Estos temas y más son publicados en la comunidad chilena de CIENCIAS OCULTAS de www.CHILECOMPARTE.cl.
Visitanos en el foro de Ciencias Ocultas , Ufología y Casos Paranormales
y Conspiraciones y 2012
¿Por qué las apariciones de fantasmas en masa suelen presentarse asociadas a grandes sacudidas emocionales? ¿Qué mecanismo causa esta "repetición" de acontecimientos pasados? ¿Provienen del suceso original la reproducción de los hechos y los sonidos, o son producto de la mente humana? ¿Pueden tratarse de verdaderos saltos en el tiempo? Veamos...
Ejércitos fantasma
¿realidad o leyenda?
FUENTE: Revista Española ENIGMAS Nº 163 (visita www.akasico.com)
FUENTE: Revista Española ENIGMAS Nº 163 (visita www.akasico.com)
La creencia en la existencia de fantasmas es un hecho generalizado que aparece en todas las sociedades y culturas del planeta. Leyendas, cuentos populares, folclore o investigaciones sobre espíritus y aparecidos, testimonian, directa o indirectamente, el interés de los hombres por saber qué sucede más allá de la muerte. Sin embargo, la aparición de multitud de figuras fantasmales que reproducen acontecimientos que han tenido lugar en el pasado supone un paso más allá de las meras creencias personales, aún más cuando di
chas apariciones son vistas simultáneamente por un colectivo de personas.
Más allá de cualquier apriorismo acien-tífico, existen numerosos casos que traspasan la barrera de la creatividad literaria y de las leyendas, y acaban instalándose en la más impactante duda razonable. Pero ¿qué son?
Gran parte de estas apariciones grupa-les tienen que ver con acciones bélicas, las cuales suelen ir acompañadas de una actividad mental y emocional fuera de lo normal. El doctor James McHarg sugería que los responsables de tales fenómenos eran los recuerdos acumulados en el inconsciente colectivo. ¿Es posible portante que el proceso sea desencadenado por la mente de los testigos, por interacción con la información almacenada en el entorno físico? De ser así, tiene que haber algo en el marco físico que desencadene el fenómeno, y que haga que el cerebro capte esos recuerdos almacenados.
• Batallas en los cielos
La más célebre leyenda de los campos de batalla fantasmales tiene lugar en Edgehill, en el condado inglés de Warwickshire. Allí se libró el 23 de octubre de 1642 la primera batalla de la guerra civil inglesa -también la primera-, una terrible contienda en la que intervinieron más de 40.000 hombres entre las tropas monárquicas, bajo el mando del príncipe Rupert del Rin, sobrino del rey Carlos I, y las parlamentarias, conocidas como "cabezas peladas", al mando de Oliver Cromwell. Al terminar el día, el campo estaba cubierto de cadáveres, heridos y moribundos.
Un mes después, varios aldeanos vieron y oyeron en el mismo lugar lo que al principio pensaron que era otra batalla. Cuando de repente todo aquel cuadro desapareció, se asustaron y huyeron. Pero el día de Nochebuena la batalla fantasma se reprodujo de nuevo con todo lujo de detalles. Las noticias de semejantes eventos llegaron al rey Carlos I quien, desconcertado por los relatos, nombró una comisión de oficiales de su confianza para que investigaran en su nombre.
Al parecer, unos pastores estaban cuidando de sus rebaños durante el día de Nochebuena cuando de pronto oyeron el inesperado sonido de tambores que se aproximaban. En un instante pudieron ver cómo los dos ejércitos aparecieron en el cielo, con sus banderas y pendones desplegados, disparando mosquetes y cañones. Los dos bandos lucharon encarnizadamente durante varias horas hasta que, finalmente, desaparecieron sin dejar rastro en la madrugada del día de Navidad. A la noche siguiente los pastores montaron guardia en el campo, pero esta vez acompañados por ciudadanos ilustres y respetados de su parroquia, así como de las poblaciones vecinas. Los testigos quedaron asombrados cuando los dos ejércitos aparecieron de nuevo "con el mismo tumulto guerrero, luchando con la misma fiereza y furia que antes". Ésta no fue la última aparición. El fenómeno se repetiría en tres ocasiones más, de suerte que los oficiales enviados por el rey pudieron contemplar por sí mismos la batalla, e incluso reconocieron a alguno de los combatientes que habían fallecido en la lucha original.
