"Emitiendo desde Radio Tokyo. la garganta que a todos les gustaría rebanar. Preparense para un nuevo asalto a vuestra moral".
Fuente: http://jose.gs
Rosa de Tokio o "Tokyo Rose" fue una famosa locutora de radio que participó durante la segunda guerra mundial, en un programa de propaganda japonés, que se emitía en inglés desde Radio Tokyo, dirigido a las tropas aliadas que operaban en el Pacífico, con el objetivo de minar su moral.
Ampliamente mitificada, al adentrarse en la historia de Tokyo Rose cabría esperar encontrarse con un personaje fascinante, casi hollywoodiense, capaz de apuñalar con sus palabras a los enemigos pero con un carisma desbordante, que al mismo tiempo los mantenía a la escucha, comiendo de su mano y pidiendo más.
No obstante, la crónica que aflora detrás del glamour, es un idioma personal de guerra y un posterior linchamiento mediático, en el que se vio envuelta una mujer de origen japonés, tras concurrir en una serie de desafortunadas circunstancias y lugares equivocados, en el peor de los momentos posibles, la segunda guerra mundial.
Un personaje mitificado por las tropas y la prensa
Las historias que circulaban entre las fuerzas aliadas destacadas en el Pacífico, contaban que la radio japonesa emitía un programa llamado “The Zero Hour – La hora Zero” - haciendo alusión al famoso avión de caza japonés - desde el que hablaba una atractiva locutora a la que llamaban "Tokyo Rose", que con su voz sugerente, amenizaba las tardes de los soldados con sus comentarios y su música.
La premisa de este programa era desmoralizar a las tropas aliadas que lo escuchaban emitiendo contenidos que pudieran afectar psicológicamente al radio-oyente enemigo. Para ello se colocaba al frente de los micrófonos a locutores, de lengua mordaz y viperina, que hablasen a la perfección el idioma del bando contrario, idealmente voluntarios que antes de la guerra habían ostentado algún tipo de doble nacionalidad o habitado en tierras de la nación beligerante. En ocasiones desertores o incluso prisioneros de guerra.
El formato no era nuevo. Ya se estaba empleando con "éxito" en la Alemania nazi y la Italia fascista de Mussolini, donde emitían locutores como "Axis Sally", a la izquierda en la imagen y "Lord Haw Haw", a la derecha;
Concebidos siempre para "fastidiar" por donde más doliera, como si de una "puñalada en la espalda" se tratase, los programas se tenían que emitir de forma que aun así, resultasen atractivos para los soldados enemigos y enganchasen a su audiencia. Por ello, los aliados idealizaban en sus mentes a los locutores, sobre todo a las voces femeninas, como en esta personificación de "Axis Sally" para el film "Miracle at St. Anna";
Los contenidos eran de diversa índole. Se irradiaban noticias censuradas por el mando
enemigo de las que no quisiera sus soldados se hiciesen eco. Por ejemplo, si se hundía un barco de guerra aliado, el contenido apropiado sería emitir la noticia con todo el "recochineo" posible, despidiendo a los marineros caídos y resaltando el poderío de las unidades imperiales japonesas que habían participado en la batalla.
Otro tipo de noticias muy empleadas eran todas las relacionados con el hogar. Si sucedía algún tipo de catástrofe natural en casa del enemigo, USA, Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra... una inundación, un huracán... se podía anunciar exagerando las circunstancias o el número de bajas para preocupar al máximo a los soldados, si acaso tenían familiares en la zona. Otra forma recurrente de atormentarles era hacer alusión a las mujeres y novias que habían dejado atrás, sugiriendo que probablemente les estarían siendo infieles con los hombres que habían evitado ser alistados.
En ocasiones se aireaba inteligencia militar recabada. Si tras una batalla se habían recogido placas de soldados aliados caídos, se podían emitir sus nombres por la radio. O si se intervenían valijas de correo se podían airear detalles personales de los reclutas. Entre las tropas aliadas, se rumoreaba que a veces, al llegar a una isla del Pacífico, Radio Tokyo saludaba con nombres y apellidos a soldados que acababan de desembarcar. En la imagen a la izquierda, idealización de Tokyo Rose dibujada por el viñetista de la época Milton Caniff, intentado representar la imagen que tenían los combatientes aliados del personaje. A la derecha, documento de contra-propaganda publicado por la seguridad aliada advirtiendo sobre la locutora;
También se solían emitir mensajes de prisioneros de guerra dirigidos a sus familias o amigos para aprovechar el impacto desmoralizante de su trasfondo lastimero y así, recordar a los oyentes que en cualquier momento no solo podían morir, sino que también podían caer prisioneros y ver sus vidas convertidas en un infierno, internados en los duros campos de concentración japoneses.
