martes, 29 de junio de 2010

El mensaje secreto de los sueños

Cada vez que soñamos estamos recibiendo un mensaje secreto proveniente de nuestra conciencia. Desde siempre su significado es misterioso y complicado. Esta comunicación casi nunca es inocente. Si los sueños son muy vívidos, reiterativos o dolorosos es que nuestro yo interior quiere decirnos algo importante. Sepen como interpretar sus claves ocultas. Un imprescindible diccionario para descifrar sus ensoñaciones más íntimas.


SUEÑOS
El mensaje secreto.
FUENTE: Revista CONOZCA MAS. Año 7, Nº 2.

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• ¿POR QUE TENEMOS PESADILLAS?

¿Los chicos pequeños tienen más pesadillas que los adultos. No hay que confundirlas con el terror nocturno. Su mecanismo y cómo evitarlas. 


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Un humorista dijo que la pesadilla es la parte "fundamentalista" de los sueños. Y no dejaba de tener razón, en cierto aspecto. Los psicoanalistas suelen definir a la pesadilla como la "extrema" dramatización de los problemas o ansiedades que el soñante ha tenido en su reciente vigilia. La característica distintiva de toda pesadilla es que la persona que sueña está en peligro. La única excepción son las madres recientes, que sueñan que son sus bebés los que están sometidos a algún riesgo. De todas formas, si la ensoñación es algo normal, las pesadillas pueden revelar patologías ocultas. Los chicos entre 3 y 5 años suelen ser los más propensos a experimentar esta clase de sueño angustiante. Pero también lo son las personas que, según la psicología, tienen "fronteras angostas". Son seres sumamente sensitivos y demasiado preocupados por sus problemas interiores. Por lo general se dedican a actividades creativas y tienen una visión muy idealizada de la vida. A medida que se va madurando o tomando conciencia de la realidad, el ritmo de las pesadillas disminuye. Se estima que una persona normal no tiene más de 2 o 3 pesadillas por año. No hay que confundirla, tampoco, con los llamados terrores nocturnos. Cuando se padecen estos terrores -generalmente en la adolescencia- el despertar puede ser muy brusco y a veces ocurre en medio de gritos y alaridos. Casi nunca se recuerdan las causas que provocaron el miedo, pero si se repiten con frecuencia se pueden sufrir graves enfermedades.

• CON LA CAMA EN EL LABORATORIO

Durante el llamado sueño REM los ojos experimentan un rápido movimiento y el corazón se acelera. En ese momento soñamos.

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No hay una sola manera de dormir. Los fisiólogos habían descubierto, hace ya mucho tiempo, que el sueño se dividía en varias etapas de distinta duración e intensidad. Pero hasta 1953 no se había prestado demasiada atención a las modificaciones cualitativas que se producen en el cuerpo durante el dormir. En ese año, dos neurólogos norteamericanos -Eugene Aserinsky y Nathaniel Kleitman- descubrieron una etapa del sueño caracterizada por lo que ellos denominaron REM ("rapid eye movement", "movimiento rápido del ojo"), o sueño paradojal. En esta fase el cerebro registra una actividad electroencefalográfica muy parecida a la que se produce durante la vigilia. El corazón se acelera y la respiración se hace más rápida. El mayor consumo de oxígeno provoca un mayor flujo sanguíneo en el cerebro y también una temperatura cerebral más alta. Todo este proceso está caracterizado por el rápido movimiento de los ojos, que cesa durante los ciclos llamados NREM (no rápido movimiento de los ojos, según la sigla en inglés). Dos horas después de habernos dormido, dos entramos en la etapa REM, que es el momento que en el hombre se producen los sueños, según quedó demostrado con cientos de pruebas y experimentos hechos en los laboratorios. Es en esa instancia cuando un torrente de sustancias químicas provenientes de la base del cerebro y de la médula inundan la mente dormida y comenzamos a soñar, a veces con la persona amada, a veces con los terrores que esconde nuestra conciencia. El ciclo de REM-NREM se repite varias veces durante la noche y se pudo medir que el sueño REM ocupa el 25 por ciento del tiempo total que usamos en dormir. Los músculos se aflojan, la espina dorsal deja de estar tensa y se prenden y apagan determinadas neuronas.


