sábado, 30 de junio de 2012

El hombre sí pisó la Luna

El hombre sí pisó la Luna

El gran Stanley Kubrick se ha quedado sin la que para muchos ha sido su obra magna: la fraudulenta filmación de Armstrong pisando la Luna. La NASA desmantela de una vez por todas la teoría de la conspiración, mediante la publicación de las imágenes de mayor resolución jamás obtenidas de su abollada superficie, demostrando que siguen allí los restos de los alunizajes del Programa Apolo, las pisadas de los paseos de los astronautas y los rastros dejados por los rover lunares.






sábado, 23 de junio de 2012

Las tres Pascualas








Dentro de la cultura criolla hay una serie de relatos que van adornando nuestra historia. Comenzaron a tomar peso desde antes de la llegada de los conquistadores y según los que saben, han sido parte fundamental para dar forma a nuestro pensamiento "Chilensis".
Son las leyendas y mitos que se tejen a lo largo y ancho de este calcetín de tierra. Esos pasajes cargados de folclor que nacieron ante la falta de respuestas a ciertos fenómenos de difícil explicación y que han sido transmitidos durante generaciones.
Oída año, miles de personas cumplen sagradamente con la ceremonia de la "Noche de San Juan". Tradición que se celebra en distintos puntos del planetoide para conmemorar el inicio del solsticio del verano en el hemisferio norte.
En nuestro país, el cuento pasa por lo místico. Se dice que es una noche cargada de magia, pero al mismo tiempo, la oportunidad donde el cola de flecha ronda entre los mortales para hacer de las suyas y poder condenar a más de alguna alma de dudosa reputación y prontuario amoroso.
Por medio de 14 rituales diferentes, se da sustento a esta fiesta criolla, la que en Concepción sostiene que a media noche del 23 de junio, las "Tres Pascualas" salen a la superficie de la laguna, para bailar y peinar sus cabellos.




TRADICIÓN
De discurso acelerado y cargado de entusiasmo, Marta Mendoza es una de las vecinas más antiguas de calle Bulnes.
Su casa está junto a la laguna "Tres Pascualas". Sentada en los brazos de un sofá se sube a la máquina del tiempo y cuenta que hace 40 años llegó a Concepción desde Valparaíso tras su matrimonio.
Es de las que conoce bien la leyenda de las hermanas, que cegadas por el amor hacia el mismo hombre, perdieron la vida en la laguna que hoy las conmemora, en una leyenda cuyos detalles ya son conocidos.
Ante aquello, revela ese dato sabroso de la historia que para ella y sus vecinos es parte de su identidad, la que llevan con orgullo en todos lados.
"Las Tres Pascualas en si es una leyenda muy importante. Cuando llega San Juan, se debe esperar la media noche del 23 de junio realizando alguno de los ritos, para que cuando llegue el momento, estando abajo de una higuera, uno se asome a la laguna y pueda ver a las "Pascualas", bailando sobre el agua", contó la mujer. "Esto se ha transmitido desde los abuelos hasta los jóvenes de hoy. Antes, esto no estaba tan poblado, así que no se sabe con exactitud en qué parte, o cuál de todos estos sitios murieron las niñas", sumó Marta a su relato, mientras su mirada se pierde en el techo de su hogar, dando cuenta de la nostalgia que le trae contar esa parte de la más importante leyenda penquista.
"Es parte de nuestra identidad. Me acuerdo que mi suegra siempre contaba esto. Muchos vecinos dicen que pudieron ver a las Pascualas. Los relatos de esta cuadra es que las muchachas bailaban mientras se peinaban. Eran muy brillantes y caminaban sobre el agua de la laguna", agregó.
Margarita Miranda, quien hace 35 calendarios vive en el sector acotó que "mi madre nos contaba desde pequeños la leyenda. Cada 23 de junio los vecinos salían a ver si contaban con suerte y podían ver a las tres hermanas. Mi madre, eso si, no nos dejaba ir, por miedo a que con mis hermanos nos fuéramos a caer al agua. Era la fiesta que todos esperaban en el barrio", contó la vecina.
Un par de casas más al lado, está el hogar de Andrea Ramírez. Es la esposa de Manuel Mendoza, presidente de la Junta de Vecinos del sector.
Un cartel que reza "Se corta el pelo" en la fachada de su morada, da la bienvenida a los que buscan una manitodegato.
El hogares pequeño, pero el corazón es grande y esforzado. Tras pasar el li-ving, está la cocina. Al abrir la puerta de la pieza... ¡Sorpresa! la mítica laguna es su patio.
Con voz pausada, Andrea cuenta que es oriunda de Coronel. Luego de su matrimonio llegó hace cuatro años a su actual casa, la que se ha convertido en un espacio de rescate para la famosa leyenda local.
"Los jóvenes ya no pescan mucho esta tradición. Yo me he encargado de conservarla junto a mi familia. Mi suegra era la que contaba el tema de la laguna y lo que pasaba en la noche de San Juan", verseó, agregando que "estas costumbres no deben perderse, desde que vivo aquí he salido a buscar a las Pascualas, si bien no he tenido suerte de verlas, igual estoy clara de que es una mera leyenda, pero esa noche tiene algo especial en el ambiente que te envuelve y quieres participar de este rito".
"Me he puesto en la situación de qué pasaría si alguna vez logro ver a las niñas frente a mi patio, caminando por el agua y creo que no tendría miedo. Es que no le temo a las cosas sobrenaturales o como quieran llamarlas. Aparte, sería una linda experiencia, considerando los casi cuatro intentos que hemos hecho acá en la casa para poder divisarlas", desembuchó entre risas Andrea, mientras se preparaba para salir a hacer unos trámites al centro.




RITOS
Según la copucha popular el entuerto goza de 14 ritos con los que usted puede verse la suerte en el paso por este mundo.
Dentro de los más conocidos está el derramar tinta en un pedazo de papel, el que debe doblarse y ponerse abajo de la cabecera. Al día siguiente, el papel se abre y la mancha que arroje debe ser interpretada.




SAN JUAN
El antropólogo y docente de la Universidad de Concepción, Nicolás Gissi, explicó que en Chile esta festividad tiene origen en el mundo Mapuche.
"El catolicismo intentó apropiarse del Wetripantu (año nuevo araucano), a través de la noche de San Juan. Sin embargo, al menos desde el año 1992 la cultura mapuche se ha revitalizado, volviendo a celebrarse donde ya se había dejado de practicar y recuperando el sentido propiamente indígena. A lo largo de los siglos ha habido lo que se denomina una 'cultura de resistencia' hacia los procesos colonizadores, lo que ha implicado que hasta el día de hoy se mantengan los mitos y rituales indígenas" remachó el profesor universitario. 


miércoles, 20 de junio de 2012

Falos y falacias



Oculto bajo la ropa interior, como avergonzado entre las dos piernas y el vello púbico, el pene parece insignificante cuando no se encuentra en uso o en estado de erección. Tampoco parece demasiado interesante cuando sirve como medio para realizar una de las funciones excretorias básicas: orinar. Sin embargo, este órgano formado de tejido esponjoso y ricamente vascularizado cobra un carácter distinto cuando sabemos que sirve para permitir la fecundación -y la propagación del género humano- y para experimentar (en el caso del dueño) y procurar (en el de su pareja) diferentes tipos de placer. Para los sexólogos Esben Esther Pirelli Benestad, Ragnhild Dahl Keller, Geneviéve Fonteneau Hardeberg y Einar Aakvág, autores del Atlas del pene, éste es "una fuente de felicidad y masculinidad, caprichoso y difícil de entender, pero, a la vez, accesible para su propietario o un tercero, puesto que sale fuera del cuerpo".
Los fisiólogos y especialistas en teoría de la evolución aclaran que el hecho de hallarse fuera del cuerpo se relaciona con la temperatura más baja que se requiere para la producción y conservación de los espermatozoides, las células reproductivas que expulsa durante la eyaculación, en el momento del orgasmo. También nos explican que el placer que culmina con éste existe como un aliciente para perpetuar a la especie humana. Por otra parte, por medio de estudios arqueológicos y anatómicos sabemos que este miembro no ha presentado mayores variaciones desde la aparición del hombre: signo siendo igual y lo seguimos usando para lo mismo. En contraste, su papel simbólico y cultural ha variado enormemente a lo largo del tiempo, de acuerdo con las diversas sociedades y sus épocas que lo han convertido en mucho más que un mero atributo físico.


