domingo, 22 de febrero de 2009

El Conde Saint Germain

por mac665

Saint Germain fue un misterioso sujeto que apareció en el Siglo XVIII por toda Europa. Alquimista, curandero, científico, músico, pintor, políglota, entre otros; Famoso por cambiar de aspecto y de identidad constantemente. Su descomunal sabiduría se le atribuía a su edad, que se rumoreaba superaba los 100 años (por lo bajo), a pesar de su joven aspecto. Algunos creen que aún sigue vivo.
Revisemos algo sobre la leyenda y las teorías de que podría vivir actualmente…

Hacia finales del año 1745 el príncipe Carlos Eduardo Estuardo, desencadenó su rebelión de los jacobitas en un intento de recuperar el trono británico para su padre. A pesar de que la causa jacobita había sido derrotada, se temía que los conspiradores jacobitas y sus simpatizantes franceses pudiesen estar ocultándose en Londres. Uno de los sospechosos fue arrestado en noviembre y acusado de estar en posesión de cartas que apoyaban a los Estuardo.


Imagen IPB
Último retrato de Saint Germain (en vida) 1783.


Comentando el caso en una carta dirigida a sir Horace Mann, Horace Walpole escribió: «El otro día detuvieron a un hombre extraño que se hace llamar conde de Saint-Germain. Ha estado aquí estos dos años, pero no dice a nadie quién es ni de dónde viene. Admite sin embargo que éste no es su verdadero nombre. Canta y toca el violín magníficamente, está loco y no es muy sensato».

El comentario de Walpole describe con gran acierto a uno de los personajes más extraños de la alta sociedad del siglo XVIII: un hombre al que el conde Warnstedt tildó de «charlatán, loco, atolondrado, pretencioso y timador», y al que su último mecenas, el príncipe Carlos de Hesse-Cassel, consideraba «quizás uno de los más importantes sabios que haya existido jamás».

La leyenda empieza poco después de la llegada del conde a París. Según las memorias del pseudónimo «Condesa de B...», tituladas “Chroniques de l'oeil de boeuf”, una noche el conde acudió a una fiesta organizada por la anciana condesa Von Georgy. Al oír que anunciaban al conde, la condesa dijo que recordaba el nombre de cuando ella estuvo en Venecia. ¿Acaso el padre del conde estuvo allí por aquella época? “No”contestó el conde. Él mismo había estado allí, y se acordaba muy bien de la condesa. “Imposible” replicó la condesa. El hombre que ella conoció entonces tenía por lo menos 45 años, aproximadamente la misma edad que el conde tenía en aquel momento. «Madame-dijo el conde sonriendo-yo soy muy viejo». «Pero entonces usted debe tener casi 100 años», exclamó la condesa. «No es del todo imposible», replicó el conde, exponiendo algunos detalles que convencieron a la condesa, la cual exclamó: «Me ha convencido. Es usted un hombre sumamente extraordinario, un demonio». « ¡Por el amor de Dios!-exclamó el conde con voz de trueno-¡No pronuncie estos nombres!» Le sobrevino un temblor o calambre por todos los miembros del cuerpo, y abandonó la sala inmediatamente.

Muchas historias parecidas circularon (y fueron creídas) en los ambientes de moda franceses durante los primeros años en que el conde fue famoso. Afirmaba, por ejemplo, que había conocido íntimamente a la Sagrada Familia, que había asistido a las fiestas de las bodas de Caná, y que «siempre supo que Cristo tendría un mal final». Sintió particular admiración por Ana, madre de la Virgen María, y había propuesto personalmente su canonización en el primer Concilio de Nicea en el año 325. Aún así Saint-Germain, según todos los indicios, se había mostrado muy insolente respecto a la Iglesia Católica, tenía ideas marcadamente místicas.

Poseía un auténtico don para los idiomas: se sabe que hablaba con fluidez francés, alemán, inglés, holandés y ruso, y él afirmaba dominar también el chino, el hindú y el persa, aunque no puede haber habido mucha gente a su alrededor con suficiente conocimiento de estos idiomas como para poner a prueba esta afirmación. Además se destacaba por plasmar en sus pinturas el brillo de las gemas como si fueran reales.