A su vuelta, los oficiales no sólo trajeron el testimonio de los pastores de la zona, sino que aportaron una detallada confirmación de los hechos al haberlos vivido en primera persona.
A partir de entonces, se registraron numerosas denuncias en diferentes puntos de la geografía inglesa acerca de extraños estruendos y de la aparición de batallas fantasmas. Una de ellas fue la de Naseby, en Nortamptonshire, que tuvo lugar el 14 de junio de 1645. Fue uno de los episodios más importantes de la guerra y acabó con la derrota de las fuerzas monárquicas por los ejércitos parlamentarios. Sin embargo, en este caso las leyendas aseguran que la representación tenía lugar el mismo día de cada año... ¡durante casi un siglo! Esa jornada los habitantes de los pueblos de la zona se reunían en una colina cercana para ser testigos del extraño espectáculo que tenía lugar en el cielo, en el que se repetía el tronar de los cañones, las luchas de los hombres, el ondear de las banderas al viento y contemplaban las cargas de la caballería. Incluso oían los gritos y los lamentos de los heridos.
• La batalla de Gettysburg
Siguiendo el gusto por los fantasmas del que parece hacer gala la cultura anglosajona, también alrededor de la Guerra Civil norteamericana han tenido lugar "contiendas fantasmales". La más importante de todas se produjo en la ciudad de Gettysburg, considerada uno de los enclaves más embrujados de los Estados Unidos.
Allí, entre los días 1 y 3 de julio de 1863 se desarrolló la mayor batalla en territorio norteamericano, donde fallecieron miles de hombres. La gran victoria del ejército unionista, al mando del general George Meade, sobre las tropas de la Confederación, a las órdenes de Robert E. Lee, fue capital para el desenlace del conflicto.
Son innumerables los testimonios de visitantes que han observado y oído figuras de soldados luchando por los alrededores del Gettysburg Co//ege, cuya ubicación fue el centro de la sangrienta batalla y que además sirvió como hospital de campaña para alojar a los heridos en la dura contienda. En la actualidad los testimonios continúan entre los estudiantes y empleados del centro -sobre todo por el Penssylvania Hall, edificio tomado por los confederados como punto de vigilancia-, que han visto soldados fantasmales deambulando por el edificio y extrañas luces en la zona.
También se han venido realizando diferentes investigaciones paranormales porto-do el campus, aportando fotografías y filmaciones que, por desgracia, no son concluyentes.
• Griegos y romanos, más apariciones
Uno de los casos más interesantes es el que tuvo la oportunidad de vivir el mayor A. D. McDonagh, oficial británico destinado al Ejército de las Indias.
Un día, mientras cabalgaba por unas colinas boscosas próximas al rio Indo se encontró de repente en medio del campamento militar de un grupo de soldados con apariencia de antiguos griegos. Tras la sorpresa inicial, comprobó que se podía mover por él con total libertad. Allí pudo ver tres altares, y más allá divisó a un grupo de hombres, en el otro extremo del valle, reunidos alrededor de un objeto que, desde su posición, no alcanzaba a ver. McDonagh decidió acercarse y entonces pudo observar una gran piedra labrada con una inscripción en griego que parecía recién grabada. El mayor desconocía el idioma pero, sin embargo, sin saber cómo, pudo leer y entender lo que estaba escrito: era una referencia a la muerte de uno de los generales de Alejandro Magno. Al igual que los demás hombres que le rodeaban, también él experimentó una gran sensación de pena. De repente, como si de una ensoñación se tratara, el fenómeno terminó y se encontró de nuevo sobre la colina, mirando hacia el valle, totalmente consciente de lo que acababa de experimentar, aunque sin entender cómo había ocurrido.
Días después McDonagh regresó a la zona para explorarla en profundidad junto a un grupo de trabajadores. La vegetación estaba más crecida de lo que él recordaba y tuvieron que abrirse camino para llegar al extremo del valle donde habían visto el monolito con la inscripción. Cuando finalmente lo hallaron, descubrió los restos de una inscripción griega muy erosionada por el tiempo. El mayor no había tenido ninguna duda sobre lo que había visto en la extraña aparición. Posteriormente se comprobó que ese valle resultó ser uno de los lugares elegidos por Alejandro Magno para levantar sus campamentos en el año 326 a.C., antes de cruzar el rio Indo.
