viernes, 29 de noviembre de 2013

Hallazgos extraños

Misterios arqueológicos

BAJO LA
SOMBRA DE LA
DUDA
Entre la realidad, la ficción y la fantasía, diversos vestigios y objetos del pasado intrigan a los expertos y cautivan a los aficionados. Cada uno ofrece su propia versión fundamentada o irreal de los hechos, sin embargo, nadie logra llegar a una conclusión definitiva.

Por Rafael Muñoz Saldaña
Revista MUY INTERESANTE, Noviembre 2013


La arqueología es el estudio científico de los vestigios de la vida y las actividades humanas en los tiempos ya idos. Su campo de estudio abarca todo lo que crearon los hombres, sin importar sus dimensiones, desde una sencilla herramienta hasta las grandes construcciones, como pirámides, palacios, laberintos y catedrales; su campo de trabajo son las culturas prehistóricas, extintas y antiguas. El arqueólogo tiene diferentes funciones; la primera y más apasionante es el trabajo de campo, mediante el cual intenta encontrar esos rastros. Pero no todo se limita a tales momentos excepcionales, como cuando Howard Cárter se encontró con la tumba de Tutankamón. Otra tarea es describir, establecer una clasificación y analizar los ob-jetos que se han recuperado. Gran parte de los arqueólogos dedican su vida a este tipo de trabajo, no necesariamente al de campo; su propósito más importante consiste en situar los materiales que les interesan en el contexto histórico al que pertenecen y, de este modo, ampliar su comprensión del pasado. En esto su trabajo se parece al del historiador; como no es posible conocer por completo el acontecer humano remoto, ambos deben dar descripciones interpretativas de él.
Para lograr esos objetivos los arqueólogos utilizan los conocimientos de especialistas en otras áreas que aportan datos para incrementar esa comprensión, como zoólogos y expertos en botánica. También se valen de recursos científicos (por ejemplo la célebre prueba con radioisótopos de carbono 14) para descubrir la verdad sobre los hechos que indagan. Sin embargo, por la faceta interpretativa que hemos mencionado, no es fácil clasificar a la arqueología como una ciencia, sino que -coinciden expertos- se encuentra a medio camino entre las ciencias y las humanidades. La justificación de su trabajo es enriquecer el presente con los conocimientos, avances y habilidades de los predecesores; traer al presente la sabiduría y logros de aquellos hombres y civilizaciones que dieron origen a la cultura contemporánea.
Reconstruir el pasado no es, por supuesto, una tarea sencilla, ni puede reducirse a un solo hombre. Por eso se multiplican las especialidades y áreas de conocimiento dedicadas a temas y asuntos muy específicos. Algunos resultados de esas investigaciones son interesantes y atractivos; imaginemos el hallazgo de ruinas de una ciudad antigua bajo los elevados edificios de una metrópoli moderna, el descubrimiento de la tumba de un alto dignatario muerto hace cientos de años y del cual poco se sabía, o las razones por las que desapareció una ciudad que en otros tiempos era esplendorosa. En muchas ocasiones su labor sirve para reinterpretar conocimientos de los que ya disponemos o rectificar visiones erróneas propuestas por gente poco especializada; en otros casos, los hallazgos son modestos y poco espectaculares, como lo demuestran las decenas de ensayos publicados sobre temas de gran especificidad en los medios académicos de esta profesión.



El vuelo de la fantasía
El trabajo de estos especialistas no está exento de errores, un problema común de las ciencias y las humanidades. Tampoco está libre de fraudes, basta recordar el célebre caso del cráneo de Piltdown: los restos de un orangután que el arqueólogo aficionado Charles Dawson quiso hacer pasar por los vestigios del casi mítico 'eslabón perdido'. Además de ello, la arqueología se ve afectada por un fenómeno cultural de gran impacto mediático: la pseudoarqueología, que en lugar de descubrir objetos del pasado y otorgarles un contexto histórico, inventa, falsifica y distorsiona la realidad con los peligros que eso implica. Entramos entonces en el terreno de la arqueología fantástica, nombre que se le da entre muchos otros. Tal vez para contrastarla con la arqueología seria valdría más la pena conceptualizarla como 'arqueología pseudocientífica'.
Se propone este concepto para señalar que los medios que emplea en su trabajo están distanciados del método científico; ello conduce a explicaciones carentes de razón, imposibles de demostrar, que se contradicen con los conocimientos históricos disponibles y aceptados. Sus falsas revelaciones se vuelven populares debido a ciertos medios masivos de difusión, que no verifican los datos e ideas que proponen y dan soporte a esas hipótesis fuera de lugar con tal de atraer al público. Este, que no siempre sabe discriminar entre verdades y mentiras, suele aceptar las falsedades, las cuales se extienden con la fuerza que tienen los rumores.
En el amplio mundo de la pseudoarqueología existen muchas variantes. Algunas están motivadas por el nacionalismo y la defensa de una agenda política, como el caso de las pirámides bosnias (ver recuadro), cuyo promotor intenta fortalecer el orgullo e interés de su joven nación. También hay una arqueología motivada por la religión, cuyo propósito es confirmar hechos que se mencionan en los libros sagrados. Hay que mencionar además la variante que mezcla verdades con mentiras y toma hallazgos reales de la arqueología científica para construir especulaciones fantasiosas y atractivas para el público. Hallaremos ese tipo de casos en algunos de los recuadros presentados aquí.
La controversia enfrenta al mundo de la imaginación con la contundencia de los hechos reales y apela a la psicología de quien recibe la información. Existe un público de calidad, que puede tomar una actitud crítica con respecto a los datos e ideas que se le presentan. Pero también hay otro que se resiste a esta toma de distancia porque en el fondo su anhelo es que lo entretengan, que lo diviertan contándole historias atractivas e interesantes, distanciadas de la aridez de los estudios académicos. Podríamos justificarla aquí como una fantasía inofensiva, pero sus consecuencias van más allá de eso: por representar de manera inadecuada el pasado, desorienta, equivoca y extravía a la gente. Y el mejor ejemplo procede del nazismo: el mito de la raza aria y su falso sustento arqueológico condujeron a la guerra más sanguinaria y destructiva en la historia de la humanidad.


El acertijo de los incas
Una ciudad bajo Santiago
En algunas ciudades del mundo el pasado remoto es evidente. En la Ciudad de México, por ejemplo, coexiste la modernidad con diversos vestigios arqueológicos -entre los más conocidos, el Templo Mayor y la zona de Tlatelolco-. En otras, los rastros antiguos han permanecido ocultos, como en el caso de nuestra capital. Una investigación de casi cuatro décadas, dada a conocer a comienzos de este año por quienes la encabezaron (Rubén Stehberg, jefe del Área de Antropología del Museo Nacional de Historia Natural, con el apoyo del historiador Gonzalo Sotomayor, de la Universidad Andrés Bello), ha puesto en evidencia que los españoles no fundaron la ciudad de Santiago en la nada, sino sobre un antiguo centro urbano inca.


El propio Stehberg explica su método de trabajo, en el boletín N 61 del Museo, y en su artículo Mapocho incaico: "Armamos un rompecabezas a partir de la evidencia arqueológica que hablaba de la presencia incaica, pero además investigamos en muchos documentos que permanecían inéditos y daban cuenta de que aquí había un importante asentamiento humano", afirma, desafiando la versión más extendida de acuerdo con la cual Pedro de Valdivia fundó Santiago en 1542, sin precedente urbano. La nueva teoría es resultado del análisis de evidencias arqueológicas (cerámicas, tumbas y restos humanos) que se encontraron en el centro de la ciudad y en la cuenca del valle del Maipo.


El llamado 'Santiago incaico' era el asentamiento más austral del Imperio inca y tenia el nombre de Tawantinsuyu. En la ciudad había diferentes edificios administrativos, caminos que la conectaban con otras localidades del imperio, acequias y casas para las mujeres dedicadas al culto al Sol. Luis Cornejo, arqueólogo del Museo de Arte Precolombino, realizó excavaciones en el suelo del propio museo y encontró vestigios de origen inca: "Nuestra investigación está en línea con la hipótesis de que Santiago fue fundado en un centro administrativo incaico. Encontramos una cantidad inusual en Chile de restos de cerámica, basura y comida que dan cuenta de actividades ceremoniales y muchas interacciones propias de un centro de esta naturaleza". Se sabe que los pobladores no eran solo incas, sino también mapuches. Unos y otros cultivaban la tierra en chacras o parcelas y practicaban la minería del oro y la plata. De este modo, el conquistador de Extremadura, Pedro de Valdivia, habría viajado a la ciudad preestablecida para tomar posesión de ella y poblarla con ejército.


Enigma bajo el agua
Las rocas en el Mar de Galilea
En el fondo del mar de Galilea, en Israel, se descubrió una extraña estructura de rocas cuya antigüedad, se dijo en un inicio, podría ser la misma de Stonehenge, en Inglaterra -2.300 a. C-. Aunque muchos afirmaron que se trataría de una obra realizada por posibles visitantes extraterrestres en una época muy remota, investigadores de la Universidad Ben-Gurion, la Universidad de Tel Aviv, la Universidad de Haifa y el Instituto de Investigación Oceanógrafica y Limnológica de Israel descubrieron que el montículo es parecido a un cono de rocas de basalto de hasta un metro sin labrar -apiladas- con un diámetro total de 70 metros y una altura de 10; su ubicación es significativa, pues se halla en un brazo del rio Jordán, situado en una zona que tuvo gran importancia económica en esa área desde la Edad de Bronce. Los detalles del contexto -dieron a conocer estos investigadores en un número reciente del International Journal of Nautical Archaeology- los han llevado a pensar que la construcción es mucho más reciente, tal vez de los siglos IV o III a. C.