Toda la programación de la "hora zero" se aliñaba con música popular occidental para que despertase nostalgia y melancolía por la lejanía del hogar entre los combatientes. Este era el principal aliciente que enganchaba a los militares, ya que se encontraban desplazados en la inmensidad del Pacífico, a muchos kilómetros del alcance que tenían las radios de sus países en la década de 1940 y su única oportunidad para escuchar algo de música que les recordase a su hogar, era Radio Tokyo.
La "hora zero" empezó a emitirse el 31 de Marzo de 1943 a las 5:15 de la tarde y duraba unos 20 minutos. Al principio los locutores eran prisioneros de guerra australianos obligados a realizar el programa pero dado su éxito entre las filas enemigas, se fue ampliando hasta que el 13 de Noviembre se completaba su formato definitivo; 75 minutos desde las 6 de la tarde con secciones en las que participaba una nueva voz femenina, a los que los aliados bautizaron como "Rosa de Tokio" y convirtieron en estrella de la emisión.
Las antenas de Radio Tokyo no eran tan potentes como para alcanzar los Estados Unidos o Australia pero la prensa local se hizo eco casi desde su comienzo. El 29 de Junio de 1943, un corresponsal de guerra del New York Times publicaba; "Entre la radio de Tokyo y los bombarderos japoneses, las noches no siempre son aburridas aquí. Tokio ha estado emitiendo un programa llamado la "hora zero", directamente a las Islas Russell y a Guadalcanal. A los muchachos les gusta mucho porque les llora y siente mucha lástima por ellos. Habla sobre las comidas que se pierden por estar fuera de casa y cuenta como los trabajadores que se han quedado les roban sus trabajos y sus mujeres."
Sobre todo gracias a la acción de la prensa, entre el público y los gobiernos aliados estaba muy asentada la creencia de que Radio Tokyo emitía amenazas directas e insultos a sus tropas.
Una historia de lugares y momentos equivocados, ¿quién era en realidad Tokyo Rose?
Iva Toguri había nacido en el seno de una familia de inmigrantes japoneses afincados en Los Ángeles, California, el 4 de Julio de 1916. La norma entre los japoneses que llegaban a las costas estadounidenses era integrarse todo lo posible y su padre, Jun Toguri, "americanizó" a sus 4 hijos al máximo. De niña, Iva no tuvo que aprender a hablar o escribir japonés, ni degustar la cocina tradicional asiática o usar palillos para comer. Había sido "Girl Scout", asistía a la iglesia metodista y se graduó en la Universidad de California - UCLA con un diploma de zoología. En 1940 trabajaba en la tienda de sus padres y era afiliada al partido republicano.
Las cosas se empezaron a torcer para ella el 5 de Julio de 1941, cuando sus padres la enviaron a Japón para cuidar a su tia Shizuko Hattori, aquejada de diabetes y tensión alta. Uno de los momentos más inoportunos para viajar al país nipón, ya que solo 6 meses después, el 7 de Diciembre de 1941, atacaría por sorpresa Pearl Harbour provocando la entrada oficial de USA en la segunda guerra mundial.
Inconsciente de los terribles acontecimientos venideros, Iva viajaba en el Arabia Maru sin visado para entrar en Japón, sin pasaporte - tan solo un certificado de identidad, sin hablar una sola palabra de japonés, con 28 maletas llenas de regalos para sus familiares y alimentos occidentales como para aprovisionarse mientras su estómago se aclimataba al menú nipón. En una carta remitida a sus padres al poco de llegar, explicaba lo difícil que se le estaba haciendo tener que comer 3 veces al día arroz.
Hasta Noviembre de 1941 permaneció un tanto ajena a la escalada bélica que se estaba produciendo, incapaz de leer las noticias en japonés aunque en Septiembre había solicitado un pasaporte al consulado americano. A finales de Noviembre ya tenía algo más clara la inminencia del conflicto y el 2 de Diciembre, preocupada, intentó embarcarse en el Tatsutu Maru para regresar a California. Por desgracia, todavía no había recibido el pasaporte, así que no pudo tramitar el papeleo ni subir a bordo. Cinco días después, quedaba irremediablemente atrapada en Japón tras el ataque a Pearl Harbour.