Símbolo occidental
En las culturas de la antigüedad, el falo ya se reconocía como un símbolo de fertilidad y fuerza vital. Las primeras muestras de esa visión datan del Neolítico, y la representación más antigua que se conserva es el falo Hohle, un modelo realista de 20 cm de largo y 3 de diámetro, hallado en una caverna de la región de la cordillera Jura, Alemania, cuya antigüedad se estima en 28.000 años, y es un interesante equivalente masculino de las Venus primitivas. En una etapa muy posterior lo encontramos como un elemento importante de la antigua religión egipcia y el culto a Osiris, el señor del más allá y la muerte, y en los frisos de templos y tumbas vemos desfilar a diversos personajes con bien definidas erecciones, atributo por el que se les llama figuras itifálicas. En la Grecia antigua el falo se relacionaba con el dios Hermes, que servía de mensajero entre los dioses y los seres humanos. Como parte de su culto se elaboraban tallas en piedra con forma fálica empleadas como amuletos protectores, se creaban conjuntos de elevadas columnas con figura de pene y se le ofrendaban bebidas, símbolo del esperma considerado fuente de poder universal. Los autores del Atlas del pene refieren que esa visión prevalece en las culturas primitivas de nuestro tiempo. En la tribu Sambia, de Nueva Guinea, es común una práctica religiosa en que los jóvenes realizan una felación a los miembros de mayor edad para deglutir su semen y 'cargarse' del poder de las generaciones anteriores.
En la mitología griega también había un dios menor exclusivamente fálico, Príapo, hijo de Dioniso, asociado a la fertilidad de las plantas y los animales de la vida agrícola. Era común representarlo con un falo siempre erecto (de donde procede el priapismo) y se le dedicaron santuarios especiales en distintos puntos de Grecia, como el Monte Helicón, en la actual región de Tespia. Se vinculó, además, con los cultos de los dioses Orfeo y Dionisos. Aunque los romanos se opusieron al culto fálico era común que usaran su figura en amuletos contra el mal de ojo, y en las ruinas de Pompeya, la ciudad destruida por la erupción del volcán Vesubio, se preservan representaciones de éste en pinturas y esculturas.


ídolo en otras latitudes
Las culturas y religiones orientales no fueron ajenas a un proceso semejante y adoraron al lingam, nombre sánscrito dado al órgano sexual masculino que en la religión hinduista simboliza el culto al dios Shiva, la figura suprema de esas creencias. Los primeros ejemplares de las representaciones de éste se remontan a la llamada Civilización del Valle del Indo, la cultura establecida en las cercanías del río del mismo nombre hace unos 15.000 años. Hasta la fecha, cerca de Katmandú, capital de Nepal, se mantiene el culto fálico de Shiva. En la zona de Pashupati hay un santuario con miles de representaciones del pene muy concurrido a lo largo del año, al que acuden los adolescentes al momento de iniciar su vida sexual en busca de placenteros augurios. Por lo demás, el talo es un elemento central en el arte erótico de la India, incluso visible en los templos eróticos de Khajuraho.
En el Oriente otro importante centro de culto fálico fue Japón a través de templos, símbolos, festivales y rituales. Los templos, establecidos alrededor del año 250 a .C, se conocían como miya, eran de diversos tamaños y disponían de sacerdotes residentes. A la fecha en el Museo Walker de la Universidad de Chicago se conservan símbolos fálicos japoneses de distintas épocas, recuperados de templos y burdeles, hechos de arcilla, piedra volcánica y madera, y hay además diversos amuletos de forma fálica. En su libro Phaüicism injap^n el investigador Edmund Buckley explica que el culto fálico se asoció al sintoísmo, en el que persiste hasta hoy en ceremonias, como el vistoso festival Hounen.
El panorama de los cultos fálicos en las culturas no occidentales se completa con los que han desarrollado tradicionalmente las culturas del Pacífico, muchos de ellos prevalecientes en nuestros días y también las religiones africanas que, por ejemplo, practican la circuncisión en el contexto de rituales propios e independientes de las religiones judía y cristiana. Lo que resulta evidente en este rápido repaso a los cultos fálicos en el mundo antiguo es que se le asociaron las ideas de poder, fuerza y virilidad, vínculo que explica parcialmente el temor a la castración, a las dificultades de erección y la impotencia.


El falo se cristianiza
La religión judía, de la que se derivaron la Católica y el Islam, surgió como un afán de superar los cultos anteriores que asociaban la naturaleza a las numerosas figuras del politeísmo. El judaismo se constituyó como la primera gran religión centrada alrededor de un dios único. En un pasaje del Antiguo Testamento (Malaquías 2:10) se condena a quienes celebran un culto fálico y "rompen la verdadera fe" honrando a ese dios tieso y vertical.
Sin embargo, es curioso que en contraste el pene sea un elemento central de la religión judía: la circuncisión sirve para sellar el pacto entre el patriarca Abraham y el mismísimo Dios Padre, quien le dio instrucciones muy claras: "Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros" Hoy día, entre controversias médicas sobre sus dudosos beneficios la circuncisión es el rito relacionado con el pene más extendido en el mundo.
Cuando apareció la religión cristiana y se fue consolidando la Iglesia, uno de sus grandes objetivos fue desterrar a los cultos paganos, entre ellos el fálico. Por otra parte, el cristianismo se estableció como una doctrina en contra de los placeres sensuales en la Tierra y a favor de los goces espirituales en el futuro del cielo. Este modelo se fue imponiendo en Europa y en los territorios descubiertos y colonizados después como ocurrió con América, donde por cierto no hubo cultos falicos tan significativos -y gráficos- como los de Europa, Oriente, África y Pacífico, aunque se especula, por ejemplo, sobre la posibilidad de que haya existido un culto fálico asociado a Quetzalcóatl-Kukulcán en la actual península de Yucatán.
El cristianismo redujo al pene a un estatus inferior al de los otros órganos corporales en la medida en que podía ser un vehículo para el 'pecado', y limitó su uso a la micción y la reproducción. A veces lo restringió todavía más. En los primeros tiempos del cristianismo la castidad se consideró la relación ideal entre marido y mujer, y las señales de deseo manifestadas por el pene debían evitarse a toda costa. De allí surgió la moderna idea del celibato que deben observar los ministros religiosos.
Mientras se llevaban a cabo las Cruzadas en la Edad Media, también se libraba un genuino combate contra el falo. Se creaban leyendas de varones santos que lograban superar las tentaciones de la carne y se fantaseaba con soluciones extremas, como la castración o la amputación que, sin embargo, jamás se hicieron comunes más allá de algunos maniacos y sectas heréticas. Como una estrategia menos extrema, la iglesia Católica estableció al matrimonio como uno de los siete sacramentos de la religión limitando el uso del pene a ese contexto.
Curiosamente, el pene y sus adoradores no se rindieron con tanta facilidad. En su libro Phallophanies: La chair et ¡e sacre (2001), el investigador francés Alexandre Leupin demuestra cómo el falo siguió presente en la religión cristiana. Su fantasma es claramente perceptible en representaciones plásticas del propio Jesucristo que como hombre que fue, estuvo dotado de órganos reproductores y fue circuncidado según la tradición de su pueblo. Una de las más notorias aparece en el cuadro Lamentación sobre el Cristo muerto (1480), de Andrea Mantenga. El arte religioso fue un medio para seguir admirando el cuerpo desnudo y el falo tal como lo gozaron las religiones paganas y, por ejemplo, las creaciones del italiano Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) muestran sin problemas el pene de David y de Adán. Sin embargo, el Concilio de Trento impuso una serie de normas sobre el decoro en las representaciones plásticas de figuras y episodios religiosos, de los que se desterró la visibilidad del pene, que solamente reapareció en los grandes procesos contra las brujas, a quienes se acusaba de gozar con el "cetro del demonio".


