En primer lugar advertir que este artículo puede herir ciertas sensibilidades aunque en este caso, la susceptibilidad puede ser muy relativa dependiendo del individuo.
La práctica de coleccionar piel humana decorada data del siglo XIX, cuando el arte del tatuaje despierta el interés en varias disciplinas científicas. En concreto, en la antropología, la medicina forense y la criminología.
COLECCIONES DE PIEL HUMANA TATUADA
Saludos para Axulador,
excelente tatuador adicto a CC.OO.
FUENTE: http://jose.gs/colecciones-de-piel-humana-tatuada/
excelente tatuador adicto a CC.OO.
FUENTE: http://jose.gs/colecciones-de-piel-humana-tatuada/
La mayoría de colecciones datan de entre mediados el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX pero ya existían algunas compilaciones en el siglo XVIII, como la colección del físico holandés Petrus Camper.
La antropología había puesto su interés en el complejo significado social de los tatuajes que se realizaban en el sudeste asiático, la Polinesia y el arte Maorí de Nueva Zelanda.
Además, la extirpación de tatuajes a fallecidos era una práctica más habitual de lo que pudieramos pensar. Por ejemplo en el ámbito de la marina mercante, muchos tripulantes de estas épocas, completamente analfabetos, embarcaban de barco en barco y el resto de compañeros a penas conocía su nombre de pila o su mote.
Cuando en un viaje fallecía uno de ellos y no se sabía exactamente quién era, se encomendaba su cuerpo al mar pero no sin antes que el cocinero del barco apareciese con un cuchillo y cortase algún tatuaje o marca para poder llevarla a puerto , con el objeto de mostrarla y confirmar la identificación.
En la década de 1870, varios criminólogos como Cesare Lombroso en su obra “L’Uomo delinquente” de 1876 o Alexandre Lacassagne en “Les Tatouages, etude anthropologique et medico-legale” de 1881 establecen una relación entre los tatuajes y el mundo del crimen, disparando el interés por parte de la medicina forense y criminalistas.
• Colección japonesa fotografiada por Horace Bristol
Una de las colecciones de piel humana tatuada más impactantes que han existido fue retratada en Japón, casi de refilón por Horace Bristol en 1946.
Horace Bristol fue uno de los grandes fotógrafos del siglo XX. Aunque su obra nunca logrógran difusión, cuenta con notables trabajos , como las imágenes tomadas en 1938 para un documental de la revista “Life” que estaba realizando junto al escritor John Steinbeck, sobre el masivo movimiento migratorio que sufrió California durante la depresión.
Antes de su finalización, Steinbeck se desmarcaba del proyecto, abandonando a Bristol para terminar de escribir su famoso libro “The Grapes of Wrath”, “Las uvas de la ira”, sobre la misma temática, un éxito inmediato que le otorgaría ventas millonarias mientras que Life,solo llegaba a publicar cuatro de las fotografías realizadas por Horace. A la izquierda Bristol y a la derecha John Steinbeck;
En 1941 la marina de guerra estadounidense le reclutaba en una extraña unidad especial bautizada como “Naval Aviation Photographic Unit”, ó “Unidad fotográfica de la marina naval”, cuya misión era retratar con cierto glamour las actividades aéreas de la armada, para luego difundirlas en prensa y panfletos con el objeto de reclutar pilotos.
Al finalizar la segunda guerra mundial se estableció en Japón como corresponsal de la revista “Fortune” y al igual que muchos otros occidentales que viajaron al país nipón de la postguerra, se dedicó a buscar el Japón tradicional y profundo que había comenzado a desaparecer desde hacía tiempo .
Entre las fotos que tomó en 1946 hay unas cuantas imágenes un tanto desasosegantes, varias de ellas se encuentran en una serie dedicada al arte del tatuaje japonés;
La foto estaba anotada con una línea que rezaba “tatuajes cubren la piel de cadáveres japoneses donados para su investigación y preservación”. En Japón tradicionalmente se realizaban tatuajes integrales que cubrían todo el cuerpo con una sola temática, como se puede ver en estas dos imágenes pertenecientes a la misma serie;
Lo que se muestra en la primera foto es la piel arrancada con el dibujo , expuesta en la pared como si fuera un lienzo . El pellejo de la izquierda, que se antoja un traje , incluye las nalgas, toda la espalda, los hombros y los antebrazos, cuidadosamente cortados. Más macabra si cabe es otra foto en la que se lee; “Doctor examinando piel humana tatuada, 1946″;
En ella aparece un individuo, supuestamente doctor , examinando un gran trozo de piel mientras se pasea por delante de otro pellejo expuesto en la pared al que han arrancado prácticamente toda la epidermis ; pies, piernas, espalda, cuello, brazos y dedos de lasmanos .