Hasta la fecha soto se dispone de imágenes obtenidas a través de un sonar y algunas fotografías tomadas por un equipo de buzos. No se han llevado a cabo excavaciones, lo que ha abierto el paso a toda suerte de afirmaciones especulativas sobre la edad y la forma en que se construyó. Una de las dudas al respecto es si se hizo en tierra seca, durante un periodo en que el nivel de las aguas era bajo. Algunas indagaciones en otros cuerpos de agua cercanos han demostrado que muchos de ellos fueron tierra seca habitada. También se ha creído que estas ruinas y otras en las inmediaciones fueron erigidas a la orilla de estos cuerpos de agua y luego se precipitaron como efecto de la importante actividad sísmica de la zona. Se han hecho diversas conjeturas con respecto a la función práctica que pudo tener esta construcción. Hoy está rodeada por bancos de tilapias, lo que ha hecho pensar que puede tratarse de una antigua pesquería, es decir, una estructura para atraer peces y facilitar su captura. En el Mar de Galilea se han encontrado otras de este tipo, pero resulta dif íci aceptar esta versión antes de llevar a cabo una exploración detenida y precisa en la zona. Los expertos coinciden en que se trata de una obra humana; que no es ni una formación natural ni una construcción extraterrestre. En su mayoría divergen respecto a su antigüedad. Yitzhak Paz, del Departamento de Antigüedades de la Uni-versidad Ben-Gurion, sostiene que puede tener 4.000 años.




Edificio oculto
El palacio del emperador Qin
Uno de los mayores tesoros arqueológicos de China es el ejército de guerreros modelados en terracota (arcilla endurecida) que custodia la tumba del emperador Qin Shi Huang, un mausoleo de 56 kilómetros cuadrados construido en el siglo II a. C. en las afueras de Xi'an, ciudad importante desde la antigüedad situada en el centro del actual territorio del país asiático. El conjunto de 6.000 guerreros -el número total es una estimación pues no todos han salido a la luz- de tamaño real con sus armaduras, caballos y carros de guerra elaborados a la perfección, fue descubierto en 1974 por obreros que cavaban un pozo; las excavaciones prosiguieron y la UNESCO declaró el yacimiento Patrimonio Cultural de la Humanidad.


En el segundo semestre de 2012 los arqueólogos realizaron un hallazgo sorprendente: los restos de un antiguo palacio imperial. Se trata del más grande entre los que han sido encontrados en el mausoleo, que más bien podría considerarse una ciudad funeraria. El palacio mide 690 metros de largo por 250 metros de ancho e incluye dieciocho palacetes alrededor de un edificio central. Para el investigador Sun Weigang, responsable de las excavaciones, podría considerarse un antecedente de la Ciudad Prohibida, la residencia de los emperadores chinos de las dinastías Ming y Qing. Ambos palacios fueron construidos sobre ejes norte-sur, en concordancia con la cosmología tradicional china. A los arqueólogos les ha sorprendido el buen estado de conservación del conjunto. Los cimientos están firmes, hay murallas, puertas, caminos de piedra y estructuras de ladrillo que se conservan sólidos.


Explican los expertos que el emperador Qin Shi Huang comenzó a construir su monumento funerario poco después de convertirse en jefe de Estado, a la edad de trece años. La realización del complejo involucró el trabajo de 700.000 obreros y tardó cuarenta años en ser completado. Quedó listo dos años después de la muerte del personaje, ocurrida en el año 210 a. C. Uno de los puntos inaccesibles hasta la fecha es la tumba misma, de 120 metros de altura, protegida por estructuras metálicas y de piedra. No se ha excavado en el lugar por temor a dañar los valiosos objetos que guarda.
El monumento en su conjunto es una muestra del enorme poder que llegaron a tener los emperadores chinos de aquella época. Qin es considerado el gran unif icador de China; conquistó seis Estados inde-pendientes de aquel territorio y logró consolidar un reino feudal con sistemas unificados de moneda y escritura. Se le recuerda también por sus violentas acciones de gobierno, como quemar libros, enterrar vivos a sus opositores y castrar a los prisioneros de guerra.


  
La escultura de un meteorito
El Buda que vino del espacio
En septiembre de 2013 investigadores alemanes encabezados por Elmar Buchner aseguraron que una pesada estatua de Buda que los nazis llevaron a Europa durante sus exploraciones por Asia fue elaborada a partir de un meteorito que, al parecer, cayó del cielo hace 10.000 años en la frontera de Siberia con Mongolia. Se ignora la edad de este 'hombre de hierro', también conocido como 'Buda del espacio', aunque los investigadores aseguran que fue realizado entre los siglos VIII y X; se trata de un hombre sentado con las piernas cruzadas que porta un objeto en su mano izquierda. En el pecho lleva una suástica, el símbolo oriental de buena suerte que, siglos después, el régimen nazi empleó como emblema distintivo. Es posible que este detalle haya inspirado a los exploradores nazis a traer consigo la figura metálica.


La noticia reportada por Buchner en la publicación Meteorites and Planetary Science fue recibida con escepticismo en los medios académicos serios. Una de las críticas más convincentes fue la de Achim Bayer, experto en budismo de la Universidad Dongguk en Corea del Sur. En un reporte publicado en línea aseguró que las características de la figura son 'pseudotibetanas' y que parece tratarse de una reproducción europea realizada en el siglo XX, datación que desafía la versión de Buthner según la cual tiene unos mil años de antigüedad. Bayer considera que la pieza presenta rasgos inconsistentes con el arte clásico tibetano y la cultura de aquella época, como los zapatos, (os pantalones y las mangas del atuendo. También le parece sospechosa la forma de las manos, los ojos y las orejas, que no tienen precedente en el arte del Tíbet.
Buchner ha comentado la visión escéptica de Bayer. Aseguró este investigador alemán: "Para nosotros su hipótesis es solo una opinión. No podemos aceptarla o rechazarla puesto que no somos expertos en historia del arte. Nuestras afirmaciones son especulativas". Buchner piensa que, en efecto, se trata de un meteorito; el análisis revela que es una aleación de hierro y níquel muy semejante a la que se encontró en un meteorito ubicado en la frontera de Siberia con el Tíbet. Pero los cuestionamientos de Bayer también ponen en duda tal materia prima: "No me parece razonable pensar que alguien use el material de un me-teorito para elaborar una pieza común que se vendía en los mercados locales de antigüedades".



La ciudad abandonada
¿Por qué se despobló Teotihuacan?
La llamada 'Ciudad de los dioses' fue una de las principales urbes mesoamericanas en la época prehispánica y hoy, por su buena conservación, es uno de los grandes atractivos arqueológicos del centro de México. Sus orígenes no han sido esclarecidos del todo, pero se sabe que alcanzó su apogeo en el periodo Clásico, entre los siglos III y Vil, debido a la presencia de manantiales que, a falta de ríos, podían satisfacer las necesidades de agua para la agricultura. Tampoco resulta claro cuatera la identidad de sus primeros habitantes, aunque las teorías más recientes sostienen que en su florecimiento pudieron hallarse involucradas diversas etnias como los totonacos, los nahuas y los otomies. Otro tema por investigar son las razones por las cuales, después de tener una población que iba de los 100.000 a los 200.000 habitantes, la ciudad fue abandonada en el año 650, mucho antes de que los mexicas fundaran México - Tenochtitlan, en 1325.


Una de las teorías más recientes, propuesta por el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma en su libro Teotihuacan, afirmé que la decadencia de la ciudad ocurrió cuando diversos pueblos se levantaron en armas contra sus habitantes.
Estos pudieron haber realizado una alianza para poner fin a las condiciones de sojuzgamiento en que se hallaban, pues Teotihuacan dominaba la zona y exigía a los pueblos cercanos el pago de elevados tributos. Este mismo proceso de rebelión explica la desaparición de las ciudades de otros grupos como los mexicas: la alianza de los españoles con pueblos tributarios cansados de permanecer subyugados hizo posible la caída de México-Tenochtitlan en el año 1521.
La teoría cambia la perspectiva aceptada de acuerdo con la cual el declive de la urbe ocurrió por un gran incendio o por una baja producción agrícola que no tuvo los rendimientos suficientes para cubrir las necesidades de los habitantes. Matos Moctezuma considera que ninguna explicación es aún definitiva y que continúan los estudios para indagar tanto el origen como el final de este centro urbano de enorme importancia. Entre los últimos hallazgos en la zona destacan las habitaciones populares ubicadas en la zona de La Ventilla, que permiten tener una idea sobre la manera cómo vivían y a qué se dedicaban las personas comunes.
  

En busca del redentor
Una investigación sobre Cristo
Los creyentes no requieren evidencias físicas de la existencia de Jesucristo, uno de los líderes religiosos más célebres en la historia de la humanidad; sin embargo, la realidad de su existencia corporal ha sido un permanente objeto de interés para arqueólogos e historiadores. El fenómeno de las reliquias, objetos materiales que quizá estuvieron relacionados con él, surgió como parte de la necesidad de contar con pruebas físicas; su infinito número no ha logrado superar el escrutinio científico.
A pesar de ello, muchas son objeto de una especial veneración religiosa. La más célebre es tal vez el Sudario de Tur ¡n, conocido también como la Sábana Santa; se supone que envolvió el cuerpo de Cristo después del Descendimiento, pero las pruebas realizadas con radioisótopos de carbono 14 revelaron que procede del siglo XIV. Respecto a los fragmentos de la Cruz, el teólogo protestante Juan Calvino aseguró en el siglo XVI que si todas las piezas se juntaran sería posible armar un barco completo. Alqo semejante ocurre con los clavos de la Crucifixión.


El documental Los clavos de la cruz transmitido por The History Channel en 2011 presentó dos de esos objetos hallados en una tumba de Jerusalén, con dos mil años de antigüedad; sugirió que podían tratarse de los de Cristo, pero según la agencia de noticias Reuters era un simple golpe publicitario carente de fundamento.
Otros objetos controvertidos son un conjunto de libros de plomo con información sobre la vida de Jesús hallados en 2011 en una caverna de Jordania. Tampoco pasaron el análisis científico y se revelaron como una falsificación elaborada hace unos cincuenta años. El arqueólogo Peter Thonemann, de la Universidad de Oxford, aseguró que se trata de un conjunto de elementos sin sentido. En cuanto a los Rollos del Mar Muerto, escritos entre los años 150 a. C. y 70 d. C, y hallados en Israel en la década de 1940, nadie cuestiona su autenticidad, pero en ellos se habla de un 'maestro de la rectitud' que puede o no ser Jesucristo. Existen, asimismo, fragmentos o ejemplares completos de la Corona de Espinas con la que se le martirizó. Uno de los más célebres es custodiado en la Iglesia de Nuestra Señora de París. Ni siquiera esta ha podido fecharse más allá del siglo IV. A falta de pruebas materiales, el mejor recurso que resulta para certificar la existencia del Jesús histórico es el Nuevo Testamento: los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.