En la modernidad
Entre los siglos XVII y XVIII una revolución intelectual ocurrida en Europa, conocida como Ilustración, promovió grandes cambios en la perspectiva sobre la naturaleza y la fisiología del organismo humano. Con todo y eso, el pene siguió siendo un tema tabú que prefería mantenerse oculto. Eso no evitaba que se le usara para gozar en prácticas sexuales semejantes a las actuales, pero mantenidas en secreto. Es muy interesante revisar las páginas de Erótica universalis, de Gilíes Néret, dedicadas al arte erótico en tiempos de la Ilustración. Todo lo que hoy vemos sobre el pene en los productos pornográficos ya está allí: consoladores, gangbangs, orgías, felaciones y acrobacias sexuales que lo tienen como protagonista.
Los estudios sobre su fisiología e importancia cultural tuvieron que esperar hasta finales del siglo XIX con los hallazgos revolucionarios de Sigmund Freud y la teoría psicoanalítica. Freud distinguió la enorme represión sexual que la religión judeocristiana había ejercido en Occidente con la neurosis consecuente, y la importancia desatendida pero permanente del pene en la conformación de nuestro psiquismo y cultura, visible en objetos cotidianos con su forma y simbolizado con diversos elementos en los sueños (¿ya leíste el artículo de portada de este número?). También acuñó la idea de la 'envidia del pene' que marcaría, según él, una ruptura radical entre hombre y mujer. Freud supuso que, al estar privada de pene, la mujer se sentía inferior e incompleta como ser humano. El predominio masculino en la cultura occidental, falocracia, podría explicarse, según él, por esa diferencia. En la segunda mitad del siglo XX, el movimiento feminista trató de contradecir esas apreciaciones exaltando el poder de la vagina; sin embargo, ésta nunca ha logrado igualar el poder simbólico y cultural del pene.
Asimismo, esa época marcó el regreso del pene como dios pagano omnipresente. La pornografía y el marketing de artículos sexuales restauraron su presunto poder mágico, ya no para la agricultura, sino para un gozo cada vez más abstracto. Mientras sus usos reproductivos se redujeron con la propagación de métodos anticonceptivos, su protagonismo cultural fue mucho mayor que en las civilizaciones antiguas gracias a los medios de comunicación. Se perfeccionaron los vibradores para imitar al órgano real en erección, se establecieron los récords de tamaño y grosor, se le dedicaron millones de escenas y acercamientos, se establecieron supuestos métodos para agrandarlo y se crearon medicamentos para restaurar y aumentar su potencia en una competencia sin fin que en el momento presente encuentra su máxima expresión en un mundo que busca ser predominantemente peneano.
Hoy día lo conocemos mejor. En su libro A Mind oflts Own: A Cultural History ofthe Penis, David M. Friedman afirma: "El pene es considerado una máquina orgánica compleja, pero que se puede conocer. El hombre es capaz no sólo de comprender la naturaleza, sino alterarla. Y la mayoría de los hombres están contentos de que sea así" Gracias a los productos de lo que Friedman llama la "industria de la erección", el hombre ha podido imponer su voluntad al miembro que antes tenía "una mente propia". ¿Cuáles serán las consecuencias de este proceso a largo plazo? El misterio y sus implicaciones sociales, económicas y antropológicas siguen aguardando entre las piernas. 



1 Irían Jaya, Indonesia
A partir del siglo XIX la moda masculina y la ropa interior han buscado cómo ocultar el pene como una convención social. Por lo contrario, en las tribus primitivas exhibirlo o llamar la atención sobre él es un modo de demostrar poder y dominio. A pesar de la influencia europea, los guerreros Mek prolongan su falo con grandes estructuras.

2 Perú y Filipinas
El pene seccionado y desecado de diversos animales se ha usado como ingrediente de mezclas y pociones con presuntas propiedades afrodisiacas. La actual medicina alternativa del Perú, por ejemplo, emplea grandes cantidades de pene de toro seco para sus fórmulas. En los mercados populares de Filipinas se venden patas y penes secos de cocodrilo que se hierven para preparar una bebida que se ingiere el 14 de febrero como estimulante del apetito sexual.

3 Phra Nang, Tailandia
Los habitantes creen que en la cueva de ese nombre vive la mismísima Phra Nang (princesa diosa). Antes de embarcarse los pescadores la visitan para pedirle buena suerte. En caso de que cumpla sus deseos le llevan como ofrendas falos elaborados a mano. Se supone que éstos penetrarán en su vientre para promover prosperidad y fertilidad.

4 Isla de Ambrym, Vanuatu
Sus habitantes circuncidan a los pequeños y les entregan su primer falocriptor (como el que porta este hombre) para confirmar su mayoría de edad. Éste y el cinturón que lo sujeta están hechos de hojas de pandan, recolectadas y teñidas por una parienta anciana del sexo femenino. El significado de este rito es investir en el novicio el poder de los ancestros masculinos.

5 Papua Nueva Guinea
Este hombre lleva una especie de cucurucho que prolonga su pene como si estuviera en erección. El aditamento, llamado koteka, puede tomar formas muy diversas en esa región y sirve para identificar a los miembros de distintas tribus. En la década de los setenta, el gobierno de Indonesia realizó sin éxito una campaña para evitar su uso. El manejo de estos 'falocriptores' (que ocultan el falo) ocurre en ciertas ceremonias, pero también tiene propósitos decorativos.

El mundo mágico del agente 007


Cuando se cumple el centenario del nacimiento de Ian Fleming, la exposición que le dedica el Museo de la Guerra de Londres y una nueva entrega de su saga cinematográfica hacen que James Bond, el superespía de ficción más famoso de la historia, vuelva a estar de actualidad... Pero, además, salen ahora a la luz las sorprendentes conexiones del agente 007 y su creador con el mundo del ocultismo.




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¿Esconden las novelas de James Bond un código secreto relacionado con el esoterismo? ¿Era su autor, Ian Fleming, un iniciado? ¿Son las aventuras de 007 excursiones al secreto mundo de lo Oculto bajo el disfraz de historias de espionaje? Philip Gardiner, autor de libros como Gnosis: The Secret of Solomon´s Temple Revealed (Gnosis: el secreto del Templo de Salomón, revelado), The Serpents Grail (El Grial de las serpientes) o The Ark, The Shroud and Mary (El Arca, el Sudario y María), entre otras obras dedicadas a la simbología esotérica y a los misterios de la Historia, cree que sí, y trata de demostrarlo en The Bond Code (El código Bond), recientemente publicado. En él repasa la obra y la vida de Fleming a la luz de los símbolos gnósticos y masónicos que, según él, aparecen ocultos en sus novelas e incluso en las películas de 007.


Símbolos esotéricos 

Para Gardiner, no hay duda de que Fleming, posiblemente masón, introdujo, utilizando a veces la criptografía, en la que era experto gracias a su experiencia en la División de Inteligencia de la Marina británica, toda una serie de mensajes y símbolos esotéricos destinados a convertir, al menos en parte, la saga de James Bond en una suerte de gran libro iniciático para aquellos con las claves necesarias para descifrarlo, además de crear un arquetipo de enorme vigor mágico que, en plena Guerra Fría, sirviera para unir a las potencias occidentales (Reino Unido y Estados Unidos) en su lucha contra el comunismo. Entre las muchas “pruebas” que cita Gardiner para sostener sus tesis están el interés de Fleming en las ideas de Carl Gustav Jung, 148), el empleo de palabras y símbolos alquímicos en sus novelas, la etimología de los nombres de sus personajes, la naturaleza mística de la cifra 007 y la supuesta pertenencia del escritor a sociedades secretas antes y después de la II Guerra Mundial. Muchos de los datos que maneja Gardiner eran ya conocidos por los biógrafos de Fleming y no hay duda de que sus conclusiones, basadas en su interpretación de códigos criptográficos y numéricos presuntamente introducidos en las aventuras de 007, son como mínimo discutibles. Pero, a pesar de sus excesos,The Bond Code ha vuelto a sacar a la luz algunos de los más curiosos secretos ocultos, y ocultistas, que se esconden tras el agente secreto más famoso del mundo.


