Las pistas de Nazca

Entre otros muchos enigmas históricos que conserva el continente americano se encuentran las denominadas "pistas de Nazca" y otros dibujos aéreos como el "candelabro de Pisco". Se trata de unos dibujos perfectamente geométricos, de dimensiones en muchos casos kilométricas y que sólo han podido ser trazados desde una gran altura. ¿Qué son? ¿Para qué sirvieron? Algunas hipótesis apuntan a la posibilidad de que su función consistiera en servir de cosmodromos para las naves extraterrestres. Tal vez la teoría pertenezca más a la ciencia - ficción que a la lógica. Sea como fuere, ahí están las pistas y dibujos, para la inquietud de los investigadores y para el asombro de todos.

LAS PISTAS DE NAZCA

Y otros dibujos aéreos
FUENTE: Gran enciclopedia gráfica dirigida por el Dr. Fernando Jiménez del Oso

El descubrimiento de las pistas de Nazca y de otros muchos dibujos aéreos repartidos por otros lugares en la misma región ha planteado a los arqueólogos muchos quebraderos decabeza. Tantos que prefieren desentenderse de ellos y centrar toda su atención en elestudio de lo que siempre se ha considerado propio de la arqueología; es decir, los restos, generalmente funerarios, en el caso de América del sur restos preincaicos en forma de cerámicas, tejidos y sepulcros, y alguna que otra momia.
Considerada como región arqueológica, el área de Nazca se halla situada a la altura del paralelo 15, en la Cordillera Occidental de Perú, y comprende las fases estilísticas Paracas - Cavernas, Paracas - Necrópolis, Nazca I, Nazca II, Pacheco, lea I, lea II e Inca. Con respecto a los restos arqueológicos habituales se ha escrito en abundancia, pero acerca del más grande enigma que guarda la región, muy poco, prácticamente nada, seguramente porque estos estudiosos encorsetados en la ciencia oficial poco tienen que decir. El "material" a investigar no es el acostumbrado, porque no se trata de trozos de vasijas de barro, ni huesos, ni restos de tejidos, ni de estatuas, ni siquiera de enterramientos, ni de ruinas de templos, palacios o fortalezas. Es algo totalmente distinto.


UNOS SORPRENDENTES DIBUJOS

Se trata de algo que rompe los cimientos de la ciencia arqueológica y seguramente también de la sensatez que se cree debe imperar en los ambientes científicos: unos imponentes dibujos, de trazos gigantescos, de formas su-gerentes, a veces reconocibles y otras simple-mentes pura geometría, trazados sin duda alguna por personas con profundos conocimientos de matemáticas e ingeniería, y con unos medios tecnológicos necesariamente sofisticadísimos, que desde luego en ningún caso fueron inferiores a los que en la actualidad existen y se emplean en obras de especialísimas características y envergaduras, como podrían ser las bases de navegación aérea y espaciales rusas y norteamericanas. Tales dibujos mencionados se encuentran en una región desolada y casi desértica, denominada las "pampas" de Nazca y de Pulpa, en las que un sistema de colinas naturales rompe la monotonía llana de unos valles de aspecto casi lunar.

En el territorio de Nazca, actualmente, nada hace recordar a los constructores de las misteriosas pistas. La población indígena guarda de su pasado sólo un vago recuerdo.

Los trazados, sin embargo, no se ven afectados por los accidentes geográficos ni orográfi-cos: cruzan los pequeños valles, ascienden y descienden por las suaves laderas de las colinas, saltan sobre las quebradas sin abandonar nunca la linealidad de su trazado. Es un sistema de dibujos planeado geométricamente y realizado después sobre el terreno con absoluta perfección, en una extensión que abarca los cincuenta kilómetros de extensión. ¿Qué son esos dibujos, y para qué sirvieron? Y, sobre todo, ¿quienes fueron sus autores y constructores?
Observemos las fotografías aéreas: desde luego el conjunto de dibujos se nos aparece como algo funcional. Son centros geométricos de los que parten a modo de radios, líneas paralelas , perpendiculares u oblicuas, con trazados perfectos, trapecios y triángulos. Son como carreteras y terrazas delimitadas por pequeños bordillos; pero carreteras que no conducen a ninguna parte, como no sea a la locura de repetir eternamente el mismo trayecto de ¡da y vuelta, para adelante y hacia atrás como si estuviéramos recorriendo un laberinto infernal.
No sólo se contemplan dibujos geométricos; también los hay que representan vegetales, tortugas, serpientes tricéfalas, arañas, seres antropomorfos, y otras muchas imágenes más difíciles de reconocer y de interpretar. Y, a unos pocos kilómetros del poblado actual de Nazca, en el barranco del Puquio aparecen algunos de esos dibujos blancos sobre un fondo de tierra roja.