Misterio balcánico
¿Pirámides en Bosnia?
En octubre de 2005 el contratista aficionado a la arqueología Semir Osmanagic afirmó que un conjunto de colinas naturales en la región central de Bosnia y Herzegovina, cerca del pueblo de Visoko, era en realidad una serle de pirámides, las de mayores dimensiones en el mundo. Osmaganic aseguró haber descubierto un sistema de túneles y bloques de piedra de factura humana y sostuvo que las obras habían sido realizadas por los mismos constructores que hicieron las pirámides egipcias. El supuesto investigador llamó a la colina de Visocica la 'Pirámide del Sol' y determinó que otras colinas cercanas eran la 'Pirámide de la Luna', la 'Pirámide del Dragón Bosnio', la 'Pirámide de la Tierra' y la 'Pirámide del Amor'.


Osmanagic aseguró que fueron construidas entre los años 25000 y 12000 a. C. por los ¡lirios, un pueblo indoeuropeo que habitó los Balcanes. Un año más tarde reunió a un grupo de voluntarios e inició las excavaciones que transformaron la colina hasta darte la forma de una pirámide maya escalonada aunque no ofreció pruebas firmes de su teoría. Su presunto hallazgo causó sensación entre algunos medios, sin embargo, científicos concluyeron, tras analizar el sitio y repasar su historia, que las colinas eran formaciones naturales.
Un grupo de arqueólogos europeos suscribió una declaración conjunta de acuerdo con la cual todo ese trabajo era "una cruel estafa que no tiene lugar en el mundo de la ciencia". Acusaron a Osmanagic de promover y dañar con sus excavaciones sitios con verdadero valor arqueológico. Una de las críticas más serias fue la de Curtís Runnels, especialista en la prehistoria de Grecia y los Balcanes, de la Universidad de Boston, quien explicó que en la época propuesta para la construcción los Balcanes se encontraban bloqueados en un período glacial, y que sus únicos habitantes fueron cazadores y recolectores del Paleolítico Superior quienes solo dejaron a su paso campamentos al aire Ubre y vestigios de ocupación de cuevas: herramientas de piedra, restos de fogatas y desechos de plantas y animales que consumían como alimento. Runnel sostiene que esos hombres primitivos no tenían ni las herramientas ni las capacidades para llevar a cabo obras de arquitectura monumental.


La maravilla perdida
El laberinto egipcio
Herodoto, el historiador griego del siglo V a. C, aseguró que en Egipto hubo un complicado laberinto, una vasta estructura localizada a la orilla de un inmenso lago situado a siete días de viaje hacia el río Nilo partiendo de tas pirámides de Giza. El templo en cuestión estaba dividido en doce grandes patios y sus muros eran decorados con esculturas; también había una inmensa pirámide acompañada por figuras colosales con la que se hallaba conectado a través de un pasaje subterráneo. Su arquitectura superaba, de acuerdo con el autor, a las pirámides de Giza. El historiador Estrabón, del siglo I, lo denominó "un gran palacio compuesto de muchos palacios" y destacó las enormes placas de piedra que conformaban sus techos y paredes. De acuerdo con su testimonio, era muy fácil perderse en él, por lo que el visitante necesitaba una gufa para orientarse en sus pasillos y galerías.


Aunque se ignora dónde se hallaban las entradas a este complejo, se sabe que data del siglo XIX a. C. Herodoto refiere que los niveles inferiores (a los que no pudo tener acceso cuando lo visitó) contenían los sepulcros de los reyes que ordenaron su construcción y también los de los cocodrilos sagrados, animales de interés ritual para aquella cultura. Existen algunas claves que indican la importancia del laberinto para diversos propósitos. Fue la cámara funeraria del faraón Amenemhet III, donde se depositaban las ofrendas necesarias para garantizarle prosperidad en la vida ultraterrena; quizá también fue un centro de culto y un lugar de reunión para los gobernantes de las divisiones políticas del antiguo imperio. La intención de complicar el paso a sus visitantes fue, se piensa, proteger a la momia de Amenemhet de los ladrones de tumbas. Cuando Herodoto estuvo en el laberinto este ya tenía unos 1.300 años de antigüedad y se hallaba en malas condiciones de mantenimiento. En una fecha desconocida quedó en ruinas y durante la época de la ocupación romana sus piedras fueron desmontadas para construir un pequeño poblado. Cuando el arqueólogo británico Flinders Petrie realizó excavaciones en el sitio, solo halló pequeñas piedras de los bloques que lo habían conformado; supuso que el laberinto abarcó un área inmensa, pero consideró que a partir de los restos hallados no era posible sacar mayores conclusiones sobre la estructura. Las últimas piedras de este edificio magnífico fueron empleadas para el tendido de las vías del ferrocarril.

 

Una antiguo computador
El mecanismo de Anticitera
Las culturas de la Antigüedad se preocuparon por los cálculos astronómicos, como es evidente a través de los distintos hallazgos arqueológicos. Uno de los más singulares es el llamado mecanismo de Anticitera, una suerte de computador mecánico rescatado a comienzos del siglo XX en un naufragio cercano a la isla del mismo nombre, entre Citera y Creta; se trata de una calculadora mecánica de bronce que permite anticipar la posición del Sol y de la Luna asi como predecir eclipses. Hecha a partir de una combinación de engranes, en las diferentes partes que lo componen, se encuentran diversos signos e inscripciones astronómicos en corintio y siracusano, los antiguos dialectos de la región. Lo que más ha sorprendido a quienes la han estudiado es que solo hasta el siglo XIV aparecieron en Europa mecanismos de esa complejidad.
El pionero en el estudio de este artefacto fue el historiador británico de la ciencia Derek de Solía Price, defensor de su uso como instrumento de medición de los cuerpos celestes. Las investigaciones de Michael Wright, experto en ingeniería mecánica del Museo de Ciencia de Londres, revelaron que el mecanismo podía calcular los movimientos de Mercurio y Venus a partir de los modelos teóricos diseñados por los astrónomos griegos Hiparco y Apolonio. Se especula que algunas partes se perdieron y que tal vez la estructura original podía calcular las posiciones de otros cuerpos celestes conocidos desde la Antigüedad.


Los estudios realizados en el marco del proyecto de investigación Anticitera con participación de la Universidad de Cardiff, la Universidad de Atenas, la Universidad de Tesalónica y otras instituciones permitieron obtener una imagen 3D basada en la tomograf ía computarizada de alta resolución. Las imágenes confirmaron las hipótesis iniciales sobre su utilización astronómica. -En 2008 Tony Freeth, Alexander Jones, John Steele y Yanis Bitsa-kis publicaron un artículo en Nature donde afirmaron que uno de los usos prácticos más importantes del mecanismo era fijar con exactitud la fecha para celebrar los Juegos Olímpicos, el solsticio de verano cada cuatro años.

Conforme se han descubierto nuevos fragmentos del mecanismo original han surgido hipótesis distintas. Una de las más atractivas plantea que pudo haber servido como instrumento didáctico o para la navegación. Otras investigaciones se basan en fuentes do-cumentales. Por ejemplo, en De República de Marco Tulio Cicerón, un diálogo filosófico del siglo I, se describen dos máquinas para medir el movimiento de los astros. Aunque en ninguna de las obras conocidas hay referencias especificas a este mecanismo, existen algunas afinidades con él que invitan a pensar en todo lo que aún tenemos por aprender de la ciencia antigua.

OVNIS en el Lejano Oeste

OVNIS en el
Lejano Oeste

Resulta innegable la existencia de una gran cantidad de documentos y testimonios históricos, tanto escritos como gráficos, que han llegado a nuestros días y demuestran la aparición de OVNIs en los cielos desde la más remota antigüedad. La casuística del fenómeno abarca todas las épocas y escenarios, dejando un rastro de pruebas que se extiende desde el principio de los tiempos. A finales del siglo XIX, en el mítico Lejano Oeste americano, se registraron un gran número de avistamientos en lo que puede calificarse como una "gran oleada" OVNI.
José Luis Hernández Garvi
Revista española ENIGMAS.


Gracias a la labor incansable y al trabajo riguroso de investigadores de la talla del astrofísico francés Jacques Vallée, muchos de los casos OVNI acaecidos en el Lejano Oeste han sido rescatados del olvido. Todos ellos reúnen muchas de las características propias que definen el fenómeno, desde la aparente falta de sentido de las situaciones en las que se producen, hasta la presencia de tripulantes ante los ojos de los testigos. Algunos de estos encuentros fueron recogidos en las páginas de los periódicos de la época, con descripciones detalladas y declaraciones de los que los vieron, entre ellos miembros respetables de la comunidad y agentes del orden. Sin embargo, el carácter local de los diarios limitó la difusión de las noticias, aunque esta circunstancia no restó veracidad a los hechos narrados.
Un claro ejemplo lo encontramos en la edición del 28 de abril de 1897 del Houston Daily Post, que recogía una insólita noticia fechada el día 26 de ese mismo mes en la pequeña localidad de Merkeljexas. Al anochecer de ese día, un grupo de feligreses que regresaban de asistir a un oficio religioso en la iglesia, advirtieron la presencia de un extraño objeto que parecía estar siendo arrastrado pesadamente por una cuerda que se perdía en la oscuridad. Un tanto sorprendidos por lo que estaban viendo, los vecinos siguieron al objeto hasta que este se quedó enganchado en un raíl al atravesar las vías del ferrocarril. Cuando fijaron su atención en la cuerda, vieron que esta se elevaba hacia el cielo y entonces contemplaron estupefactos cómo llegaba hasta lo que parecía ser una nave aérea en vuelo estático. La oscuridad de la noche y la altura considerable a la que se encontraba les impidió calcular su tamaño, pero parecía tener varios "ojos de buey" iluminados alrededor de su casco y por la proa emitía una luz muy potente que los testigos identificaron con el faro frontal de una locomotora.
Pero no iban a acabar ahí las sorpresas de esa noche. Transcurridos unos diez minutos vieron bajar por la cuerda la figura de lo que parecía ser un hombre, descendiendo lo suficiente para que todos los testigos pudieran observarle con claridad. Según sus descripciones coincidentes, era de pequeña estatura y vestía un extraño "traje de marinero" azul claro. Cuando vio al grupo de personas que observaban atónitas la escena y que se habían congregado alrededor del objeto atrapado entre las vías, aquel ser se detuvo y se apresuró a cortar la cuerda, volviéndose rápidamente hacia la nave aérea que con él en su interior se alejó en dirección noroeste a gran velocidad.
Según informaba el periódico en su crónica, el pesado objeto, definido por los testigos como una especie de "ancla", fue recogido por alguno de ellos y exhibido durante varios días en una herrería del pueblo. Lamentablemente, el rastro de aquella "ancla" caída de las nubes se perdió para siempre, desconociéndose cuál es su paradero actual.