En un primer momento, agentes del gobierno japonés la instaron a renunciar a su nacionalidad estadounidense y a naturalizase como japonesa, para evitar ser declarada "extranjera enemiga" e internada en un campo de concentración. Iva se negó pero no fue detenida al tener en consideración las autoridades la antigüedad del linaje de su familia, permitiendo que permaneciese prestando cuidados a su tía enferma.
La consecuencia más inmediata de su negativa fue que le denegaron la cartilla de racionamiento y que los vecinos de su tía empezaron a rumorear que era una espía americana, por lo que tuvo que mudarse a una pensión. Su inglés nativo le permitió conseguir un trabajo con el que costearse la manutención, en la agencia de prensa "Domei Tsushin Sha", donde tenía que transcribir las noticias emitidas por radios extranjeras de origen anglosajón.
Si hubiera logrado regresar a Estados Unidos, tampoco le hubiera ido mucho mejor ya que su familia al completo, al igual que muchas otras de origen japonés residentes en el país de las barras y estrellas, había sido internada en una especie de campo de concentración, el "Gila River Relocation Center", situado en Arizona.
Sin cartilla de racionamiento y acosada por la policía de Tokyo, acabó ingresada en el hospital con escorbuto, beriberi y malnutrición, con la única ayuda de un compañero de trabajo, Felippe d'Aquino, que se hizo cargo de la factura. Incomodada por la deuda para con su amigo, se pluriempleó corno secretaria en la emisora NHK - Nippon Hoso Kyokai ó Radio Tokyo... lugar y momento equivocados de nuevo. A la izquierda Felippe d'Aquino y a la derecha Iva en 194S poco antes de terminar la guerra;
Radio Tokyo hacia la guerra psicológica transmitiendo la "hora zero", empleando a prisioneros de guerra aliados que eran obligados a realizar el programa de propaganda japonesa. El director forzado de la emisión era el mayor Charles Hughes Cousens, otrora famoso locutor de radio en Sidney, Australia. A Cousens le habían ordenado realizar un guión para "desmoralizar" a las tropas aliadas pero él se dedicaba más bien a "entretenerlas" sin que sus captores se dieran cuenta, aprovechando las diferencias culturales entre ambas civilizaciones. Lo que para un "samurai" del ejército imperial era un insulto en toda regla, para un soldado occidental podía ser una nota de humor o un doble sentido gracioso que los japoneses no atisbaban a descifrar.
Iva entabló rápidamente amistad con Cousens y con sus ayudantes, llegándoles a pasar medicamentos en varias ocasiones. Cousens, intentando devolver el favor, pidió que Toguri se uniese al programa, que ya había empezado a emplear voces femeninas más afines al régimen imperial. El mayor quería a alguien que se prestase a su causa siguiéndole el juego. En la imaqen, Cousens alistado y capturado por los japoneses;
Iva se unió a la plantilla de locutoras en Noviembre de 1943 y aparecía en una sección del programa que duraba unos 20 minutos, leyendo los guiones que le escribía Cousens bajo el seudónimo de "orphan Annie", la "huérfana Annie". Nunca antes había hecho radio pero imitaba el estilo "DJ" típico de la década de 1940 con jerga americana de la época. Entre párrafo y párrafo del guión iba pinchando música. La sección en realidad era una especie de "tira cómica" escrita por Cousens, con dobles sentidos y errores de pronunciación que los censores japoneses no podían cazar. En la imagen, prisioneros de guerra aliados filmando una de las emisiones en Radio Tokyo;
Por ejemplo, cuando llamaba a los aliados "honorable boneheads - honorables estúpidos", el mayor le decía que pronunciase "honorables" mal a la japonesa y quedaba algo como "onolables estúpidos". En otras ocasiones usaba palabras homófonas en inglés y aprovechaba errores gramaticales típicos; cuando preguntaba a los radio-oyentes si les estaba gustando el programa, en vez de decir "are you liking this" soltaba un "you are licking, please" que viene a significar "¿estáis chupando, por favor?"., y luego pinchaba una canción titulada "My resistance is low - Mi resistencia es baja".