Un caballero excéntrico

Ian Fleming (1908-1964) fue, sin duda, un caballero británico peculiar: tan aficionado a la buena vida como a la literatura, a los deportes y la aventura como a su club y a largas estancias en su retiro jamaicano, mujeriego y felizmente casado, fumador y bebedor a la vez que amante del montañismo y el submarinismo. Vástago de una destacada familia de origen escocés y con un importante financiero por abuelo, era hijo de Valentine Fleming, miembro del Parlamento y héroe de guerra, y de Evelyne Ste. Croix Fleming, amante y modelo del pintor Augustus John.
Su hermano mayor, Peter Fleming, de la Sociedad Geográfica, se convirtió en un prestigioso autor de libros de viajes... Y todo ello influyó en que Ian se viera a sí mismo como la oveja negra de la familia. Así, tras una serie de discretos desastres académicos, su madre decidió enviarle a estudiar a una escuela especial de Kitzbühel (Austria), dirigida por Ernan Forbes Dennis y su esposa, Phyllis Bottome,
que eran seguidores de las teorías de Alfred Adler, rebelde discípulo de Freud.

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Sería allí, durante sus años en Austria y después en la Universidad de Ginebra (Suiza), donde el apuesto Ian descubriría tanto sus dotes seductoras (que trasladaría a su personaje literario) como sus intereses intelectuales, algunos quizá relacionados con el esoterismo. Familiarizado con Kafka, Rilke, Hofmannsthal y Schnitzler, y con la obra de Alfred Kubin, Kokoschka y otros singulares artistas, consiguió el permiso de Jung para traducir su conferencia sobre Paracelso a fin de publicarla en inglés. Años después Fleming ofrecería su traducción a la escritora Edith Sitwell, quien planeaba publicar una biografía del alquimista, astrólogo y pionero de la Medicina. Tras fracasar en el examen de ingreso del Foreign Office y después de trabajar en una firma financiera, Fleming encontró la estabilidad ejerciendo diversos oficios periodísticos para la agencia Reuters y, después, para el grupo del Sunday Times, al que consagró la mayor parte de su vida profesional. Atrapado siempre en la paradoja de sentir un cierto desprecio por la clase intelectual y su necesidad inconfesa de formar parte de ella, Fleming tuvo rasgos de excentricidad que alientan las sospechas de Gardiner sobre su pertenencia a la masonería y otras sociedades secretas. Con menos de treinta años fue uno de los fundadores de Le Cercle Gastronomique et des Jeux de Hasard (Círculo Gastronómico y de Juegos de Azar), sociedad hedonista formada por jóvenes etonianos, dedicada a la degustación de las pitanzas más exquisitas, los juegos de azar... y, según algunos, a otros fines más esotéricos, difícilmente comprobables. Admirador de Paracelso, Einstein y Jung, bibliófilo y coleccionista de libros ilustrados por artistas de vanguardia, Fleming creó una biblioteca dedicada a primeras ediciones de aquellas obras que habían “iniciado” alguna corriente de pensamiento de importancia para la Historia moderna, desde El origen de las especies, de Darwin, a Mi lucha, de Hitler, pasando por los escritos de Rousseau, Laplace, Gobineau, Nietzsche, Paulov, Freud y Marx.

Seiscientos libros de su colección forman parte de la Biblioteca Lilly de la Universidad de Indiana (EE.UU.). Entre estos volúmenes hay más de uno que puede confirmar su interés por la alquimia, pero también por los boy scouts, la criminología y el deporte. Pero si hay algún indicio que permita deducir la relación de Fleming con el esoterismo se encuentra en varias de sus curiosas experiencias durante la guerra.


La conexión Crowley

Se ha exagerado mucho el carácter de las aventuras de Ian Fleming como comandante y como asistente personal del almirante John Godfrey, director de la Inteligencia Naval de la Marina Real británica, durante la II Guerra Mundial. La mayor parte del trabajo de Fleming fue de escritorio: reuniones estratégicas, complejos planes logísticos y, naturalmente, desciframiento de códigos enemigos y creación de claves criptográficas que permitieran a los británicos operar sin ser localizados por el enemigo. Rara vez tuvo ocasión Fleming de participar en operaciones sobre el terreno, y muchos de sus planes fueron rechazados por fantásticos (serían realizados en la ficción por 007).

Pese a ello, parece cierto que trabajó en el desciframiento de la famosa clave de la máquina Enigma, utilizada por los alemanes para sus operaciones en el Atlántico Norte, permitiendo así que la Marina británica se tomara un respiro fundamental para la victoria. También fue responsable en 1942 de la creación de la Unidad de Asalto 30, un comando de contrainteligencia que actuó con éxito en Francia e Italia. Pero, sin que puedan separarse leyenda y realidad, el momento más fascinante de la carrera de Ian Fleming fue su implicación, junto al mago Aleister Crowley, en la captura y el interrogatorio de Rudolf Hess. Según distintas, pero todas dudosas, fuentes –entre ellas, Richard Deacon (pseudónimo de Donald McCormick) en su A History of the British Secret Service (Historia de los servicios secretos británicos), Anthony Masters en The Man Who Was M: The Life of Charles Henry Maxwell Knight El hombre que fue M: la vida de Charles Henry Maxwell Knight) y el no menos polémico Peter Levenda en The Unholy Alliance (La alianza impía)–, el creador de 007 y Aleister Crowley estuvieron inextricablemente ligados al plan para hacer “desertar” a Rudolf Hess.


The Link

McCormick, compañero de Fleming en la Inteligencia naval, y Masters relatan cómo, conociendo la fascinación del alto mando nazi por la astrología y el ocultismo, el escritor puso en marcha un sofisticado plan para utilizarla para capturar a alguno de sus principales líderes. Fleming había investigado la existencia durante los años veinte de una desaparecida organización germanófila británica conocida como The Link (El vínculo) y había utilizado sus investigaciones para hacer creer a los alemanes que la vieja red simpatizante había vuelto a formarse a espaldas de Churchill.

Con la complicidad de un agente británico infiltrado junto a Rudolf Hess como uno de sus astrólogos personales, Fleming haría llegar a este rumores acerca de The Link, así como informes astrológicos sobre la conveniencia de intentar un pacto con Reino Unido a través del Duque de Hamilton. Hess, animado gracias a los informes por Klaus Haushofer, así como por su astrólogo, Ernst Schulte-Strathaus, voló al Reino Unido el 10 de mayo de 1941, fecha astrológicamente propicia, y se arrojó sobre Escocia en paracaídas para caer en manos de los británicos, convirtiéndose en su más preciado prisionero de guerra.

Así, según Masters y McCormick, fue el ingenio de Fleming el que permitió la captura de uno de los hombres de confianza de Hitler. Levenda y otros autores añaden a la ecuación el nombre de Aleister Crowley, quien, agente doble durante las dos guerras, había contactado con Hess durante su estancia en Alemania a comienzos de los años treinta, utilizando sus relaciones con el líder nazi para facilitar los planes de Fleming. A veces se cita también en relación al complot al escritor de ficción ocultista Dennis Wheatley, cuya novela Fuerzas oscuras ilustra la utilización de la astrología y el ocultismo durante la II Guerra Mundial. El hecho de que no haya más evidencia de la participación del creador de James Bond en la captura de Hess que las declaraciones de McCormick en su historia del servicio secreto británico, publicada originalmente en 1969, cuyo relato han seguido después Masters, Levenda y los demás, queda justificado, según el viejo compañero de Fleming, por el hecho de que este, desconfiando de sus superiores, mantuvo la operación en completo secreto. Conveniente, pero no muy convincente.


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Colaboración frustrada

Es posible que esta legendaria hazaña de Fleming tenga su origen en otra aventura, bien documentada pero menos dramática, que conecta el nombre del creador de 007 con la Bestia 666. Precisamente después de la captura de Hess, Fleming sugirió a sus superiores que el hombre indicado para llevar a cabo el interrogatorio del supersticioso nazi, obsesionado con la astrología, no podía ser otro que Aleister Crowley, cuya figura siempre le había fascinado. Crowley, que se encontraba retirado en Torquay escribiendo poemas patrióticos, respondió ofreciendo sus servicios al director de la Inteligencia naval con una educada carta que todavía se conserva. Iba acompañada de signos cabalísticos e incluía un poema titulado Inglaterra, levántate rápido.

