Psicoquinesis y teleportación

La existencia de una fuerza mental aún desconocida que puede ser proyectada consciente o inconscientemente a distancia, con el poder suficiente como para producir movimientos o alteraciones en objetos diversos, constituye una de las hipótesis más admitidas dentro de los círculos científicos dedicados a la investigación parapsicológica.

Psicoquinesis y teleportación

El poder de la mente sobre la materia
FUENTE: Revista española ENIGMAS Nº 162.

Desde décadas atrás, el mundo del celuloide nos ha creado una imagen deformada de los fenómenos que, según las investigaciones realizadas en el ámbito de la parapsicología, se pueden atribuirá la mente humana. Facultades como la telepatía, la precognición, la clarividencia, la psicoquinesia en todos sus diferentes apartados, han sido manipuladas y adaptadas a unos guiones cinematográficos que han visto en ellas fuentes de inspiración para un mercado cada vez más saturado y, en muchas ocasiones, falto de ideas. Desgraciadamente tanto los libros como las películas de ficción que abarcan el tema, asocian el funcionamiento de las capacidades psi con lo sobrenatural -que no paranormal-, y alimentan la idea de que estos fenómenos, o bien son falsos, o bien, en caso de existir, encierran un gran peligro. Aún sin procurarlo, la concepción general que la gente ha adquirido de ellos ha sido magnificada y distorsionada hasta crear una imagen errónea que no se corresponde con la realidad, no sólo en sus definiciones o conceptos, sino en su verdadero o, hasta la fecha, alcance real, especialmente en los que engloba la psicoquinesis -telequinesia, (evitación, poltergeist, teleplastias, teleportación, etc-. Intentar capturar, explicar y medir los poderes de la mente no es una tarea fácil, pues se trata de un terreno resbaladizo donde la investigación parapsicológica debe ir de la mano de una estricta supervisión y apoyo de otras disciplinas científicas.
La psicoquinesis o psicoquinesia es la acción de la mente sobre la materia que, de manera consciente o inconsciente, le permite la modificación, el desplazamiento o la (evitación de la misma, sin que se produzca contacto visible de fuerza alguna. Se trata de un tipo de energía que según los expertos proviene de las capas profundas de la mente y que prescinde de los sentidos y de la actividad muscular para intervenir sobre el plano físico. De este modo muchos investigadores descartan las teon'as sobre los campos magnéticos y los conceptos sobre la energía eléctrica y física. Mientras algunos autores hablan de fluidos psíquicos que modifican la materia, otros utilizan términos como telergia o energía biótica.
Esa fuente misteriosa que emana de la mente humana y que causa el movimiento o modificación de los objetos, ha tenido lugar desde la antigüedad, no sólo en algunos fenómenos del ámbito religioso-místico, como los estigmas o la levitación de santos y ascetas, sino también en terrenos tan prosaicos como en la práctica de los juegos de azar, en lo que popularmente se conoce como "racha de buena suerte", donde muchos jugadores aseguran sentir en esos momentos la sensación de que pueden favorecer la caída del dado con el número que les interesa.
El término telequinesis fue acuñado en 1890 por el psicólogo e investigador ruso Alexander N. Aksakof. Más tarde, en 1914, la palabra psicoquinesis entraba en juego por primera vez de la mano del escritor estadounidense Henry Holt en su libro On the cosmic relations -En las relaciones cósmicas- y, en 1943, tras nueve años de trabajo e investigación en el laboratorio de Parapsicología de la Universidad de Duke, en los que llegó a idear una metodología para verificar su existencia, el Dr. Joseph Banks Rhine (1895-1980) llamó psicoquinesis a esta "acción de la mente sobre la materia".
En sus primeros experimentos usaba un dado que era lanzado desde una copa contra una pared, o volcado en una caja que se movía mecánicamente. El equipo de Rhine detectó una relación aparente entre el esfuerzo mental de los sujetos para intentar que una cara determinada del dado apareciese arriba y el porcentaje de veces en que de hecho ocum'a. De esa manera, se estableció que los resultados obtenidos en muchos experimentos individuales y en el conjunto de la investigación, no eran atribuibles al azar y a sus fluctuaciones.