Otros testimonios de una aparición en grupo tuvieron lugar en las cercanías de Oldbury Camp, el condado inglés de Wiltshire, donde fue visto un destacamento de soldados romanos mientras marchaba a lo largo de la antigua carretera . La narración de un pastor que vio la columna romana fue muy descriptiva: "Hombres con barba, que llevaban faldas y grandes cascos con un plumero arriba. Un pájaro con garras, encaramado en un asta -el estandarte romano-, desfilaba ante ellos".
A comienzos de los 70 del pasado siglo tuvo lugar un extraño fenómeno en el hogar de la familia Wakefield Smith en Windsor, Inglaterra. Se encontraban paseando por el jardín cuando, de repente, empezaron a escuchar extraños y contundentes ruidos. Marido y mujer creyeron hallarse en medio de una batalla, puesto que a su alrededor oían un entrechocar de metales, como el de espadas golpeando armaduras. Acto seguido presenciaron las visiones de la lucha. El efecto era de una frenética actividad. Aterrorizados, al cabo de un tiempo que no fueron capaces de precisar, el fenómeno terminó tan de repente como había comenzado, y el jardín recuperó su tranquilidad habitual.
Según la historia y la tradición local, la contienda correspondía a un enfrentamien-to entre romanos y bretones que tuvo lugar en la zona cientos de años atrás.
• La "revuelta fantasma" de Holme Hale
El siguiente caso fue relatado por otro matrimonio, los Reeves, e investigado por un equipo de la televisión británica.
Tras visitar a unos amigos, la pareja regresaba a su casa de Holme Hale, en el condado inglés de Norfolk. Era de noche, la luna brillaba y había ráfagas de niebla. La señora Reeves bajó del coche para abrir la puerta del garaje. "Entonces oí unos gritos cercanos y le dije a mi marido que alguien parecía necesitar ayuda. Inmediatamente se oyeron otros gritos más numerosos, acompañados de ruidos de pies que coman. El sonido parecía proceder del otro lado de un puente que había a unos cientos de metros de casa".
Preocupados, el matrimonio fue a ver qué ocurn'a: "Los ruidos no sólo continuaban, sino que iban a más. Empezamos a oír el galope de caballos. Entonces pensamos que podían ser de una granja vecina. Estábamos dispuestos a volver a casa cuando el galope y el griterío se acercaron. Seguíamos sin ver a nadie, pero entonces los diferentes ruidos y voces parecían rodearnos... Luego se oyeron otros sonidos, como de palos que chocaron con espadas. Era como escuchar la banda sonora de una película de Robin Hood".
El matrimonio estaba asustado y retrocedió rápidamente hasta refugiarse en casa, tratando de evitar la confusión que reinaba a su alrededor. Al cabo de un rato los ruidos fueron alejándose en dirección a un campo cercano y se perdieron en la distancia. "Fuera lo que fuera desapareció. Todos los perros del pueblo comenzaron a aullar a la vez durante varios minutos".
El programa Timeslips -Saltos en el tiempo- de la BBC investigó el incidente. En los archivos históricos no constaba que hubiera habido ninguna batalla en los alrededores de Holme Hale; sin embargo averiguaron que la experiencia de los Reeves, que también había sido escuchada por otros vecinos, podía explicarse de diversas maneras: por una parte, la zona había sido saqueada en dos ocasiones por los daneses en el siglo II; hacia 1530 también habían tenido lugar varios disturbios en contra del cercado de los terrenos comunales, y más tarde, en 1549, durante la rebelión agraria de Robert Ket, algunos campesinos rebeldes recorrieron un camino que atravesaba Holme Hale. Los rebeldes tenían su campamento en Hingham, no lejos de allí, y al parecer éste fue atacado por tropas enemigas.
