OUIJA- I PARTE: ¿Cómo se inicia una sesión?
OUIJA - II PARTE: ¿Quiénes son? ¿Qué quieren?
OUIJA - III PARTE: Riesgos y peligros
OUIJA - APÉNDICES: Nº 1 y 2
OUIJA
OUIJA - II PARTE: ¿Quiénes son? ¿Qué quieren?
OUIJA - III PARTE: Riesgos y peligros
OUIJA - APÉNDICES: Nº 1 y 2
OUIJA
Texto: José
Manuel Durán Martínez
¿Quiénes son?
¿Qué quieren?
Aunque pueda parecerte extraño,
en la actualidad los investigadores no han podido descubrir quién o qué se
esconde tras la ouija. Existen varias hipótesis que tratan de explicar el
fenómeno pero en definitiva, desconocemos por completo la naturaleza de aquello
que contesta a nuestras preguntas. El sistema se utiliza para buscar el diálogo
con los espíritus y, a pesar de que se produce un contacto, nadie puede estar
seguro de que efectivamente hayamos traspasado la frontera para hablar con los
muertos.
Sin embargo, casi la totalidad
de los usuarios están convencidos de que sus experiencias son una forma de
espiritismo, una puerta abierta para que amigos y familiares difuntos regresen
para contarnos sus cosas. Es lógico que piensen así, porque el tablero nos enseña
el rostro que nosotros queremos ver. ¿Crees que una persona que se ha sentado
junto a unos amigos para usar la ouija y comunicarse con un hermano muerto
dudará cuando el vaso afirme ser ese espíritu? Es posible que se emocione, que
algunas lágrimas se derramen por sus mejillas, pero evidentemente no
cuestionará el contacto porque, en
realidad, quiere creer que todo esto es posible.
También es verdad que los
propios comunicantes, durante las experiencias en las que no se busca un
diálogo concreto y se deja que sean ellos quienes se presenten, habitualmente
se identifican como espíritus. Sin embargo, es muy posible que el origen de las
respuestas no se encuentre en ese pretendido más allá. Es más, personalmente
estoy convencido de que los espíritus brillan por su ausencia.
Hay una cosa curiosa. Cuantas
más experiencias realizas, más seguro estás de que los muertos empujan
directamente el vaso; pero si te dedicas a profundizar, en el resultado de las
experiencias, si analizas a los participantes de las sesiones, la posibilidad
de que hayamos conversado con el más allá se esfuma rápidamente.
esta afirmación no resta
importancia al fenómeno ni a las propias experiencias, pero seguro que
desencanta a todos aquellos amantes de la ouija que creen que.en el transcurso
de sus sesiones, han logrado conversar
con diferentes espíritus.Lamento ser un aguafiestas.
Este punto es bastante más
complicado de lo que podamos llegar a imaginar y a pesar de las numerosas
experiencias que hayas podido tener.de las respuestas recibidas, podemos
afirmar, casi sin temor a equivocarnos, que los espíritus (entendiendo esto
como el alma de los difuntos) no se han presentado en ninguna de tus sesiones.
Y no sólo en las tuyas, sino también en las mías y en la de cualquier otra
persona.
En este apartado voy a exponer
una serie de puntos que, espero, te hagan reflexionar sobre el fenómeno y,
sobre todo, que despierten tus dudas a la hora de considerar el origen de las
respuestas que recibes en tus experiencias o que recibirás en tus futuras
sesiones. Estoy convencido de que después de leer estas páginas mirarás el
tablero con cierta reserva. Ojalá fueran espíritus, amigo mío, a mi también me
gustaría, pero mucho me temo que éstos no acuden a nuestra llamada, sobre todo
a través de esta práctica que podríamos considerar como un «espiritismo
descafeinado».
En principio es lógico que
estas «entidades» se identifiquen como personas fallecí das, porque en realidad
se realiza la experiencia para lograr el contacto con los muer tos. No olvidemos
también que la ouija se creó con esa finalidad, de ahí que predominen las
sesiones vinculadas al más allá. Sin embargo, tal y como se señaló al
principio, otro tipo de seres pueden «aparecer» durante tus escarceos con el
tablero.
A mucha gente le aburren los
espíritus y han encontrado en la ouija, como ya sabemos, una forma directa de
comunicarse con los tripulantes de los OVNIs, es decir, con extraterrestres. La
misma habilidad que tenemos para aceptar sin más la aparición de los
«espíritus» durante las sesiones, la tenemos para creer en las experiencias en
las que el vaso se identifica como un alienígena. Ninguna.
La ouija es una puerta abierta
para conversar casi con cualquier cosa y tal vez nos quedemos cortos al decir
«casi». Sin embargo, lo cierto es que, bien usada, podemos Obtener a través de
ella experiencias de todo tipo.
¿Te imaginas descubrir
realmente lo que pasó en Roswell en 1947, cuando un supuesto OVNI se estrelló
en el desierto? ¿Serías capaz de intentar comunicarte con Jack el Destripador
para que te revelara su identidad real? ¿Sabes que con la ouija podrías
comunicarte con «La chica de la curva» para que te cuente por qué se «aparece»
en realidad a los conductores?
Es fácil. Solamente tienes que
adecuar la sesión y tener paciencia. Tarde o temprano, no sería de extrañar, acabarás estableciendo
contacto con «algo» o «alguien» que no dudará en hablarte largo y tendido sobre
lo que sucedió en Roswell. Estoy seguro de que a través del tablero puedes
recibir una historia fantástica, donde los militares, los científicos, el
gobierno de los Estados Unidos y una raza extraterrestre serán absolutos
protagonistas. Podrás saber si hubo o no supervivientes; si se usó la
tecnología de la nave siniestrada; el resultado de las autopsias a los tripulantes
del OVNI; podrán contar-Ir si ha habido otros estrellamientos en la Tierra en
los últimos años y si existió un contacto entre los humanos y los alienígenas o
todo fue un burdo montaje que los ufólogos orquestaron años después. En este
caso, la información sería abundante y fantástica. Pero no real.
Jack el Destripador, como
cualquier otro personaje histórico, puede ser una fuente de Información
extraordinaria y la ouija, con lo que le gusta exagerar e inventarse las cosas,
podría ofrecernos un enfoque muy diferente de lo que todos sabemos sobre titos
personajes, mezclando sin duda datos históricos reales con otros de difícil
constatación. A buen seguro que cualquiera de nosotros podría pasar alguna
noche con el dedo depositado suavemente sobre el vaso, recibiendo respuestas
del mismísimo Jack. Podríamos preguntarle por qué mataba a aquellas mujeres;
por qué dejó de hacerlo; si fue atrapado o consiguió librarse; cómo y quién era
realmente. La ouija puede responder estas incógnitas, ofreciendo además valiosas
informaciones, entre ellas nuevas víctimas del Destripador que nunca se le
achacaron. Las conversaciones con este «espíritu» contendrían frases y
situaciones impactantes. Pero no serían reales.
Para los amantes del misterio,
la ouija puede ser un recurso para provocar situaciones extraordinarias. No
solamente pueden querer comunicarse con investigadores ya fe scidos sino que
incluso podrían intentar establecer contacto con «fantasmas» archiconocidos en
el mundo de la parapsicología, como Verónica, el espíritu de una chica que,
según algunos rumores, murió a manos de su novio y que puede ser invocado con
un libro y unas tijeras. Imagínate por unos momentos que puedes hablar con el
«jinete sin cabeza» o con cualquier fantasma que pulula por lugares encantados.
Una sesión donde se pretende establecer una directa comunicación con «la chica
de la curva», tal y como se preguntaba más arriba, podría ofrecernos jugosos
detalles, como su nombre, edad y otros datos personales para poner rostro a la
imagen fantasmal. Aunque algo difícil, con seriedad y muchos intentos, se
podría lograr un contacto. Pero no sería real.
Todo esto quizá te parezca algo
confuso pero, como verás enseguida, no lo es tanto La ouija es una práctica
fascinante. Eso es algo que nadie que conozca el fenómeno puede poner en duda;
pero hay que tener una cosa bien clara: no hay que creerse NADA de lo que
obtengamos a través de ella, y eso incluye a la identidad de los comunicantes.
El gran problema de aquellos
que usan la ouija es precisamente tomar como verdades absolutas las respuestas
que ofrece la tabla, sin cuestionar nunca ni las informaciones ni la naturaleza
de las mismas. Craso error.
Si algo define a la tabla eso
es, sin duda, lo mentirosa que puede llegar a ser. ¿A qué te resultaría difícil
aceptar que a través de la ouija podemos comunicarnos con personajes de ficción
como Peter Pan, Blancanieves, Spiderman o Rompetechos? ¡Claro!, es algo imposible.
Y si se me ocurriera presentarte las experiencias que indican que algunas
personas han hablado con estos personajes de ficción, es muy posible que me
tacharas de loco o que no quisieras escuchar paparruchadas, ¿verdad? Pues debes
saber que es cierto. Varias personas pueden presumir de haber recibido
comunicaciones de Mortadelo y Filemón, «hombres lobo» e incluso objetos
inanimados. Es completamente absurdo, pero la ouija es así.
Durante esas experiencias, fue
la propia tabla quien se identificó como esos personajes, ante la sorpresa de
los presentes. Nadie en su sano juicio aceptaría las respuestas obtenidas
durante esas sesiones, por mucho que los agentes de la TÍA hablaran de «El
Super», el profesor Bacterio u Ofelia. Si no aceptamos estas experiencias, tan
reales como cualquier otra, ¿por qué hacerlo cuando la ouija se identifica como
nuestro abue lo fallecido? ¡No es lógico!
¿Qué diferencia hay entre una
sesión donde el vaso dice ser la madre de uno de los presentes y otra en la que
se identifica como Pulgarcito? El fenómeno es el mismo. Un vaso que recorre el
tablero para situarse en las letras y formar palabras. ¿Por qué aceptar la
primera y rechazar la segunda? Es evidente que ni la madre ha acudido a la
llamada ni Pulgarcito es capaz de responder a nuestras preguntas.
NO SON QUIENES DICEN SER
Eso es algo que tienes que
tener siempre presente cuando realices una sesión de espiritismo. La ouija
puede adoptar la identidad que quiera y habitualmente se hará pasar como una
persona fallecida. No te lo creas y tómate la experiencia como un pasatiempo,
sin llegar a considerarla un juego porque, indudablemente, no lo es.
Si durante una de tus sesiones
recibes mensajes del genial Correcaminos o del malvado Coyote, es posible que
te rías y te burles, pero no aceptarás esa parte de los mensajes. La misma
actitud debes mantener cuando el vaso se identifique como un familiar, amigo
difunto.
Por si te queda alguna duda, lo
repito, pese a lo que digan los pretendidos expertos que pululan alrededor de
los tableros ouija. Tómate lo siguiente como un axioma a respetar y tener
siempre presente:
No existe ninguna prueba,
¡ninguna!, que demuestre el contacto con los espíritus a través de la ouija.
Las experiencias pueden ser
fascinantes independientemente del origen que le queramos dar a nuestros
comunicantes. Muchos de los resultados de las sesiones tienen mucho que ver con
las creencias, mentalidad, inteligencia y aficiones de los participantes, de
ahí que animemos desde estas páginas a anotar siempre las preguntas y las respuestas
que se realicen durante la sesión, porque es en esas transcripciones donde
pueden estar las claves para explicar la experiencia.
Si un grupo experimentado de
contacto quiere establecer comunicación con, por ejemplo, un grupo de heavy
metal de la categoría de Judas Príest, es posible que la ouija ofrezca
información sobre la banda y sus componentes, identificándose no como un músico
concreto sino como la banda en sí, algo que resulta imposible.
Un amigo del autor estuvo
hablando junto a otras personas durante más de media hora con un sombrero. De
esta peculiar manera se identificó el presunto espíritu, rechazando cualquier
relación con el más allá y afirmando una y otra vez ser ese objeto inanimado.
Puedes intentar experiencias de
este tipo, tratando de comunicarte con piedras, ordenadores, dibujos animados,
personajes de ficción, ventanas y cualquier cosa que se te ocurra, incluso con
personajes famosos de exitosas series de televisión, como el agente Jack
Bauerde 24. Sería raro que no obtengas respuesta. ¿Te imaginas? Hablando con el
agente federal de la UAT, con las piedras, con Superman, con tu propio ordenador,
con una película, con un actor, con el capitán Sparrow de Los Piratas del
Caribe. Sí. Una completa locura pero es muy posible que el vaso se mueva y se
identifique como lo que tu estás buscando. La ouija es precisamente eso.
Si lo que buscas es algo más
normal y deseas el contacto con un hermano fallecido, Un padre, un primo o un
amigo..., es indudable que también obtendrás respuesta y el vaso recorrerá las
letras inscritas en la tabla para hablarte e identificarse como tal. Insisto:
¿Por qué creer una cosa y la otra no?
Espíritus burlones
La gran mayoría de los usuarios
de la ouija tiene una respuesta para todo esto. Piensan que en estas
experiencias se pueden colar «seres del Bajo Astral» que dirán unos «espíritus
burlones», objetarán otros. Y es que cuando algo no casa con lo que queremos
siempre podemos sacar cualquiera de estas entidades, pero si lo pensamos bien
no deja de ser una excusa fácil para explicar un punto relevante del fenómeno.
Los adolescentes tienden a
achacar cualquier cosa a la intervención de los espíritus burlones, afirman que
son entidades que están ahí para gastar bromas y junto a ellos, nos encontramos
con espíritus buenos o puros y, naturalmente espíritus malignos. Recordemos una
de las preguntas típicas que realizan en las sesiones: ¿Eres bueno? Si el vaso
responde afirmativamente ¡estupendo!, pero qué pasa, ¿Los espíritus malos no
mienten?
Recuerdo las experiencias de
unos jóvenes que recibieron comunicaciones enviadas, aparentemente, por hombres
lobo. Los comunicantes comentaban sus hazañas atacando a seres humanos en bosques frondosos que
consideraban sus dominios. La noche de la sesión había una gran luna llena
situada sobre la cabeza de los muchachos y, para más inri,dos días antes habían
emitido por uno de los canales de televisión una película sobre Licántropos.
Evidentemente nadie debe creer que estas criaturas de ficción empujaban el vaso
para narrar a los chavales sus sangrientas peripecias pero objetar que todo se
debe a la presencia de espíritus burlones es, cuando menos, restarle importancia
a un fenómeno que sin duda la tiene.
La ouija esconde secretos y
siempre será impredecible. Por esa razón, tal y como apuntaba casi al
principio, es preferible que sean ellos, sean quienes sean, los que se
Identifiquen. A menudo lo harán como espíritus y nos contarán cosas curiosas;
en otras ocasiones seguro que nos sorprenderán.
Nadie tiene pruebas ni razones
de peso para demostrar que realmente son lo que dicen ser por lo que el autor
no puede etiquetar de «espíritus» lo que aún no se conoce, porque al decirlo ya
estamos ofreciendo una explicación falsa para el fenómeno.
La mejor aptitud es encogerse
de hombros, seguirle el juego al comunicante y tirar para adelante. Que nos
cuente su historia, que responda a tus preguntas y después
despidete de él, es muy posible
que la próxima vez, en la siguiente sesión, todo sea diferente.
Suele resultar bastante extraño
que la ouija aporte datos objetivos y concretos que se puedan corroborar en
días posteriores, tras una pequeña investigación. Habrás leído muchas
historias, pero la mayoría no son del todo ciertas porque si analizamos las
experiencias de los usuarios, descubrimos que la sesión no ha trascurrido tal y
como la cuentan, de ahí la importancia de anotar, siempre, las preguntas, las
respuestas y cualquier tipo de anécdota o comentario.
Si has logrado contactar con
alguien fallecido, pídele su nombre completo, edad, número de teléfono, lugar
de residencia, descripción física de su casa y de él mismo, número de hermanos,
nombre de los padres, fecha de nacimiento, fecha de defunción.. . tras la
experiencia dedícate a cotejar esos datos aunque ya te advierto que suelen ser
falsos. ¿Por qué? ¿Acaso los muertos solo se acercan a estas sesiones para perder
el tiempo y pasar un rato divertido? ¡Qué triste!
Espero que si te acercas a
estos tableros lo hagas para pasar un momento agradable o experimentar algo
nuevo, no esperes grandes cosas de tus contactos porque en realidad no son gran
cosa. Deseo de corazón que tu anhelo no sea lograr la comunicación con un ser
querido. Con el número de experiencias acumuladas irás descubriendo que en
realidad no has hecho más que perder el tiempo y tendrás la extraña sensación
de que se han reído de ti. ¿Espíritus burlones? ¡No! La ouija.
Este sistema debería servir
para establecer contacto con las víctimas asesinadas de casos sin resolver,
para que ellas mismas puedan ofrecernos la información precisa para capturar a
los responsables, ¿Verdad? Y sin embargo, estas cosas no pasan. Si por lo que
fuera intentáramos la comunicación con una persona desaparecida o asesinada, es
muy posible que el contenido de los mensajes durante esa experiencia fueran
terribles, desalentadores, cargados emocionalmente y, también, falsos.
¿Espíritus burlones? ¿Así lo explicamos?
¿JUGARRETAS DE LA MENTE?
¿Qué podemos sacar de provecho
en una sesión de espiritismo? La verdad es que francamente poco. Algunos
investigadores, en un alarde de rizar el rizo y llevando sus propias
experiencias en una dirección determinada, afirman haber logrado contactar con
los vivos.
¿Sorprendido? No es para menos.
Al parecer, y siempre según algunos estudiosos, es posible usar la ouija para
comunicarse con el subconsciente de personas vivas cuando estás, por ejemplo,
se encuentran dormidas. Hay casos muy curiosos al respecto y siguiendo esta
línea, podríamos decir que ojalá la Vasografía sirviera para que los familiares
de personas que están en coma pudieran establecer contacto con ellas, pero
mucho me temo que de producirse semejante
contacto la experiencia resultaría desagradable. dura y falsa. ¿Espíritus
burlones otra vez?
Recuerdo en una ocasión a un
matrimonio que intentando comunicarse con un familiar fallecido quisieron hacer
una ouija. Un conocido les había hablado de ella y sentían gran curiosidad por
intentar la comunicación. Lo hicieron una tarde, sentados en la cocina de su
propia casa. Requirieron la presencia de su familiar; pensaban en él,
pronunciaban su nombre y habían colocado una fotografía suya junto al tablero.
Nunca pudieron imaginar que aquella tarde iba a cambiar sus vidas. Usaban una
arandela de madera y ésta comenzó a
desplazarse alrededor de la ouija hasta formar la palabra «HOLA». Pero la
arandela no se detuvo, siguió situándose sobre las letras, hasta formar el
siguiente mensaje: «SOY HITLER». El matrimonio levantó el dedo y se miró
asombrada. Volvieron a ponerlo y la misma frase se repitió: «HOLA, SOY HITLER».
Esta vez la pareja continuó y comenzó a hacer preguntas. El pretendido espíritu
de Hitler afirmaba haber sido
traicionado y ofreció nombres de oficiales que conspiraron contra él (algunos
de aquellos nombres correspondían a la realidad, pero otros parecían completamente
inventados). «Hitler» habló de la terrible situación que vivió en el bunker,
cuando estaba siendo asediado y de lo que sentía en aquél momento y cómo llevó
a cabo Su suicidio. Admitió haberse equivocado al tomar esa decisión y lo
lamentaba profundamente, sobre todo por Eva, su mujer. Esta pareja aún en la
actualidad está convencidaa de que habló con el pequeño dictador. Yo siempre lo
puse en duda. Y tú debes hacer le mismo.
Algunos meses después, otra
persona creyó recibir mensajes del mismísimo Adolf Htler y estaba muy excitado
por la conversación que había mantenido con él ya que aseguraba que «seguía
vivo y que lo advirtiera a la humanidad porque iba a regresar más ansioso que
nunca». «Está furioso.-decía nuestro informador.-y me ha dicho que hubo un
montaje en abril de 1945. No murió y prueba de ello es que su cadáver nunca fue
hallado».
Evidentemente todo esto no es
real, las dos experiencias no pueden ser verídicas. Es indudable que las
sesiones son genuinas, que las respuestas se produjeron pero la información
resultaba falsa o confusa y, de lo que no tenemos que tener duda alguna, es que
en ninguna de las dos sesiones, Hitler hizo acto de presencia.
EL NOMBRE DE LAS ENTIDADES
Nunca debemos aceptar las
palabras que nos ofrece la ouija y a pesar de que en muchas ocasiones se
presentan como fallecidos, a veces son muy ambiguos en sus respuestas. Cuando
se les pregunta por sus nombres, podemos encontrarnos con respuestas normales como
«Carmen», «Sofía», «Carlos», «Eduardo» y muchas veces no les gusta ofrecer
demasiados detalles sobre ellos mismos. Pero a veces, dicen llamarse «456»,
«V», «XZ», «Lord», «Fet» o «M76» y las conversaciones que se mantienen con
estos últimos son tan interesantes y válidas como las que se pueden obtener con
los primeros.
Tal y como se ha indicado.es
habitual que la ouija afirme ser el «espíritu» con el que queremos comunicarnos
y, con un procedimiento tan sencillo, resulta cuando menos sospechoso que obtengamos
resultados satisfactorios y que las respuestas procedan no solo del más allá
sino de nuestros propios familiares ya fallecidos, actores ya difuntos o
personajes históricos. Sería muy interesante mantener un diálogo con Juana de
Arco, para que nos cuente todo el proceso que sufrió antes de ser quemada en la
hoguera o que el propio Jesucristo nos narre su penuria en el momento de la
crucifixión. Pero esas historias narradas a través de la tabla, jamás deben ser
tomadas como verdades, para que lo entiendas mejor, un grupo de contacto e
incluso algunos adolescentes en su primera experiencia, podrían recibir
respuestas de Jesucristo y a buen seguro que la historia narrada sería brutal e
impactante, pero... sería mucho más rica en detalle si, por ejemplo, pocos días
antes alguno de los participantes hubiera visionado La Pasión, de Mel Gibson,
por lo que ya puedes hacerte cuál es el origen de las respuestas o, en su
defecto, de dónde se obtiene la información que queda plasmada durante la
sesión de, repito, este espiritismo descafeinado.
Si NO SON ESPÍRITUS... ¿QUÉ SON?
En gran cantidad de ocasiones
(aunque no en todas) se trata de fraude inconsciente, es decir, los propios
usuarios de la ouija tienden a conducir la experiencia mediante sus preguntas y
la información que obtienen en los mensajes son datos que ya conocen; muchas
veces incluso tiene gran relación con cosas recientes. Por ejemplo, no hace
mucho un chico me contaba que había logrado mantener un rico y jugoso diálogo
con un romano, que le estaba facilitando bastante información sobre aquélla
época. Lo curioso de todo esto es que el chico, dos semanas antes de obtener
esta experiencia, se había comprado en DVD la serie Romo, que meses atrás había
emitido un canal de televisión. Ante casos como este, no podemos inclinar la
balanza sobre la posibilidad de que en realidad el contacto fuese real, es
decir que un espíritu de siglos pasados empujara la moneda para ofrecer
respuestas.
En primera estancia es lo que
parece, ¿verdad? Este instrumento permite o facilita el contacto con los
muertos, ¿quién sino va a empujar el vaso? Curiosamente cuanto más ahondas en
tratar de desentrañar este aspecto del misterio, descubres que si en una
balanza colocas por un lado los datos que sustentan esta inquietante posibilidad
y en la otra toda la información que la rechaza, la balanza pronto acabará
inclinándose hacia este último lado. A groso modo, y diciéndolo de un modo
quizá un tanto brusco,en las sesiones con la ouija, «los espíritus no tienen la
educación de presentarse».
Si no estás conforme con lo que
se ha dicho hasta ahora y aceptas esas experiencias en las que puedes hablar
con tu abuelo o amigo fallecido pero rechazas, por imposible, los mensajes
recibidos por Caperucita Roja o los mismísimos Oliver o Benjí de los dibujos
animados.Tú mismo puedes hacer la prueba. Es fácil. Si no te cuestionas esta
posibilidad es porque, además, eres de esas personas que ven posible que los
espíritus queden atrapados en el lugar donde se ha ejecutado la sesión, o que
esos espíritus sean capaces de manifestarse haciendo alarde de sorprendentes
efectos paranorma-les,así como tomar posesión de tu cuerpo o hacer tu vida
desgraciada. Si es así, le estás otorgando a los espíritus (¿cómo sabes que son
en realidad quienes dicen ser?) y a la ouija un poder que, en realidad.no
tienen.
Cuando estés en el transcurso
de una sesión con la ouija, fluida y rica en respuestas, pide a tus compañeros
que cierren los ojos. Te llevarás una fuerte sorpresa porque si nadie ve el
tablero parece que los espíritus se quedan ciegos.
Puedes hacer otra prueba más.
Tú y tus amigos,antes de poner el dedo sobre la moneda o el vaso, taparos los
ojos con una venda y te aseguro que acabaréis cambiando de hobby. Si logras que
el vaso se mueva.su movimiento será tímido y sin sentido alguno, sin que
aparezcan respuestas coherentes. Pero hay más pruebas que puedes realizar.
Tal y como se explica al
comienzo de este recorrido por el mundo de la ouija, existe gran variedad de
tableros, de diversas formas y diseños. Si tú y tus amigos estáis habituados a
una misma tabla (quizá alguno del grupo la haya comprado en alguna tienda
esotérica) o quizá sois de esas personas que gustan de preparar una «ouija
casera» para cada sesión, prueba alguna vez con una tabla cuyas letras no sigan
el orden habitual y que estén distribuidas de manera desordenada. A buen seguro
que tú y tus amigos tardaréis bastante en obtener mensajes coherentes...
precisamente hasta que vosotros os adaptéis al nuevo tablero y vayáis
conociendo la ubicación de las letras, curioso, ¿verdad?
Cuando se le pregunta a un
espíritu por su nombre y el vaso se coloca en la «R», los propios
participantes, muchas veces de forma totalmente involuntaria y sin darse apenas
cuenta de ello, buscan la siguiente letra en el tablero, posiblemente una «O».
Aquí hay.entre otras, dos opciones: Rocío o Roberto. Alguno de tus amigos puede
mirar directamente a la «C» o a la «B» y dependiendo dónde se coloque el vaso,
el resto es bastante fácil. Con un «tablero ciego» la dificultad es mayor pero
sólo, tal y como se ha dicho, hasta que se aprende la distribución de las
letras. Podemos pensar que a los «espíritus» también les cuesta adaptarse a las
nuevas situaciones; esos «espíritus» capaces de aparecerse, de mover objetos.de
tomar posesión de una persona, de causar desgracias, de adivinar el futuro...
en realidad todo parece bastante más sencillo, ¿no crees?
DIME CÓMO ESCRIBES Y TE DIRÉ QUIÉN ES
Tener la trascripción de las
sesiones es muy importante para que vayas conociendo mejor este fenómeno y, si
al cabo de unos meses logras comunicarte con la misma «entidad», puedes
corroborar la información que te dé o no volver a hacer las mismas preguntas.
Pero no es sólo relevante por eso, sino porque para un investigador tener la información
de todo lo que ha pasado durante la experiencia es vital, ya que las propias
respuestas dicen mucho del origen de las mismas, siempre y cuando tengamos
acceso a todos y cada uno de los participantes.
En una ocasión, durante una
experiencia, el pretendido espíritu dijo, literalmente: «me estoy avurriendo».
Vaya, lo primero que podemos pensar es que desde el más allá también se cometen
errores ortográficos, pero antes había que comprobar una cosa. Separé
a todos los participantes y les
pedí que escribiesen varias palabras en un papel.entre ellas «aburrimiento».
Uno de ellos lo hizo con «V», igual que el espíritu. Y siempre pasa igual.
Cuando se detectan ciertas expresiones o errores gramaticales, entre los
participantes siempre aparece alguien que suele escribir de esa manera, por lo
que el origen de las respuestas podría encontrarse bastante más alejado del más
allá de lo que pensamos.
Esta visión de la ouija, más
racional y factible que la que apunta hacia el desconocido mundo de los
espíritus, no le resta importancia al fenómeno ya que pese a que los propios
participantes son responsables (directos o no) de las respuestas que se obtienen
durante las sesiones (al menos en un buen número de experiencias) eso no significa
que sean fraudulentas, en absoluto.
Prueba alguna vez a comunicarte
con un objeto inanimado, como un bolígrafo o revístales posible que te lleves
una grata sorpresa;sobre todo cuando notes que el vaso se desplaza y que afirma
ser ese bolígrafo. Puede convertirse en una conversación absurda, con frases
estúpidas del tipo «se me acaba la tinta», «me aprietas demasiado», «escribo
mucho». La mente juega un papel importantísimo en una experiencia ouija y la
imaginación es ilimitada. Puedes obtener prácticamente lo que quieras, pero...
desconfía siempre de la realidad de estas informaciones y, por supuesto, duda
sobre la naturaleza de los supuestos «espíritus».
EL DIABLO ASOMA LA NARIZ
Si vas a utilizar la ouija
debes estar preparado porque, tarde o temprano, vas a recibir la «visita» del
Demonio. Pero no te asustes que tampoco es para tanto.
Una de las extrañas
peculiaridades del tablero, casi como si fuera un capricho, es la de lanzar
mensajes que suelen asustar bastante a todos o algunos de los participantes,
como: «Alíate con Satán», «Soy Lucifer», «Os habla el Diablo», «Seréis hijos de
Belcebú». Si a ti te ocurre esto espero que no te asustes demasiado porque, en
realidad, no hay motivo. Probablemente se trate del aspecto más infantil del
fenómeno y no hay de qué preocuparse porque, como ya sabemos, no son quienes
dicen ser.
Para mucha gente esto es motivo
para considerar la experiencia negativa, pero tú tienes que tomártelo como un
chiste, levantar el dedo y procurar olvidarte de todo. O bien, si lo prefieres,
puedes volver a intentarlo. Como ya se mencionó en el capítulo dedicado a «la
sesión», puedes mantener una conversación muy rica e interesante con un
presunto espíritu aunque, en cualquier momento, te surjan frases «pretendidamente
diabólicas» que te dejen desconcertado. Son esas «interferencias» de las que se
hablaba anteriormente y que nadie sabe por qué se producen... ¿o sí?
Sobre la ouija se ha tejido una
leyenda negra que ha sido alimentada a costa de rumores infundados, otorgándole
al tablero un poder o influencia que los «grandes expertos» en la materia
califican de diabólica o infernal. Cuando se cuentan historias de la ouija
siempre tiende a exagerarse como si en realidad estuviéramos narrando una
historia de miedo. Pero Satán está de moda y la tabla es un buen medio para que
se juegue con esta insólita parcela del fenómeno. Para que tengas una idea más
o menos clara de aquello a lo que te enfrentas, si no hubieras leído este
apartado del libro, es posible que tus experiencias fueran limpias hasta que te
fueses informando más del fenómeno, pero ahora estoy convencido que tendrás a
«Satán» en tus primeras sesiones, lo cual, si reflexionas, te arrojará algo de
luz sobre el «lugar» de donde surgen las 'espuestas que se obtienen a través
del tablero.
Siguiendo en esta línea, creo
que podemos explicar otra de las razones por las que los «mensajes diabólicos»
son una constante en las sesiones de espiritismo. El diseño de la cuija tiene
mucho que ver. Como te dije, los jóvenes gustan de dibujar junto a las let-as
del abecedario y los números palabras como «MUERTE» o «INFIERNO», porque las
consideran necesarias o bien porque las han visto en algún lugar. Otros dibujan
el rostro de un demonio y estos elementos tienden a condicionar el resultado de
las experentias. De hecho, y lo hemos comprobado personalmente, se obtienen más
mensajes dramáticos y de carácter diabólico con tableros repletos de dibujos de
demonios, fantasmas, serpientes, fuegos extraños, símbolos esotéricos, que en
las ouijas normales que sólo tienen los números, las letras del abecedario y
las palabras «Sí», «NO», «HOLA» y «ADIÓS». No podemos dudar que los dibujos del
tablero pueden provocar ciertas contestaciones y este aspecto es fácil
comprobarlo.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Hay que reconocerlo: sabemos
muy poco de la ouija y lo que conocemos se basa en hipótesis y sugerencias.
Creo que hay elementos suficientes, si no para negar la intervención de los
espíritus en las sesiones, sí al menos para dudar (y mucho) sobre la identidad
de estos pretendidos espíritus. No podemos negar que en ocasiones se producen
fenómenos o experiencias que escapan a toda lógica, lo cual parece indicar que
es posible (aunque raro) que el contacto con algo ajeno al ser humano es
posible a través de este «sistema de contacto». Sin embargo, espero que
entiendas que muchas veces no es así sino todo lo contrario y no podemos meter
la pata pensando que cada vez que colocamos el dedo sobre el vaso y éste cobra
movimiento lo hace «por la fuerza de los espíritus».
La ouija es manipuladora,
mentirosa y eso lo descubrirás tras pocas sesiones. Sea lo que fuere aquello
que se manifiesta durante las sesiones, parece querer jugar con los
participantes, como si fueran borregos en un juego absurdo y extraño.Tal vez el
tablero sea el Juego de los Espíritus.
Mucha gente considera este
fenómeno una patraña, ven absurdo que a través de algo aparentemente tan burdo se
puedan recibir comunicaciones del más allá. Eso no debe molestarte, porque es
muy común que esta forma de pensar siente mal a quienes usan el tablero, como
si se tratara de una ofensa. Debes aprender a vivir con ello y, aunque ya se ha
dicho en otra parte de este manuales aconsejable que no trates de convencer a
nadie de la realidad del fenómeno.
Al margen de que creamos o no
en este tipo de experiencias, de que aceptemos que son los espíritus quienes
nos brindan respuestas, o seres de otros planetas, nuestra mente, el
subsconsciente, otras entidades o que no sea todo más que una broma, lo cierto
es que la Vasografía es algo que se practica mucho, demasiado quizá, por personas
que no están convenientemente informadas, lo cual conlleva ciertos riesgos, ciertos
peligros. No podemos negar que existen experiencias negativas, personas que lo
han pasado muy mal por acercarse a estos tableros que muchos consideran
malditos. No se trata de un juego y a pesar de que ya se han vertido en estas
páginas algunos consejos para evitar pasar miedo o ser dominado por los
«espíritus», no estará de más que conozcamos un poco más el aspecto oscuro del
fenómeno.
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