Ni que decir tiene que "orphan Annie" se convirtió de la noche a la mañana en la locutora estrella entre las fuerzas aliadas destacadas en el Pacífico. Si la "hora zero" empezaba a las 6 de la tarde y a las 6:10 entraba "Rosa de Tokyo". a las 6:10 se paraba la guerra. El programa se escuchaba en campamentos aliados, clubs de oficiales, barcos de guerra, transportes, aviones... y contaba con numerosos fans. En la imagen, un bombardero B-29 del Ser escuadrón de reconocimiento bautizado con el nombre de la locutora. Este avión fue el primero en realizar un vuelo de reconocimiento sobre Tokyo;
En Junio de 1944, Cousens, enfermo y estresado por las duras condiciones que soportó durante su cautiverio, sufrió un ataque al corazón y fue retirado del programa, siendo sustituido por individuos que no tenían la menor intención de continuar su particular guerra contra-propagandística. Iva, que había conseguido trabajo en la delegación danesa y se había casado con Felippe d'Aquino, intentó abandonar el programa. Las autoridades, conscientes de su tirón mediático no se lo permitieron pero aun así, empezó a ausentarse con diversas excusas, a veces durante semanas.
En Mayo de 1945, Dinamarca, tras ser liberada de la ocupación nazi, rompía relaciones diplomáticas con Tokyo, quedándose Iva sin empleo y viéndose obligada a retomar el papel de "orphan Annie". La nueva etapa no duró mucho ya que en Agosto las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki finiquitaron la segunda guerra mundial.
En busca y captura, a la caza de Tokyo Rose
Para Iva, el fin de la guerra no supuso un punto y final sino el inicio de un nuevo calvario. El mismo Agosto de 1945, las tropas aliadas entraron en Tokyo acompañadas de una legión de periodistas que relataban la caída de Japón y buscaban entrevistas con los protagonistas del conflicto; el emperador Hirohito, el primer ministro Hideji Tojo, el general Douglas MacArthur y por supuesto la "diosa dragón" de las ondas "Tokyo Rose".
Cuando los periodistas preguntaron en Radio Tokyo a ver quién era, el marido de una de las más de doce locutoras que se podían haber disputado el puesto, "cargó el muerto" sobre Iva Toguri. Cuando los periodistas lograron contactar con ella, en un primer momento negó que fuese la tal "Tokyo Rose" pero dos reporteros le ofrecieron una exclusiva de 2.000$, unos 24.000$ al cambio actual o 18.000 euros. Uno de ellos era de la revista Cosmopolitan y el otro de la agencia de prensa "International News Service", propiedad del magnate Randolph Hearst, el elemento que Orson Wells ridiculizó corno "ciudadano Kane" y que promovió la ¡legalización del cannabis. El marido de Toguri, Felippe, aconsejó a su esposa que cogiera el dinero pensando que así se librarían del acoso de la prensa pero al acceder, Iva estaba sellando el fatídico destino que viviría durante la siguiente década.
Nunca llegó a ver los 2.000$ porque primero concedió la exclusiva pero luego, ante el incesante asedio mediático que estaba sufriendo, se vio obligada a comparecer en rueda de piensa ante más de 100 periodistas en Yokohama, rompiendo así el acuerdo de exclusividad firmado. En la imagen, foto tomada por Hqrace Bristol durante la comparecencia;
Entre los periodistas se encontraba un oficial de inteligencia del 8° ejército norteamericano que empezó a cuestionarla, buscando indicios delictivos en los supuestos insultos a las tropas que se habían vertido desde Radio Tokyo. No pudo completar el interrogatorio porque junto a los periodistas había otros tantos cientos de soldados, fans del programa, que se abalanzaron sobre ella para conseguir un autógrafo.
Entonces no era consciente de las consecuencias que le acarrearía el hecho de haber mordido la mano de Hearst, quien en venganza, ya había lanzado todo su imperio mediático sobre ella en Estados Unidos, calificándola en prensa y radio como una ciudadana estadounidense que había traicionado a su patria, pasándose a las filas enemigas e insultando ignominiosamente a los soldados desde Radio Tokyo.
