y serenidad de aquel hombre muerto.

Las sorpresas apenas comenzaban. En la noche del 23 de noviembre de 1973, Max Frei, experto en criminalística, tiene acceso a la Síndone, toma muestras del polvo adherido al lino y las analiza en el microscopio. Entre los hilos fueron apareciendo restos de polen de plantas típicamente palestinas. La “suera” fue una de las primeras. Luego se le sumaron más restos de plantas ya extintas, que fueron arrastradas por el viento desde el desierto de Negev hasta Jerusalén. Después apareció polen de Lilum nucronatum, planta exclusiva de Turquía.

Y así fueron apareciendo restos de plantas que reflejaban exactamente el mismo recorrido que relata la historia. ¿Cómo se las ingenió el falsificador para obtener polen ya extinto? ¿Cómo los seleccionó, si el microscopio no existía?

1978: un nutrido grupo de científicos tuvo acceso a la Síndone. Los resultados impresionaron a los especialistas, ridiculizando al carbono 14:

-En la imagen del muerto se ven un sinnúmero de manchas, coágulos y reguerillos de sangre.
-Se detectaron grande hemorragias en los pies y las muñecas de las manos.
-El tipo de sangre era AB, típica entre los judíos.
-Se comprobó que no había rastro de pintura ni pigmentación alguna.
-En este tipo de tejido, cada hilillo está compuesto por unas 200 fibras. De esas 200, sólo las 2 ó 3 más superficiales, aparecían chamuscadas; sólo 2 ó 3 formaban la imagen.
-Se le atribuyó la pigmentación de las fibras a una extraña radiación, una energía intensa y brevísima.
-Al examinar las fibras con el microscopio de contraste de fases, se percataron de algo aun más sutil: Las hebras que formaban la imagen no estaban quemadas, sino que habían sido deshidratadas, o sea, envejecidas y oxidadas en centésimas de segundos. Es como si por ellas el tiempo hubiese pasado más rápido, como si de la noche a la mañana, sólo uno de tus dedos se convirtiera en el de un anciano.

Luego los científicos de la NASA Jackson y Jumper descubrieron algo aun más impactante, que destruyó todos sus esquemas mentales. La imagen es Tridimensional. Al contrario de una foto normal, la Síndone escondía una información sólo detectable con computadores. La intensidad luminosa de cada punto es distinta y depende de la distancia del cuerpo con el manto. El hallazgo fue tan asombroso que intentaron reproducir este efecto con voluntarios. Los resultados: Otro mazazo al C14.

Descubrieron además que los músculos de la espalda aparecían extrañamente abombados, lo que los llevó a deducir que durante el período de impresión de la imagen, el cuerpo tuvo que permanecer inmóvil e ingrávido, es decir, en el aire.

También, gracias a la imagen tridimensional, descubrieron que bajo sus párpados llevaba dos monedas. Una antigua costumbre judía. Éstas correspondían a las utilizadas en el mandato de Tiberio César el emperador que gobernaba en el año 30 DC. La época de la muerte de Jesús de Nazareth.

Otras cosas que muestra la sábana:

-Antes de ser entregado, Jesús sudó sangre, debido al miedo. Por eso las manchas de sangre cubren toda la imagen.
-Durante el interrogatorio en la casa de Anás. Jesús no recibió una bofetada tal y como se dice, sino que un violento bastonazo en su nariz. Que la hundió y provocó un gran hematoma en su pómulo derecho.
-Recibió entre 120 a 200 brutales latigazos secos, potentísimos que afectaron incluso a los testículos y al cóccix.
-Los golpes intencionalmente evitaron el corazón para que no muriera y así, prolongar el calvario.
-La corona de espinas era de Apoterium Espinosum, una especie armada de púas rectas y en forma de pico de loro, de hasta 6 cm. de longitud. Afectando la nuca, el cuero cabelludo y la frente.
-Mientras cargaba la cruz tropezó y cayó al suelo. La imagen es fría y certera: Las rodillas, destrozadas.
-El largo clavo de 25 cm. Utilizado para clavar una de sus muñecas debió tropezar con un nodo, por lo que fue retirado y martillado de nuevo.
-Los clavos de las muñecas rozaron el nervio mediano, lo que produjo la contracción de sus pulgares.
-Al recibir la lanzada ya estaba muerto.
-La lanza de Longinus pasó a través de la sexta costilla, atravesó pulmón y corazón, al que le abrió la aurícula derecha.
-De la lanzada, brotó sangre y agua. Sangre de la vena cava superior; Agua o líquido ceroso, del pulmón.

Mapa de los latigazos encontrados por los estudiosos.

Sus manos, con las muñecas atravesadas y los pulgares contraídos.

Según los resultados científicos, la posibilidad de que el hombre muerto impreso en la Síndone No sea Jesús de Nazareth es de 1 contra 25.000.000.000. La misma que tiene una piedra de convertirse en pájaro y salir por la ventana.


Fuente: Transcripción mía del documental “Un as en la manga de Dios”
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Excelente! Jajajajajajaja
A mi parecer, las pruebas expuestas acá son más que suficientes para probar la existencia de Jesús. Además que nos proveen de misterios que son una gran ventana abierta para “certificar” su gran conexión con la divinidad.
A mí parecer la existencia de Jesús no es ninguna duda, y este topic echa abajo esas teorías de que era sólo un mago o un estafador o incluso que realizaba milagros con alucinógenos.
Zeitgeist decía que Jesús no existió, por su parecido con otras deidades solares y los procesos del Sol. Yo creo que Jesús no fue el único que pasó por el mismo proceso y que la similitud en los patrones de vida de los Mesías con el Sol, puede ser una cosa netamente energética, astrológica y de leyes universales.

La primera ley hermética dice: “Como es abajo es arriba y como es arriba es abajo.”… lo que le ocurre al Dios Sol, le ocurre a su consorte en la Tierra.