• Las investigaciones soviéticas

Durante la Segunda Guerra Mundial, el dominio de la psicoquinesis fue uno de los objetivos del régimen nazi, donde Hitler, conocido por su interés en lo paranormal, insistía en la hipotética posibilidad de utilizar este fenómeno como "arma mental".
En su obsesión por dominar al mundo, Hitler financió a numerosos grupos de científicos a la búsqueda del poder mental para mover grandes objetos, así como también para desarrollar la lectura del pensamiento a través de técnicas de telepatía. Sin embargo, los resultados no ofrecían conclusiones definitivas con la rapidez esperada. Al terminar la guerra algunos de estos científicos continuaron sus investigaciones en territorio soviético, donde la parapsicología vivió su época dorada.
Uno de los casos excepcionales más célebres dentro de la investigación científica se registró durante la Guerra Fría entre Washington y Moscú, con la rusa Nina Sergeyevna Kulagina (1926-1990) a quien se le atribuía enormes poderes psíquicos, especialmente en psicoquinesis, y cuyas grabaciones en blanco y negro y sin sonido, conmocionaron al mundo.
Tras un periodo de meditación para despejar su mente de todo pensamiento, Nina aseguraba que sentía cómo se manifestaba el "poder" para realizar esas proezas, capacidad que en ocasiones venía acompañada de ciertos efectos colaterales como la visión borrosa o un fuerte dolor en la espina dorsal. En las filmaciones -algunas de ellas pueden verse en youtube- se la observaba moviendo objetos sin tocarlos, dentro o fuera de un gran cubo de polimetilmetacrilato, o bien "levitando" una pelota de ping-pong entre sus manos durante segundos, antes de caer sobre la mesa, demostrando sus habilidades bajo condiciones controladas por las autoridades y los científicos soviéticos. Entre sus capacidades también se contaba la de influir sobre la aguja de una brújula, obligándola a girarsobre su eje con una sorprendente rapidez, giros que conseguía realizando movimientos circulares con las palmas de las manos a no menos de diez centímetros del objeto; o la de velar una película fotográfica colocada en un sobre cerrado por la simple aproximación de sus manos.
La serie de experimentos más importantes se registraron el 10 de marzo de 1970, cuando Genday Sergeyev, neurofísico del Instituto Utomskii de Leningrado, al frente de un grupo de científicos, se disponía a comprobar si las habilidades de Kulagina podían ser utilizadas en células, tejidos y órganos de seres vivos.
Se realizaron varias pruebas. En una de ellas se rompió un huevo en el interior de una solución salina inmersa en un acuario, y se retó a Nina para que, a dos metros de distancia, separara la clara de la yema, una proeza que era imposible de manipular. Ante varias cámaras que grabaron sin parar todo lo sucedido, Kulagina se concentró con todas sus fuerzas y apenas en unos segundos, fue capaz de separar la clara de la yema.
En otro experimento, presenciaron atónitos cómo Nina intentó utilizar su energía para detener el latido del corazón de una rana. Ella se concentró intensamente en el órgano del animal; en un principio hizo que el corazón latiera más rápido, luego más lento, y finalmente, utilizando en extremo sus habilidades, lo detuvo. Los sensores a los que estaba conectada registraron la magnitud de su esfuerzo: el electroencefalograma registró grandes perturbaciones en la formación reticular, que coordina los filtros de información del cerebro, mientras que el cardiograma mostraba un pulso de 240 pulsaciones por minuto, casi cuatro veces mayor que en estado normal. También se percibió un repentino aumento del nivel de azúcar en la sangre, caracten'stica de las reacciones de esfuerzo físico. Durante los treinta minutos que duró la prueba, Nina había perdido más de un kilogramo de peso. Al finalizar el día, el análisis médico certificaba su gran estado de debilidad y el padecimiento de una ceguera temporal.
A final de la década de los 70, un infarto cardíaco le obligó a disminuir sus actividades. El informe del doctor Zverev señaló que "el latido cardíaco de Nina Kulagina era irregular, tenía alta presión sanguínea y presentaba su sistema endocrino alterado". A partir de entonces empezó a sufrir constantes dolores en brazos y piernas, falta de coordinación y vértigos, lo que se atribuyó al uso constante de sus actividades paranormales. por lo que limitó enormemente el uso de dichas facultades, utilizándolas única y exclusivamente para los estudios que de ellas se realizaban.

Las cartas Zener son usadas recurrentemente para iniciar los estudios sobre un supuesto paragnosta, y los resultados son indicados en tablas como la de la derecha.