El 5 de Septiembre de 1945. 3 oficiales de inteligencia arrestaban a Iva en su apartamento,
siguiendo procedimientos militares, es decir, sin leer sus cargos - pretendían acusarla de traición - ni permitir que fuese asesorada por un abogado. Primero la trasladaron a una prisión de Yokahama donde se realizaban interrogatorios y después pasó los siguientes 12 meses encerrada en una celda de 2x3 metros de la prisión de Sugarno, Tokyo, junto a otros criminales de guerra. En la imagen, fotos del internamiento en Sugarno;
A los 6 meses del arresto, un informe interno del 8° ejército estadounidense concluía que no existía base suficiente como para sostener una acusación por traición ni que su identificación como "Tokyo Rose" fuese correcta, además de que Iva contaba con el respaldo de los prisioneros de guerra australianos que habían sido obligados a realizar la "hora zero", exonerándola. Aun así, el mando militar, temeroso de la reacción política y mediática que podría desatarse de vuelta en USA, no la soltó hasta el 25 de Octubre de 1946, tras la intervención de la fiscalía general de Estados Unidos.
Al salir. Iva realizó una nueva tentativa de regresar a Norteamérica. Durante la detención, su madre había fallecido y el resto de su familia había sido trasladada a Chicago. Ansiosa de volver a verlos, se vio otra vez sin papeles, teniendo que hacer frente al berenjenal en el que se había metido al haber viajado a Japón sin pasaporte, por lo que no podía conseguir un visado. Tuvo que esperar un año a que el consulado americano cerrase objeciones y remitiese la documentación correspondiente.
Podría haber intentado viajar con la nacionalidad portuguesa de su marido Felippe pero embarazada, pretendía que su hijo naciese en suelo americano. No lo consiguió. Para cuando dio a luz, seguía atrapada en Japón y lamentablemente, su vastago fallecía al poco de nacer.
Linchamiento mediático y judicial
Mientras tanto, de vuelta en USA, los rumores sobre su posible regreso se extendían como la pólvora y afloraban las protestas, encontrándose con la ferviente oposición de la Legión Americana, el ayuntamiento de Los Angeles, el linchamiento mediático de periodistas como el columnista amarillento Walter Winchell y el propio J. Edgar Hoover, director del FBI que decidido, ponía todo el "bureau" a disposición en contra de ella, logrando un nuevo arresto por traición a finales de 1948, sin que ni siquiera Toguri hubiera todavía conseguido salir de Japón.
Iva fue trasladada a territorio estadounidense sin su marido Felippe, discretamente el 25 de Septiembre de 1948, a bordo del navio "General Hodges", que venía cargado con tropas que regresaban a casa procedentes de Japón y el Sur de Corea. Los soldados fueron recibidos con honores por una multitud de familiares, esposas, novias y periodistas pero antes de que pudieran desembarcar, dos agentes del FBI sacaban a Toguri por la rampa de acceso mientras la orquesta tocaba "California, Here I Come".
En este mismo momento el mito que se había montado en Estados Unidos, comenzaba a venirse abajo. Muchos de los individuos allí presentes que sabían quién era aquella pasajera, hubieran imaginado a Tokyo Rose como un personaje de Hollywood, de aspecto imponente y personalidad desbordante, a punto de meterse a la prensa en el bolsillo contra todo pronóstico y saltar a la gran pantalla. Sin embargo se encontraron con una mujer asiática, de aspecto muy sencillo, que bajaba cabizbaja, con el rostro desencajado a causa de la disentería que venía sufriendo desde hacía varios meses.
El juicio, que arrancó el 5 de Julio de 1949 en el Tribunal del distrito de San Francisco, fue el pleito más caro jamás llevado a cabo hasta esa fecha en territorio norteamericano, con unas costas de medio millón de dólares, el equivalente al cambio de unos 4,5 millones de dólares actuales o unos 3,4 millones de euros. En la imagen, Tokyo Rose saludando a sus fans durante el juicio;
La acusación abrió el proceso con 8 cargos por traición, presentando 46 testigos, entre los que se encontraban ex-empleados de Radio Tokyo y soldados que habían oído la emisión porque no se conservaban ni giabaciones ni transcripciones de los programas salvo unas pocas frases captadas por radios espías durante la guerra, en las que no se escuchaban más que vaguedades y comentarios inocuos, que no llegaron a entrar en la sala dada su irrelevancia. Algunas de las transcripciones en versión original y traducidas;
Tokyo Rose (Siyn In): Helio you fighting orphans in the Pacific. Hows tricks? This is 'After Her Weekend Ann' moving back on the air, strictly under unión hours. Reception okay? Why, it better be, because this is All-Requests night. And Ive got a pretty nice program for my favorite little family, the wandering boneheads of the Pacific Islands. The first request is made by none other than the boss, And guess what? He wants Bonnie Baker in "My Resistance is Low". My, what taste you have, sir, she says.