Diversos fotogramas y el cartel de la película Cowboys contra Aliens, de reciente estreno en los cines españoles. Aunque se trata de una historia de pura ciencia ficción, lo cierto es que en el Lejano Oeste se reportaron muchos casos de avistármenos OVNI e incluso Encuentros Cercanos del Tercer Tipo.


La gran oleada
Este suceso no constituyó un hecho aislado sino que pertenece a una gran "oleada" de avistamientos que tuvieron lugar en aquellas fechas por todo el Lejano Oeste americano. De esta larga sucesión destacaremos algunos de los más insólitos y es-pectaculares. Durante el verano de 1873, unos granjeros que trabajaban sus tierras cerca de la localidad tejana de Bonhan, afirmaron habervisto una "gigantesca serpiente voladora". Cuando contaron a sus vecinos su turbadora visión, estos no los creyeron pensando que se trataba de una broma. Sin embargo, su testimonio fue confirmado al día siguiente cuando en la localidad de Fort Scott, situada en el estado de Kansas, varias personas declararon haber visto también una "serpiente voladora". La consulta de un mapa de los Estados Unidos nos da una idea de la enorme distancia que separa los escenarios de los dos sucesos, circunstancia que nos permite descartar la posibilidad de una broma o una alucinación colectiva a gran escala que hubiera afectado a los testigos repartidos entre dos estados separados por cientos de kilómetros.
En 1878, un agricultor de Parkersburg, Virginia Occidental, afirmó habervisto flotar en el aire un caballo blanco. Este suceso y el anterior nos recuerdan a los avistamientos de absurdas criaturas aladas que se han venido produciendo en los últimos años en muchas partes del mundo. Continuando con un caso parecido, en 1881, en varias poblaciones de los estados de Delaware y las dos Virginias cientos de personas vieron a "soldados uniformados flotando" por los aires durante la noche. Apenas ocho días más tarde, un enorme objeto alargado y de aspecto metálico, en el que se podían distinguir una especie de alas, sobrevoló la ciudad de Chicago emitiendo una serie de destellos verdes, blancos y rojos. Tal y como recoge la prensa de la época, durante los siguientes días se continuaron observando varios objetos voladores atravesando los cielos de algunos estados del centro y oeste del país.
Estos primeros avistamientos marcaron el inicio de una espectacular sucesión de encuentros cercanos. El lunes 12 de abril de 1881, un aparato volador fusiforme y1 de grandes dimensiones fue observado por varios testigos dignos de todo crédito en la localidad de Milwood, en el estado de Illinois. En la misma fecha y en la cercana población de Creen Ridge, también fue divisado un objeto parecido, si no el mismo. Parece ser que en este segundo caso llegó a aterrizar y los que lo vieron afirmaron que de su interior salió uno de sus ocupantes para realizar lo que creyeron que podía ser algún tipo de reparación. Apenas dos días más tarde, un objeto volador aterrizó en el terreno de un rancho cercano al pueblo de Gas City (Indiana), espantando a los caballos y al ganado y provocando la lógica alarma entre los cowboys. Su sorpresa fue aún mayor cuando vieron descender de aquel extraño aparato a seis tripulantes que, completamente ajenos a lo que les rodeaba, se dedicaron a manipular el exterior de la nave. Cuando terminaron, desaparecieron en su interior y el aparato se elevó vertiginosamente hacia el cielo.
El día 15 fue visto un objeto volador de grandes dimensiones en las cercanías de Linn Grove (lowa), siendo contemplado por casi toda la población. Cuando algunos de los testigos se atrevieron a aproximarse lo Suficientemente cerca para poder ver a dos de sus tripulantes, descritos con aspecto humano y luciendo una cabellera inusualmente larga, la misteriosa nave aérea "...desplegó cuatro alas gigantescas y se elevó hacia el norte". Pocos días después se produciría un suceso que nos recuerda a las "persecuciones" de OVNIs a algunos aviones de tiempos recientes. Los periódicos recogieron la sorprendente noticia in-formando de que un extraño objeto aéreo había seguido durante varios minutos a un tren en Dakota del Sur. Ese mismo día, un tren de pasajeros que se dirigía a Quincey (Mississipi) también fue "perseguido" por un aparato volador similar en las cercanías de Perry Springs (Missouri).Todos los viajeros pudieron observar con detalle sus evoluciones mientras lanzaba destellos con sus luces rojas y blancas. De repente, el aparato se elevó desapareciendo a gran velocidad. Unas horas después se produjo un nuevo suceso relacionado con este último. En las cercanías de Springfield, Illinois, dos testigos vieron una extraña "nave" posada en el campo. Al acercarse, mantuvieron una sorprendente conversación con sus tripulantes quienes les informaron haber "...volado desde Quincey en una media hora". Lamentablemente, carecemos de más datos que nos informen del contenido de aquella amigable charla. Siguiendo con la sucesión frenética de avistamientos y encuentros cercanos con lo absurdo que se produjeron durante aquel mes de abril de 1881, el día 19 otro aparato aéreo sobrevoló Sisterville (Virginia Occidental) mientras emitía luces blancas, rojas y verdes.
 Según el testimonio de los que lo vieron, tenía forma cónica y unos sesenta metros de longitud, apreciándose en sus costados una especie de aletas de grandes dimen-siones.


Encuentros cercanos
Aquella misma noche del lunes 19 de abril tendn'a lugar un avistamiento cercano que reunió todas las características del fenómeno en su tercera fase. En la pequeña población de Leroy (Kansas), Alexander Hamilton y su familia descansaban plácidamente tras una dura jornada de trabajo en el campo. En plena noche su sueño fue interrumpido por los mugidos del ganado asustado. Se levantaron para ver lo que pasaba y en el exterior de su casa pudieron observar un objeto de aproximada-mente cien metros de largo con forma de cigarro puro y una cabina traslúcida en su parte inferior. El objeto se mantenía flotando a unos diez metros sobre el suelo sin emitir ningún ruido. El granjero venció su miedo inicial y acompañado por sus hijos se acercó a menos de cincuenta metros del aparato que desprendía una intensa luz blanca. En el interior de la cabina consiguieron distinguir las figuras de seis extraños seres a los que Hamilton calificó como repulsivos en sus declaraciones posteriores a la prensa. También les oyeron hablar entre ellos aunque su lenguaje les resultó incomprensible. Mientras observaban a tan extraños tripulantes, de la nave lanzaron una especie de cable que atrapó a una res de las que se encontraban cerca, elevándose después en el cielo y desapareciendo en medio de la oscuridad de la noche. Al día siguiente, el granjero encontró muerto al animal abducido. A la mañana siguiente, el capitán James Hooton se encontraba en las afueras de Homan. Arkansas, cuando oyó lo que le pareció el ruido de una máquina de vapor. Al acercarse al lugar de donde procedía aquel ruido misterioso descubrió sobre un claro un gran objeto cilíndrico de extremos achatados, con una serie de ruedas o "hélices" asomando de sus costados y de la parte superior. El capitán Hooton entabló conversación con los ocupantes del aparato al que ellos mismos definieron como nave aérea, el mismo nombre con el que se referían a estos avistamientos en la prensa de la época. Antes de volver a su interior para reemprender el vuelo, sus locuaces tripulantes le dieron algunas explicaciones sobre el funcionamiento de la máquina que el capitán reconoció no comprender.
El día 22 de aquel ajetreado mes, en las proximidades de Rockland y Josserand, Texas, y con una diferencia de apenas media hora, se dieron dos nuevos avista-mientos de una extraña nave aérea. John M. Barcley vivía en las afueras de Rockland cuando aquella noche le despertaron los ladridos de su perro asustado. Al salir de su casa, se encontró con un gran aparato que flotaba a unos cinco metros sobre el suelo. Presentaba unas características muy similares al observado por Hamilton y el capitán Hooton, con una alargada estructura fusiforme de la que sobresalían algu-nos salientes, y una luz blanca muy intensa que se apagó repentinamente cuando aterrizó. El señor .Barcley contempló entonces cómo de su interior salía un ocupante que después de saludarle en un correcto inglés sin acento apreciable, le pidió unas herramientas para efectuar ciertas reparaciones en la nave. El misterioso tripulante le pagó su ayuda con un billete de diez dólares, y volvió a introducirse en el aparato que salió entonces a toda velocidad, "...como una bala de cañón", según declaró el señor Barcley en una entrevista a un corresponsal de un periódico local.
Frank Nichols, vecino de la cercana localidad de Josserand y uno de los miembros más respetados de su comunidad, fue sorprendido por la súbita aparición de un enorme objeto de brillante luminosidad sobrevolando a muy baja altura un trigal de su propiedad. Cuando aterrizó, consiguió hablar con sus tripulantes, que como en el caso acaecido en Leroy también eran seis, los cuales le pidieron un poco de agua. Tras agradecerle el favor y antes de marcharse, le explicaron el funcionamiento del insólito aparato que supuestamente pilotaban, ¡aunque el impresionado señor Nichols no ¡consiguió entender gran cosa.