Las explicaciones científicas no existen a la hora de clarificar el misterio que suponen estas pistas y dibujos. No hay soluciones sensatas al asunto, no hay respuestas ortodoxas. Y con las heterodoxas hay que tener mucho cuidado, porque muchas de las que se han aventurado no tienen fundamento alguno que satisfaga al menos las más pequeñas garantías de rigor.

Todo lo que se conserva del pasado de América del centro y del sur es misterioso, dominado por seres superiores, a quienes hay que hacer responsables de todo; también de las realizaciones de Nazca.

BUSCANDO UNA EXPLICACIÓN VALIDA

Paul Kosos, un prestigioso arqueólogo, bien integrado en lo que podríamos llamar el sector "oficial" de la ciencia, se ha atrevido a formular una hipótesis para el conjunto de obras de Nazca que pueden ser consideradas como construcciones o trazados civiles.Según esta teoría, las pistas y plataformas, teniendo en cuenta que se irradian a partir de un centro respetando sustancialmente los ejes direccionales de los cuatro puntos cardinales y sus fracciones intermedias, debían servir - según Kosos - como puntos de observación astronómica, para poder seguir la trayectoria de los planetas y los astros y obtener, como consecuencia de su estudio, una división del tiempo suficientemente exacta para no sufrir percances inesperados en los ciclos vegetativos de explotación agrícola.

En el entorno de Nazca se conservan en el recuerdo sólo vagas alusiones a la llegada y posterior huida de los dioses del cielo. La incultura del abandono son casi totales.

Por su parte, Bobert Charroux ha escrito lo siguiente: "El hecho de que las líneas rectas y oblicuas se dirijan al horizonte escalando las montañas y cimas de la cordillera, sin preocuparse de desviarse para evitar un abismo o un pico, parece indicar bien claro que se trata de una perspectiva brusca, vista desde muy arriba, por un observador colocado bien en un avión, o bien en un planeta. Los terrestres, en 1962, enviaron señales a la Luna y en dirección del resto del Cosmos con poderosos rayos láser, de los que conocemos la precisión, el alcance y la potencia. El misterio de Nazca se aclararía singularmente si imaginásemos que unos sabios extraterrestres han trazado con rayos láser o con cualquier otro medio esos dibujos enigmáticos que representan, tal vez, la escritura geométrica de una civilización muy avanzada. Los dibujos de animales, de plantas, los rectángulos y triángulos, por una parte, los rasgos y figuras insólitas por otra, serían piezas analógicas que querrían decir: he aquí vuestra escritura y aquí la nuestra; descifradla."
No se detiene este autor en intentar explicar cómo se resolvieron los desniveles y accidentes del terreno en el momento de trazar los dibujos. Además, sus sugerencias acerca de mensajes inconcretos con la intención de dar a entender que no estamos solos en el Cosmos, no convencen ya a nadie. La opinión que se va extendiendo, y lo hace cada día más y con mayor seguridad, es que los conjuntos de dibujos que se pueden observar en Nazca y Pulpa sugieren más que ninguna otra cosa los elementos de un aeródromo y un centro para vuelos espaciales.
Podrá echársenos en cara enseguida que nos estamos metiendo de cabeza en el tema de los ovnis; y no se trata de eso tampoco. No nos consideramos ni defensores de la realidad de los ovnis a ultranza, ni detractores. Hay que reconocer que, hasta ahora, no se ha esgrimido ningún argumento de peso negando la posibilidad de la existencia de los mismos. Pero, limitándonos al tema que nos ocupa en esta ocasión, conviene que nos planteemos seriamente esta cuestión: si es prácticamente imposible, o por lo menos muy improbable, que los dibujos haya,n sido trazados y ejecutados por antepasados preshistóricos, o anteriores a los que conocemos con tal denominación, hay que admitir la posibilidad de que sus autores hayan sido extraterrestres, porque la realidad está ahí, no es discutible, y alguien es el responsable. No se ha conformado sola. Tal vez hayan sido antepasados genéticos de los humanos, prehumanos, o seres terrestres inteligentes no humanos. Entre estas posibilidades debemos buscar la respuesta al gran enigma.

Algunos investigadores han planteado la hipótesis de que el complejo de pistas y dibujos de Nazca fue realizado por seres prehuma-nos, tal vez reptiles, pero no por los extraterrestres.