Saint-Germain poseía también reputación de curandero: además de curar al mariscal de Belle-Isle, revivió a una joven amiga de Madame de Pompadour, cuando un envenenamiento causado por setas casi la había matado.

Mientras estaba en Holanda el conde se enfrentó con su antiguo amigo Casanova quien se esforzó, sin éxito, por desacreditarle en público, diciendo: “Este hombre extraordinario, destinado por naturaleza a ser el rey de los impostores y los curanderos, era capaz de decir de forma simple y confiada que tenía trescientos años, que conocía el secreto de la Medicina Universal, que dominaba la Naturaleza, que podía disolver diamantes, afirmándose capaz de formar, a partir de 10 o 12 diamantes pequeños, uno de la mayor transparencia…” Sin embargo Saint-Germain se ganó también un enemigo más poderoso. El duque de Choiseul, ministro de Asuntos Exteriores del rey Luis XV, descubrió que el conde había hecho sondeos con la intención de firmar la paz entre Inglaterra y Francia. El conde tuvo que escapar, primero a Inglaterra y luego a Holanda.

Durante dos o tres años vivió en Holanda bajo el nombre de conde de Surmont, dedicándose a recoger dinero para construir laboratorios en los que fabricaba pinturas y colorantes, tratando además de perfeccionar las técnicas de la alquimia, «el ennoblecimiento de los metales».

En el transcurso de los años siguientes se sucedieron las historias procedentes de varios lugares de Europa acerca de las actividades del conde. En 1768 apareció en Rusia en la corte de Catalina. Fue nombrado oficial del Ejército Ruso, eligiendo en esta ocasión un irónico alias: general “Welldone” (en inglés, general Bien-hecho). En este punto podría haberse establecido en Rusia y llevar una vida honorable y provechosa, pero después de la derrota de los turcos en Chesmé (1770) decidió partir.

En 1774, apareció en Nuremberg, intentando obtener fondos de Carlos Alejandro, margrave de Brandenburgo, para instalar otro laboratorio. Esta vez pretendió ser el príncipe Rákóczy, pero el conde Orlov visitó Nuremberg y abrazó al «príncipe» efusivamente. Sin embargo, al hacer comprobaciones, descubrió la identidad de Saint-Germain. El conde no intentó nunca desmentir la acusación, pero consideró prudente emigrar, cosa que hizo en 1776.

Sin perder los ánimos el conde se trasladó a Leipzig, presentándose ante el príncipe Federico Augusto de Brunswick como francmasón de cuarto grado. Esta acción fue muy arriesgada, puesto que Federico Augusto era Gran Maestre de las Logias Masónicas Prusianas, pero al conde de Saint-Germain pocos podían comparársele como embustero y embaucador: por regla general sus historias de fondo soportaban un escrutinio detallado. Esta vez, sin embargo, no consiguió su propósito. El príncipe declaró que no era un masón, a lo que el conde replicó sin mucha vehemencia que sí lo era, pero que había olvidado todos los signos secretos. En 1779, el conde de Saint-Germain fue a la última residencia que se le conoció, en Eckenförde (Schleswig), Alemania. Era un hombre viejo (probablemente de sesenta y tantos años), aunque como es natural pretendía ser mucho más viejo. Parte de su encanto superficial había desaparecido, y al principio no logró impresionar mucho al príncipe Carlos de Hesse-Cassel, pero muy pronto éste quedó cautivado, al igual que sus predecesores.


Imagen IPB

Saint Germain, el Avatar de Acuario, como Maestro Ascendido 1800’s

Documentos de París muestran que el conde de Saint-Germain murió el 27 de febrero de 1784 en la residencia del príncipe Carlos, en Eckenförde. Fue enterrado allí, y su último mecenas le erigió un monumento funerario con la inscripción: «Aquel que se hacía llamar conde de Saint-Germain y “Welldone”, y del que no hay otras informaciones, ha sido enterrado en esta iglesia».

