domingo, 13 de enero de 2013

LA BIBLIA - II PARTE: Los escenarios bíblicos





II PARTE:
LOS ESCENARIOS BÍBLICOS
Por aquí pasó Dios



A LA ALTURA DE LOS DIEZ MANDAMIENTOS. 
También conocido como Jabal Musa, Monte Horeb o Monte de la Biblia, el Monte Sinaí, situado al sur de la península que lleva su nombre, al noreste de Egipto, fue el decorado elegido por Yahvé para entregar al profeta Moisés las leyes destinadas a toda la humanidad: "Y dio a Moisés cuando terminó de hablar con él en el monte Sinaí dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios" (Éxodo 31:18). En la imagen, un grupo de turistas contempla el amanecer desde su cumbre, tras haber rememorado aquella ruta que siguió el personaje bíblico. Aunque este no es el único testigo pétreo de las maravillas de Dios. Desde lo alto del Monte de la Transfiguración, el Carmelo o el de los Olivos se sucedieron también episodios clave de las Sagradas Escrituras. Las montañas se presentan en repetidas ocasiones como lugares de aparición, manifestación o actuación del Señor. Por su simbolismo, se dice que unen el Cielo con la Tierra y resultan así un marco ideal para acoger sus grandezas.


DIGNO COFRE SAGRADO
El espectacular octógono rematado por una gran cúpula de oro que corona la Ciudad Vieja de Jeru-salén, en el centro del Monte del Templo, protege un fragmento de roca que según los judíos fue la misma en la que Abraham preparó el sacrificio de su hijo Isaac. La Cúpula de la Roca, en árabe Qübbat as-Sajra, es también un lugar sagrado para los musulmanes, pues sitúan allí el punto desde el cual Mahoma ascendió al cielo y realizó su célebre Viaje Nocturno. Pero la historia del Domo de la Roca no termina aquí. Según el relato bíblico, en este mismo lugar "comenzó Salomón a edificar la casa del Señor en Jerusalén, en el Monte Moría, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado (...)" (II Crónicas 3:1). Posteriormente, Herodes el Grande reconstruyó el Templo de Jerusalén tras ser derruido por Nabucodonosor en el siglo VI a. C., aunque fue de nuevo destruido por los romanos. Hoy, lo único que se conserva es la pared occidental: el Muro de las Lamentaciones.


MILAGRO PASADO POR AGUA
"Moisés extendió su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirara por medio de un recio viento oriental que sopló toda aquella noche. Así se secó el mar y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron en medio del mar, en seco, y las aguas eran como un muro a su derecha ja su izquierda" (Éxodo 14:21). Aquellas aguas que abrieron paso al pueblo elegido para que escapara del ejército egipcio pertenecen al Mar Rojo, un golfo del océano índico de abundante vida marina que separa los continentes de África y Asia, y que hoy las agencias de viaje utilizan como reclamo para los turistas más creyentes. Este fascinante pasaje bíblico sirvió también de inspiración a Cari Drews, científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica y de la Universidad de Colorado, cuyo estudio revela que la fuerza del viento, y no tanto la vara de Moisés, sí pudo producir verdaderamente el fenómeno que describen los textos bíblicos.


LA RUTA DEL CALVARIO
En latín, "camino de pesar", "camino de pena" o "camino de dolor", la Vía Doloro-sa se intuye entre el barullo constante que origina la multitud de feligreses y visitantes que abarrotan las calles de la antigua ciudad de Jerusalén. Ya en la Edad Media, los peregrinos recorrían este tortuoso sendero que describe la ruta por la cual Jesús arrastró su cruz desde la Sala de Sentencias de Pilatos, donde fue condenado, al Gólgota, el lugar de su ejecución. Posteriormente, se incorporaron las Estaciones de la Cruz (en la imagen, una de ellas), localizaciones que supuestamente marcan los catorce puntos específicos en los que ocurrieron los acontecimientos más intensos de la última caminata de Jesús: el encuentro con su madre, el lugar donde a Simón de Cirene se le hizo llevar la cruz, allí donde Verónica secó la cara de Jesús, el punto donde cayó una tercera vez... Siete se encuentran en el barrio musulmán de la ciudad, dos se sitúan en el distrito cristiano y las cinco últimas cruces están dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro.

1 comentario:

  1. Muy interesante y valioso para mí, como creyente. Salvada por la obra del Señor Jesucristo. Muchas gracias.

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