DE LOS PREHUMANOS A LOS EXTRATERRESTRES

Algunos investigadores del pasado remoto de América del sur afirman que existen datos abundantes como para que no resulte un disparate plantearse la posibilidad de la existencia allí de seres prehumanos inteligentes, a partir sobre todo del Secundario y hasta bien entrado el Terciario y casi seguramente perdurando hasta el final de este periodo. Sobre otros argumentos, aducen los citados estudiosos la naturaleza etnológico -tradicional, contemplando el contenido de relatos mitológicos de culturas humanas primitivas antiguas y contemporáneas y las construcciones teológicas elaboradas por las religiones de civilizaciones antiguas, desaparecidas o todavía vivas. En este sentido, el argumento más sólido reside en la casi universal asociación "antepasados humanos - reptiles -sabios - dioses poderosos" muy acorde con la teoría paleontológica de la evolución de la vida en el planeta, que afirma la derivación de aves y mamíferos de formas reptilianas anteriores. Lo que la paleontología no está en condiciones de afirmar es si entre aquellas razas de reptiles había alguna racional. Los hallazgos arqueológicos, que consisten sólo en huesos fósiles, no permiten decir más que se trataba de seres vivientes, no aportan datos
acerca de si poseían inteligencia o no.
Si atendemos a los escritos de Peter Kolosimo, reproduzcamos antes que otra cosa estas palabras suyas, que pueden servir de síntesis a su pensamiento sobre el particular: "En América encontramos, más que en ninguna otra parte del mundo, en donde también existen, numerosas huellas de razas civilizadas no emparentadas con ninguna de las que hoy conocemos". Sugiere el investigador que estas huellas se deben a seres extraterrestres. Este último extremo es el que puede ser discutido en la argumentación de Kolosimo, no su planteamiento de la existencia de razas inteligentes no conocidas.
Lo más normal es que los defensores de la hipótesis extraterrestre pongan sus ojos en Nazca intentando hallar allí pruebas de que prácticamente en todas las etapas históricas hubo, como en el presente, visitas de "seres de otros planetas" a la Tierra. Y hay incluso quien opina que la raza humana es o una colonia física de tales seres o un cruce de antro-poides con ella, o unos antropoides a los que los extraterrestres consiguieron transmitir inteligencia.
Los frutos de la polémica han sido importantes desde luego. En su esfuerzo por tener razón, los defensores de la hipótesis extraterrestre han relacionados hechos, monumentos, tradiciones y textos, por todos los lugares del mundo, algunos muy alejados entre sí, estableciendo una especie de óptica nueva de los intercambios culturales que permite comenzar a ver un panorama universal del tema mejor estructurado.

¿Quién visitó en épocas remotas la región de Nazca y por qué construyó en aquel lugar unos dibujos que solamente pueden ser interpretados desde gran altura?

LOS EXTRATERRESTRES Y LA MITOLOGÍA

Las culturas del pasado no son fenómenos autónomos, independientes, en una palabra, discontinuos entre sí, hay algo más antiguo aún que las une, una especie de sustrato común intercontinental, una red de conexiones que abarca todo el planeta. Pero para que esta red no sea un espejismo, igual que en este tiempo nuestro las comunicaciones intercontinentales son físicamente posibles gracias a la tecnología aérea y marítima que las permite y facilita, también entonces tuvo necesariamente que darse ese avance tecnológico. Tuvo que haber aviones y buques transatlánticos, y puertos y aeropuertos. Y es así como, a través de esta óptica, la existencia de las pistas de Nazca se hace comprensible e incluso lógica: eran pistas para el aterrizaje y despegue de las naves.
Sin embargo, si eso sucedió en realidad, debió suceder antes de que los hombres inventaran las puntas de flechas y las hachas de piedra. Es imposible que haya sido algo simultáneo.

Paul Kosos y otros investigadores han defendido la teoría de que las pistas servían para seguir la trayectoria de los astros; pero no explican hipótesis alguna acerca de su construcción y origen.

Planteemos la cuestión de otra manera. Si construcciones como las de Nazca - y otras muchas repartidas por todos los continentes -no son humanas, y si antes de los hombres no existió otro animal inteligente sobre la Tierra, hay que pensar que tales obras fueron hechas por seres extraños a la Tierra, a no ser que la misma raza humana sea la multiplicación de alguna colonia o cuerpo expedicionario que por algún fallo técnico no pudo regresar a su base y acabó cruzándose con unos monos antropoides de aquí, restableciendo luego las comunaciones para marcharse definitivamente; o que la raza humana sea el soporte físico terrestre de otros seres inteligentes que se alojarían así en nuestros cuerpos. ¡Qué horror!

Casi de una manera exclusiva, la arqueología "oficial" se ha limitado a estudiar como bases de la historia del Nuevo Continente los restos funerarios, sobre todo tejidos y cerámica; lo demás, por misterioso, no ha sido analizado nunca.

Se ha sugerido también la hipótesis de que los trazados de Nazca fueron realizados desde el aire con rayos láser; pero ho hay argumentos que sirvan de base a tal posibilidad.