• LOS SUEÑOS SEGÚN EL DOCTOR FREUD

En 1900 se publicó el libro de Sigmund Freud La interpretación de los sueños. A partir de ese momento los psicoanalista! tuvieron un arma formidable Los sueños, según el médico vienes, son el camino real que lleva hasU el inconsciente. Mientras dormimos, el cuerpo se afloja y las defensas alertas de la mente se debilitan, en ese momento afloran desde el inconsciente profundo las represiones que en estado de vigilia somos incapaces de reconocer. Ahora los fisiólogos ponen en duda esta teoría.

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Decía Shakespeare, anticipándose a Freud, que el hombre está hecho de la misma materiade sus sueños. El miedo, la angustia, los celos, el odio, la lujuria, el amor asaltan nuestras noches pesarosas y se aferran a nuestra alma haciéndola frágil o fuerte, ruin o generosa. Al fin de cuentas somos lo que soñamos, creía el autor de Hamlet. Desde la más remota historia, el hombre intentó -con laborioso temor- descubrir por qué las bestias que lo rodeaban se sometían mansamente a su influjo mientras dormía. Intentó comprender -seguramente en vano, ya que todavía no había inventado la palabra soñar-por qué podía detener la corriente del río con una sola mano mientras yacía sobre su lecho de hojas, profundamente dormido en una caverna que a veces lo asustaba en sus delirios nocturnos y otras lo protegía.
Hace unos meses, un grupo de antropólogos egipcios encontró un curioso papiro escrito dos mil años antes de Cristo. En él se explicaba el significado de un sueño que había tenido un pariente del faraón. El hombre había soñado que un buitre le devoraba el hígado y que eso le producía una gran alegría. El augur consultado dijo que era el anuncio de que pronto esa persona habría de librarse de un gran peso que impedía su felicidad. Resulta difícil entender por qué no experimentó una sensación de dolor o de angustia en lugar de placidez; sin embargo el augur no tuvo dudas. Aunque la historia quedó trunca para siempre, pues el resto del papiro no fue hallado, todo resulta más diáfano si se sabe que los egipcios creían -como los griegos- que el alma de las personas se alojaba en el hígado. Está claro que el sueño señala el deseo de ese hombre de librarse de algún pesar que atormentaba su alma. Un tratado egipcio de la XII Dinastía (1800 a. C.) detalla cómo deben analizarse los sueños y cuál es el contenido de los símbolos más usuales.

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Hipócrates, Aristóteles y Galeno creían que los sueños transmitían un mensaje oculto, que era necesario desentrañar si se quería saber qué enfermedades iba a sufrir el paciente en el futuro. Hornero, en la Ilíada, afirma que los sueños son mensajes de los dioses, y separa los sueños falsos de los sueños verdaderos. Agamenón, dice, fue visitado en sueños por Zeus, quien le fue mostrando el futuro paso a paso; así supo cómo los griegos iban a imponerse finalmente a los troyanos. Es un pensamiento muy antiguo creer que los sueños predicen el porvenir. Una completa guía de los sueños fue encontrada en Babilonia, entre las ruinas de labiblioteca de Nínive, escrita en una serie de tablas de arcilla que pertenecieron al rey Asur-banipal, que gobernó en el año 650 a.C. En la India, en el siglo V a.C., un escriba desconocido redactó un completo tratado de los sueños, llamadoAtharvaveda, en el cual se describen todos los símbolos posibles de las ensoñaciones. El autor afirma que sabiendo "leer" lo que una persona sueña es posible adivinar el futuro no sólo de ella misma, sino también de las cosas. Artemidorus, que vivió en Atenas en el año 150 d.C., recopiló cientos de sueños y los volcó, junto con su interpretación, en un tratado que lleva por nombre Oneirocrítica, combinación de los vocablos "oneiros", sueño, y "kritikos", crítica, comentario. Para los griegos, estas imágenes nocturnas formaban parte, casi, de la vida real y muchos hombres, aún los más poderosos, regían sus pasos según lo que soñaran por las noches. Hypnos era para ellos el rey de los sueños, y su hijo -llamado Morfeo- el encargado de hacerdormir a los mortales y velar por su descanso. Los romanos llamaron a ese dios Somnus, hijo de Nox (la Noche) y hermano de Mors (la Muerte). El Antiguo Testamento está lleno de sueños, algunos terribles y otros significativamente premonitorios. En el Génesis (28: 12), Jacob va por el desierto y después de caminar todo el día llega a una aldea donde decide pasar la noche. Se acostó en el suelo y apoyó la cabeza en una piedra a modo de almohada. Cansado, no tardó mucho en caer dormido. En sueños se le apareció la imagen de una escalera por la cual subían y bajaban varios ángeles. Cuando se despertó, a la mañana siguiente, no dudó en derramar aceite sobre la piedra en la que apoyara su cabeza y decidió llamar a ese sitio Betel, que quiere decir "Casa del Señor". ¿Por qué hizo eso?