Los poderes de Nina Kulagina fueron investigados y verificados por gran cantidad de científicos, y según muchos estudiosos, no sólo sirvieron a las autoridades soviéticas como una herramienta más de la propaganda comunista, sino que incluso fueron utilizados durante la Guerra Fn'a como arma psicológica. De hecho algunos detractores especulaban, aun sin tener pruebas, que sus actitudes excepcionales eran pura fachada con fines propagandísticos pro soviéticos. Hoy en día son pocos los que aún dudan de su veracidad.
Otros casos dignos de mención dentro de la investigación científica soviética son los de Elvira Shevchuk y el del cineasta Boris Vladimirovich Yermolayev. Las pruebas de proezas llevadas a cabo en ambos casos en condiciones experimentales son abrumadoras. Shevchuk era capaz de suspender varios objetos en el aire de la misma manera, entre ellos un vaso lleno de líquido. En una ocasión, según cita el doctor Alexander Imich en su trabajo Physical Mediumship in Russia, tomó un bastón que le proporcionó el doctor Pushkin, lo colocó formando un ángulo de 45 grados en el suelo y luego apartó lentamente las manos. El bastón permaneció en un ángulo de 45 grados durante más de un minuto. Por su parte, Yermolayev poseía un conjunto de capacidades prodigiosas, de las que destacaban la clarividencia, su percepción del color a través de la piel, aun sin tocar el objeto, y en especial, su facultad para suspender objetos en el aire, tales como gafas, cajas abiertas de cerillas sin que ninguna de ellas cayera, paquetes de cigarrillos, revistas, etc. Durante los experimentos, que tenían lugar con una media de 20 objetos distintos, Yermolayev explicaba que trataba de establecer una relación de comunicación con el objeto. Lo persuadía e intentaba proyectar una parte de sí mismo en su interior. Luego, cuando sentía que sus dedos se "pegaban" al objeto, aguantaba la respiración y era el momento difícil en el que tenía que abrir las manos. Lo que tuviera en ellas se mantenía en suspensión, sin que supusiera un problema el mayor o menor peso de cada uno de los objetos. La situación se mantenía hasta que tenía lugar la expiración, y el objeto caía irremediablemente.

¿Es posible influenciar el mundo mediante la mente?

En septiembre de 2006 se realizó una encuesta en los EEUU por medio de cuestionarios telefónicos y por correo para preguntar sobre las creencias personales sobre los fenómenos de psicoquinesis. El resultado arrojó los siguientes datos: El 28% de los hombres se mostraban "de acuerdo* o "muy de acuerdo" con la afirmación "Es posible influenciar el mundo sólo mediante la mente". En el caso de las mujeres la cifra ascendía hasta el 31%.
La encuesta fue realizada sobre una muestra de 1.721 participantes, y tenía un margen de error de +/- 4%.

• La búsqueda de la teleportación

Pero no sólo Alemania y la antigua Unión Soviética han buscado en la psicoquinesis un arma militar. Los Estados Unidos han investigado los fenómenos extrasensoriales para tales fines, actividad que durante la segunda mitad del siglo XX dio paso a la conocida "guerra psíquica".
Con el tiempo han ido desclasificándose informes que indican que las agencias de inteligencia y el Pentágono, preocupados con la hipotética inferioridad en "armamento psíquico" frente a una posible amenaza soviética, se han gastado millones de dólares en una serie de proyectos secretos para investigar este tipo de capacidades y comprobar si la fuerza de la mente humana puede controlarse para ejecutar diversos actos de espionaje y de guerra, como por ejemplo, leer archivos secretos a distancia, localizar submarinos o hacer estallar misiles en pleno vuelo.
Sin embargo, dichas investigaciones, a diferencia de lo que muchos creen, están muy lejos de haber concluido. Aún es más, durante los últimos años han ido saliendo a la luz con cuentagotas algunas de las investigaciones que se han venido realizando durante este tiempo en China. Uno de los apartados psicoquinéticos, que al parecer está dando mucho que hablar en términos científico-militares, es el de la teleportación.
En noviembre de 2003 fue entregado uno de los últimos informes solicitados por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea norteamericana, con el nombre de Teleportation Physics Study -Estudio de física de la Teleportación-. El propósito de este estudio era reunir información para describir la teleportación de objetos materiales, proporcionando una descripción de la teleportación como ocurre en la física, en su estado teórico y experimental, y una proyección de sus potenciales aplicaciones.
El estudio consiste también en una búsqueda de los fenómenos de teleportación que ocurren de forma natural o bajo condiciones de laboratorio, y que se pueden englobar en un modelo que describa las condiciones que se requieren para alcanzar la transferencia de objetos. Esto incluye una revisión y adquisición de documentación sobre teleportación del quantum, sobre su base teórica, sobre su desarrollo tecnológico, y sobre sus potenciales aplicaciones. En dicho estudio se definen las características del fenómeno y la evaluación de las teorías físicas que actualmente desafían el paradigma actual de la física. Además se identifican y proponen dos modelos extraordinarios de la física para la teleportación que se basan en la manipulación, o bien del espacio-tiempo relativista general métrico, o bien de los parámetros del vacío del espacio-tiempo electromagnético.

Un último apartado se dedica a acreditar y dar veracidad a los fenómenos anómalos de teleportación que, desde antaño, han sido estudiados y documentados por los Estados Unidos y China, éste último con resultados tan excepcionales como espectaculares, capaces de ser replicados bajo condiciones de laboratorio.
La primera referencia informativa apareció en septiembre de 1981, en la publicación china Ziran Zazhi, donde se hablaba de un grupo de niños cuyas capacidades psíquicas eran capaces de causar la aparente teleportación de pequeños objetos -microtransmisores de radio, papel fotosensible, relojes mecánicos, tábanos y otros insectos, etc- desde una ubicación hasta otra, a metros de distancia. Durante los experimentos, los psíquicos permanecían con los ojos vendados y nunca se les permitía ver o tocar los objetos de prueba, ni los contenedores sellados.
Todos fueron realizadas bajo condiciones controladas por investigadores y observadores de varias universidades e institutos de investigación médica de China, y de la Comisión Científica de la Defensa Nacional del país, además de una investigación adicional llevada a cabo por el Instituto de Ingeniería de Medicina Aeroespacial en Pekín. Los experimentos, que habían sido grabados en vídeo y captados con fotografía de alta velocidad, demostraron la transferencia de especímenes de prueba a través de las paredes de sobres de papel sellados, bolsas de papel de doble capa, botellas de vidrio precintadas, tubos con tapas selladas, y botes cinematográficos de plástico sellados, sin que las paredes de cualquiera de estos contenedores fuesen violadas. En todos los casos los especímenes que se teleportaron no tuvieron alteración alguna respecto a su estado inicial; incluso los insectos no había sufrido alteraciones durante la teleportación.
Los resultados combinados de diferentes experimentos chinos mostraron que el tiempo requerido para la teleportación a través de varias barreras variaba entre un instante a varios minutos, y esto no era dependiente del espécimen de prueba usado, del contenedor sellado que se utilizara, o del espesor de la barrera. La captación de imágenes en vídeo o fotografías de alta velocidad mostraron que los especímenes que se teleportaron no tuvieron alteración alguna respecto a su estado inicial; incluso los insectos no había sufrido alteraciones durante la teleportación.
Los resultados combinados de diferentes experimentos chinos mostraron que el tiempo requerido para la teleportación a través de varias barreras variaba entre un instante a varios minutos, y esto no era dependiente del espécimen de prueba usado, del contenedor sellado que se utilizara, o del espesor de la barrera. La captación de imágenes en vídeo o fotografías de alta velocidad mostraron que los especímenes de los experimentos en algunos casos se "fundían" físicamente con las paredes de los contenedores sellados, de tal modo que el espécimen de la prueba no experimentó una desintegración y reintegración material total durante la teleportación, mientras que en otras pruebas, desaparecería del intenor para reaparecer en otra ubicación al cabo del tiempo.
Cuando el microtransmisor de radio que transmitía una señal a varios receptores electrónicos inmóviles era teleportado, los experimentadores descubrieron que había grandes fluctuaciones en la intensidad de la señal monitorizada -tanto en la amplitud como en la frecuencia- al efecto de que, o bien desaparecía completamente o ésta llegaba a ser muy débil. Esa "ausencia" de señal indicaba que el objeto dejaba de existir durante la teleportación, para luego, tras su aparición, volver a emitir normalmente.


El controvertido Uri Geller

Sin lugar a dudas,. Uri Geller ha despertado polémica entre quienes aceptan sus poderes mentales sobre la materia y quienes le atribuyen sofisticados trucos ilusionistas. Sin embargo el hecho de que magos como James Randi pudieran reproducir los fenómenos que el realizaba no significa que Geller los realizara fraudulentamente.
Cansado de que le acusaran de fraude. Uri se retiró durante años a Inglaterra y trabajó en la loca-lización de minerales metales preciosos y petróleo para diversas compañías y corporaciones. Allí se le sometió a innumerables retos para que llevara a cabo nuevas proezas bajo condiciones controladas. Provocó que un contador Ge/ger registrara una lectura quinientas veces superior a la normal y fue capaz de deformar con el poder de su mente un cristal de molibdeno. En las pruebas realizadas, acertó ocho de diez lanzamientos de dados y fue capaz de reproducir todos los dibujos realizados por los experimentadores mientras se encontraba encerrado en una habitación acondicionada para la realización de pruebas. Por si fuera poco, en el centro de investigación de la Armada de los EEUU. Geller consiguió que una aleación de reciente descubrimiento por entonces, el nitinol, se deformara de un modo inesperado. Posteriormente, en Japón, logró interferir con la mente a un ordenador Hewlett-Packard, borrando la imagen del sistema de gráficas.
Aún así, y posiblemente por su sentido del humor, rebeldía y rechazo a los experimentos controlados, sus mayores hazañas tuvieron lugar contra los instrumentos de pruebas y lectura de los laboratorios. Fue el caso experimentado por los investigadores Puthoff y Targ, narrado en su libro Mind Reach. Cuando intentaron observar las habilidades de Uri. se produjo una lista casi ilimitada de fallos en el equipo. En uno de los experimentos tenía que desviar un rayo láser. Así. le indicaron que si tenía éxito, el resultado aparecería a través de una desviación de la aguja en el instrumento de lectura. Geller no entró en contacto con el láser; se volvió hacia la aguja y dijo: ¡Muévete!. La aguja se desplazó hasta el límite por encima del papel y no volvió a funcionar: había quemado los conductos del aparato registrador.

Psicoquinesis,

¿la raiz de los poltergeist?

En la actualidad la moderna parapsicología trata de alejarse de las creencias supersticiosas y religiosas y busca una explicación alternativa al fenómeno de los poltergeist en la llamada Psicoquinesis Espontánea Recurrente (PER).
Son ya muchos los investigadores que ven al inconsciente como origen de estos fenómenos en los que la persona considerada como "foco" exterioriza sus hostilidades, sus personalidades y sus emociones reprimidas de manera involuntaria e inconsciente. De este modo los diferentes efectos físicos que se producen en un inmueble durante los clásicos episodios que caracterizan a un caso de poltergeist, serían realmente causados por la mente de una persona que siempre se hallaría presente cuando se desencadenan las manifestaciones, a modo de una manifestación exterior de un trauma psicológico.
Ejemplo de ello son los famosos y misteriosos sucesos que, a lo largo del invierno de 1967, asolaron la oficina del abogado Adán, en Rosenheim, en Vi región de Baviera. Alemania. Todos los teléfonos de la oficina sonaban simultáneamente, pero nadie contestaba al otro lado. Un medidor de pasos telefónicos registró un gran número de llamadas al exterior que no habían sido realizadas por ninguno de los miembros del personal. Ingenieros, electricistas y dos notables físicos del Instituto Max Planck, los doctores Karger y Zicha fueron llamados para investigar los hechos; éstos pudiera comprobar que las ampolletas giraban solas en sus portalámparas y explotaban, los cajones de los ficheros salían de los muebles en que estaban empotrados, los cuadros oscilaban en sus ganchos, y un extraño fluido empezó a brotar de una de las fotocopiadoras. El informe realizado por los físicos hablaba de "la existencia de una energía desconocida para la tecnología, que se encuentra más allá de nuestra comprensión".
Finalmente fue el Dr. Hans Bender. director del Instituto de Parapsicología de la Universidad de Friburgo, quien se dio cuenta de que esos problemas ocurrían sólo en presencia de Annemarie Schneider, una secretaría de diecinueve años que sufría extrañas contracciones cada vez que ocurrían los fenómenos. La joven estaba sometida a fuertes tensiones psíquicas y odiaba su trabajo en aquella oficina. Las anomalías cesaron en cuanto ella fue despedida del trabajo.