Tengamos un poco de calma. Pudiera ser también que los seres terrestres prehumanos, a pesar de tener cuerpos de reptiles, fueran tanto o más inteligentes que nosotros, a pesar de su aspecto. La hipótesis tiene más fuerza de lo que a primera vista pueda parecer, por muy abundantes razones, porque no deja de ser un hecho que no haya mitología en la que la creación no sea de alguna manera obra de un poder cosmogónico asociado o con la idea de un huevo del que todo salió, o de un ser de aspecto monstruosamente reptiliano. La antropomorfización del gran ser originario y su progenie, en culturas como por ejemplo la grecorromana, o la celta, germánica, etc. es una etapa bastante tardía de la evolución de las representaciones mitológicas. Los dioses, en las fases anteriores, son descritos como seres muy alejados de las formas y estructura humanas;sólo en algún periodo intermedio de la figura de la gran serpiente, o del gran dragón, o del gran pez, se introduce algún rasgo humanoide, que luego acaba en la formación de esos extraños seres mitad hombre - mitad serpiente, o mitad dragón, hasta la total desaparición de los rasgos reptilianos y la aparición de los dioses como cuerpos idealizados de hombre y mujer.

Para el doctor Jiménez del Oso - que aparece en esta imagen conversando conMaría Reiche -las pistas de Nazca y otros dibujos aéreos de los Andes son uno de los enigmas más impresionantes con que se enfrentan los historiadores americanistas.

LOS RECURSOS DE LOS DIOSES

No aparecen en sus descripciones primitivas los dioses sólo con tal o cual aspecto más o menos monstruoso, sino también calificados como buenos y malos según las circunstancias, al modo humano: aman, odian, luchan, se divierten, se rebelan, establecen alianzas, etc.
Se cuenta de ellos, además, que eran muy inteligentes, que llevaban a cabo prodigios y enseñaron muchas cosas a los hombres; que dominaban el espacio, las entrañas de la tierra y los fondos marinos; que disponían de armas terribles y sabían dominar las fuerzas de la Naturaleza. Cuando se desplazaban por el aire lo hacían en "carros" - naves - que eran capaces de volar como las aves; y así se transportaban con gran rapidez y sin problemas desde un lugar a otro del globo terrestre.
En la actualidad, nosotros, con los recursos que pone en nuestras manos la tecnología de que disfrutamos, somos capaces de hacer muchas cosas de las que hacían aquellos dioses primitivos. Los vehículos de que dispusieron los dioses no debieron ser muy diferentes a los que nosotros conocemos. Si volaban en aparatos semejantes a los aviones actuales, habría aeródromos semejantes también a los de hoy. Las pistas de Nazca estarían así perfectamente explicadas. Y los dibujos aéreos que no son pistas, como el mencionado candelabro, serían grandes señales establecidas para poder ser vistas desde gran distancia, desde gran altura en el cielo - a modo de faros - o desde la lejanía en el mar. Puntos de orientación en la navegación.
Y no vayamos a creer que la relación de las pistas de Nazca con las naves voladoras sólo puede establecerse hoy, cuando ya conocemos la aviación. El hecho es que en Sudamérica, y en todas las partes del mundo donde las comunidades indígenas centran su vida en la figura del chamán cuya función primordial es volar mágicamente al cielo a despachar asuntos con las divinidades. Es la ceremonia básica, todo lo demás es accesorio.
El hecho de que los chamanes, según las creencias de los pueblos que los acogen, puedan volar al cielo para pedir a los dioses ayuda y consejos con los que beneficiar a la población, es de una importancia extraordinaria, y es el núcleo fundamental de todas las demás creencias que impliquen relaciones de los hombres con los dioses. Antes los dioses habitaban también aquí, en la Tierra, pero la abandonaron por causa de algún suceso apocalíptico, y lo hicieron a bordo de unos vehículos, sencillamente volando, a algún planeta o constelación. La única manera de mantener el contacto con ellos es ir a verlos, a entrevis-tarese con ellos. ¿Cómo? Volando, no hay otro medio. Y la única persona capacitada para llevar a cabo ese vuelo es el chamán. Por eso se viste de una manera determinada y se comporta de una manera peculiar también: se adornan con plumas de pájaros, porque son las plumas, por la identificación con las aves, las que van a hacer posible el vuelo. También los ángeles tienen alas, y los demonios; los primeros, con plumas, y los otros con membranas, como los murciélagos y los reptiles del terciario.
Y añaden los chamanes a su atuendo otros elementos que se identifican con el vehículo volador y con el acto de volar, como palos con cabeza de caballo o de ave, que terminan en una especie de cola como las de las escobas de las brujas; y utilizan el tambor, sobre todo por el gran estruendo que produce, semejante al tremendo ruido de los órganos propulsores de las naves.
Al margen de todas las connotaciones mágicas que pueda tener el comportamiento de los chamanes, lo que parece no tener duda es el hecho de que está muy arraigada en las culturas primitivas la creencia de que los dioses se marcharon de la Tierra un día volando; que se llevaban a efecto vuelos, y que tales viajes requieren aeródromos. Lo que, según algunos estudiosos, debió ser Nazca, en un pasado remotísimo en el que ni siquiera los reptiles inteligentes, anteriores a la Humanidad, existían, mucho antes.