En 1785, en Wilhelmsbad, un año después de su supuesta muerte, acompañado -según se dijo- por el mago Cagliostro, el hipnotizador Anton Mesmer y el «filósofo desconocido» Louis Claude de Saint-Martin.


Imagen IPB

La famosa cantante Emma Calvé le dedicó ésta foto a Saint Germain: “Al gran quirómano que me ha revelado tantas verdades” 1887… ¿1887? Pero si murió en 1784, cien años antes ¿o no?

En 1789 se presentó en Suecia para advertir al rey Gustavo III de un peligro, y visitó a su amiga mademoiselle d'Adhemar -quien anotó en su diario que seguía aparentando tener 46 años- y le dijo que la vería cinco veces más. Ella afirmaba que eso había sucedido, por cierto, «siempre para mi gran sorpresa». La última ocasión fue la noche anterior al asesinato del duque de Berry, en 1820.

Pocos años después, la Sociedad Teosófica de madame Blavatsky anunció que Saint-Germain era uno de sus «maestros ocultos» -seres inmortales (Maestros ascendidos) cuya reserva de conocimientos secretos estaba a disposición de los adeptos con el objeto de enriquecer el mundo- junto a figuras como Jesús (Sananda), Buda, Apolonio de Tiana, Christian Rosencreutz, y Francis Bacon. Se dice que un grupo de teósofos se trasladó a París después de la derrota nazi, convencidos de que encontrarían al conde; pero por lo visto éste no apareció.

Imagen IPB

Saint Germain con Madame Blavatsky, acompañados de Kuthumi y El Morya, en la época que los Maestros se materializaban. 1800’s

Sin embargo, la leyenda de esta enigmática figura sigue viva. En fecha tan reciente como enero de 1972, un parisino llamado Richard Chanfray apareció en la televisión francesa, afirmando que era el conde de Saint-Germain. Frente a las cámaras de televisión, y empleando un hornillo de camping, intentó transformar, al parecer con éxito, plomo en oro.


Imagen IPB

Aspecto actual de Saint Germain, aunque los maestros no tienen un aspecto definido, ya que han evolucionado más allá del cuerpo físico.

Hoy en día, Saint-Germain sigue apareciendo y enviando mensajes a los humanos, desde su posición de Maestro Ascendido, el cual se alcanza luego alcanzar un elevado nivel espiritual, después de varias encarnaciones. Según se cree, es el “Avatar de la Era de Acuario” y trabaja, además de con los Maestros anteriormente mencionados, con Maitreya, Kuthumi, El Morya y incluso con el enigmático Ashtar Sheran; ayudando a la humanidad a dar el salto a la era de Acuario ¿Verdad ficción? ¿Seguirá vivo el conde? Sólo resta esperar a que los hechos hablen por sí mismos…


Imagen IPB


Maitreya y Kuthumi, dos Maestros Ascendidos que también trabajan por la humanidad junto con el conde. Cabe destacar el personaje llamado “Sananda Immanuel”, que según dice, es quien en las distintas eras fue conocido como Siddharta, Krishna, Jesús, entre otros. Pero que en las Jerarquías Espirituales es conocido con ese nombre.
--- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- ---
Fuente: principalmente de www.mundoparanormal.com, pero le realicé modificaciones ya que resumí y agregué información de mi conocimiento personal. Espero que les guste, Nunca está de más saber sobre estos personajes… sus enseñanzas son muy interesantes.

PD: si quieren aprender de Saint-Germain, pueden descargar “El Libro de Oro de Saint Germain” en Pdf, donde da una que otra enseñanza.
PD2: se que ya estaba posteado, pero hace como mil años, además CREO que este post toma aspectos de su vida que el otro no. Ojalá el autor del otro post pueda corroborarlo y/o aportar con algo más de info… si es que todavía participa en Chilewarez jajajajaja

Saludos!

2 comentarios:

  1. de verdad q es muy importante esto..

    ResponderEliminar
  2. wow increible historia no puedo dejar de leerla no se por que o.O

    ResponderEliminar