Japón es un mundo de contrastes y Bristol los sabía captar. En este país el tatuaje estuvo prohibido hasta finales de la segunda guerra mundial pero los individuos que se tatuaban, muchos de ellos relacionados con la yakuza, la mafia japonesa, lo hacían cubriéndose todo el cuerpo con grandes dibujos . Los artistas tatuadores tenían que ejercer en secreto pero había especialistas que estudiaban su arte.
• Colección de la Universidad de Jagiellonian, Cracovia, Polonia
En el Departamento de medicina forense de la Universidad de Jagiellonian, en Cracovia, Polonia, existe otra colección de unos 60 trozos de piel tatuada metida en formol. La compilación, procedente de presos internados en la cercana cárcel de la calle Montelupich, se inició a principios del siglo XX con el objeto de buscar el “lenguaje” o mensajes ocultos que enviaban los tatuajes situados en zonas visibles de la piel a otros criminales, a modo de advertencia o como símbolo de estatus. En la imagen , dos ejemplares de esta colección conservados en sus tarros;
En los años 70, el departamento CSI de la policía polaca publicó un documento a nivel interno, solo accesible a sus fuerzas de seguridad , donde se analizaban 2.300 tatuajes de presos, incluyendo los conservados en Jagiellonian, donde se explicaba el simbolismo de las marcas.
Una de los tratados modernos más completos que ahondan en este tema tal vez sea la enciclopedia “Russian criminal tattoo”, de tres volúmenes, donde se explica el significado concreto de cada una de las marcas, que varía según donde este expuesta y la figura que represente, como se puede ver en el esquema de la mano en este extracto;
• Wellcome Collection, Londres
Otra de las colecciones de pieles tatuadas más conocidas se encuentra dentro de la “Wellcome Collection”, una exposición de unos 125.000 objetos relacionados con la medicina y la antropología iniciada por el empresario farmacéutico, “sir” inglés Henry Wellcome (1853-1936).
Wellcome empezó su compilación con la intención de fundar un “Museo del hombre”, reuniendo no solo material como libros , fotografías, dibujos o instrumentos médicos, sino artefactos de índole más macabra; cabezas reducidas shuares, cráneos trepanados de 2.000 años antes de Cristo, momias, instrumentos de tortura y como no, unos 300 trozos de piel humana tatuada;
Concretamente la piel fue adquirida por uno de sus agentes, Petet Jonston-Saint, en París en 1929. La partida había pertenecido a otro coleccionista, La Vallete, un osteólogo francés que entre 1850 y 1920 había reunido una colección procedente de puestos militares en colonias francesas y prisiones. En este caso, la piel no estaba en formol sino que se guardaba extendida en marcos, tras haber sido tratada con arsénico;
Todas estas muestras se pueden contemplar en la actualidad en una sección de la “Wellcome Collection” llamada “Medicine man”, situada en el 183 de la calle Euston Road de Londres.
Otras tres compilaciones conocidas son la “Virchow Collection” expuesta en el Berlin Medizinhistorisches Museum, la colección expuesta en el Pathologisch-anatomisches Bundesmuseum de Viena y la anteriormente mencionada “Petrus Camper” del siglo XVIII, en el museo de la Universidad de Groningen en los Países Bajos.
• Un giro de tuerca más:
conservación de los tatuajes familiares…y venta
El hecho de conservar en un tarro con formol, parece que dignifica bastante el acto de cortar y guardar tejidos humanos para su posterior estudio , probablemente nadie se escandalice por ello.
No obstante, la historia da unos cuantos giros de tuerca más. No es difícil encontrar foros donde aparece alguien preguntando como se podrían conservar sus queridos tatuajes tras fallecer para legárselos a sus allegados, enmarcados en un cuadro por ejemplo. Lejos de causar extrañeza, estos hilos suelen ser seguidos por entusiastas a los que les parece una idea estupenda.
Ahora bien, a un forofo puede que le parezca estupendo que sus tatuajes le sobrevivan pero ¿y al receptor de tan bizarro regalo? ¿Estaría usted dispuesto a conservar los pellejos tatuados de su abuelo o su difunto marido y tenerlos expuestos en el salón de su casa?
¿Estarías dispuesto a conservar la piel tatuada de sus seres queridos?
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Enigmas & Casos Paranormales.
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ala mierda nuncaimagine q c concerbara tan bien un tatuaje depues d desprenderlo del cuerpo
ResponderEliminarq loko
salu2
ala banda q ama los tatoos----att-rafael melo roque ---tatuador