A la doctora María Reiche Neuman se deben los estudios más concienzudos y sistemáticos sobre tas pistas de Nazca. Nacida en Dresde en 1903, se hadedicado a su investigación desde 1932, toda una vida.

NAZCA, UN LUGAR MALDITO Y PROHIBIDO

Si, efectivamente, el conjunto de las pistas de Nazca fue el aeródromo y cosmodromo más importante de la Tierra en una época anterior a la teórica civilización de los reptiles racionales antecesores de los mamíferos inteligentes u hombres, la verdad es que ha quedado por millones de años al margen de las culturas y civilizaciones prehistóricas e históricas de América, como si se tratara de un lugar peligroso o prohibido. Si sucedió de verdad que al final de la Edad de Plata humana estalló una conflagración mundial de consecuencias catastróficas cuyos ecos aparecen en las mitologías de todo el mundo, en forma de diluvios, lluvias de fuego, terremotos y otros desastres, y hacen pensar en armas atómicas, no es de extrañar que fuesen bombardeados los centros logísticos más importantes que existieran, y antes que ninguno el aeródromo y cosmodromo de Nazca, que debía ser el "centro del mundo".

Para trazar los dibujos de Nazca hicieron falta medios técnicos muy superiores a los que hoy conocemos.

Pero todos sabemos cuáles son los efectos de las explosiones nucleares. Vestigios de ellas los hay en muchos lugares del planeta; pero en el territorio de Nazca no existen esos vestigios.
Por otra parte, con los conocimientos astronómicos que hoy se tienen se sabe que en la Puerta del Sol de Tiahuanaco está representado el calendario correspondiente al planeta Venus:12 meses; de ellos, 10 con 24 días, y 2 de 25 días. ¿Cómo pudieron conocer los antiguos pobladores de aquellas regiones algo tan insólito como el calendario de Venus? Los defensores de la teoría extraterrestre dicen que ésta es una prueba más de que las relaciones de Venus con la Tierra son muy anti-
guas, y que se puede hablar de venusianos como asiduos visitantes nuestros. Pudiera ser, porque casi todo es posible. Pero igualmente podría ser que los "antiguos dioses antepasados terrestres" emigraran allí precisamente cuando, según refieren las mitologías, vivir en la Tierra se les hizo insoportable. La paleontología nos informa de que la causa más probable de la desaparición de los reptiles, y de la transformación de algunos de ellos en los actuales mamíferos y aves, fue debida a un cambio muy radical en las condiciones de habitabilidad de la Tierra.

Si entre los habitantes estaban los "racionales" que hicieron posible la tecnología necesaria para construir las pistas de Nazca, no debe extrañarnos en demasía que elijiesen el planeta Venus para emigrar. De él parecían conocer muchas cosas, incluso el calendario.

COMO SE TRAZO EL CANDELABRO DE PISCO

Los investigadores que se han ocupado con detenimiento del asunto opinan que solamente es posible diseñar sobre el terreno los elementos que componen el candelabro o tridente, situándose a una gran altura, lo cual obliga a la utilización de algún tipo de tecnología que
hiciera posible el intento; es decir, una nave situada estáticamente en el aire. Desde ella se podrían ordenar las obras a los que estuvieran trabajando en tierra, o trazarlas mediante la intervención de rayos láser. Pero siempre desde las alturas.

Sin duda, se trata de un dibujo que debió servir de señalización para los que se acercaban desde el mar o desde el cielo.

La realización es muy simple: consiste en incisiones en el suelo, amplios rebajes con eliminación de materiales. Algo muy tosco, pero muy efectivo.