Aunque, según el biógrafo de Fleming, John Pearson, el ofrecimiento de Crowley fue rechazado con hilarante escepticismo por el alto mando, las malas lenguas (entre ellas, la de Masters) afirman que, en realidad, el motivo fue que el superior inmediato de Fleming, Maxwell Knight (inspiración para el M de las novelas de Bond), mantenía una vieja enemistad con el mago. Al parecer, Knight, simpatizante del movimiento fascista británico en los años veinte, había pertenecido a una red de espionaje que consideraba a Crowley uno de sus objetivos principales. Pero quizá había algo más personal: Maxwell, homosexual encubierto cuya primera esposa se había suicidado, podría haber sido víctima del chantaje de Crowley, amante de su mujer. ¿Qué queda de la conexión Fleming-Crowley? La certeza de que al creador de 007 le fascinaba el ocultista, algo que compartía con su amigo Somerset Maugham, que convirtió a Crowley en el perverso Oliver Haddo de El mago. También Le Chiffre, villano de Casino Royale (1953), se inspira en Crowley, desde su nombre (La Cifra, referencia al 666) hasta su físico, al igual que el líder de SPECTRA, Ernst Stavro Blofeld. Las apariciones en cine de este último han corrido a cargo de actores de inquietante parecido con el mago, como Donald Pleasence, Telly Savalas y, especialmente, Charles Grey en Diamantes para la eternidad (1971). Grey interpretó también al siniestro Mocata del filme La novia del diablo (1968), directamente inspirado en Crowley según la novela de Dennis Wheatly. Y no parece casual que en la parodia Casino Royale (1967) Le Chiffre fuera encarnado por el diabólico Orson Welles... ¡como un mago ilusionista!


El alquimista

Según Gardiner, Fleming estaba obsesionado por la alquimia. Y una cosa es cierta: el escritor, aunque escéptico y tan materialista y hedonista como Bond, parece haber sentido cierta atracción intelectual por personajes como Paracelso, John Dee y Aleister Crowley, que combinaban conocimientos prácticos y actividades muy materiales (medicina, espionaje, política...) con ideas místicas y mágicas. En cierto modo, la alquimia personal de Fleming podría encontrar su Obra Magna en el agente 007. La fascinación de Ian Fleming por el oro era algo más que metafórica. El dorado metal aparece en varias aventuras de Bond: Goldfinger (1959) donde, como hace notar Gardiner, el villano se llama Auric (Oro) y Goldfinger significa “dedo de oro” –un término, según Gardiner, con el que se autodenomina el alquimista–,Vive y deja morir (1954), donde vudú y espionaje se mezclan en la busca del tesoro de Morgan, y la póstuma El hombre de la pistola de oro” (1965). En Jamaica Fleming se hizo construir su segundo hogar, Goldeneye, cuyo nombre se inspira en la novela Reflejos en un ojo dorado, de Carson McCullers, pero también en la propia región donde fue levantada, Oracabessa, deformación del español “Cabeza de oro”. En el jardín de Goldeneye, rodeada de leyendas y misterio, se encontraba una antigua tumba española con un ojo dorado en mitad de una cabeza de oro. Sería allí, ya casado, donde Fleming comenzaría Casino Royale y donde, año tras año, escribiría cada uno de los catorce títulos que componen la saga original de Bond. Para pergeñarlos, encargaría una máquina de escribir chapada en oro. ¿Otra estrategia mágica para atraer el áureo éxito que perseguía? Poco después de terminada la guerra, Fleming se había prometido a sí mismo escribir “la novela de espías que acabaría con todas las novelas de espías”. Todos sus biógrafos coinciden en que sentía la necesidad de crear una obra literaria que, a pesar del desprecio que fingía sentir por los intelectuales, le permitiera codearse con aquellos a quienes admiraba y eran sus amigos (Maugham, Noel Coward, Raymond Chandler, Edith Sitwell...) pero que también le hiciera rico. A pesar de que a Fleming nunca le faltó el dinero, las condiciones del testamento paterno le obligaban a depender de las ayudas de su madre para mantener su tren de vida. Con el éxito de Bond y la venta de sus derechos al cine, Fleming consiguió su piedra filosofal, utilizando todo el poder mágico de su personalidad. 007 es un genuino arquetipo universal, grabado en el imaginario colectivo para la eternidad... Lo que, para un buen conocedor de Freud, Adler y Jung, no pudo ser del todo casual. Pero el rubedo de su Magnum Opus le llegó trágicamente tarde. Fleming fue el verdadero modelo para 007, haciendo así realidad los sueños de aventura que el mundo le había negado. En él puso todas sus manías, sus gustos y sus ideas, sublimándolos y mezclándolos con lecturas favoritas –entre ellas, Sax Rohmer, creador de FuManchú, autor de una historia de la brujería y quizá miembro de la Golden Dawn–hasta conseguir un perfecto döppelganger, lo que le aseguró la inmortalidad literaria. Sin embargo, el juego fatal con los arquetipos se cobró su precio. Como Bond, Fleming era un fumador empedernido, capaz de consumir más de setenta cigarrillos al día, un bebedor social y solitario que no pasaba noche sin trago; un trabajador incansable... Y la salud comenzó pronto a flaquearle. Debilitado por el estrés y los malos hábitos, el escritor falleció el 12 de agosto de 1964 de un fallo cardiaco. No llegó a ver el estreno cinematográfico de Goldfinger, ni a disfrutar la inmensa riqueza que generaría 007 a través del cine, el cómic, los videojuegos... Años después, su hijo Caspar Robert Fleming se suicidaría con una sobredosis. A quienes crean auténticos arquetipos inmortales les ocurre a menudo que estos se alimenten como vampiros de sus propios creadores –pensemos en el Holmes de Doyle o el Conan de Robert E.
Howard (MÁS ALLÁ, 228)–, y el triunfo de Fleming fue también un final, en cierto modo, a manos de su criatura. Un agente secreto con más secretos de lo que parece. ¿Creía Fleming en las ciencias ocultas? ¿Era miembro de sociedades secretas? Más allá de las arriesgadas afirmaciones de Gardiner, está claro que era un hombre culto, excéntrico y erudito, fascinado por personajes como Crowley, por la alquimia y el psicoanálisis. Todo ello quedaría reflejado en una obra que, en palabras de Pearson, ha de leerse como “la autobiografía de un sueño”. Y no se puede dejar de estar de acuerdo con el autor de The Bond Code en que “los libros y las películas de Bond son cuentos de hadas modernos que funcionan en el mismo sentido que las historias medievales del Santo Grial o de Robin Hood”. Ian Fleming,
sin duda, lo sabía muy bien.


007 La cifra mágica

El 7 es el número mágico por excelencia y el 007 tiene un peculiar origen que confirma el interés ocultista de Ian Fleming. El número de James Bond podría ser el del espía, astrólogo y alquimista John Dee. Tras servir a la reina Mary, Dee se convirtió en espía de Elizabeth I de Inglaterra, con el número clave de 007 simbolizando sus dos ojos al servicio de Su Majestad. Fleming había leído una biografía de Dee y compartía el interés por este con su compañero de Inteligencia Donald McCormick, quien escribiría biografías del alquimista y del propio Fleming. Dee creó con Edward Kelley el lenguaje enochiano, críptico idioma literalmente angélico, perfecto para codificar mensajes secretos.


Vive y deja morir: James Bond contra el vudú

Existen muchos guiños y símbolos ocultos en las novelas de 007, especialmente en la etimología de nombres como Goldfinger, Le Chiffre o Hugo Drax, pero solo en una de ellas aparecen elementos sobrenaturales. En Vive y deja morir Bond se enfrenta con Mr. Big, gánster negro que utiliza el vudú para controlar a sus hombres. Para documentarse Fleming utilizó el libro The Travellers Tree, del viajero Patrick Leigh Fermor. En Vive y deja morir, la chica, Solitaire, posee auténtica videncia, que perderá con su virginidad a manos de 007, siguiendo la tradición que asocia virginidad y poderes mágicos. La empresa tapadera de Mr. Big se llama Ouroboros Inc., como la mítica serpiente que se muerde la cola simbolizando el eterno retorno... Un festín esotérico para Gardiner. En el cine se acentuarían los elementos de vudú. La versión cinematográfica originó un mazo de tarot exclusivo, muy popular en los años setenta y buscado hoy por los coleccionistas.