Esta gran oleada OVNI tuvo su continuación en los días siguientes. El día 27 Lawrence A. Byrne, juez de Texarkana, Arkansas. se encontró con una extraña nave que parecía anclada en el suelo mientras recoma unos terrenos que estaba tasando. El juez descubrió la presencia de tres de sus tripulantes en las proximidades del aparato, seres con los que intentó comunicarse sin obtener resultado, ya que "...Hablaban una lengua extranjera, pero a juzgar por su aspecto se les podría tomar por japoneses". Unos días más tarde, el 6 de mayo, dos agentes de la ley se iban a convertir en "privilegiados" protagonistas de un nuevo y espectacular avistamiento. Los dos hombres cabalgaban por las inmediaciones de Hot Springs, también en Arkansas, cuando a pesar de la lluvia intensa que caía ob-servaron una luz muy brillante en el cielo nocturno. Después, los jinetes continuaron su camino hasta que los caballos se negaron a continuar, asustados. Fue entonces cuando en un claro descubrieron posada la silueta de un aparato desconocido, y junto a este lo que parecían ser dos hombres y una mujer. Intuyendo cierto peligro, los agentes desmontaron y armados con sus respectivos Winchester se: acercaron hasta ellos para preguntarles1 qué estaban haciendo. Vieron entonces! cómo aquellos tres seres parecían estar He-: nando de agua de lluvia una especie de bolsa de grandes di-mensiones. Tras una breve charla en inglés, los desconocidos les invitaron a dar una vuelta en su extraño aparato, proposición que fue amablemente rechazada por los dos representantes de la ley, que decidieron seguir adelante por su camino sin hacer más preguntas.



Incidente en Aurora,
¿preludio de Roswell?
Casi cincuenta años antes de que se produjese el polémico y discutido incidente de Roswell en Nuevo México, el 19 de abril de 1897 la edición diaria del Daifas Mom/ng News abría su portada con un titular impreso en grandes caracteres en el que se decía: "EN AURORA SE HA ESTRELLADO UNA NAVE AÉREA". La noticia estaba fechada el 17 de abril, en la población de Aurora, condado de Wise. Según recogía la crónica, hacia las seis de la mañana de ese día, los más madrugadores de la localidad quedaron asombrados ante la súbita aparición de una aeronave desconocida sobrevolando el cielo. Su aspecto coincidía con el de otros avistamientos anteriores, siendo su forma cilíndrica y alargada de la que salían cegadores destellos luminosos. El objeto sobrevoló a gran velocidad la plaza del pueblo y cuando llegó a las afueras de la localidad, chocó contra la torre del molino de viento del juez Proctor, estallando en mil pedazos tras producirse una tremenda explosión. Sus restos quedaron esparcidos por una superficie de varias hectáreas, destruyendo el molino y el depósito de agua, así como causando graves daños en el jardín del juez. Entre ellos se encontró el cuerpo desfigurado de lo que parecía ser su único tripulante. Al contemplar el aspecto del cadáver, algunos testigos se atrevieron a afirmar que no se trataba de un ser de este planeta. Las desconcertadas autoridades locales solicitaron entonces la opinión, en su calidad de astrónomo, del señor Weems. oficial del Servicio de Transmisiones del Ejército de los Estados Unidos. Al contemplar los restos del supuesto tripulante de la nave aérea, el señor Weems afirmó que en su opinión se trataba de ¡un habitante de Marte!
Según parece, entre los fragmentos del aparato fueron hallados una serie de documentos redactados en un tipo de escritura jeroglífica desconocida e incomprensible. En su día tampoco se efectuó una investigación exhaustiva que hubiera permitido obtener valiosos datos sobre su construcción y la energía que lo propulsaba, aunque como informaba el Dallas Morning News, del examen superficial de algunos restos se deducía que "... Tres de las muestras tienen propiedades y contenidos comunes de metales de esta zona, pero una de ellas requiere una investigación en profundidad...".




Evidencias de un enigma
Esta impresionante sucesión de avistamientos en el Lejano Oeste confirma que estamos ante una de las oleadas OVNI más espectaculares de la historia. En el contexto de la época, aquellos extraños aparatos voladores fueron comparados con la tecnología existente entonces. Así se hablaba de naves aéreas, "anclas", ojos de buey, hélices, "trajes de marinero"... descripciones que interpoladas nos recuerdan a las comparaciones que se hacen con objetos tecnológicos de hoy en día respecto a los avistamientos actuales.
Cuando intentamos buscar una explicación racional, acabamos en el callejón sin salida al que siempre nos conduce la investigación sobre el fenómeno OVNI. La posibilidad de un fenómeno atmosférico o una confusión astronómica no resiste un análisis serio. La recurrente alucinación colectiva y contagiosa tampoco puede ser tenida en cuenta si atendemos a la naturaleza de los avistamientos y las declaraciones de los testigos. ¿Qué eran entonces y quién las pilotaba? Algunos se han atrevido a insinuar la ingenua posibilidad de que se tratase de prototipos de aparatos voladores desconocidos, evaluados por alguna potencia de la época, teoría inspirada por algunos avistamientos OVNI de época reciente que han conseguido ser explicados al ser confundidos con aviones secretos de tecnología furtiva o pruebas de la ultima tecnología aeroespacial. Sin embargo, esta teoría propia de la ciencia ficción de la época, queda descartada por la sencilla razón de que a finales del siglo XIX no existía ninguna tecnología, ni siquiera oculta, que fuera capaz de desarrollar aeronaves con las increíbles características mencionadas por los testigos. Aún quedaban bastantes años para que los primeros aviones merecedores de tal nombre volasen y los globos aerostáticos eran un invento demasiado reciente. Además de la hipótesis extraterrestre, habría que tener en cuenta una teoría que en los últimos tiempos cobra cada vez mayor fuerza en círculos ufológicos y científicos: la posibilidad de que se tratase de viajeros en el tiempo. No obstante, las respuestas, como siempre ocurre en estos casos, se encuentran tras el muro de un misterio de momento inexplicable.


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Fantasma en antiguo cementerio de Paine, Chile

por huasoneitor

Saque las fotos de un facebook que no es mío, las fotos fueron tomadas en la comuna de paine en el sector de Chada .
Por lo que tengo entendido es un antiguo cementerio, las fotos no son trucadas, para las que crean que es Photoshop (tambien lo crei, pero segun lo que pude leer en el facebook de la persona no creo).





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Fake!!!





lunes, 25 de noviembre de 2013

OUIJA - APÉNDICES: Nº 1 y 2

OUIJA
Texto: José Manuel Durán Martínez

Apéndice 01
OUIJA: culpable de asesinato

(Todas las citas del artículo sacadas del libro Así son, así matan de Manuel Marlasca y Luís Rendueles de Ediciones Temas de Hoy).

Han sido varios los crímenes cometidos aparentemente guiados o inspirados por una sesión de espiritismo.

¿Es posible?
La ouija por sí sola no es capaz de obligar absolutamente a nada. Sólo el miedo, la ignorancia o un desequilibrio mental pueden provocar que el usuario haga cosas que se alejan de sus parámetros morales y de sentido común.
El caso de «Las brujas de San Fernando» resulta especialmente interesante.

Clara García Casado no podía imaginar que la noche del 26 de mayo de 2000 iba a ser el día de su muerte. Dos amigas suyas, Raquel e Iria, acabaron con su vida. La apu­ñalaron numerosas veces.
En San Fernando (Cádiz) el episodio no se olvidará fácilmente. Todos recuerdan la terrible  y macabra historia. La víctima había quedado con dos amigas suyas para tomar unas cervezas. La joven ignoraba que se trataba de una trampa porque las presuntas asesinas tenían ya un plan hábilmente hilvanado en sus desquiciadas cabezas.
Doce horas después del crimen fue hallado el cuerpo de Clara cosido a puñaladas. Muy pronto se descubrió quiénes la habían visto por última vez con vida: Raquel, de 17 años e Iria, de 16. Rápidamente, la Policía acudió a sus respectivos hogares para condu­cirlas a comisaría e interrogarlas. Las dos jóvenes negaron haber participado en el atroz asesinato.
¿Quién habían asesinado entonces a Clara? La policía estaba desconcertada, pero a la vez convencida de que aquellas dos adolescentes eran las ejecutoras, aunque no dis­ponían de ninguna prueba... por el momento.
Las dos muchachas parecían estar muy tranquilas; no mostraban ningún síntoma que hiciera sospechar que ellas mismas habían sido las culpables de semejante atroci­dad. ¿Qué había pasado por la cabeza de estas jóvenes para dar tan macabro paso? ¿Por qué a Clara? ¿Qué tenía de especial? Las tres eran amigas, no existía odio ni rencor,