ENIGMATICO TRIDENTE O CANDELABRO

En Pisco, frente a una pequeña bahía, un imponente dibujo de casi 250 metros de extensión se eleva suavemente sobre la ladera de la montaña. Es una imagen que nos hace recordar un tridente o un candelabro, y que fue trazado, sin duda alguna, para que pudiera ser contemplado desde la lejanía: desde el aire o desde el mar. Otros dibujos, igualmente colosales y enigmáticos, sumados al candelabro, refuerzan la hipótesis, de la que venimos hablando, de la existencia de un cosmodromo gigantesco. Volvemos a plantearnos la gran interrogante: ¿quiénes se sirvieron de él en sus viajes de aproximación a la Tierra?
Cualquiera que llegue a la bahía de Pisco por mar o a bordo de un avión verá forzosamente la imagen del tridente o candelabro. Está grabado sobre el terreno, como en un imponente bajorrelieve, y según von Dániken se trata de una señal - guía relacionada con el gran cosmodromo de Nazca.
Y la primera pregunta que nosotros nos hacemos al enfrentarnos al tridente es que por qué precisamente esa figura, y no otra.
¿De qué se trata? ¿ Es un dibujo, un ideograma, o una letra alfabética?. Y, sobre todas las demás consideraciones que pudieran hacerse, ¿ quiénes y con qué objetivos grabaron a tan descomunal tamaño esa figura y precisamente en el lugar en que está, y no en otro?
Con su habitual y conocida propensión hacia las hipótesis extraterrestres, con las que pretende explicar todos los enigmas de la Historia, o por lo menos casi todos, propone que se trata de una señal - guía para ingenios voladores. A ello se oponen los arqueólogos, aduciendo que los hombres antiguos no volaban, lo cual es una simpleza científica. No toman en cuenta la gran cantidad de tradiciones religiosas, y mitos, que nos presentan a los dioses antiguos volando sobre carros de fuego y vehículos alados; es decir, a bordo de naves.

Para algo debieron servir estas pistas kilométricas. No se concibe una obra de este calibre sólo para que sea contemplada desde las alturas. Debieron tener un fin concreto y práctico.

Este es el imponente candelabro, visto en perspectiva desde las proximidades de su base: 250 metros de longitud desde ésta hasta la extremidad superior. Fue trazado, sin duda, para ser contemplado desde lejos.

Las condiciones de extrema sequedad del clima, en la zona en que se halla el candelabro, han colaborado a la conservación de los dibujos aéreos. Es una circunstancia con la que, desde luego, contaron los constructores.

Pero volvamos al candelabro, o tridente o lo que en realidad sea la imagen descomunal que nos preocupa, y centremos en ella nuestra atención.Puede ser el tridente de Neptuno o Poseidón; y se repite mucho en las culturas primitivas, también en las americanas.
También el lugar donde se halla grabado debe ser tenido en cuenta. Está en una ensenada, frente a la que hay unas ¡sutás, las de Chincha y Sangayan, y la actual localidad de Pisco se encuentra a la mitad de camino entre Chincha Alta e lea, capital del distrito. Nazca está situada a una distancia de unos 180 kilómetros de Pisco. Es un dato a tener en cuenta, porque ha hecho pensar a algunos que allí, en la pequeña ensenada estuvo el gran puerto primitivo del Perú. Pisco está a la misma longitud que Cuzco, y en toda la costa del Pacífico sur, desde la isla de Chiloé hasta el golfo de Guayaquil,no hay otra bahía. Y estamos hablando de una distancia costera de aproximadamente 4.000 kilómetros.


TAL VEZ HUBO ALLI UN GRAN PUERTO

Si se demostrara cierta la suposición de que allí pudo haber un gran puerto, la imponente imagen del candelabro hubiera servido de punto de referencia para pescadores y navegantes, sobre todo para los pescadores, pues admitamos que un tridente es, en gran medida, un tipo de arpón. En este caso, la imagen sería un símbolo, perfectamente inteligible para todos, un ideograma de categoría universal.
Los arqueólogos objetan en contra de esta argumentación que, si es verdad que allí hubo un puerto tan importante, cómo es que no se han hallado restos de él ni en el mismo lugar ni en las proximidades. Ciertamente, no se han descubierto restos que puedan ser considerados propiamente como vestigios de un puerto, pero sí muchas ruinas de construcciones que sugieren que el lugar estuvo densamente habitado en tiemposremotos. Se han estudiado muchos restos de muros y cerámicas, y una buena cantidad de enterramientos que conservan aún su pintura original, roja y amarilla. Y además, en la zona se encontraron, y se siguen encontrando, las sorprendentes piedras de lea, que tantas polémicas han levantado.
La constatación de los restos urbanos nos parece muy interesante. Y ello a pesar de que no se sabe todavía cuántos estratos arqueológicos puede haber bajo las primeras capas.
Es muy posible, y a ello nos venimos encaminando desde el inicio de estas consideraciones, que los constructores del gran puerto de Pisco, y por lo tanto quienes grabaron en la ladera terrosa la gigantesca imagen del candelebro, fueran los mismos que diseñaron primero y grabaron después los dibujos extraños y las pistas kilométricas que han convertido a las pampas aquellas en verdaderos prodigios de geometría y matemática. Es lógico pensar que, si los constructores de las pistas de Nazca dominaban la navegación aérea, también dominaran la marítima; y en tal caso, obviamente, como ya hemos indicado, el lugar idóneo para un gran puerto es el que señala de manera clarísima el gran candelabro.