Tokyo Rose (Sign Off): Thank you, thank you, thank you. That's all for now enemies, but there'll be more the same tornorrow night.Until then, this is Orphan Ann, your number one enemy, reminding you GI — always to be good! Goodbye now.
Tokyo Rose (Sign In): Greetings, everybody! This ¡s your No. 1 enemy, your favorite playmate, Orphan Ann on Radio Tokyo-the little sunbeam whose throat you'd like to cut! Get ready again for a vicious assault on your morale, 75 minutes of music and news for our friends-I mean, our enemiesHn the South Pacific. [Well how are my little darlings, rny little (unintelligible)... it poisons the whole systern. What you need is a good day, I mean song]. Just relax, all set? Okay, here's the first blow at your inórale, here's him singing and singing, "Hey, Pop, I Don't Want to Go to Work." Thanks for listening.
Tokyo Rose (entrando): Hola huérfanos luchadores del Pacífico. ¿Qué tal los negocios? Esta es Ann después del fin de semana regresando a las ondas, estrictamente en horario de la Unión. Porque mejor que así sea ya que esta noche es toda de peticiones. Y he preparado un estupendo programa para mi familia favorita, los errantes estúpidos de las islas del Pacífico. La primera petición ha sido hecha ni más ni menos que por el jefe. ¿Y sabéis qué? Quiere a Bonnie Baker cantando "My Resistance is Low". Que buen gusto tienes, sí señor.
Tokyo Rose (despidiéndose): Gracias, gracias, gracias. Esto es todo por el momento enemigos, pero habrá más mañana por la noche. Hasta entonces, esta es Orphan Ann, tu enemiga número uno, recordándoos soldados, sed buenos!. Adiós.
Tokyo Rose (entrando): Saludos a todos. Esta es vuestra enemiga número uno, vuestra playrnate favorita, Orphan Ann en Radio Tokyo — El pequeño rayo de sol cuyo garganta os gustaría rebanar! Preparaos de nuevo para un vicioso asalto a vuestra moral, 75 minutos de música y noticias para nuestros amigos — quiero decir, nuestros enemigos! — en el Pacífico Sur. [Bien, ¿cómo están mis pequeños, mis queridos (ininteligible)... envenena todo el sistema. Lo que necesitas es un buen día, quiero decir una canción]. Relajaros, ¿todo listo? Bien, aquí va el primer golpe a vuestra moral, aquí esta él cantando "Hey, Pop, I Don't Want to Go to Work." Gracias por escuchar.
Algunos de los soldados eran fans de Tokyo Rose y al menos tres llegaron a declarar que el programa no les perturbaba sino que disfrutaban escuchándolo. La prueba de más gravedad, tal vez fuese el testimonio de los ex-supervisores de Radio Tokyo, Kenkichi Oki y George Mitsushio, que declararon que Iva había accedido a hacer referencia a los barcos americanos hundidos en el Golfo de Leyte. Mintieron como se demostraría años después.
Daba igual, el caso estaba sentenciado de antemano. El 29 de Septiembre de 1949 el jurado alcanzaba el veredicto de culpabilidad por uno solo de los 8 cargos, suficiente para garantizar una sentencia de 10 años de cárcel y 10.000$ de multa, unos 90.000$ actuales o 68.000 euros. En la imagen, extracto de la condena;
Fue indultada tras cumplir 6 anos y dos meses en la prisión de Alderson, Virginia pero al salir se encontró de nuevo sin pasaporte ni documentación que acreditase su nacionalidad, bajo la constante amenaza de ser deportada y sin su marido Felippe, que tras testificar para la defensa durante el juicio, había sido obligado a firmar un documento que le impedía volver a pisar suelo estadounidense.
Iva entonces se trasladó a Chicago donde permaneció trabajando en el negocio que regentaba su familia hasta que falleció en el 2006, Nunca llegó a viajar a Japón para reencontrarse con su esposo por temor a que las autoridades la impidiesen regresar y nunca se volvieron a ver. Todo lo que pudieron hacer fue firmar en 1980 el divorcio por correo.
Iva obtuvo el perdón incondicional por los cargos de traición el 19 de Enero de 1977, cuando se destapó el falso testimonio de los supervisores durante el juicio, según ellos, dado bajo coacción del FBI. Iva se fue en el más completo de los anonimatos pero su voz siempre resonará en todas las radios del Pacífico durante la segunda guerra mundial:
"this is Orphan Ann, your number one enemy, reminding you GI, always to be good!".
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