¿Entonces? ¿Qué causa puede justificar un crimen de estas características? Manuel, el novio de la víctima, sabía que Clara había quedado con Raquel e Iria para dar una pequeña vuelta y estaba convencido de que ellas eran las responsables del asesinato. Las detenidas lo negaban, pero poco a poco, la verdad fue saliendo a la luz. La herida en el brazo de Iria, una aparente tranquilidad que ocultaba declaraciones contradicto­rias. .. en poco tiempo, las muchachas fueron hundiéndose hasta confesar el asesina­to. Ellas, las dos, habían acabado con la vida de una amiga suya. ¿Por qué? ¿Qué extra­ña influencia motivó el tormento?
Un crimen cometido a sangre fría, calculado, planeado, en la cabeza de dos adoles­centes. ¿Qué había fallado en la mente de estas jóvenes? ¿Cómo pudieron mantener la calma y fingir alegremente que nada había ocurrido cuando entre sus manos tuvieron el cuerpo agonizante de una amiga a la que le arrebataron la vida salvajemente?
Los asesinos no actúan de la noche a la mañana, siempre ha de existir una causa que impulsa sus actos, un motivo que provoca la agresión. En este caso podría existir una clave: el interés por las «ciencias ocultas».
En revistas y boletines de temática paranormal.en programas de radio y más recien­temente en la televisión, se ha especulado sobre este crimen, relacionándolo con el esoterismo, y más concretamente, con la práctica de la ouija, sistema de contacto mal usado entre los adolescentes y al que eran adictas tanto Raquel como Iria, e incluso la víctima. Clara había participado en algunas sesiones. ¿Fueron los contactos con la oui­ja los que indujeron a las adolescentes a perpetrar el crimen?
En los últimos años se ha puesto de moda relacionar directamente asesinatos des­concertantes (habitualmente llevados a cabo por adolescentes) con el ocultismo, como si el «lado oscuro» de la parapsicología fuera un campo de cultivo maléfico y peli­groso. Con demasiada facilidad se achaca al esoterismo -e incluso a los juegos de rol­de poseer la suficiente influencia como para inducir un asesinato. Así, descubrimos que nuestra sociedad está salpicada con decenas de episodios funestos y desagradables en los que, por ejemplo, la ouija hace acto de presencia. Los medios de comunicación se hacen eco del asunto y airean los aspectos más macabros y morbosos de cada caso. Culpar al esoterismo y más concretamente a la ouija de inspirar la comisión de críme­nes es, cuando menos, cómodo e irresponsable.
Durante casi dos décadas he estado investigando en profundidad el misterio de la ouija y debo admitir que la influencia que puede ejercer en la psique de algunos usua­rios es nefasta y peligrosa para su equilibrio emocional. Apenas importa desentrañar de dónde proceden los «mensajes» recibidos, sino más bien el contenido de los mismos, la verdad sea dicha, comunicaciones induciendo al suicidio o al asesinato son más habituales de las que quisiéramos. Pero, ¿es suficiente un mensaje desagradable para cambiar nuestra conducta y conducir nuestros actos hacia la realización de un crimen? Francamente no lo creo, son necesarios más factores. Un simple mensaje del tipo:«Mata a tu madre» o «Asesina a tu profesor y después entra en mi mundo» no es suficiente. Son necesarios otros muchos factores en los que el esoterismo no tiene absolutamen­te nada que ver. Un mensaje dramático de estas características tan terribles es, para la mayoría de los adolescentes que reciben las comunicaciones entre escalofríos de mie­do, una estupidez. Pero si unimos el contenido de estos «mensajes» a un desequilibrio mental por parte de quien lo recibe... entonces tenemos ante nosotros una mezcla explosiva que puede convertir a una persona aparentemente normal en un asesino en potencia. O mejor, expresándolo de otra manera: un asesino en potencia puede ver como su propio yo aflora al exterior después de coquetear con el misterio, los juegos de rol u observar películas de terror y asesinatos...



A estas personas que pueden explotar en cualquier momento sólo les hace falta una chispa que cause esa explosión, un detonante, y cualquiera de las cosas arriba mencionadas (inocentes para la gran mayoría de los mortales) puede desencadenar el desper­tar de un trastorno que aflora al exterior sembrando el drama, la muerte y el horror.
¿Fue esto lo que ocurrió con «Las brujas de San Fernando», como se conoce en la prensa a Raquel e Iria? ¿Pudieron sus coqueteos con la ouija y el ocultismo provocar la muerte de Clara?
Dos chicas aparentemente normales que asesinan a una amiga. Sin móvil aparente, sin razón. ¿Por qué? ¿Alguien puede explicar lo ocurrido? ¿Es responsable la ouija?
Iria, a diferencia de Raquel, sacaba buenas notas y ejercía cierta influencia en sus compañeras de colegio, precisamente por su pasión con todo lo «oculto». Era ella quien llevaba las riendas de sus reuniones. Iria era la adolescente que manejaba la ouija dirigiendo las experiencias en las que tanto Raquel como otras amigas, incluida la víctima, Clara, participaban.


Iria había despertado un interés «maléfico» entre sus propias compañeras, una pecu­liaridad característica de las personas obsesionadas con el mundo del ocultismo y a los que les gusta ser el centro de atención, riéndose de los rumores que circulaban sobre ella y que Iria se encargaba de alimentar personalmente:

«Temía que me hiciera algún conjuro o algún encantamiento. Hace un tiempo había hecho un vudú con un muñeco que representaba a Ezequiel, un chico que le gustaba. Creo que lo hizo para que Ezequiel se enamorase de ella»

(Ana María).

«Iria decía que era la elegida, la hija de Satán»

(María del Carmen).

«Dejamos de ir con ella por su carácter posesivo, porque siempre nos que­ ría llevar al terreno que más le convenía. Nos hacía cambiar de carácter, de forma de vestir, de gustos sin que nos diéramos cuenta. Estaba obsesiona­da con la ouija, la literatura violenta, las películas de terror...
«Quería que a nosotros nos gustase lo mismo. Era muy inteligente y manipuladora, trata­ba de enfrentarnos unas con otras. Era de gustos muy violentos, pero muy cobarde»

(Ana María).

«Comencé a distanciarme de Iria porque se volvió muy posesiva, cambian­te, manipuladora. Es muy cobarde. Ha tenido que convencer a alguien para matar a Clara. Ella no tenía valor suficiente para hacer algo así»

 (María de los Ángeles)

«Cuando hacíamos la ouija con Iria la moneda siempre se movía, decía que los demonios y los espíritus veían por sus ojos... No sé si era cierto, pero cuando no estaba ella en la ouija, la moneda no se movía»

 (Ana María. Compañera de Colegio)


Raquel encontró en Iria a una buena amiga, una persona extraña y fascinante a la que adorar y entregarle toda su atención. Iria por fin encontró a una persona acorde con sus ideas,alguien que la escuchara.que la creyera, que la endiosara. Ambas crearon su propio mundo, venían de infancias desagradables, carentes de afectividad y ambas habían acumulado mucho dolor en su interior, ocultando una rabia que no querían mostrar públicamente. Ambas eran adolescentes extrañas, de conductas inquietantes. Las dos se adentraron en el ocultismo a través de la ouija.

—       «Estar con Raquel me da fuerza; si no estoy con ella sí me derrumbo», declaró
Iria a los psiquiatras.

Las dos chicas recibían comunicaciones a través de la ouija de sus «demonios pro­tectores», una peculiaridad más de este «instrumento» que sólo sirve para confundir aún más las cabezas de los adolescentes, quienes en su mayoría rechazan estas expe­riencias. Sin embargo, otras personas, con desequilibrios similares a los de Raquel e Iria, se sumergen en un mundo irreal, imaginario y altamente peligroso.
Las dos muchachas se complementaban muy bien. Raquel, la mayor, llevaba la voz cantante pero era Iria, por su economía y sus conocimientos sobre ocultismo, la que iba enredándola en un mundo oscuro y siniestro. Dos personas desequilibradas que se adentran en el mundo del ocultismo. Sus lecturas y experiencias paranormales van deformando su percepción de la realidad hasta que se produce un trágico desenlace. Sin embargo.a pesar de que algunos investigadores procuran achacar el crimen de San Fernando a la maléfica influencia de la ouija, parecen haber sido otras las causas que despertaron sus instintos; unos instintos que en silencio iban madurando en el interior de sus cabezas, quedando agazapados en algún lugar recóndito de su mente, esperan­do su gran momento.
Para los psicólogos y psiquiatras que las trataron, fue vital la lectura de un libro titu­lado Reino de Tinieblas, adaptado a la gran pantalla como Asesinos del más allá. En ese libro, entre otras similitudes con el caso, el protagonista decide matar a un amigo suyo.
Raquel lo tenía bastante claro: «Matar era mi única meta realista. Me fascina el con­trol que ejercen los asesinos sobre todos los demás... en el momento que quiera, él puede acabar con cualquiera. Ante todo, quiero sentir que yo tengo el control».
Esas intensas ganas de matar fueron apoyadas por una escalofriante nota que en diciembre de 1999 Iria le escribió a su amiga: «Hola, Raquel, ¿Quieres matar? Lo hare­mos, sólo dime a quién».
Todo estaba a punto, sólo había que escoger una víctima y el momento propicio. Éste se vio precipitado por la matanza que un joven de Murcia llevó a cabo el 1 de abril de 2000. Asesinó con una katana a sus padres y hermana. Fue un brutal suceso. El ase­sino, otro adolescente, también estaba fascinado por la ouija.Tras el crimen de «Las bru­jas de San Fernando», la prensa intentó relacionar ambos casos. Dijeron que se conocí­an, que se habían carteado meses atrás y que habían planeado las muertes minuciosa­mente. No era cierto, como tampoco era verdad que el «Asesino de la katana», como se conoció al chico de Murcia, intentara emular a un personaje de Final Fantasy, un video-juego. Raquel e Iría sólo se limitaron a escribir cartas de admiración al joven en las que expresaban que se sentían orgullosas de él por el paso que había dado. Nada más... No pensemos que la ouija por sí sola es capaz de provocar un crimen semejante. En este caso existen muchos ingredientes que formaron una personalidad desequilibrada y funesta: Esoterismo, malos tratos, malas infancias, celos, envidias, violencia, incompren­sión, falta de comunicación, soledad, frustración, codicia...

 

El ocultismo no es directamente responsable.
Raquel nace el 1 de agosto de 1982. Su madre apenas tiene 16 años. Dato de interés es que su abuelo era alcohólico y muy violento, y que pegaba a la madre de Raquel. Su padre se había desentendido de ambas.consumía heroína y algunos años después vol­vió a dejar embarazada a la madre de Raquel. Nació entonces su hermanastra, Jennifer, en la que Raquel concentró su temprana agresividad. «Raquel atacaba a Jennifer en numerosas ocasiones e incluso le llegó a clavar un bolígrafo en el pecho». En otra oca­sión, pese a ser una niña, cogió un pollito que su madre le había regalado y lo aplastó con sus propias manos.
Con apenas 11 años vio como su madre se marchaba con un drogadicto, quedando al cuidado, junto a Jennifer.de sus tías. Raquel estaba triste porque su madre solamen­te le visitaba una vez a la semana; y eso cuando se acordaba, ya que era alcohólica y estaba siempre sedada por los tranquilizantes. Un año después,cuando Raquel tenía 12 años, vio como su madre y su padre (que hasta la fecha se había desentendido) regre­saban a casa para vivir con ella. Su madre estaba enferma y su padre «tenía sida, hepa­titis y bronquitis crónica». Según las propias palabras de Raquel: «Quiero mucho a mi madre, a mis hermanos y a una de mis tías, pero no a mi padre, que vino mandando, castigando a todo el mundo, no me dejaba salir...».

Raquel era mala estudiante y confesó a los psiquiatras:«La gente del colegio siempre me ha rechazado. Me veían algo raro, gorda y fea, pero otras eran así y no las rechazaban (...) No caigo bien a la gente,¿es eso malo? No me gustan mis compañeras (...) prefiero estar apartada porque me siento superior a ellas».