Al doctor Jiménez del Oso no le preocupa en exceso saber la finalidad del candelabro o tridente; cree más importante conocer quiénes lo trazaron y cómo.

LA HISTORIA DE LOS "PADRES DE LOS HOMBRES"

Hubiera sido conveniente, de poder disponer de más espacio, habernos referido a La Atlántida, considera en esta ocasión más como una realidad que como un mito. Obviamente, en los tiempos en que se refiere Platón al mítico continente, la disposición de las tierras sobre los mares no era la misma que hoy conocemos, ni mucho menos. Pisco, según algunos estudiosos de los mitos, estaba más cerca del continente norte de lo que puede imaginarse hoy. Y Grecia no estaba situada en el mismo lugar que actualmente ocupa. Es decir, que entre Perú y Grecia la distancia no
debió ser tan grande como lo es ahora, ya que Perú estuvo más o menos donde hoy se encuentra Recife, en la costa occidental brasileña. Ciertamente que eso sería hace unos 65 millones de años, todavía en el Terciario, y entonces no existían todavía los hombres. Pero el asunto no es tan seguro: parece ser que hay fósiles humanoides de ese tiempo, porque a ellos se refieren algunos investigadores. Además, no debe olvidarse en ningún momento que los hombres hemos derivado de los reptiles, probablemente de una especie inteligente de reptiles, como aseguran prácticamente todas las mitologías, y la etnología y la estatuaria arqueológica, sobre todo la sudamericana y la india. Y a tales se debería la supercivilización tecnológica que en estos momentos nosotros estamos considerando, relatada en las mitologías donde las máquinas voladoras son aladas, y las submarinas se parecen a peces.
Se deduce de todo lo expuesto que la Atlántida, "rica en metales, en frutos y animales desconocidos por el resto del mundo, que estaba habitada por gentes de altísima civilización, pero que por desgracia siguieron la ley inexorable de la decadencia, a saber: el elemento humano, el lujo y la materia se sobrepusieron al elemento divino. Así surgieron las guerras, y la Atlántida luego se abismó en el mar y desapareció. Pero quedó, entre otros vestigios, el tridente de Neptuno con sus 250 metros de altura, y situado precisamente en un lugar cuyo nombre es Pisco, es decir, peces.

Poco más de un centenar de kilómetros separa Pisco del conjunto de las pistas de Nazca. Es lógico, por lo tanto, pensar que existe alguna relación entre ambos, que son producto de una misma cultura.

En las cercanías de Pisco se han hallado restos de muros y otros elementos que hacen pensar en una importante concentración urbana extrañamente desaparecida.

La historia de los antepasados divinos de los hombres, aquellos que alcanzaron tan elevada civilización tecnológica y materialista que les permitía volar por los aires en aparatos y navegar en ingenios sofisticadísimos por las aguas superficiales y submarinas, y llevar a cabo tremendas guerras en las que, se deduce, emplearon la energía nuclear, esta historia que quedó incluida a jirones en la mitología, puede que tuviera uno de sus más importantes hitos en Nazca y Pisco, y que de ella sean testimonios fehacientes tanto las pistas como los dibu-
jos de extraños animales y seres antropomorfos como el fantástico candelabro o tridente.

Extraordinariam ente diversas son las imágenes que reproducen los dibujos de los Andes. Muchas representan animales conocidos o esquematizaciones de los mismos.

EL IMPERIO MARÍTIMO DE POSEIDON

Si existió un imperio marítimo de Poseidón, es muy probable que su capital hubiera sido Pisco, aunque arqueológicamente el hecho esté muy lejos de poder ser demostrado. La ensenada que se cierra con las dos islas sería el gran puerto, y las pistas de Nazca serían el gran cosmodromo, para llegada y partida de los ingenios aéreos. Todo esto, ciertamente, parece de ciencia - ficción, y a lo mejor lo es. No sabe uno al final qué es peor: si la rigidez de los arqueólogos, siempre encorsetados en los postulados de la ciencia "oficial", y la fantasía de los poetas, que muchas veces se pierde en pretensiones e ilusiones difícilmente realizables.

Se abre paso, cada día con más fuerza, la hipótesis de que las pistas de Nazca son restos de cosmodromos abandonados por no se sabe qué causas ni por quiénes.

