lunes, 23 de agosto de 2010

Los magos de la guerra

Al mismo tiempo que se desarrollaba en los campos de batalla uno de los conflictos bélicos más terribles de la historia, lejos de las trincheras los contendientes libraban una lucha paralela que sentaba sus bases en la propaganda negra, las operaciones de inteligencia e incluso el ocultismo y la astrología.Tanto los nazis como los británicos recurrieron a la ayuda de los llamados "magos" de la guerra para neutralizar al enemigo.

Los Magos de la Guerra

La lucha de los ocultistas en la II Guerra Mundial 
FUENTE: Revista Española ENIGMAS Nº 163 (visita www.akasico.com)


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Desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial hace más de 60 años, no se han dedicado grandes esfuerzos a intentar desvelar qué hubo detrás de la misma y cómo los contendientes, en uno y otro bando, recurrieron a las artes más oscuras para inclinar la balanza a su favor. Hace varios números hablábamos del misterioso vuelo que el viceführer alemán Rudolf Hess había realizado a Inglaterra en plena guerra y de cómo detrás de aquella trama se hallaban los servicios de Inteligencia británicos, que recurrieron a la personalidad ocultista del nazi para engañarle. Un episodio lleno de misterio que sin .embargo no fue el único que rodeó a los caudillos Iluminados' del Tercer Reich.
Tanto Hess como Heinrich Himmler y otros miembros de las altas esferas nazis habían pertenecido asociedades secretas como la Orden de Tnule y se guiaron por las predicciones y vaticinios de magos, astrólogos y visionarios, como Kart María Wiligut, el "Rasputín nazi", que influyó notablemente en Himmler. Lo mismo le sucedería a Adolf Hitler, quien se rodeó de un ambicioso grupo de magos y astrólogos para librar su propia batalla acorde a su personalidad wagneriana y mesiánica. No fue el único. También los ingleses, como veremos, recurrieron a este tipo de individuos como apoyo en su lucha particular contra el totalitarismo.

• La astrología, el arma secreta del Führer

En el siglo XIX la astrología no gozaba de una gran popularidad en Alemania, algo que cambiaría con el enorme éxito adquirido por la Teosofía y la implantación de las ideas de la ocultista rusa H. R Blavatsky en toda Europa. En 1905 fue publicado el primer manual de astrología en el país y el primer periódico sena editado en 1909, bajo el nombre de Zodiakus. Además, se creó en la ciudad de Leipzig la primerasociedad astrológica, la Vollrath, mientras alcanzaban un gran éxito publicaciones como el Astrologische Rundschau, divulgación que se vería frenada por el estallido de la Primera Guerra Mundial, cuya popularidad renacería de forma asombrosa en el período de Entreguerras. Fueron años de exitosas y abundantes publicaciones astrológicas, efemérides, manuales... e incluso se crearon organismos dedicados a su estudio.
Así que no es de extrañar que el futuro dictador alemán, claramente imbuido del esoterismo y ocultismo reinantes, se rodease de algunos de los mejores astrólogos de la época, quienes le trazaron horóscopos y vaticinaron incluso el ascenso al poder del Partido Nazi. Coma el año 1923 cuando una astróloga de nombre Elizabetn Ebertin publicó un horóscopo del futuro Canciller alemán en que supuestamente predecía el fallido Putsch de Munich, que tendría lugar poco después, y su vertiginoso ascenso en el Gobierno germano.
La astróloga contaba únicamente con la fecha de nacimiento del dictador -20 de abril de 1889-, pero ignoraba la hora del mismo. El horóscopo de Ebertin decía así: "Un hombre de acción nacido -ese día- con el Sol a 29 grados de Aries (...) puede exponerse a un peligro personal a causa de una acción excesivamente imprudente (...) Las constelaciones indican que este hombre debe ser tomado muy en serio (...)".
Quizá todo se debiera a una casualidad pero lo cierto es que la fama de Ebertin creció como la espuma, convirtiéndose incluso en amiga personal de Hitler, sobre cuya absorbente personalidad escribió en sufamoso almanaque: "En el estrado tiene todo el aspecto de un poseso, de un médium, el instrumentoconsciente de potencias superiores".
La actitud nazi hacia la astrología cambiaría radicalmente a partir de 1941, pero hasta ese momento reputados astrólogos gozaron del apoyo y la confianza de gran parte de la élite nacionalsocialista. En los años 30 comenzó a alcanzar cierta popularidad un astrólogo y matemático suizo de nombre Kart Emst Krafft, quien tras graduarse en la universidad había dedicado varios años a la monumental obra Tratado de Astrobiología, donde recogía una peculiar y extravagante teoría según la cual era posible realizar predicciones del futuro basándose en el estudio de la personalidad de cada individuo y su tipología.
Sería uno de sus vaticinios el que le acercaría a la cúpula nazi. Corría el año 1939 cuando el suizo, un 2 de noviembre, escribía a su amigo el Dr. Heinrich Fesel, un experto en logias masónicas y sociedades secretas que había trabajado para Himmler, advirtiéndole que entre los días 7 y 10 de aquel mes la vida de Hitler correría serio peligro en un atentado. Fesel archivó la misiva por si acaso y efectivamente, el 8 de noviembre una bomba explotaba en el hall de la cervecería Bürgertráukeller de Munich de la que el Führer, como si de antemano intuyera el peligro, acababa de salir tras pronunciar su habitual discurso envenenado, que comenzó media hora antes de lo marcado.

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Como en otras ocasiones, en el fallido atentado el dictador creyó ver la mano de la Providencia en lo que probablemente no era más que un golpe de suerte -¿conocía quizá la predicción del astrólogo suizo?-. Cuando al día siguiente del suceso la noticia fue publicada en los periódicos, Heinrich Fesel envió un telegrama a Hess narrándole lo ocurrido. El astrólogo fue detenido y encerrado en los cuarteles de la Gestapo en Berlín ante la sospecha de que estuviese involucrado en un complot para acabar con la vida de Hitler. Tras ser interrogado y comprobarse que era inocente, no tardó en pasar a formar parte del Ministerio de Propaganda de Josef Goebbels.
En uno de los departamentos más secretos del ministerio Krafft se dedicó durante un tiempo a realizar labores de propaganda negra y desinformación, métodos de la guerra psicológica, utilizando sus vaticinios a través de los astros en favor del nacionalsocialismo.
Es curioso reseñar que Goebbels, uno de los hombres más temibles del entramado nazi, le encargó al astrólogo que interpretara las Centurias del célebre médico y astrónomo francés Nostradamus, sabedor de que el profeta citaba en las mismas a un tal Hister, para que realizase una revisión proalemana de las mismas con la finalidad de utilizarlas como arma propagandística. Goebbels se basaba en el trabajo del empleado de correos y escritor aficionado C. Loog, que en 1921, a través de una compleja Centuria de Nostradamus, al parecer había vaticinado el estallido de la II Guerra Mundial para 1939.
Tras el "acierto de Loog -la invasión de Polonia se produjo ese año-, Goebbels aprovecharía la obra del visionario francés, como señala José Lesta en el excelente trabajo Las claves esotéricas del Tercer Reich, de arma psicológica contra el enemigo.
El ministro de propaganda nazi utilizó las ciencias ocultas con fines exclusivamente propagandísticos, como forma de minar la moral del enemigo a través de la manipulación y la mentira, campos en los que era un auténtico maestro. En poco tiempo se imprimieron miles de octavillas con las interpretacionesmanipuladas del visionario francés y se repartieron por toda Francia, advirtiendo a sus ciudadanos que si no se rendían su país sena destruido. Aunque el efecto parece que estuvo lejos de ser el deseado, Goebbels decidió utilizar el mismo método con las tropas alemanas para elevar la moral en el frente.
Pronto los británicos, conocedores del engaño, comenzarían a valerse de las mismas armas psicológicas contra los nazis. Pero la suerte de Krafft, cuya popularidad había subido como la espuma, dio un giro de ciento ochenta grados tras el enigmático vuelo de Rudolf Hess a Inglaterra en mayo de 1941. El viceführer nazi fue detenido por oficiales de la RAF gracias al plan orquestado por los Servicios de Inteligencia del Foreign Office. Hitler optó por afirmar públicamente que su principal colaborador estaba completamente enajenado y que la culpa de aquella odisea la tenían los astrólogos y ocultistas que le habían asesorado y hecho creer que era el "elegido" del que dependía la firma de la paz con Inglaterra.
Así que el Führer, para desviar la atención, decretó una orden de arresto para todos los allegados a Hess, entre ellos astrólogos, mentalistas, grafólogos... e incluso zahones.
El 9 de junio Krafft fue uno de los detenidos a raíz del edicto denominado "Acción Hess"; tras pasar un año en prisión fue excarcelado y se dedicó a trazar horóscopos de generales y almirantes aliados. Un buen día, en uno de sus escritos señalará que las bombas británicas podrían destruir pronto el Ministerio de Propaganda en Berlín. Puesto otra vez en el punto de mira, la Gestapo lo encarcelaría de nuevo. El malogrado astrólogo falleció de tifus el 8 de enero de 1945 en el campo de concentración de Buchenwald.

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• Hannussen, el adivino de Hitler

El más célebre de los ilusionistas y adivinos de Alemania moría mucho antes que Krafft. Se llamaba Erik Jan Hanussen y ha pasado a la posteridad como "el mago de Hitler". Este hombre verdaderamente polifacético nació en 1889 en una celda de la cárcel de Ottakring (Viena).
Hijo del comediante fracasado Siegfried Steinschneider y de Ulie Cohén, su verdadero nombre era Herschmann-Claim Steinschneider y su origen hebreo, algo que provocaría que cambiase su nombre varias veces. En una autobiografía que tiene muchos visos de ser bastante fantástica, el propio Hanussen señala que ya a los tres años había experimentado visiones de tipo profético, lo que le permitió salvar a lahija de su casero en un incendio súbito y a uno de sus vecinos de la inesperada caída de un rayo, como señala Jesús Palacios en la biografía sobre el personaje: Hanussen. La vida y los tiempos del mago de Hitler-Oberon,2005-.
Era apenas un adolescente cuando se sintió atraído por el mundo del espectáculo y la magia. Los circos y los teatros ambulantes fueron su escuela y pronto comenzó a desarrollar su pasión desenfrenada por lasmujeres y una personalidad compleja que muchos consideran'an trastornada e incluso múltiple.
Su vida no fue ni mucho menos sencilla: en 1908 fue reclutado a la fuerza por el ejército en Viena y enviado a Sarajevo, donde trabajaría como periodista. De nuevo en Viena, malviviría actuando comocantante y poeta bohemio. En la célebre Praterstrasse entró en contacto con astrólogos, frenólogos, grafólogos, hipnotizado-
res, visionarios... Se casaría hasta en tres ocasiones y tendría cientos de amantes. Su vida es un constante ir y venir; cuando estalla la Gran Guerra, Erik -que por entonces se hace llamar Harry Steinsch-neider-, se haría célebre por utilizar la rabdomancia o radiestesia en el ejército austro-húngaro, identificando tumbas de soldados alemanes.

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Ya en el período de Entreguerras se había convertido en una celebridad en Viena bajo el nombre artístico de Erik Jan Hanussen. Convencido de sus auténticas dotes paranormales, el ilusionista dedicaría gran parte de su tiempo a aprender hipnosis clínica y ciencias ocultas, adquiriendo notoriedad al prestar sus servicios como "detective psíquico" a la policía vienesa, con la que no mantenía lo que se dice una buena relación.
Tras viajar por Oriente para aprender los misterios de la magia tántrica -que le servirían para sus posteriores orgías sexuales-, a mediados de los años 20 huyó de Praga perseguido por la justicia y recaló en Berlín, donde editó varias publicaciones ocultistas con gran éxito. En Berlín contaría con la ayuda del decadente ocultista y magnífico escritor de literatura fantástica Hans Heinz Ewers. Éste estaba casado con una mujerjudía pero, fascinado por el nazismo de los primeros años, al igual que Hanussen, fue el autor de himnos patrióticos utilizados más tarde por las SS como Reiter in deutsche Nacht -"Caballeros de la Noche Alemana"-, para terminar siendo perseguido por la Gestapo.
Poco tiempo después de su llegada a la capital alemana, Hanussen se había convertido en toda una figura del ocultismo cuyos espectáculos, en los que combinaba telepatía, grafología, estigma-tización, radiestesia, hipnosis y psicome-tría, seducían a los públicos más diversos. Su círculo selecto de amigosestaba formado por empresarios, escritores fascinados por el esoterismo como Alfred Dóblin, e incluso el que sería ganador del Nobel, Thomas Mann.
En marzo de 1932, el número 25 de la publicación BeríinerWochenschan, editada por el mago, anunciaba: "Hanussen en trance predice el futuro de Hitler". En sus páginas se indicaba que en un año exacto el futuro dictador alcanzaría la Cancillería del Reich. Además, se atrevió a advertir al Führer que vigilara estrechamente a los miembros del NSDAP, pues alguien de su confianza le traicionan'a; y también que su vida corría un serio peligro a manos de un estudiante enajenado que pretendía atentar contra su persona. Junto a esta trascendente y arriesgada predicción, Hanussen publicó el horóscopo de Adolf Hitler, trazado por un tal Maximilian Bauer, en el que vaticinaba, entre otras cosas, que "la lucha de Hitler no terminará sin sangre".
Ya que Hanussen anunciaba su futuro triunfo, el líder del NSDAP hizo enviar una nota de agradecimiento al mago. Aunque varios investigadores, entre ellos algunos tan reputados como John Toland, opinan que se conocieron en 1926 en casa de un rico conocido de ambos, es más probable que el mago y el nazi se encontraran por primera vez frente a frente en una reunión a finales de 1932 o principios de 1933, como apunta Palacios, en la habitación reservada por Hitler en el Hotel Kaiserhof de Berlín, que le servía entonces de cuartel general.
Aunque no sabemos de qué hablaron, lo cierto es que a partir de entonces tendrían lugar varios encuentros privados entre ambos, e incluso diversas llamadas telefónicas en las que Adolf Hitler, según afirmó Erik Hanussen, consultaba al ilusionista sus decisiones políticas más importantes y le hacía recomendaciones acerca de lo que debía o no publicar en sus revistas.

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En estos encuentros al parecer Erik consiguió que el Führer le prometiera la creación de una universidad ocultista que sena dirigida por el propio Hanussen. No obstante, éste se encontró con la férrea oposición de Goebbels, quien lo veía como un intruso, y el ministro de propaganda comenzó a reunir un dossier sobre el mago recogiendo información acerca de sus orígenes judíos y de sus problemas con la justicia vienesa.
La suerte de Hanussen tocaría a su fin a finales de febrero de 1933. En el Palacio del Ocultismo -ver recuadro-, el domingo 26, durante una sesión privada en la Habitación de Cristal y en presencia de su amigo el conde Helldorf, jefe de la policía de Berlín, entre otros asistentes, Erik hizo entrar en trance a laactriz checoslovaca Mana Paudler, quien en estado hipnótico, según los presentes, ante las preguntas del mago profetizó que "habrá un incendio, fuego. Veo un gran edificio siendo consumido por las llamas". Unos días antes uno de los periódicos ocultistas financiados por Hanussen, el Die Hanussen-Zeitung, había publicado que los comunistas, bajo la influencia del planeta Marte, planeaban un ataque contra el Re/chstag.el cual, según el horóscopo del rotativo, tendría lugar en pocos días.
Y efectivamente, tan sólo unas horas después del espectáculo del "mago de Hitler", la noche del lunes 27 de febrero, el Reichstag fue pasto de las llamas. Hitler y el partido nazi no tardarían en acusar de ello a los comunistas, teniendo vía libre para una persecución sin parangón contra sus enemigos políticos. En el lugar de los hechos fue encontrado el joven holandés Marius van der Lubbe, en pleno ataque de histeria y semidesnudo.Trasladado a comisaria, en su poder se halló un carnet del Partido Comunista holandés. Aunque el caso estaba lleno de irregularidades -casi nadie duda de que fueron los propios nazis los autores del incendio-, Der Lubbe fue acusado de alta traición y decapitado en enero de 1934. Sin embargo, hubo otra víctima de aquel incidente que murió mucho antes: el propio Erik Jan Hanussen. El 25 de marzo de 1933 tres hombres de las SA, el ejército privado de Hitler, se habían presentado en el apartamento del mago y le condujeron a los barracones de la Gestapo. Allí le asestaron tres disparos a quemarropa que le destrozaron el cráneo. Sin documentación, su cuerpo fue arrojado a las afueras de Berlín. Con su muerte, provocada quizá por su funesto vaticinio o porque se había convertido en un personaje incómodo para los nacionalsocialistas, quedaron muchas preguntas en el aire acerca de la verdadera relación de los nazis, y en concreto de Hitler, con la astrología y el ocultismo imperantes en la Alemania de los años 30.


• Inteligencia británica y guerra "mágica"
No sólo en el bando nazi recurrieron a las ciencias ocultas y a la astrología al servicio de la máquina bélica. Cuando Churchill tuvo conocimiento de la utilización de astrólogos y "magos" al servicio de Hitler, hizo lo propio para contrarrestar aquella influencia "sobrenatural". En mayo de 2008 el Gobierno británico desclasificó varios documentos hasta entonces secretos que desvelaban precisamente esto: que el MI5 había reclutado a astrólogos y adivinos en la lucha contra el nazismo.
Una unidad especial del Servicio Secreto creada por Churchill durante la guerra, con la finalidad de ayudar a la resistencia en los países ocupados por los nazis, y cuya función principal era perpetrar actos de sabotaje englobados dentro de la guerra psicológica y la propaganda negra, el SOE -Special Operations Executive-, con diversos departamentos secretos que señan los responsables, entre otras cosas, del engaño urdido contra Rudolf Hess, contrató los servicios del astrólogo y escritor alemán de origen húngaro Louis de Whol. Su misión: interpretar el horóscopo y las cartas astrales de los líderes nazis para "anticiparse" a las acciones de Adolf Hitler y adivinar su estrategia a seguir en las operaciones militares.
Este polifacético y orgulloso personaje, no menos extraño que Hanussen o Emst Krafft, aunque igual de extravagante que el primero, era un aristócrata algo charlatán, aficionado a los habanos y a las fiestas de la alta sociedad londinense. Había convencido al almirante John Godfrey -director de la inteligencia naval- y a otros miembros de su círculo de amigos -Charles Hambro, cabeza del SOE, o Lord Halifax, secretario del Foreign Office- de la necesidad de revelar, tras trazar su horóscopo, si Hitler se encontraba "eufórico o pesimista" a la hora de emprender una determinada acción bélica o una ofensiva contra los ejércitos aliados.
En los informes desclasificados se indica cómo algunos agentes del M/5 consideraron aquella decisión como una "supina estupidez" e intentaron desprestigiar la figura del astrólogo describiéndole como "un hombre afeminado de vanidad desmesurada; un propagandista nato cuya afición a los uniformes nazis sólo es superada por su afición a disfrazarse de travestí". 

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Pero precisamente propagandistas natos eran lo que necesitaba la Inteligencia británica y por tanto De Whol jugaría un importante rol en el denominado "Equipo o Grupo Negro" -Black Team- de Churchill, una unidad secreta de la SOE especializada en propaganda negra que también se valía del ilusionismo en el campo de batalla -ver recuadro inferior- para sembrar la confusión y el desconcierto en el enemigo. La principal misión del astrólogo húngaro, además de trazar horóscopos, fue similar a la de Krafft en § Alemania: producir espurios panfletos manipulando las profecías de Nostradamus, que señan lanzados sobre Alemania. En 1940 pasó a dirigir el Departamento de Investigación Psicológica de Londres y más tarde trabajaría con el maestro en falsificaciones de documentos Eric Hall. Su principal cometido sería crear una versión falsa de la popular revista alemana de as-trología Zenit. Su intención era minar con sus falsos pronósticos la moral de los alemanes. En abril de 1943 De Whol y Hall trabajaron en una edición especial de Zenit, esperando astutamente hasta junio para distribuirla con fecha del mes de abril. De esta forma, como apunta Lesta, podían "predecir" sucesos que de antemano ya sabían que era ciertos. Aunque algo ingenuo, el plan podría servir para confundir a los alemanes, muchos, seguidores incondicionales de los astros.
Hall y De Whol se informaron de las fechas en que los submarinos nazis habían sido hundidos para "adelantarse" a los funestos acontecimientos. Quizá de esta forma los oficiales de los submarinos alemanes podrían llegar a sublevarse. Sin embargo, los "espías" de las estrellas cometieron un error fatal e imperdonable a la hora de falsificar la revista: la titularon Der Zenit, cuando su verdadero nombre en alemán era Zenit, sin artículo. El plan, como era de esperar, fracasó estrepitosamente. De Whol, que vivía un retiro dorado en Londres en tiempos de guerra, rodeado de todo tipo de lujos, fue poco tiempo después enviado por Churchill a EEUU con la intención de impulsar la entrada de éste en el conflicto.


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• La Bestia 666 y el "escudo" de protección

Menos clara está la participación del mago y ocultista británico Aleister Crowley en la guerra "mágica". Éste se encargaría de afirmar años después que mantuvo estrechos contactos con mandatarios británicos durante el conflicto y que convenció a las autoridades -y principalmente a Winston Churchill- para que utilizasen la "V" como símbolo de protección, la cual, según el mago, no sería sino un
antiguo símbolo satánico egipcio de destrucción. Lo cierto es que existen varias instantáneas del Primer Ministro en Downing Street haciendo el famoso gesto con su mano derecha ante las cámaras pero es más que probable que se tratase del símbolo de victoria -victory-. No obstante, al parecer el mandatario británico, siguiendo el consejo del místico W. T. Pole, pidió a todos los ingleses que guardasen cada día un minuto de silencio y oración durante la conflagración, lo que para el Führer era, según algunos, "el arma más secreta de Churchill". El británico, a decir de varios historiadores, también decía haber experimentado, como Hitler, visiones premonitorias que le habrían salvado de un gran peligro. Fuese verdad o no, lo cierto es que algunos dirigentes nazis creían que las campanas de Londres poseían un extraño poder mágico que protegía a la capital inglesa de los bombardeos de la Luftwaffe. Nada menos.
Durante el ataque alemán a Londres, en junio de 1940, la maestra de Wicca británica, Dorothy Clutterbuck, organizó un aquelarre que tomó el nombre de "Gran Círculo Protector", a través del cual se constituyó una especie de "red de protección psíquica" que, formada por numerosas "brujas" seguidoras de las tradiciones del antiguo mundo celta, pretendía evitar un daño terrible contra su pueblo. Por su parte, y como señala nuestro colaborador José Gregorio González, experto en ocultismo del Tercer Reich, la célebre teósofa Dion Fortune, adepta de la Golden Dawn -cuyo miembro más célebre fue el citado Crowley-y fundadora de la sociedad secreta "Fraternidad de la Luz", organizó entre 1939 y 1942 unprograma de
"protección psíquica" articulado en sesiones semanales consistente en visua-lizaciones cada domingo, en las que los miembros de su organización "imaginaban" a los espíritus y ángeles de Gran Bretaña para que intercedieran en favor de los aliados en la lucha; aquellos esfuerzos los registró la ocultista británica en unaserie de cartas que escribió en aquella época.
Aunque más que probablemente aquellos actos no tuviesen efecto alguno sobre la moral enemiga, lo cierto es que muchas personas creían en ese poder oculto y mágico y su contribución a la victoria aliada.


• La guerra de los brujos toca a su fin
Mientras tanto, en Alemania, ya desaparecido hacía más de una década Hanussen y caído en desgracia Krafft, entre otros ocultistas y astrólogos, algunos dirigentes nacionalsocialistas, como Himmler, seguían recurriendo a la ayuda de místicos y visionarios en un intento desesperado por poner la contienda de su parte; como el astrólogo Wilhem Wulff, que tras pertenecer a la Sociedad Edda había sido encarcelado por la citada "Acción Hess" pero que, en los últimos meses de la conflagración, gracias a sus predicciones, fue integrado por el reichsführer en su equipo personal de astrólogos. Según contaría más tarde el propio Wulff en su libro £/ Zodíaco y la Esvástica, fue obligado por las SS a trabajar para la Ahnenerbe, la "Sociedad Herencia Ancestral" creada por Himmler para hallar los orígenes "míticos" de la raza aria.
La "Guerra de los Brujos", como se denominó extraoficialmente a este conjunto de operaciones encubiertas que se valieron de la desinformación, el ocultismo y la astrología para neutralizar al enemigo, si no decisiva, si fue un elemento más de no poca importancia dentro del engranaje de la maquinaria bélica, tan compleja como devastadora.
Sea como fuere, los hados, si es que intervinieron en el conflicto, se alinearon finalmente con el bandoaliado, contribuyendo a la destrucción del fantasma del nazismo, un ente diabólico que había sembrado la muerte y la destrucción por toda Europa. 

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• El Palacio del Ocultismo

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El centro de operaciones "mágicas" de Hanussen se hallaba en el número 16 de la üetzenburgstrasse de Berlín. Se trataba de un antiguo palacete versallesco convertido por el mago en una mezcla de templo neopagano con lo último en tecnologías que grababan todo lo ocurrido en su interior. Un antiguo gabinete de las maravillas moderno con relieves mitológicos y astrológicos, símbolos esotéricos y estatuas de dioses clásicos que flanqueaban innumerables estancias, entre ellas, el "Salón del Silencio", donde mediante un mecanismo secreto el mago era capaz de elevarse por encima de su selecto público, como si (evitase. Pero el verdadero sanctasanctórum del palacio era la llamada "Habitación de Cristal", donde Hanussen, ahora reconvertido en visionario del Reich. concedía acambio de una suculenta cantidad de dinero sus lecturas privadas a un grupo reducido de espectadores.
La estancia estaba decorada con estatuas de Buda y dioses hindúes, con jaulas que contenían serpientes y otros reptiles. Y en el centro de la misma se hallaba una mesa de cristal de forma circular donde tenían lugar las sesiones mediúmnicas. Decorada con los 12 signos del Zodíaco. Hanussen se colocaba en el centro, sentado en el interior de la mesa. Gracias a un mecanismo complejo hacía girar la superficie de la mesa y. cual ruleta, los símbolos zodiacales y esotéricos giraban proyectando formas sinuosas en toda la estancia. Una vez detenida, el mago procedía a interpretar los signos dependiendo de su situación con respecto a los invitados sentados a la mesa. Aquel fue el célebre "Oráculo de Hanussen", pero el ilusionista pudo disfrutar poco tiempo de su templo sagrado en el que recibía a sus invitados con el saludo nazi, el mismo que patentaron aquellos que ordenaron su ejecución.  

• Jasper Maskelyne, el mago de la guerra


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Durante el conflicto los servicios secretos británicos se valieron de las habilidades en el campo de la prestidigitación y el ilusionismo de Jasper Maskelyne. el llamado "mago de la guerra". Jasper, tercera generación de una familia de reputados ilusionistas ingleses, tras haber cosechado grandes éxitos, decidió en 1940 ingresar en el Ejército. Sin embargo, sería rechazado varias veces debido a su edad -tenía 37 años- y a su falta de instrucción. No obstante, el 14 de octubre de 1940, tras realizar una demostración de sus habilidades ante un inspector general -al que engañó escondiendo un nido completo de ametralladoras que no eran sino palos de escoba-, entró a formar parte del Regimiento Real de Ingenieros, ingresando en la unidad de camuflaje.
Tras su éxito camuflando armamento falso fue enviado al Norte de África donde formó su propio pelotón con carpinteros, ceramistas, caricaturistas. .. que recibió el nombre oficial de "Sección Experimental de Camuflaje", pero que Maskelyne denomina Magic Gang. En junio de 1941. cuando los ingleses buscaban una forma de proteger Alejandría de los ataques del enemigo, el mago creó una falsa ciudad en Maryut Bay en la que utilizó edificios, tanques y cargas explosivas de cartón piedra que confundieron a los pilotos alemanes. Apagadas todas las luces de la verdadera Alejandría e iluminada la falsa, los nazis herraron en el blanco durante dos noches consecutivas, creyendo que su misión había sido un completo éxito.
Tras sus logros. Jasper recibió encargos tan importantes como la protección del Canal de Suez, uno de los puntos estratégicos más relevantes. Lo consiguió cegando a los pilotos enemigos con 21 luces antiaéreas gracias a un sistema de espejos giratorios que fue llamado "Torbellino de Luces' o "Manto Negro".
Además hacía creer al enemigo que se hallaba ante tanques que no eran sino camiones camuflados. Su ac-
ción más célebre fue en la batalla de El Alamein, donde puso sus técnicas al servicio del general Montgo-mery. Recientemente se editó una biografía novelada sobre el personaje: El mago de la guerra, de David Fischer -Almuzara, 2007-.

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• Hanussen, detective psíquico

Entre otras actividades "mágicas" Hanussen puso sus dotes al servicio de la policía en investigaciones de asesinato. El más célebre de ellos fue el caso del asesino en serie Peter Kurten, bautizado por la prensa como "El Vampiro de Dusseldorf" o "El Tigre del Ruhr", que haría célebre la película de Fritz Lang. En febrero de 1929 había aparecido en la ciudad alemana el cadáver salvajemente mutilado de una niña de nueve años. Había sido violada, apuñalada y parcialmente quemada. Después, serían encontrados otros ocho cuerpos de mujeres jóvenes y niñas que habían muerto estranguladas o golpeadas con un martillo. Además, evisceraba a algunas de sus víctimas o les infligía mordiscos en el cuello y otras zonas del cuerpo, alcanzando el orgasmo ante la visión y el sabor de la sangre -de ahí el sobrenombre de "vampiro*-. Mas de 300 detectives aficionados, psíquicos y telepatas se entregaron a la caza del asesino, sin ningún fruto. Finalmente y aunque Hanussen, a través de los periódicos, había publicado el análisis grafológico del asesino e Invitó a éste a entregarse, el mago fue apartado de la investigación como el resto de "detectives psíquicos". Peter Kurten sería detenido en 1930 casi por casualidad. Murió ejecutado en 1931.


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