Otras veces ya había dormido en el camino y no había ocurrido nada. Es que el sueño le había señalado, claramente para él, que Jehová iba a renovar su alianza con el pueblo de su padre por intermedio suyo. Y así iba a ocurrir. Tiempo después, dice la Biblia, Jacob se encontró con un hombre que quiso luchar con él. Todo el día estuvieron forcejeando sin que se pudieran vencer. El desconocido le dijo: "Déjame, porque raya el alba". Pero Jacob lo aferró con más fuerza y le respondió: "No te dejaré si antes no me bendices". El hombre le preguntó entonces cómo se llamaba, y cuando se lo dijo, el otro le respondió: "No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido". Era un ángel.
El sueño premonitorio se había cumplido. Israel quiere decir "el que lucha junto a Dios", y al renovar su alianza con Jacob, Jehová le entregó a Israel la Tierra Prometida que le anunciara en Bet-el, aquella noche en que los ángeles subieron y bajaron por una escalera presagiando que Israel había sido elegido. José, hijo de Israel, es llamado en la Biblia "el soñador". No sólo se cumplía todo lo que soñaba, sino que tenía una sorprendente sagacidad para interpretar los sueños de los otros. Estando preso en Egipto -después de haber sido vendido a unos mercaderes por sus hermanos- José fue llevado ante el faraón para que interpretara un raro sueño del monarca, que nadie alcanzaba a descifrar. Había soñado que estando frente al río, vio salir de las aguas siete vacas gordas y hermosas, que pronto eran devoradas por otras siete vacas flacas y de horrible aspecto. A la noche siguiente soñó con siete espigas de trigo, hermosas y doradas que eran devoradas por otras siete espigas de trigo secas y marchitas. José no dudó un instante. Le dijo que no eran dos sueños distintos sino uno solo. En él, Dios le anunciaba lo que pensaba hacer. Derramaría sobre Egipto gran abundancia durante siete años seguidos, a los cuales le seguirían otros siete años de sequía total.

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José le aconsejó guardar todo el trigo y todo el ganado que pudiese durante la época de las vacas gordas para poder tener alimento durante los años de las vacas flacas. Así se hizo y así ocurrieron las cosas. José se convirtió en primer ministro de Egipto y su interpretación del sueño del faraón es la más famosa de toda la historia. También es una de las más bellas parábolas sobre el ahorro de las naciones. Sin embargo, las modernas investigacioneshechas sobre aquello que soñamos, despojan a los sueños de los antiguos contenidos premonitorios. En 1900, el médico vienes Sigmund Freud publicó su libro La interpretación de los sueños, que revolucionó todos los conceptos existentes en la época sobre esta delicada materia, tan transitada y volátil. Según Freud, los sueños son mensajes enmascarados de la mente inconsciente. A partir de esa premisa elaboró un complicado método para analizarlos y explicó cómo funciona la mente mientras dormimos. Cuando estamos despiertos, nuestra mente, dice, construye una serie de barreras, o represiones, que nos impiden conocer nuestros pensamientos más profundos. Durante el sueño, esas barreras se hacen más débiles y el inconsciente puede aflorar con mayor facilidad. Entender lo que éste quiere decirnos, a través de una libre asociación de ideas e imágenes, es una manera de vencer las inhibiciones que impiden conocernos del todo o librarnos de algún problema que padecemos. Para Cari Jung (1875-1961) -un antiguo discípulo de Freud que finalmente rompió con el maestro-, los sueños no son la representación de deseos insatisfechos o de determinadas represiones, sino un llamado de alerta de nuestra mente para que prestemos atención a áreas que están siendo descuidadas. Esta función se realiza inconscientemente mientras dormimos si vivimos una vida bien balanceada. Si eso no es así, aparece primero un notorio mal humor y luego una serie de síntomas cuando se está despierto. Entonces, y sólo entonces, hay necesidad de interpretar las cosas que uno sueña. No a través de todos los sueños y de libres asociaciones sino sobre la base de sueños repetitivos, cuyos elementos sean claramente perceptibles. En 1953, en los Estados Unidos,el análisis de los sueños comenzó a transitar otro camino, más claramente neurobiológico. Nacieron unos complicados gabinetes que se denominaron laboratorios del sueño. En ellos, gradualmente, se descubrió con precisión en qué momento se produce la ensoñación y qué sustancias químicas actúan en las distintas partes del cerebro cuando se sueña. Ahora se sabe, en especial por los trabajos de Alian Hobson y Robert W. McCarley, de la Escuela deMedicina de Harvard, que no sólo los hombres son los que sueñan. Está comprobado que todos los mamíferos sueñan: hasta la jirafa, que sólo duerme tres minutos por día. "El hombre sueña -dice Hobson- porque es un mamífero y no porque pertenece a una cultura. Los sueños son posiblemente un subproducto inútil de algo tan fisiológicamente necesario como es el sueño".

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Se ha establecido que mientras se duerme, el cerebro segrega, principalmente, tres sustancias neurotransmisoras: la acetilcolina, la serotonina y la norepinefrina. Cuando prevalece la primera de ellas es cuando desde la base del cerebro se dispara hacia la corteza cerebral una andanada de impulsos eléctricos y químicos caóticos, que la mente trata de ordenar. Se produce, entonces, eso que llamamos sueños. Usando los datos archivados en la memoria, el cerebro frontal trata de identificar esos impulsos y de ordenarlos. El resultado es el armado de una historia más o menos lógica pero fantasiosa que, según Hobson, no sirve para nada. Esta interpretación de los sueños -que podría causarle una úlcera de dúodeno al pobre Freud- está lejos de ser aceptada por todos. Pero los progresos alcanzados en los laboratorios del sueño permiten sospechar que el hombreusa el sueño como un proceso básicamente regenerativo, ya que mientras soñamos algunas neuronas permanecen inactivas. Cada vez más los expertos se inclinan a creer que los sueños son un simple proceso fisiológico, como el metabolismo del azúcar o la digestión. Para muchos científicos, los mamíferos -e incluso algunos pájaros- usan la etapa REM para que sus signos vitales se sigan manteniendo como en la vigilia. Hobson dice.que las ratas, por ejemplo, morirían de frío si no activaran, durante el período de las ensoñaciones, la neuronas que le permiten aumentar el ritmo cardíaco y elevar la temperatura del cerebro. Esa, se supone, serían las funciones de ciertos neuro-transmisores. En el laboratorio se inyectó acitelcolina a las ratas y éstas dejaron de tener el ciclo REM sin sufrir daño alguno. En la etapa intrauterina, el hombre también sueña, según se pudo comprobar.
Los momentos de ensoñaciones son más prolongados y se cree que el cerebro usa esos momentos para ir madurando. Pero todas estas explicaciones parecen un tanto insuficientes. Nadie ha explicado todavía, por qué el edquina (un mamífero de Australia) no tiene REM y por qué lo tienen algunos pájaros. Claro que caben aún otras posibilidades, que no entran ni en el diván de los psicoanalistas ni en los laboratorios neurobiológicos. El poeta Walt Whitman maldecía a los astrónomos porque con sus análisis matemáticos del cielo le arruinaban la alegría que experimentaba al contemplar las enigmáticas estrellas. Somos una gran mente que sueña y no que calcula, decía. A Jorge Luis Borges lo asaltaba, una y otra vez, la temerosa sospecha de estar soñando los hechos que llamamos existencia mientras otro, allá afuera, lo estaba soñando a él para permitirle soñar con la efímera vida.


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Desde la más remota antigüedad, los hombres procuraron codificar el significado escondido de los sueños. Lo que sigue son algunas de las interpretaciones más aceptadas por los especialistas. La lista no agota el tema, pero es una introducción imprescindible si se quiere desentrañar el mensaje que nos transmite el inconsciente a través de nuestras Ensoñaciones.

LAS CLAVES OCULTAS DE LOS SUEÑOS

de la A a la Z


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Abandonar (abandono): Sugiere la existencia de un conflicto entre el yo y los otros. Si se reitera con frecuencia revela una de las funciones de los sueños:
[/b] liberar nuestra sexualidad y afectividad contenidas.

Abismo: Si caemos al fondo de un abismo es que nos preocupa que salga mal algo que estamos haciendo. Es siempre la representación de una duda. Es un sueño muy común cuando se están afrontando situaciones difíciles.

Abogado: Alguien de nuestro entorno, o nosotros mismos, está necesitando urgente ayuda.

Abrazo: Por lo general denota una extrema preocupación por aclarar si la persona que nos abraza es sincera y si podemos en verdad fiarnos de ella.

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Abundancia: Si uno nada en la abundancia, de cualquier cosa que sea, significa que se tiene temor a carecer de lo necesario. Es un sueño perturbador, sobre todo si al despertarse la persona experimenta un extraño sentimiento de angustia.

Accidente: Es un clásico relacionado con la ansiedad. Si escapamos sin daño, es que creemos tener el suficiente control personal como para salir bien de alguna circunstancia. Si, al revés, quedamos heridos o perdemos la vida, es que tememos carecer de la habilidad necesaria como para resolver una situación conflictiva.

Actor (actriz): De simbología difusa. Si es uno el que se ve como actor podría significar que se confía en las propias habilidades para tener éxito. Si el episodio se reitera muy seguido es que se pretende un reconocimiento específico, ser aplaudidos por algo.

Acusado: Ser acusado en un sueño no es algo malo, como podría suponerse. Significa alegría por haber evitado o superado una trampa. Al revés, acusar a alguien muestra que hay penas y padecimientos ocultos.

Adulterio: Es uno de los sueños llamados traumáticos. Si es uno quien lo comete, significa una enorme crítica a la otra parte de la pareja. Si es el otro quien lo practica, anuncia una enorme infelicidad. Si es un sueño recurrente hay que consultar al analista.

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Árbol: Por lo común, el árbol denota confianza en alcanzar un sólido bienestar material. Sólo muy raramente tiene una simbología romántica o espiritual. Aparece con frecuencia y es importante analizar el entorno en que lo hace.

Automóvil: Es la más acabada representación de la independencia personal. Significa que se desea, más que nada, ser completamente libre. Sobre todo si es uno quien conduce. De todas formas, hay que examinar en qué entorno se lo sueña, pues otros símbolos suelen dejarlo en segundo plano.

Baile: Tanto si bailamos como si vemos bailar a otros el mensaje es siempre altamente erótico. Si la escena es alegre, es un síntoma de extremo hedonismo.

Beso: Movimiento hacia la unidad con los demás. Aceptación de la sexualidad.

Bote (barco, nave): El viaje es un arquetipo clásico de la búsqueda de las propias raíces en la vida. También puede señalar cierta dificultad en abandonar algo.

Carne: Goce sexual. Satisfacción o necesidades físicas o mundanas.

Casa (edificio): Representa siempre a nosotros mismos y expresa a nuestro cuerpo y personalidad. Según el contexto es el significado. Puede estar relacionado con el deseo de privacidad.

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Caverna: Vida prenatal. Vagina. Algunos autores ligan este sueño con el temor a enloquecer y otros lo relacionan con nuestra propia muerte.

Cementerio: Si se reitera, este sueño señala alguna neurosis. En for,ma episódica indica una firme intención de romper con el pasado.

Desierto: Sentirse abandonado. También preocupación por la falta de actividad social. Esterilidad, frialdad sexual. Denota preocupación por no poder tomar decisiones.

Desnudo: Soñamos desnudos, o ver desnudos a otros, destaca nuestro miedo de que otros se enteren de lo que realmente sentimos o deseamos. Culpa por tener necesidades sexuales.

Divorcio: Temor o deseo de ruptura de alguna relación, no necesariamente sentimental. Puede señalar alguna dificultar para relacionarse socialmente con los demás.

Embarazo: En la mujer puede referirse al deseo de tener un hijo. Por lo general demuestra una relación más intensa con nuestro inconsciente. Posibilidad de un mayor desarrollo.

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Enfermedad: Aparecen como enfermedades o infecciones todos los recuerdos dolorosos o los resentimientos reprimidos. También indica el deseo de terminar una relación.

Excrementos: Sentimiento de repulsión. Si están relacionados con otra persona indican desprecio o repugnancia. Hacer o recibir acusaciones injustas.

Flores: Sentido de la belleza, florecimiento de la capacidad de sentir. Según la forma, órganos sexuales.

Frío: Emociones dominadas, especialmente las de miedo. Desamparo.

Fuego: Universalmente, pasión, sexualidad, enojo, deseo. Ganas intensas de destruir algo. Desaliento porque el transcurrir de nuestra vida sólo deja cenizas.

Funeral: Cuando es el nuestro, indica la resignación que experimentamos hacia la propia muerte. Es un sueño muy común. También destaca un desprecio o indiferencia hacia la persona enterrada.

Genitales: Referencia directa a la sexualidad. Puede ocultar un sentimiento de castración o un deseo de placer.

Golpe (golpear): Un llamado de atención muy poderoso. Puede anunciar un aspecto de nosotros mismos que pugna por volverse consciente.

Héroe (heroína): Si no somos el héroe o la heroína de nuestro sueño es que todavía no aceptamos la responsabilidad de nuestros impulsos. El héroe expresa siempre nuestra iniciativa o potencial no manifestado.

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Infierno: Emociones, ansiedades que tememos. Un pesar que se origina en nosotros mismos. A veces el infierno y el cielo cambian sus roles:[/color][/b] el primero es placentero y el segundo terrible. Eso anuncia el temor a equivocarnos.

Juegos: Representan las cosas que afrontamos o con las cuales estamos en conflictos. Pueden ser una simulación de las estrategias que usamos para vivir.

Laberinto: Confusión de ideas. A veces significa que deseamos admitir que la ruta que hemos elegido para encontrarnos con nosotros mismos es tortuosa y conviene cambiarla.

Loco: Sentirse amenazado por los aspectos irracionales del inconsciente. Miedo a noactuar de forma
inteligente.

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Luna: El mundo interior, la fantasía. Inclinación por lo romántico. Según el contexto:[/color][/b] amor ardiente. La atracción sensual o avasalladora de una mujer. Deseos misteriosos y sombríos. Necesidad de grandes movimientos interiores.

Luz (aura): Estar consciente de algo. Capacidad para comprender, intuición para ver cosas ocultas. Alejamiento de pensamientos sombríos.

Mar: Identifica lo conocido y lo ignorado de nosotros mismos. Es una imagen visible de la inmensidad de nuestro mundo interior. Expresa nuestra sabiduría no verbalizada.

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Matar: Negar, reprimir, controlar alguna parte de nuestra naturaleza. Dificultades sociales.

Matrimonio (boda): Suele ser una manera de esclarecer algo. ¿Será exitoso? ¿Durará mucho o se agotará rápidamente? También señala el deseo de unir la intuición con el intelecto. El significado varía mucho según las culturas.

Monstruo: Equivale, por lo general, a soñar con uno mismo. Representa nuestras propias emociones internas o impulsos que nos causan miedo. Temor patológico hacia la muerte. Si se transforma en pesadilla recurrente puede hasta causar lesiones físicas y psicológicas severas.

Negocios: Aunque los sueños no deben ser tomados como oráculos, muchas veces los datos soñados pueden servir para resolver un problema. Soñar con negocios indicacreatividad.

Números: Pueden tener un tenido emblemático raramente, premonitorio ligado al azar.

- Uno: uno mismo, independencia.
- Dos: indecisión, deseo de un hijo.
- Tres: los padres, una amistad no sexual.
- Cuatro: el hogar, la casa, necesidad de apoyo.
- Cinco: nuestro propio cuerpo, el matrimonio.
- Seis: equilibrio, sexualidad satisfecha.
- Siete: la iglesia, la música.
- Ocho: la muerte, la eternidad.
- Nueve: maternidad, renovación de algo.
- Cero: la mujer, el absoluto.

Obscuridad: Relación negativa con el inconsciente. Dualidad. Melancolía.

Peligro: Soñar con alguna situación de peligro remite siempre a la ansiedad.

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Regalos: Sentimiento de autoafirmación. Sentirse reconocido o amado. Muchas veces es sinónimo de acto sexual.

Riña (pelea): Dificultades relacionadas con la independencia de nuestros juicios y actitudes. Acoso sexual, conflictos morales.

Risa: Indiferencia hacia los demás. Sentir vergüenza por algún rasgo nuestro.

Ropa: Según sea el contexto, puede significar muchas cosas. Por lo general representa sentimientos de placer y confianza, pero también incomodidad y falta de seguridad.

Sed: Tener necesidad interior de algo. La mayor parte de las veces tiene una connotación erótica. Deseos de aprender.

Suciedad: Sentimiento de culpabilidad por no aceptar preceptos morales o sexuales establecidos.

Televisión: Mirar televisión es el deseo inconsciente de examinar de cerca nuestra interioridad, con la cual estamos disconformes.

Viejo: Soñarnos más viejos de lo que somos representa siempre un estado de duda. También que nos consideramos muy sabios interiormente.

Volar: Deseo de alcanzar un nivel superior. Proceso de maduración. Escapismo.

Zodíaco: Idealización del yo. Impulsos naturales. Resignación.

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