Realidad y ficción: Fuentes de inspiración

Fleming tomó muchos elementos de la realidad para crear a 007. SMERSH, la organización soviética Smert Shpionam (Muerte a los Espías), existió realmente antes y durante la II Guerra Mundial como sección de contraespionaje del Ejército Rojo, si bien después cambió de nombre. La Unión Corsa, la asociación mafiosa deAl servicio secreto de Su Majestad (1963), fue uno de los sindicatos del crimen más poderosos de Europa y SPECTRA se inspira en ODESSA, la red internacional de criminales nazis. Además, Fleming contribuiría a crear la CIA al ser invitado por la Inteligencia estadounidense a preparar un memorando sobre la constitución de un servicio secreto moderno que formaría parte de las bases sobre las que se crearían el OSS y, después, la propia agencia de espionaje estadounidense.

Las caras de Crowley

Algunos de los actores que han dado vida en el cine a uno de los mayores enemigos de James Bond, el líder de SPECTRA, Ernst Stavro Blofeld, se parecen sospechosamente a Aleister Crowley.




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lunes, 11 de junio de 2012

Marcianos, rusos y cine


Dos divulgadores canarios sostienen que el planeta Marte y sus habitantes han sido usados en el cine como una metáfora del pulso entre rusos y americanos.

Tomás Martín y Juan Antonio Ribas son dos profesionales de la enseñanza y el mundo de la comunicación audiovisual que compaginan sus responsabilidades laborares con su pasión por el potencial pedagógico que tiene el mundo del cine. Se han convertido casi sin buscarlo en avezados divulgadores del contenido científico del mundo del celuloide, con elogiables investigaciones acerca del darwinismo, la conquista de la Luna o la manera en la que se ha presentado a Marte en la gran pantalla. Precisamente sus conclusiones con respecto al Planeta Rojo nos resultan especialmente interesantes, al plantear que nuestro vecino galáctico ha sido tratado tanto en la literatura como en el cine como un compañero del que desconfiar, dando continuidad a la mitología que lo vinculaba con la guerra. Las filmotecas acumulan títulos sobre Marte agrupables en tres bloques: el viaje a Marte, la terraformación que permitiría crear condiciones óptimas para su colonización humana, y la invasión marciana de la Tierra. Este último argumento ha calado tan hondo que en la cultura popular los conceptos extratrerrestres y marcianos llegan a ser equivalentes, siendo su llegada a nuestro planeta casi siempre nefasta, como queda de manifiesto en títulos como la emblemática La Guerra de los Mundos, así como en Invasores de Marte, Devil Girl from Mars o la hilarante MarsAttacks! Otras cintas en las que son los humanos quienes llegan al Planeta Rojo también muestran criaturas exóticas y peligrosas, aunque en ocasiones también plantean un mundo árido en el que es posible encontrar los restos de una avanzada civilización que sucumbió a su propio desarrollo, proyectando así el vértigo y el pánico tecnológico y nuclear que se implantó en medio mundo a partir de los años cincuenta del siglo pasado.


La creación por diferentes métodos de condiciones de vida idóneas en Marte de cara a convertirse en colonia terrestre también está presente en una parte del cine marciano, como Planeta Rojo o Desafío Total, apuestas de desigual signo que pueden en algunos casos considerarse anticipatorias a nivel científico.
No obstante, el elemento más singular identificado por Martín y Ribas está vinculado a la propaganda política introducida en las cintas, a veces de una manera por completo descarada. Sucede en Aelita, una cinta de 1924 del rusoYakov Protazanov en la que la civilización marciana aparece esclavizada y sometida a una cruel estirpe de líderes, siendo arengada por parte de terrestres a revelarse tomando como ejemplo la Revolución Rusa de 1917. Como contrapartida, en la en muchos sentidos precoz cinta de 1918 A trip to Mars, del danés Holger-Madsen, una misión terrestre alcanza un planeta Marte escenificado como un auténtico Olimpo, con una civilización idílica en la que es fácil identificar conceptos y elementos cristianos. La batalla ideológica implícita en muchas cintas pervivió con fuerza durante la Guerra Fría, dando al color rojo de Marte una connotación que poco tenía que ver con su superficie ferrosa.



Las horas bajas del Área 51

Algunos informantes identificados como ex empleados del Área 51 confirman la utilización de la zona en proyectos secretos.
Hace tiempo que el lugar más secreto del mundo dejó de serlo. Es posible incluso que nunca lo fuese del todo, pero lo cierto es que de unas décadas para acá al Área 51, en el árido desierto estadounidense de Nevada, sólo le falta un puesto de venta de palomitas para rubricar su popularidad.Tras años de estar presente en las tramas ufológicas, como espacio al que se habían trasladados restos de presuntas naves extraterres-tres accidentadas -como la de Roswell- con el objetivo de analizar los materiales y obtener aplicaciones innovadoras a nivel técnico y científico, la mítica zona secreta dio el salto al cine apareciendo frecuentemente referenciada. Se consagraba así este lugar como icono de la ocultación gubernamental sobre la existencia de vida alienígena visitándonos e incluso pactando con nuestros gobiernos. No obstante, desde el comienzo de esta historia una parte de los ufólogos consideraron que lo que realmente sucedía en este rincón militar no era otra cosa que el desarrollo de proyectos aeronáuticos secretos, aviones y dispositivos aéreos de tecnología avanzada que eran probados discretamente y a cuya ocultación le venía muy bien las historias de extraterrestres y OVNIs. Pues bien, hace poco más de un mes irrumpió James Noce, quien se acredita como veterano de la CÍA y del Área 51 durante las décadas de los 60 y 70, confirmando la utilización de la zona como campo de pruebas de aviones negros, espías e inmunes al radar, como el SR-71 Blackbird, el Lockheed A-12 o el famoso F-ll 7Nighthawk. A esta revelación se suma la reciente investigación desmitifica-dora de Channel4 sobre el HamadoTriangulo de Nevada, atribuyendo los accidentes y desapariciones de aviones a las peculiaridades de la orografía y el clima de la región.



Hawking y la hostilidad extraterrestre

o hay duda de que el físico Stephen Hawking pasa por ser una de las mentes más lúcidas y mediáticas de la astrofísica moderna, de ahí que cualquier declaración que haga pocas veces pase desapercibida. Y si encima tiene a los extraterrestres como protagonistas, es lógico que todos los focos se posicionen sobre él. Esto es lo que ha ocurrido el pasado mes de mayo, a raíz del estreno de un documental del Discovery Channel en el que se abordaban los intentos por establecer contacto con supuestas civilizaciones extraterrestres. Tras dejar claro que pensar en la realidad de vida alienígena es una cuestión de lógica científica, aunque en su inmensa mayoría se circunscriba al ámbito microbiano, Hawking sopesa la posibilidad de formas de vida inteligentes considerándolas una amenaza para la Tierra. "Si nos visitaran, -sentencia el astrofísico- los resultados serían como cuando Colón llegó a América, algo que no salió bien para los nativos". La llegada de alienígenas tecnológicamente superiores obedecería con bastante probabilidad a la búsqueda de recursos naturales, con un comportamiento principalmente depredador.



Conspiraciones en el Cine



Si el Séptimo Arte es un reflejo de la sociedad en la que se desarrolla, no podía ser ajeno a la Teoría de la Conspiración. Del asesinato del presidente Kennedy al 11-S, pasando por las sociedades secretas o la creación de conflictos bélicos a medida de los intereses de los poderes en la sombra, el cine recoge fielmente todas y cada una de las inquietudes de quienes no se conforman con la verdad oficial.