• Fantasmas vikingos
La isla de lona , al nordeste de Escocia, en las Hébridas, está considerada tierra sagrada, donde se encuentran las tumbas de soberanos escoceses, irlandeses, noruegos y franceses, entre ellas, la de Dalriada y las de sus sucesores, los primeros reyes de Escocia. Pero por encima de todo, allí San Columba fundó en el año 563 un monasterio, conocido hoy en día como la Abadía de lona. Numerosos visitantes y vecinos de la isla aseguran que, en ocasiones, cuando cae la noche, es posible escuchar una música misteriosa que "no viene de ninguna parte", los sonidos de unas campanas inexistentes y la aparición de fantasmales monjes junto a luces inexplicables que parpadean en la noche. JohnMacMillan.unode los pobladores de la isla, caminaba una noche de verano por un sen-
dero que pasa por la abadía y... "Al acercarme a la playa , pude ver, iluminada por la claridad de la Luna, una flotilla de barcos vikingos que navegaban hacia el norte. Eran catorce embarcaciones, cuyos remos se hundían ritmicamente en las aguas. En las grades velas cuadradas se veían pintados los emblemas vikingos. Como se estaban acercando a lacosta , pude distinguir los rostros de los marineros que parecían gritar, aunque yo no lograba escuchar ningún sonido. Al borde de la playa, un grupo de monjes los observaba al principio con recelo y pronto con terror. Vi después cómo los invasores se precipitaban sobre los monjes, los masacraban y se dirigían hacia la abadía. No podría decir si transcurrieron unos instantes o una hora antes de verlos regresar, cargados con su botín, llevándose el ganado de los monjes. Entonces el cielo se iluminó con rojos fulgores y la abadía se convirtió en pasto de las llamas. Los vikingos cargaron su botín en los barcos y volvieron a adentrarse en el mar . La playa retomó su calma".
Curiosamente, a comienzos del siglo IX, en 806, la abadía fue saqueada y los monjes muertos. En menos de once años desde esa fecha, la abadía sufrió otros tres ataques similares, todos ellos atribuidos a incursiones vikingas.
• Fantasmas que buscan cadáveres
Otro caso documentado fue el investigado por el doctor James McHarg en el boletín de la Soc/efy forPsychical Research británica en diciembre de 1978. "En enero de 1950, la señorita Smith se dirigía a pie hacia su casa, en Letham (Angus, Escocia), tras pasar la velada en casa de unos amigos. Iba en coche, pero había sufrido un percance y tuvo que abandonar su vehículo y hacer a pie los 13 km que faltaban hasta su casa. Se encontraba más o menos a 800 m de su pueblo cuando comenzó la extraña aparición que duró unos 12 minutos aproximadamente".
La zona que atravesaba en aquel momento era el emplazamiento del antiguo lago Nechtanesmere, ya desaparecido. Éste fue escenario de una batalla en mayo de 685. Egfrith, rey de Northumbria, había sido derrotado por los pictos, capitaneados por su rey Bruce Mac Beli. Egfrith fue muerto. Tras caer en una emboscada, el ejército de éste había sido puesto en fuga en las orillas del lago, donde tuvieron lugar las luchas más enconadas. "La experiencia empezó cuando hubo alcanzado la cima de una colina desde donde se dominaba Dunnichen Hill. Eran más o menos las dos de la madrugada, cuando vio unas antorchas que se movían a lo lejos. Siguió adelante, y las antorchas quedaron a su derecha; más adelante, vio otras figuras que también portaban antorchas. Una de ellas estaba en un campo que se hallaba a unos 45 m de distancia de donde ella se encontraba. La señorita Smitn tuvo la impresión de que había tropezado con una actividad que ya estaba en marcha en el momento de llegar ella".
Aunque hacía ya mucho tiempo que la tierra había sustituido a las aguas del lago, en el relato de lo ocurrido se refería a figuras "que seguramente bordeaban el agua... y que trataban de identificar a sus muertos, ya que se había fijado particularmente en una figura que daba la vuelta, uno tras otro, a los cuerpos yacentes".
La señorita Smith ofreció una excelente descripción del modo en que iban vestidas las figuras. Vio 'mallas oscuras' y 'una especie de guardapolvo con cuello alto'. Al final de las túnicas había una especie de anilla. El sobrero parecía una gorra enrollada y aplanada. Las antorchas eran muy largas y estaban hechas de un material de color rojo brillante".
Tras entrevistar a la mujer, el doctor McHarg había investigado minuciosamente la experiencia. Averiguó que en Escocia las antorchas se hacían antiguamente con las raíces resinosas del abeto escocés -de color rojizo y notablemente largas-, y la descripción del ropaje, asimismo, se asemejaba mucho al atuendo de un guerrero picto que aparecía en un conocido bajorrelieve.
Esta aparición presenta un notable parecido con otra ocurrida el 14 de enero de 1969 en la isla de Wight, en la que el matrimonio White vio "a una multitud de figuras con antorchas bajo la luz de la Luna" que parecían dedicarse a la misma actividad: buscar a las víctimas de una batalla para enterrarlas. Sólo diferían los atuendos, que correspondían a diferentes épocas históricas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario