LIBROS EXTRAÑOS
Lectura y
Desafío
Hay textos incómodos para el
poder político o doctrinario que han sido evitados y perseguidos para que las
ideas que contienen no sean difundidas. Realidad o ficción, raros o famosos,
muchos continúan vigentes en la memoria popular.
Por Gerardo Sifuentes.
Leer puede ser un acto subversivo,
dependiendo del tipo de texto y el momento de realizar dicho acto. Desde que a
mediados del siglo XV la imprenta contribuyó a la difusión de ideas, no han
sido pocos los que han intentado detener la circulación de libros, revistas o
panfletos bajo el pretexto de proteger a los lectores de su mala influencia. La
prohibición que atiende asuntos de carácter moral o político debe ser vista
bajo las circunstancias históricas y los intereses particulares: desde la
creación del "índice de libros prohibidos" del Vaticano, que
persistió hasta 1966, pasando por la quema pública de textos en la Alemania
nazi, hasta la censura de novelas o el retiro de periódicos por parte de
gobernantes temerosos de la información. Con el advenimiento de Internet,
muchos de estos títulos se liberaron de ese estigma, aunque hay otros cuya
temática aún suele ser considerada 'peligrosa'.
El libro más
peligroso de todos
Curiosamente, el ejemplo más
citado de libro maldito es uno que en realidad nunca existió: el Necronomicón,
texto que da pie a las historias de terror del estadounidense Howard P.
Lovecraft (1890-1937). Esta obra ficticia se abrió paso en la realidad con
ediciones supuestamente originales, y hasta ha llegado a ser incluido, al menos
de modo nominal, dentro de los catálogos de varias bibliotecas, y hay quienes
aún creen que es real. Pero hay dos elementos distintivos de este libro que pudieron
ser tomados de tradiciones reales en el mundo editorial.
El primer dato, quizá el más
bizarro, es que sus tapas están forradas con piel humana. Aunque esto nos puede
causar repulsión, tal práctica de encuademación, técnica conocida como
bibliopegia o encuademación antropodérmica, fue habitual en el siglo XVII;
actualmente se pueden encontrar ejemplares de este tipo en varios museos y
bibliotecas. Aunque su origen es ambiguo, lo cierto es que en Inglaterra se
llegó a usar la piel de los criminales ejecutados para encuadernar textos donde
se detallaban los actos que cometieron y los pormenores de su juicio. Uno de
los volúmenes más famosos con esta característica es la Relación verdadera y
perfecta de todo el procedimiento contra los difuntos y más bárbaros
traidores, el jesuíta Carnet y sus cómplices, de 1606. Esta edición única fue
cubierta con la piel del sacerdote Henry Carnet, quien apoyado por un grupo de
sublevados intentó llevar a cabo un atentado contra el Parlamento inglés, pero
fueron descubiertos antes de cometerlo. El ejemplar fue vendido a un
coleccionista privado por 11.000 dólares en 2007.
Otro ejemplo significativo fue
el caso del astrónomo y escritor francés Camille Flammarion, quien recibió como
'donación' la piel de la espalda de una fallecida admiradora, y cuya última
voluntad fue enviarle esta parte de su cuerpo para forrar alguno de los libros
del autor. Eventualmente esta muestra singular de aprecio sirvió al astrónomo
para cubrir un ejemplar de su obra Ierres du del, de 1877, donde describe la
posición de los planetas en el Sistema Solar.
El segundo detalle a destacar es
que el Necronomicón contiene secretos de magia primigenia -una fuerza cósmica
desconocida para el hombre- de tal magnitud que quien lee esas páginas se
vuelve loco, algo que supuestamente le ocurrió a su autor, el árabe Abdul
Alhazred. La idea detrás de este concepto podría venir de uno de los libros que
según se dice se perdieron durante la destrucción de la Biblioteca de
Alejandría alrededor del año 400, el llamado Libro de Thot, del autor egipcio
Manetón -nombre que traduce como el 'poseedor de la verdad de Toth'-, quien
vivió en torno del año 300 a. C. Este sacerdote e historiador, autor de
Aegyptíaka, fue la autoridad en materia de cultura egipcia de la época; sabía
interpretar los jeroglíficos y mantenía entrevistas con los últimos sacerdotes
de los ritos originales de esta cultura. Manetón escribió ocho libros y AO
rollos de pergamino que contenían todos los secretos de Egipto desde tiempos
remotos, pero entre los aficionados al esoterismo, está muy arraigado el rumor
de que el supuesto Libro de Thot es la suma de todo el conocimiento mágico de
aquella cultura, y quien lo posea alcanzará un gran poder sobre el mundo
material y espiritual.
Hasta los
niños
Es común que las autoridades
detengan la propagación de ideas que puedan desestabilizar el sistema
impuesto, haciendo una 'lista negra' de obras y autores. El caso más conocido
es la lista de lecturas prohibidas para los católicos emitida por el Vaticano
a través de la Santa Inquisición, que entró en desuso cuando la Iglesia perdió
influencia en los gobiernos de algunos países. Lo mismo ocurrió con dictaduras
del siglo XX -el franquismo en España, los países comunistas en Europa del
este o en Chile-, cuyas caídas permitieron que la gente tuviera acceso a
ciertos libros o películas cuya posesión implicaba multa o cárcel. En
Inglaterra, por ejemplo, los lectores se pudieron librar la censura de obras
como E¡ amante de Lady Chatterly (1928), de D. H. Lawrence, o Lolita (1955), de
Vladimir Nabokov, contrabandeando ediciones impresas en Francia o Estados
Unidos. En este último país han sido prohibidos varios títulos por autoridades
escolares en zonas de influencia conservadora, aunque reivindicados con el paso
del tiempo, como el clásico El guardián en el centeno (1951), de J. D.
Salinger, el cual ha estado en el centro de la polémica por la supuesta
influencia que tuvo en Mark David Chapman, el asesino del John Lennon.
Organizaciones religiosas como
el Opus Dei cuentan actualmente con un listado de libros que son calificados
con un número del uno al seis, donde uno son aquellos textos "que pueden
leer todos, incluso niños", y seis es "lectura prohibida", cuyo
acceso requiere de un permiso especial de un sacerdote superior; en las cifras
intermedias se pide al lector tener 'formación' previa a la lectura, una justificación
válida para acceder al libro y nunca tomar la iniciativa sin antes verificar
con un director espiritual. En la última categoría, la seis, se encuentran
títulos de una gran diversidad de temas, por ejemplo toda la obra del filósofo
alemán Theodor Adorno y la del periodista catalán Víctor Alba, el compendio Los
signos de rotación y otros ensayos (1965) de Octavio Paz, las memorias del
dramaturgo Tennessee Williams (1975), obras de ciencia ficción de los ingleses
Brian W. Aldiss o Richard Ableman, o el clásico Catch-22(1953) del
estadounidense Joseph Heller. A pesar de su ambiciosa empresa, los 65.000
títulos incluidos en esta lista están muy lejos de abarcar la totalidad de la
abundante producción editorial a nivel mundial que en su visión pudiera afectar
a cualquier conciencia religiosa. Pensemos también que novelas como La ú/tima
tentación de Cristo (1953) de Nikos Kazantzatás -también incluida en la lista
del Opus Dei con nivel seis- y Los versos satánicos de Salman Rus-hdie -clasificada
en el nivel cuatro de la lista- despertaron polémica entre los creyentes
cristianos y musulmanes respectivamente, el primero convirtiéndose en una
adaptación cinematográfica; y pese a las amenazas de muerte contra el autor del
segundo, su estatus como celebridad literaria es indiscutible.
Bibliomancia
Existen libros cuya
particularidad los convierte en raros fenómenos bibliotecarios. El ejemplo más
citado es el llamado Manuscrito Voynich, cuyo lenguaje indescifrable ha sido
objeto de numerosos estudios; investigaciones recientes han revelado que el
supuesto idioma críptico en el que está escrito bien pudo ser fabricado
intencionalmente, a manera de un elaborado fraude para embaucar anticuarios.
Su aura misteriosa sin embargo, ha persistido, y ha dado pie a ciertas teorías
de conspiración esotéricas sin fundamento.
Pero en esta línea fraudulenta
tenemos un gran ejemplo en el Catálogo de la colección biblioaráfica del conde
Fortsas, aue en 1840 se distribuyó entre los coleccionistas de Europa para
ofrecer en subasta 52 ejemplares incunables y ediciones únicas, considerados
como auténticas joyas; no obstante, cuando llegó la fecha del evento los
numerosos asistentes no pudieron encontrar la dirección del sitio donde se
llevaría a cabo y eventualmente descubrieron que todo había sido una broma del
anticuario Renier Hubert Ghislain Chalón (1802-1889), y que los libros no
existían físicamente.
Ante la lenta pero progresiva
desaparición de las ediciones en papel, aunado a la disminución de lectores,
los libros enfrentan un futuro incierto. Si bien el formato digital ha tomado
el relevo, pocas obras o contenidos pueden ser considerados hoy como realmente
subversivos o desafiantes.
Balbuceos
Codex Rohonczi
Anónimo
Un códice, palabra del latín codex,
'libro manuscrito', es una colección de documentos manuscritos encuadernados.
El llamado Codex Rohonczi es quizá uno de los más conocidos dentro de la
clasificación de libros misteriosos pues está escrito en una lengua
desconocida -lo colocamos en el mismo nivel que el enigmático y posiblemente
fraudulento Manuscrito Voym'ch- cuya traducción ha sido prácticamente
imposible. Donado en 1838 a la Academia de Ciencias de Hungría por el conde
Gusztáv Batthyány, recibe su nombre de la zona al norte de aquel país donde
supuestamente fue encontrado; sin embargo, se sospecha que este libro está
asociado con el infame anticuario húngaro Samuel Literáti Nemes (1796-1842),
responsable de varias falsificaciones que datan de la década de 1830. El libro
consta de 448 páginas y 90 ilustraciones que describen pasajes cotidianos en el
campo civil y militar adornado cada uno con símbolos que se presume podrían ser
letras, y que expertos aseguran es un híbrido entre ideogramas chinos, jeroglíficos
sumerios y la antigua escritura Brahmi, de la península Indostánica.
Bibliomancia
Libros
sibilinos
Sibila de Cumas
Aunque tienen su origen en la
mitologia griega, lo cierto es que hay testimonios de la existencia de los
llamados Libros sibilinos, desde Cicerón hasta San Agustín. La leyenda dice que
una mujer oriunda de Eritrea -ciudad en la costa oeste de Turquía-, conocida
como Sibila de Cumas, tenía en su poder nueve libros que podían ser consultados
para realizar profecías, y que ofreció en venta al rey romano Tarquinio el
Soberbio. Al negarse este a pagar el precio, Sibila fue destruyéndolos con cada
oferta hasta que quedaron solamente tres, que fueron comprados al precio de los
nueve originales. Conservados en el templo dedicado a Júpiter, eran
consultados para realizar pronósticos sobre la suerte del Imperio hasta que los
originales fueron consumidos por el fuego en 83 a. C. Las copias que permanecieron
fueron destruidas en el año 405 por el general romano Estilicón cuando supo que
vaticinaban su caída en desgracia. Al parecer no existen ediciones
sobrevivientes, aunque no se descarta que puedan encontrarse perdidas en
alguna biblioteca o colección privada.
Sin
descanso en paz
De
masticatíone mortuorum
Michél Ranft, 1725
Todo se originó en la histeria
colectiva por lí supuesta aparición de vampiros ocurrida en una región rural de
Hungría en 1725. Aunque no era la primera vez que sucedía, el caso fue bastante
publicitado en su época, por lo que el pastor luterano Michél Ranft decidió investigar
de modo racional lo ocurrido. Un año después publicó De masticatione mortuorum
in tumulis (De la masticación de los muertos en sus tumbas), uno de los
primeros tratados sobre vampirismo, donde hace un recuento de las creencias
sobre la vida de ultratumba de los cadáveres y menciona que estos pueden llegar
a comerse a sí mismos para saciar un apetito sobrenatural; de acuerdo con la
tradición oral, si uno caminaba de noche por los cementerios podía escuchar el
ruido de la masticación de los cuerpos. Aunque el trabajo tenía intenciones
científicas, en el cual cita otros casos, sus conclusiones no se basan en la experimentación
sino en su intuición. Ranft estaba convencido de que el vampirismo era un fenómeno
natural y psicológico, y la necrofagia un mero síntoma. Algunas bibliotecas
europeas conservan copias de esta peculiar disertación, escrita en latín.
Contra
la fe
Jesucristo
liberador
Jon Sobrino, 1991
Desde 2007, el sacerdote
jesuíta español Jon Sobrino no puede dar clases en seminarios de la Iglesia
católica debido a la publicación de sus libros de ensayos Jesucristo liberador:
lectura histórico-teotógica de Jesús de Nazarety La fe en Jesucristo: ensayo
desde las víctimas. Esto porque en opinión del Vaticano su lectura "puede
derivar en un daño grave para los fieles". La crítica se debe a que en
tales escritos básicamente se hace una inspección a la naturaleza humana de
Jesucristo, situación que recuerda el argumento de la novela La última
tentación de Cristo (1953).
Los
tres amigos
Tratado de
los tres impostores
Anónimo
Una leyenda que recorrió Europa
fue la existencia de un libro maldito llamado De tribus impostoribus (El
tratado de los tres impostores); todos conocían al amigo de un amigo que
conocía a su vez a alguien que lo tuvo en su biblioteca. Este texto
supuestamente negaba las tres religiones abrahámicas, el cristianismo, judaismo
e Islam, y llamaba 'impostores' a sus tres representantes simbólicos,
Jesucristo, Moisés y Mahoma. Por ello mismo fue un libro bastante buscado
entre los siglos XI y XVIII, y se le atribuían los más diversos autores,
especialmente científicos y personajes ilustrados, para desprestigiarlos. Fue
tal su alcance que incluso Voltaire publicó una carta al supuesto autor, en
tono satírico, Építre á l'Auteur du Livre des Trois Imposteurs, en la que
escribió una de sus citas más famosas: "Si Dios no existiera, habría que
inventarlo".
Hágalo
usted mismo
El libro de
cocina del anarquista
William Powell, 1971
El estadounidense William
Powell no estaba de acuerdo con la Guerra de Vietnam, por lo que en 1971, a sus
19 años, descargó su enojo escribiendo un libro titulado The Anarchist Cookbook
(El libro de cocina del anarquista), donde detallaba técnicas de resistencia
civil asi como instrucciones para engañar y sabotear al sistema político y
social. En sus páginas describe el armado de bombas caseras, cómo hacer
llamadas de larga distancia sin costo, métodos de espionaje, etcétera,
demostrando que cualquier persona motivada es capaz de desafiar las normas
convencionales. De este modo, se convirtió en uno de los libros más populares
del underground estadounidense. Hoy día, aunque es relativamente sencillo
hacerse de una copia, su sola posesión es causal de sospecha para las
autoridades policiales en Estados Unidos y Reino Unido.
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