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El 28 de diciembre de 1895 nació en París lo que, con el tiempo, se denominaría Séptimo Arte. En algo más de un siglo decenas de miles de películas -desde las primeras etapas, en las que eran una simple imitación del teatro, hasta los modernos métodos digitales que permiten presagiar películas a la carta con actores vivos, muertos o virtuales- han dado cuenta del ingente desarrollo de una industria que, en gran medida, actúa también como prótesis cognitiva de nuestra sociedad de masas. Modas, tendencias, información, propaganda y publicidad son tan parte de ella como el celuloide que les ha servido de soporte históricamente.
Entre este amplísimo material, hemos seleccionado algunas situaciones paradigmáticas vinculadas a la Teoría de la Conspiración y las hemos ilustrado con sus correspondientes películas: sociedades secretas, acciones encubiertas, el asesinato de John Fitzgerald Kennedy, tergiversaciones mediáticas y falsificaciones, el inevitable 11-S, el terrorismo y sus conexiones, el control mental, el Anticristo o las más sombrías perspectivas sobre el mundo futuro (distopías) en el marco de la ciencia ficción. Muchas cosas, películas y temas, se han quedado, obviamente, en el tintero por razones de espacio. Además películas, como El buen pastor, dirigida por Robert de Niro y protagonizada por estrellas tan destacadas como Angelina Jolie -miembro del Council of Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores) de EE.UU.- o Matt Damon, son dignas de merecer en exclusiva un artículo. Las imprecisiones, las falacias y las invenciones convierten este filme, que narra los inicios de la CÍA, en una conspiración en sí mismo. La primera victima de la guerra es la verdad, pero ¿de qué guerra hablamos?


1.- SOCIEDADES SECRETAS





The Brotherhood of the Bell, dirigida por Paul Wendkos en 1970 y traducida al castellano como La Hermandad de la Campana, es una producción televisiva protagonizada por Glenn Ford y Rosemary Forsyth que incide de manera muy directa en el asunto de las sociedades secretas y su influencia en la vida estadounidenses. Al igual que sucede en La séptima víctima, que tiene como protagonista a una secta satánica, el punto de vista desde el que se desarrolla la acción es el del miembro de la sociedad secreta que abandona la disciplina de la organización y ha de afrontar los consabidos sinsabores derivados de su determinación. El filme de Wendkos aborda sin reseñas la cuestión de las sociedades secretas compuestas por gente poderosa. Glenn Ford, miembro de una de estas cofradías, recibe el encargo de convencer a un amigo de que no acepte un puesto en la universidad que la hermandad quiere para uno de sus miembros. Falla en su propósito y su amigo, desesperado, se suicida. A partir de ese momento se promete a sí mismo luchar contra la citada sociedad y revelar públicamente sus secretos para anular su influencia. Pero el poder mediático financiado por el dinero permite anular las acciones de las personas honestas en un contexto de indiferencia total por parte del resto de los ciudadanos, incluidos los más allegados.




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2.- ACCIONES ENCUBIERTAS

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El americano impasible, de Phillip Noyce, es un remake realizado en 2002 del clásico del mismo título dirigido por Joseph Mankiewicz en 1958. Ambos filmes están basados en la novela homónima publicada en 1955 por el Premio Nobel británico Graham Greene. La historia versa sobre un triángulo amoroso que se desarrolla en Vietnam en 1952, en el período comprendido entre la ocupación francesa y la llegada de los estadounidenses. Obsesionado por el poder y por el control absoluto, Greene revela muchas de las claves sobre cómo comenzar una guerra sin que nadie se percate de ello. Michael Caine interpreta en la película a un corresponsal estadounidense, enamorado de una joven vietnamita, que se mantiene imparcial respecto a la convulsa situación del país asiático hasta que aparece Brendan Fraser, un supuesto emprendedor que, tras la cortina de una presunta organización humanitaria, participa en un plan de desestabilización de la zona, consistente en apoyar a grupos terroristas, que ha sido puesto en marcha a la sombra de la OSS (la antecesora de la CÍA). Fraser personifica al defensor de una tercera vía entre comunistas y franceses, de la misma manera que hace unos pocos años se consideraba que había terceras vías en Yugoslavia, donde la CÍA preparó a escuadrones de radicales islamistas para combatir a los serbios o, en su momento, en Afganistán, donde hizo lo mismo para repeler la invasión soviética. Como buen analista de su época, Graham Greene, un católico con ideas de izquierda moderadas, se permitió el lujo de escribir esta trama propia de la Teoría de la Conspiración sobre una guerra que aún no había comenzado pero en la que intuía la existencia de causas ocultas insospechadas por entonces.


3.- El ASESINATO DE KENNEDY

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JFK (Oliver Stone, 1991) es la película reina sobre esta cuestión y ha determinado la orientación de las versiones más populares de la Teoría de la Conspiración. El presidente de EE.UU. John Fitzgerald Kennedy murió tras recibir varios disparos en Dallas el 22 de noviembre de 1963. El guión, basado en el libro del fiscal Jim Garrison, cuenta con la colaboración de uno de autores más significativos del mundillo "conspiranoico", el periodista estadounidense Jim Marrs. Los "errores" de la Comisión Warren -el equipo del Congreso encargado de investigar el magnicidio-, la "bala mágica" -un proyectil que, según los informes oficiales, hizo un recorrido imposible-, las conexiones del presunto asesino de Kennedy, Lee Harvey Oswald, con el mundo clandestino de los aparatos de seguridad y el oscuro papel del entonces vicepresidente, Lyndon B. Johnson, son recogidos en esta película, que se ha convertido por derecho propio en un clásico. No hubo un tirador solitario, motivado por resentimientos personales, sino una conspiración que involucraba a los más altos niveles de decisión política del país. Ésta es la conclusión a la que llega Oliver Stone en su obra.



Mucho más interesante, tanto por motivos estéticos como por contenido, resulta un filme más antiguo y casi olvidado, Acción ejecutiva, que contó con el guión del novelista estadounidense Dalton Trumbo. El escritor formó parte de la "lista negra" del ultra-derechista senador McCarthy durante la cruzada anticomunista y ganó en 1958 el Oscar al mejor guión por El puente sobre el río Kwai (David Lean, 1957). La película, dirigida por David Miller en 1973, está enfocada más como thriller que como documento real y es una inquietante producción que aún hoy da mucho que pensar. Según su trama, el complejo militar-industrial, unido a determinados intereses petrolíferos y a los servicios secretos, fue el responsable no sólo de la muerte del presidente Kennedy sino, como se señala al final, del deceso de gran número de testigos a través de falsos accidentes y otras muy diversas circunstancias letales. Entre sus protagonistas destaca Burt Lancaster.




4.- TERGIVERSACION MEDIÁTICA


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Parodiando dos hechos reales -la guerra de los Balcanes y el caso Lewinsky-, Cortina de humo (1997) nos muestra la tergiversación mediática que día a día sufrimos a través de la televisión, el perro más fiel de la clase dirigente, que articula con este medio las líneas sutiles de la manipulación para alcanzar el control absoluto.
Su director es Barry Levinson, autor también de Good Moming Vietnam y de Sleepers, y su estupendo guión es obra del experimentadísimo David Mamet y de la incisiva Hilary Henkin. Asimismo, presenta un gran reparto: Dustin Hoffman y Robert de Niro, entre otros.
La película narra cómo la única manera que se le ocurre al Gobierno de EE.UU. de tapar el escándalo sexual de su presidente a once días de su reelección es simular una guerra al otro lado del planeta, en la Europa balcánica. Para ello busca la ayuda de directores y guionistas de cine y recurre a los platos, con extras, efectos especiales y mensajes sociales simples -canciones, símbolos, etc.- que consigan distraer y ocultar la realidad. No importa que nada de eso esté ocurriendo en realidad ni que el embajador del país supuestamente agredido denuncie que no es cierto; tampoco importa la eliminación de aquéllos que se ponen pesados porque no reciben el reconocimiento que creen merecer por hacer creíble el engaño sistemático de los ciudadanos por parte del Gobierno.
En este inquietante y mordaz filme el espectador reconocerá en muchos momentos a los denominados "movimientos solidarios por la paz", tan populares en los últimos años, y percibirá otros guiños que, lejos de constituir una parodia, refuerzan las sospechas que despierta habitual mente en nosotros el análisis de cualquier noticia. Una de las cía ves del limo humorístico en el cjne está rodada Canina de humo es que es anterior al 11 -S, pues ahora no sólo resultaría políticamente incorrecto, sino que sería muy difícil rodar una película con ese presupuesto y ese reparto en Estados Unidos.


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5.- FALSIFICACIONES.