Sea como fuere, las cosas bien pudieron ser así, aunque no haya forma humana de demostrarlas.
Esparcidos sobre la faz de nuestro planeta existen otros vestigios que tienen o pueden tener relación con Pisco y Nazca, y que pudieran ser también los restos de ese gran imperio al que nos hemos referido. Por ejemplo, los castillos megalíticos petrificados de las islas del archipiélago de Aran. Son un conjunto de muros de piedra, concéntricos, semejantes a algunas construcciones de Cerdeña, pero que se hallan vitrificados; es decir, que tuvieron que soportar algo muy parecido a una explosión nuclear. La destrucción debió ser el resultado de tal desastre atómico.
Otra cuestión controvertida es la semejanza de los grandes círculos de piedra que se encuentran en Inglaterra, Irlanda y Francia, e igualmente los conjuntos de Stonehenge y Carnac, que muchos investigadores del pasado interpretan como observatorios astronómicos y como cosmodromos tras llevar a cabo las mismas deducciones que hicieron acerca de las pistas de Nazca y el gran candelabro de Pisco. De todos estos lugares, seguramente el que mejor se adapta a ser interpreetado como cosmodromo es el que se encontró cerca de Avebury, en las llanuras de Malborough, con una extensión de 28 hectáreas y con una circunferencia que está contenida en un perímetro de 1 kilómetro. En este lugar, en el interior de una gran plataforma, que se ha realizado con una profunda trinchera interna y un terraplén de unos 15 metros de alto, atraviesan el inmenso círculo cuatro avenidas, que se comunican con cuatro accesos al exterior, orientados cada uno a un punto cardinal. Las avenidas no se cruzan en el centro, sino dando lugar a plazuelas triangulares, con sus ángulos redondeados, de manera semejante a como hacen las pistas de aterrizaje en los aeropuertos.

También en Baalbek debió existir otro cosmodromo. Es un conjunto ciclópeo, cuya plataforma monolítica no pudo ser la obra de unos primitivos, ni siquiera de los mismos constructores de las pirámides. Hizo falta una tecnología muy superior en todo lo que se refiere al trabajo de la piedra y al transporte.
En Europa, sin embargo, el enigma más insondable que puede hallarse en cuanto a construcciones se refiere se encuentra en la isla de Malta: hay allí un conjunto de edificaciones megalíticas, desproporcionadas para la población que se pudiera haber acumulado, teniendo en cuenta además que sus relaciones comerciales y marineras con Creta y Micenas no aparecen sino muy tardíamente. Existe la sospecha, para estos investigadores a los que venimos siguiendo en sus hipótesis, de que la etapa más antigua de Malta fue simplemente representar el papel de una especie de base naval, porque lo que hoy juzgamos templos sólo muy posteriormente fueron dedicados al culto; y los templos posteriores, que se limitaron a imitar a los primeros, poco tienen en realidad de templos. Más bien parece tratarse de unos refugios atómicos. No son templos subterráneos, aunque después cumplieran esa misión. Y, en este punto de nuestro relato, surge inevitablemente la siguiente pregunta: ¿ Y si hubiera sido Malta, en una etapa remotísima, una base secreta para los submarinos de la armada de Pisco, estratégicamente instalada en el centro del mar de Tetis ?A este respecto, escribió E. O. James: "No hay señales de establecimientos humanos en las islas de Malta y Gozo hasta la época neolítica, cuando la primitiva población agricultura de Sicilia empezó a
establecerse allí, hacia el año 2.500 a. C. Esta ocupación fue seguida de la de la cultura me-galítica, hacia el 1.800 a.C. Sin embargo, la fecha de las colonizaciones maltesas es muy difícil de determinar. Son ¡nfechables las instalaciones a las que nos hemos estado refiriendo, y ya algunos especialitssa se han atrevido a opinar que se produjeron en el 10.000 a.C., con lo cual hasta ellos mismos saben que se han quedado cortos."
Podríamos seguir poniendo ejemplos de construcciones y lugares que refuercen la hipótesis de naves voladoras y barcos en el pasado remoto, que estarían posiblemente relacionados con Nazca y Pisco; y sólo lograríamos con ello aumentar las dimensiones del gran enigma. Hay que volver a la realidad, poner los pies en el suelo y, aunque ello tampoco suponga cortar las alas a la imaginación, constatar simplemente que en las pampas cercanas a Nazca y junto al mar, en la ensenada de Pisco, al igual que en otros lugares de las laderas de los Andes, existen trazados misteriosos, que semejan extensas pistas, perfectamente trazadas en su geometría, y extraños dibujos con las representaciones más diversas, y el enigmático candelabro o tridente. Todo ello tal vez fruto de una raza inteligente que nos precedió sobre la faz de nuestro planeta; o el resultado de una colonización por parte de seres llegados del Cosmos y que después se vieron obligados a abandonar la Tierra por algún motivo desconocido para nosotros.