Iria nació el 20 de diciembre de 1983 en el seno de una familia de clase media. Desde su más tierna infancia recibió el cariño de su madre, pero no el de su padre, un militar destinado en el extranjero. Pronto el cariño de su madre también desapareció: «A los siete años dejé de hablar con mi madre. No hablábamos de nada». Después lo pasó francamente mal con la llegada de dos hermanos. Surgieron envidias y celos: «Tuve muchos problemas con Quico. Yo tenía 667 años cuando se me cayó del sofá; se hizo una pequeña herida y lo tiré a la basura..., quería echarlo de casa... lo encontró mi madre en la basura».

— «Mis padres sólo hablaban conmigo para regañarme porque me teñía el pelo, llevaba peinados extraños, pendientes en las cejas y me vestía siempre de negro».
Conoció a Raquel a los 14 años y ambas se hicieron amigas inseparables. Creían que todo el mundo estaba contra ellas; eran unas incomprendidas y una tenía lo que le faltaba a la otra. De algún modo, tras conocerse, comprendieron que se necesitaban.
Fue Iria quien introdujo a Raquel en el esoterismo.ya que durante mucho tiempo ella había almacenado en su habitación una amplia colección de libros sobre magia, brujería y fenómenos paranormales. Le apasionaba tanto la temática oculta y macabra que pasaba horas delante de su ordenador escribiendo historias sobre «jóvenes que mataban para llegar a tener relaciones sexuales con el demonio, asesinas en serie que lideraban grupos anarquistas, caníbales que comían niños...».
El registro policial realizado en sus casas encontró libros y vídeos de escalofriantes títulos:

«Las gemelas asesinadas»
«Una ejecución espeluznante»
«La hora final de Coffey»
«El Diablo»
«Guija: contacto con el más allá»
«Posesión»
«Vivencias extracorpóreas del espíritu»
«Pesadillas y alucinaciones»
«La boca satánica y otros delirios»

En este caso descubrimos que personalidades de este tipo no son las más adecuadas para sentarse frente a un tablero que supuestamente va a permitirnos el diálogo con los muertos, un tablero que, recordemos, nos va a ofreces respuestas desagradables.

 


 APÉNDICE 02  


Rescato del archivo un par de experiencias, curiosas e interesantes, para que en ellas veas parte de las cosas que se han dicho en páginas anteriores.
Esta historia nos la relata Pedro Noguchi, a quien se le agradece públicamente su aporte, publicado también en el foro Pasaje Desconocido, en el que colaboro asidua­mente: http//pasajedesconocido.foroactivo.com/
«Hace 20 años tuve una serie de experiencias con este tema. Resulta que llegó a mis manos un libro que tenía un método singular para hacer sesiones de ouija. Este libro sostenía (no recuerdo al autor pero el título era espiritismo),que la concentración de los participantes en una sesión generaba el nacimiento de una entidad a la cual se le podía educar como si fuera un niño. Esta entidad adoptaría el comportamiento de cada uno de los integrantes y a medida que se realizaran sesiones sucesivas, éste iría evolucio­nando. Se decía que sería el intermediario para hablar con espíritus de personas falleci­das y que al cabo de unas 25 sesiones estaría lo suficientemente maduro como para hacer un experimento con un espejo, en donde se le podría ver con rostro humano y también nos mostraría cómo seríamos físicamente en el futuro. El libro venía acompa­ñado de una foto de una mano (supuestamente de un monje budista) en donde tenía un símbolo en la palma. Esta foto serviría como protección trazando un círculo «mági­co» alrededor de los participantes.


Ante la presentación de esta forma diferente de hacer la ouija, nos dio mucha con­fianza, porque parecía menos peligrosa de lo que creíamos. Nos reunimos cuatro ami­gos en un apartamento que tenía mi madre y empezamos las sesiones. Noche tras noche.
En un principio nos costaba esfuerzo concentrarnos y estábamos iluminados sólo por una vela. Cuando ya la experiencia comenzaba a ser aburrida se movió por fin el cristal (utilizábamos una lente de una lupa porque se deslizaba mejor). Empezamos a hacerle preguntas y la lupa se movía lentamente. A duras penas consiguió deletrear su nombre: IRIS MEGUIL

Decía que era una entidad femenina, que no era una persona fallecida. Durante las siguientes sesiones las respuestas eran más fluidas e incluso parecía una entidad con buen humor. Le preguntamos quién del grupo le gustaba más y respondió «VÍCTOR», ¿por qué? «PORQUE ES IDIOTA». Parece que la entidad conocía perfectamente a nues­tro compañero de sesiones.
Todo iba marchando muy bien e incluso pedimos contactar con espíritus. Esta enti­dad nos permitía, supuestamente, conversar con personas fallecidas y era notoria la diferencia del movimiento en las respuestas. Uno de los experimentos que hacíamos consistía en que adivinara la cantidad de palitos de una caja de fósforos (nosotros tam­poco sabíamos la cantidad) y en el 70% de las veces acertaba.


En una oportunidad solicitamos conversar con alguien de la época de la civilización Nasca, y así supuestamente sucedió. Nos hizo un relato fantástico que tal vez fue la influencia de lo que realmente queríamos oír. Este ser nos contó que ellos llegaron hace miles de años a nuestro planeta por un desperfecto de su nave y encontraron habitan­tes humanos en estado primitivo. La nave no podía ser reparada y se quedaron en ese lugar hasta que sus compañeros los encontrasen. Les enseñaron a los nativos nasca algunas técnicas de textilería, agricultura, orfebrería, etc. Ellos fueron considerados maestros y se vivía una perfecta armonía. Incluso fueron ayudados a construir las líne­as de las pampas como mensaje para cuando se acercasen a buscarlos.
Pero un día apareció un grupo de seres de otro planeta (enemigos de nuestro inter­locutor) para someter a todos los habitantes nasca.Se produjo una cruenta guerra don­de murieron centenares de nativos, pero que finalmente vencieron asesorados por sus amigos con armas rudimentarias.
La conversación fue larga e interesante y en las siguientes sesiones fue llamado para seguir preguntándole. Hasta que aproximadamente en la vigésima sesión se produjo un suceso que dio por terminado este «pasatiempo».
En esa oportunidad salíamos de una reunión -con unas cervezas de más- acompa­ñados por otro amigo. Cuando llegamos al apartamento decidimos hacer la sesión, pero nuestro nuevo acompañante se negó a unirse al grupo porque no creía en estas cosas. Aun así, trazamos el «círculo mágico» alrededor de él para «protegerlo» con la condición que no debía salir de él hasta que terminase la sesión.


Cuando iniciamos el contacto con nuestra «guía» Iris, le pedimos algunas pruebas para que nuestro amigo nos creyera. El preguntó la fecha de nacimiento de su madre, el apellido de soltera de ella, y muchas otros datos que sólo él sabía. Al final nos recri­minó con escepticismo: «¡No acertó en ninguna!». Ante tal incómoda situación, pedimos que nos contactase nuevamente con nuestro amigo nasca, al que reconocíamos por su peculiar forma de mover el cristal. Pero cuando supuestamente apareció nota­mos que el cristal se movía enérgicamente y respondía de forma violenta. En repetidas ocasiones el cristal se quedó girando, haciendo círculos cada vez más rápidos y nos­otros nos mirábamos desconcertados. Preguntamos si era nuestro amigo nasca:«¡NO!», si era un espíritu de un fallecido: «¡NO!». A todo lo que le preguntábamos respondía velozmente «NO». Entonces se me ocurrió la «genial» idea de preguntarle: ¿eres un demonio? «¡SÍ!» Nos limitamos a tragar saliva, y le preguntamos su nombre, pero el cris­tal no dejaba de girar, nos daba la impresión que quería salirse del tablero y nosotros luchábamos para que el cristal no cayera al suelo. Le pedimos enérgicamente que se retirara y se negó. Solicitamos la presencia de Iris varias veces, hasta que lo consegui­mos. Esta vez sentíamos que el cristal se movía con mucho temor en las respuestas. Cuando preguntamos a Iris si ese demonio seguía presente respondió afirmativamen­te. Le pedimos que lo hiciera desaparecer y sólo respondió:«NO PUEDO HACER NADA». Cuando aún no habíamos terminado de asimilar la última respuesta, la puerta prin­cipal del apartamento se abrió repentinamente ante el terror de todos nosotros. Era mi hermana, que apareció para recoger algunas de sus pertenencias y quedarse a dormir allí. Pero su rostro reflejaba una sorpresa mayor a la nuestra y pasó de largo hacia la coci­na. Nos apresuramos en cerrar la sesión, prácticamente echando a nuestro «espíritu», y salimos a la calle.
Días después mi hermana me explicó que su sorpresa se debió a que minutos antes de llegar a casa, tuvo una visión de una vela sobre una mesa y ni se imaginaba que me encontraría allí con mis amigos. Pasaron los días y sus plantas empezaron a secarse inexplicablemente. Ya no quiso quedarse a dormir allí sola y nunca ha querido cantarme sus razones.
El amigo que presenció escépticamente nuestra sesión, tuvo una racha de varios años de desgracias. Su padre cayó enfermo durante varios años y falleció de un infarto en la cocina. Él se tuvo que hacer cargo de su madre porque tenía una serie de dolen­cias que le impedían estar sola y él vio postergadas sus aspiraciones durante muchos años. Después del fallecimiento de su madre quedó solo y continuaron otros problemas, juicios, crisis económica, de salud, etc... y por si fuera poco.su casa se convirtió en un «polvorín» de espíritus que no lo dejaban ni dormir.
Hasta hace sólo un par de meses, le sugerí que hiciera una purificación completa de su casa; por lo menos que lleve a un cura para bendecirla y para estar más tranquilo. Después de mucho retrasarlo, al fin lo hizo y su casa quedó finalmente en paz. Esto le dio mayor fe en la religión y ahora vuelve a visitar la iglesia. Su recuperación económi­ca es lenta y sostenida, pero parece haberse librado de todos esos años de tragedias. 20 años después, ha llegado a la conclusión de que todo comenzó en el momento en que presenció nuestra última sesión de ouija».
A través de Internet y de forma anónima nos llegó otra curiosa experiencia:
— En aquel entonces mi amigo Juan Antonio estaba casado con una mujer muy peculiar, una persona a la que le gustaba probar todo tipo de experiencias pero que no mostraba interés por nada. En una ocasión quedaron con un matrimonio amigo suyo en el chalet de estos últimos. Después de la cena, la copa y el café pen­saron que la noche era perfecta para charlar o jugar a las cartas, pero en lugar de eso la amiga subió a la habitación sin decirles nada y bajó con una ouija. Dijo que por probar no perdían nada y así probarían que si funcionaba o no.
Aunque Juan Antonio nunca mostró interés por estos temas se unió al resto por no estropear el momento y así fue como pusieron la tabla en medio de la mesa y con velas iluminaron la estancia. Todos sentían un cosquilleo en el estómago, como si algo fuese a pasar; estaban nerviosos y de vez en cuando se les escapaba una risi­ta. Ya por fin, después de relajarse un poco, los cuatro pusieron el dedo en el vaso. Durante largo tiempo éste permaneció quieto en el medio de la tabla. Le hacían preguntas y lo más terrible fue cuando la amiga dijo: «Si hay algún espíritu en la casa, que se manifieste», provocando las risas de todos y haciendo que quitaran los dedos del vaso. Inmediatamente, y sin que nadie lo tocara, el vaso salió disparado hacia el «Sí». Fue un movimiento brusco, rápido y se paró en seco. Nadie había movido la mesa y menos la tabla. Esto llamó mucho la atención de Juan Antonio, que quiso seguir para buscarle una explicación lógica al movimiento del vaso.
Ya más en serio, los cuatro se concentraron en el vaso, pero éste seguía sin moverse. De pronto, Juan Antonio dijo que levantaran los dedos de la base del mismo y éste empezó a vibrar en el sitio. Era casi imperceptible, pero los cuatro coincidieron a la vez que éste se estaba moviendo. Juan Antonio pidió a su ami­ga que hiciese alguna pregunta, ella volvió a reincidir acerca de los espíritus y de nuevo el vaso, sin que nadie apoyara el dedo salió disparado al «sí». Juan