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Capricornio Uno es una excelente película camuflada dentro del género de acción que dirigió Peter Hyams en 1978 y que desarrolla magníficamente una incisiva crítica contra la información oficial difundida por la televisión y el concepto de que los intereses del Estado están por encima de todo y de todos. El argumento narra cómo Estados Unidos intenta recuperar la iniciativa en la carrera espacial con un viaje a Marte, perdida la popularidad inicial por el hartazgo continuo de noticias sobre el asunto. Por motivos de ahorro presupuestario, el viaje no se puede realizar en condiciones óptimas de seguridad para los astronautas. Aunque se lanza un cohete, la imposibilidad de que vaya tripulado hace que el "amartizaje" se realice en un decorado televisivo. Para consumar la farsa se piratea la señal de la NASA y se emiten imágenes falsas en supuesto tiempo real. Todo marcha bien hasta que la nave explota al entrar de nuevo en la atmósfera terrestre. En ese momento se decide eliminar a los astronautas -retenidos en el plato de televisión- y a los que intenten destapar el engaño. Sobre Marte, desapariciones y muertes en condiciones extrañas trata también una de las películas favoritas de los conspiranoicos: Alternativa 3 (1977), un falso reportaje creado para ser emitido el Día de los Inocentes en el Reino Unido, el 1 de abril, pero que finalmente vio la luz el 20 de junio. La seriedad de sus argumentos y el hecho de que fuera difundido por todas las cadenas privadas británicas al mismo tiempo impactaron en la opinión pública. Alternativa 3 trata sobre la supuesta ocultación de una serie de datos que hablan de un desastre climático futuro -en concreto, una glaciación provocada por el e-fecto invernadero- que impedirá la vida sobre nuestro planeta en un período breve y sobre un proyecto conjunto de EE.UU. y la extinta Unión Soviética para garantizar la superviviencia de la raza humana poblando Marte, donde una base conjunta será una especie de Arca de Noé de humanos. El catastrofismo de matiz ecológico que vivimos desde hace tiempo, las aterradoras perspectivas sobre el clima a las que se nos está acostumbrando poco a poco y los nuevos datos sobre Marte que nos han transmitido las últimas sondas enviadas al Planeta Rojo hacen que la palabra broma, referida a Alternativa 3, adquiera otra dimensión.

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6.- 11-S Y AL QAEDA


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"Todos unidos podemos hacer grandes cosas, y nos unimos más y mejor en situaciones límite. Cuanto metías pensemos sobre ello, mejor." En estos dos mensajes podrían resumirse las instrucciones, más o menos explícitas o subrepticias, que uno siente que le han sido impartidas con los filmes United 93, de Paul Greengrass, y World Trade Center, de Oliver Stone. Ambas películas no son otra cosa que representaciones "fidelísimas" de la versión oficial sobre los atentados del 11-S. La primera tiene como protagonista el vuelo que fue derribado en Pennsylvania por un caza (perdón, que se precipitó a tierra como consecuencia de la actuación heroica de los pasajeros, que se abalanzaron contra sus secuestradores) cuando se dirigía a Washington muy posiblemente para chocar contra la Casa Blanca.



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La segunda narra la destrucción de las Torres Gemelas de Nueva York por el impacto de dos aviones comerciales secuestrados por fundamentalistas musulmanes con sendos cutters. Sorprende la actitud complaciente de World Trade Center con la postura del Gobierno de EE.UU. en Oliver Stone, autor de uno de los más conocidos influyentes filmes sobre la Teoría de la Conspiración: JFK. Su película se centra en las vicisitudes, muy emotivas, de unos policías portuarios (y las de sus esposas y cachorros) atrapados entre los escombros cuando trataban de colaborar en las tareas de rescate. La conspiración en estas películas, de calidad cinematográfica más que mediana -pese a que Greengrass emplea unos cuantos recursos "modernos" para tratar de transmitir un ritmo trepidante-, reside en que obvian descaradamente los numerosos agujeros negros que tiene la versión oficial, aireados por numerosos investigadores.
Cine oficial made in Hollywood, en la línea del nacionalsocialismo hitleriano y del comunismo soviético. Hablando de su película, Oliver Stone manifiesta: "La política no tiene cabida aquí porque hablamos de valor y supervivencia". Sin comentarios.





7.- EL ANTICRISTO Y EL FIN DE LOS TIEMPOS





El código Omega, dirigida por Robert Marcarelli en 1999, es una película única en cierto sentido que combina el Código Secreto de la Biblia, recogido en el best seller de M k liad Drosnin, con las concepciones escatológicas judeo-cristianas en el marco de un thríller fílmicamente correcto que, por su acertado ritmo, resulta estimulante en muchos momentos a pesar del sesgo religioso ortodoxo de su enfoque. El actor Michael York es el Anticristo, encarnado en el presidente de la Unión Europea, un líder carismático admirador del Imperio Romano, interesado en el medio ambiente y deseoso de unir a los hombres en un proyecto común. A lo largo de la película contemplaremos la destrucción, en un atentado terrorista cuidadosamente planificado, de la mezquita de Al Aqsa y del Muro de las Lamentaciones como paso previo para la construcción del Tercer Templo de Jerusalén, a la que también asistiremos. Al comienzo del filme aparecen ya los dos "testigos" -Enoch y Elias- que, según el Apocalipsis, se enfrentarán al maligno al final de los tiempos. Están interpretados por Casper van Dien y Catherine Oxenberg, matrimonio en la vida real. Completa el reparto un clásico del cine de terror y ciencia ficción, Michael Iron-side, especializado en papeles de "malo malísimo", que en esta película interpreta el papel de Dominio, un sacerdote católico renegado que es la mano derecha del Anticristo.
El código Omega es una producción muy apartada de los valores hollvwoodenses que resultó un excelente negocio, pues recaudó en sus primeros diez días de proyección en Estados Unidos la friolera de más de cuatro millones de dólares.
En 2001 se realizó una precuela de esta película llamada Mejjido: The Omega Code 2 que cuenta de nuevo con Michael York al frente del reparto en el papel del diabólico líder de la Unión Europea. En esta ocasión aparece enfrentado a su hermano, que ha escogido el Bien, en el contexto terminal de la batalla del Armagedón.





8.- DISTOPÍAS

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THX 1138 (1971) es el primer largometraje de George Lucas. Producida por Francis Ford Coppola, presenta todos los tenebrosos tópicos que se pueden atribuir a la vida urbana futura. La trama, sencilla, narra una desesperada huida de ese espacio deshumanizado, asfixiante e hipertecnificado pero, al mismo tiempo, con un poder difuso. En otras películas, como la magnífica e impactante 1984 (Michael Rail lord 1984), basada en la obra del mismo nombre de George Orwell, aparece, por el contrario, un líder y un sistema que controla lencamente a los ciudadanos. En THX 1138 no hay un líder, sino que es la propia sociedad la que transmite que las cosas son como son, sin posibilidad de cambio, como una clara metáfora hipertrofiada del sistema social actual. El control del sexo -mejor dicho, del "amor"- es también mucho más sutil que en 1984, En ambas historias ese tipo de contacto sentimental se encuentra prohibido, pero en THX 1138 queda relegado al mundo virtual, lo que, unido a la ingesta de drogas "estatales", nos coloca en un espacio más tecnificado y manipulado.


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La religión queda reducida en la sociedad de pesadilla de THX 1138 a unos confesionarios con la cara de Jesucristo y una grabación que responde al nombre de OM sobre la que los individuos descargan sus emociones esperando respuesta. "Trabaja, compra y sé feliz" son sus postulados. Esta religión futurista amalgama sincréticamente aspectos de otras: rezos de estilo musulmán y ambiente zen ante la imagen de un gran Cristo.
THX 1138 es una excelente película centrada más en aspectos de tipo tecnológico que social, lo que la convierte en una obra más "visionaria" que la de Orwell.




BONUS TRACK: APOCALYPSE NOW


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Las causas ocultas de los conflictos bélicos han inquietado a muchos directores de cine. En Apocalypse Now, dirigida por Francis Ford Coppola en 1979, se suprimió una escena en la que un grupo de franceses que vivían en Vietnam desde la época colonial anterior a la invasión estadounidense reprochan a los soldados de esta nacionalidad haber entrenado a la guerrilla vietnamita con el objetivo de impulsar la salida de Francia de Indochina y la entrada del Tío Sam. La escena fue recuperada por el director en Apocalypse Now Redux.

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