Antonio miró por debajo de la mesa, pensando que tenían una especie de imán que sólo funcionaba si se dejaba al vaso libre. Pero entonces, ¿quién movía el imán si todos tenían las manos sobre la mesa? Por más que se devanó los sesos pensando en una solución científica, Juan Antonio siguió jugando casi ajeno a las preguntas que formulaba su amiga, mientras su mujer anotaba las letras en un cuaderno; cabe decir que la amiga y su marido mantenían sus dedos por encima del vaso unos centímetros y aún así este se movía contestando cosas bastante coherentes.
A pesar de la curiosidad suscitada en los cuatro por el fenómeno, ninguno tenía miedo, creían tener la situación controlada. «¿Tendremos hijos?», preguntó de pronto la amiga. El vaso fue al «Si», pero muy débilmente. «¿Pronto?», siguió preguntando. El vaso, libre de cualquier acción de los dedos pues estaba libre, les dijo que en tres meses ella quedaría embarazada y marcó muchas veces el punto haciendo puntos suspensivos de forma compulsiva casi. El matrimonio casi lloraba de alegría cuando el vaso siguió un camino diferente, y siguió dele­treando «... pero morirá».


Todos quedaron paralizados por la noticia. Al cabo de un rato la amiga relajó la tensión diciendo que sólo era un juego. Despidieron al «ente» y cuando fue­ron a coger el vaso éste cayó al suelo rompiéndose en pedazos.
Después de comentar la experiencia entre los cuatro, ninguno creyó el vaticinio de la ouija y Juan Antonio y su mujer salieron de la casa en la madrugada quedan­do para verse al día siguiente.
Pasaron los tres meses y la amiga quedó embarazada. Sufrió intensamente durante el embarazo, pensando en su experiencia con la ouija y se obsesionó tan­to con ese bebé que cuando fue a nacer éste se ahogó con el cordón umbilical. Evidentemente y por desgracia, estas cosas pasan, pero esta chica podía haberse evitado toda esa angustia y la culpabilidad que siente porque cree que ella, al final, obsesionada como estaba con la muerte de su hijo, lo mató ella misma habiendo pasado los peores meses de su vida mientras tenía al niño dentro de ella».
No se puede decir que el resultado esté directamente ligado a jugar con la ouija, pero sí se le puede achacar la depresión de esta joven madre, cuyo deseo principal era tener un hijo.
claudia y sus primeros contactos
Desde la ciudad de México, Claudia nos envió dos de las experiencias que más le han impactado. Curiosamente, fueron sus primeros coqueteos con el tablero ouija, expe­riencias que deseo compartir con el lector.
— Un compañero de mi clase llevó una ouija a la escuela de secundaria don­de yo estudiaba. Al principio me parecía ridículo ver como se ponían a «jugar» con aquello, pues para mí eran ellos los que movían el indicador que iba de letra en letra, formando palabras y frases... hasta que me decidí a jugar y, apa­rentemente, éste parecía tener autonomía propia. Aún así, me parecía que tal vez era la chica que estaba a mi lado la que lo movía, así que cuando llegó la hora del recreo y estando yo sola en clase, me puse a jugar con aquello y para mi sorpresa el indicador se movió solo.Yo únicamente seguía los movimientos del triángulo mientras se iban formando las palabras.
De todo esto salió una supuesta historia: la de un hombre que había vivido y muerto en Estados Unidos hacía 20 años. Se llamaba Juan Simón y me dio su descripción física. La verdad es que esto me parecía pese a que sentía que no era yo la que movía el indicador, una invención mía, así que en voz alta me dije: «no eres real» «esto no es más que una invención de mi mente»... entonces, el triángulo se movió y me «contestó»: «soy real, y si no me crees ve y pregúntale a Brenda, soy su tío».
Brenda era una chica que iba al mismo instituto y al mismo curso que yo (3° de secundaria) pero era de otra clase. Yo lo único que sabía de ella era su nom­bre y nada más. No teníamos ni amigos ni nada más en común, con lo cual un dato como el de un tío muerto en los Estados Unidos era algo que escapaba a mi conocimiento.
Así que cuando acabó el recreo fui a buscarla. Cual sería mi sorpresa cuando al preguntarle si tenía un tío llamado Juan Simón ésta palideció y se echó a correr sin contestarme. La dejé ir a su clase y al finalizar la jornada, volví a bus­carla.. . cuando me acerqué a ella se puso muy nerviosa y yo le dije que se cal­mara, así que comencé con la tanda de preguntas:

«¿Tenías un tío llamado Juan Simón?»
¿Dónde vivía?
¿Hace cuánto tiempo murió?
¿Dónde murió?
¿Cómo era físicamente?

Le hice las preguntas de forma que tuviera que responder datos concretos y no respuestas afirmativas o negativas que contestase sin pensar debido al nerviosismo y-así eliminaríamos las posibilidades de que «acertase» a contes­tar lo mismo que horas antes me salió en la ouija.
Pues bien, todo lo que ella me dijo, todo, coincidía.
La razón por la cual no quiso contestarme la primera vez y se asustó tanto fue que nadie del instituto sabía que ella había tenido un tío llamado Juan Simón, que había vivido y muerto en Estados Unidos hacía 20 años, ni mucho menos su descripción física (rubio.de ojos azules) entre otras razones porque además de haber sido un tío lejano, éste murió de forma violenta. Ni siquiera sus mejores amigas lo sabían, era un tema del cual no había hablado con nadie de ahí...
Decidí llevarme la ouija una temporada a mi casa... se la pedí prestada a este compañero de clase y pese al disgusto de mi abuela (es muy religiosa y consideraba que aquello era «cosa del demonio») estuvo conmigo un tiempo. Durante este tiempo seguía haciéndole preguntaba ver lo que «salía». Al pare­cer, «aquello» con lo que hablase días antes había cambiado de tema o bien era otro mi interlocutor. «Hablábamos» de cosas muy normales: los profesores, los exámenes, el tiempo, en fin... como el que va a tomar café con un amigo. Hasta que un día aquello me amenazó. Yo me reí y le reté: seguí pensando que era yo la que me hablaba y me contestaba en aquel absurdo dialogo, así que tras retarle, hubo un repentino apagón en mi casa. Yo, tranquila, salí rápidamen­te al pasillo pensando que era algún familiar que me había gastado alguna broma bajando el automático, así que tras ver que no había nadie, fui a com­probar que en el cuadro de luces estuviese todo en su sitio, y así era, estaba intacto. Miré también la calle, por si hubiese sido un apagón general, pero no, sólo se había ido la luz en mi casa.
He de decirte que ni llovía ni teníamos varios electrodomésticos enchufados a la vez. El único que en esos momentos estaba siendo usado era el televisor que veía toda mi familia en la parte posterior de la casa (yo me encontraba haciendo mi sesión de ouija, abajo, sola, mientras el resto estaba arriba, viendo la tele en el comedor). Una vez hechas todas las comprobaciones, me fui has­ta donde estaba toda mi familia. Mi abuela estaba algo asustada y le echaba la culpa a la ouija.


Al rato de estar con ellos regresó la luz y yo, como si nada, volví a bajar a seguir hablando con aquello. Pues bien, después de un rato de distendida «charla», se volvió a repetir la misma amenaza (me dijo algo así como «te voy a matar») y yo volví a retarle. Le dije: «¡Vamos, si eres de verdad, inténtalo! Pero como no eres nada más que mi imaginación o a lo sumo algo sin cuerpo y sin nada no puedes hacerme nada, adelante»). Nuevamente se volvió a apagar la luz (antes del apagón creí ver un adorno que estaba colgado en la pared que se movía de forma violenta) pero pese a ello intenté no perder la calma y hacer todas las comprobaciones de antes, y el resultado fue el mismo: no había nadie que hubiese bajado el automático. Estaba intacto y sólo se había ido la luz en mi casa. Así que otra vez subí a reunirme con mi familia y aunque al poco de estar ahí volvió la luz, ya no jugué con la tablita esta... me dio un poco de mie­do. Aún así, en esos momentos pensé que aunque nada «sobrenatural» me hiciese nada, el hecho de sugestionarme y tener pánico estando a oscuras me hubiera hecho tropezar y hacerme daño de verdad».