lunes, 21 de abril de 2014

Yaganes, los olvidados de Tierra del Fuego

SUS ENIGMÁTICOS DIOSES, RITUALES Y CREENCIAS
YAGANES:
LOS OLVIDADOS DE TIERRA DE FUEGO

Hace seis mil años, en la zona más austral del mundo, arraigó una cultura que desarrolló una sociedad fructífera e independiente. Mucho se ha perdido de sus costumbres y creencias, pero gracias a su misteriosa lengua, hablada aún por unos pocos descendientes, hoy conocemos algo de su sabiduría ancestral y su riqueza espiritual.
Por MARIO NOGARÍN
Revista Año/Cero Nº 02-211
 

El territorio de los yagan o yamanas era tan extenso que el idioma de sus gentes, admirado hoy por su notable interés semántico, se fraccionó en cinco dialectos, en función del aislamiento y la distancia entre los distintos asentamientos de esta etnia. Se disgregaron desde el acceso principal del Canal Beagle por el Norte, hasta Bahía Aguirre por el Este, la península de Brecknock por el Oeste y el Cabo de Hornos por el Sur. También se han descubierto vestigios arqueológicos en islas como Hoste, Navarino, Picton y Wollaston.
Los científicos han venido estudiando esta civilización desde finales del siglo XIX, aunque ya existían referencias de sus pobladores en el siglo XVII, gracias a los primeros aventureros que surcaron estas aguas. Los perfiles antropológicos efectuados por los investigadores determinaron que existió cierta relación entre el pueblo yagan y los cazadores primitivos que llegaron al sur de la Patagonia, hace trece mil años. Sin embargo, sus rasgos físicos los diferenciaban de estos últimos, ya que tenían una estatura baja (aproximadamente 1,60 de media), el cuerpo robusto y bien constituido y, en cuanto a sus facciones, en su rostro destacaban sus penetrantes ojos, oscuros, pequeños y rasgados, como los de otras poblaciones de origen asiático.

ARTE CORPORAL
Las investigaciones emprendidas por la antropóloga Danae Fiore han sacado a la luz aspectos de la cultura yagan particularmente interesantes. Los indígenas que habitaban el canal Beagle hace 6.000 años dejaron atrás objetos de hueso como arpones, punzones y varillas. Basándose en fotografías tomadas en los siglos XIX y XX, sugiere que los yaganes usaban pinturas corporales no sólo en las ceremonias de iniciación o «iaxous», sino también en la vida cotidiana. Estas pinturas determinaban roles sociales distintos entre hombres y mujeres, adultos y jóvenes, lo cual indica que existían divisiones de poder. Danae Fiore es miembro del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) y docente de la Universidad de Buenos Aires. Desde 1998 realiza estudios sobre los yaganes y está especializada en las manifestaciones artísticas y en su ornamentación corporal.


UN IDIOMA APASIONANTE
Pero, sin duda, el idioma yagan es el rasgo característico más extraordinario de esta etnia, ya que, junto con el kawésqar, es el único plenamente originario de Tierra de Fuego. Lucas Bridges, uno de los escasos blancos nacidos en esta región patagónica y gran estudioso de dicha comunidad, escribía lo siguiente: «La creencia en que eran caníbales no fue la única equivocación de Charles Darwin con respecto a los fueguinos. Al escuchar sus conversaciones le impresionó la constante repetición de las mismas frases y llegó a la conclusión de que su idioma no podía abarcar más de un centenar de palabras. Nosotros, que lo hemos hablado desde niños, sabemos que esta lengua, dentro de sus propios límites, es infinitamente más rica y expresiva que el inglés o el español. Los yaganes tenían, por lo menos, cinco palabras para el vocablo 'nieve'; para 'playa' tenían más aún; la elección del vocablo correcto dependía de varios factores, ya fuera la ubicación de la playa con relación al que hablaba, o al hecho de haber tierra o agua entre el mismo y la playa o la orientación de ésta.

 
Arriba, descendiente yagan junto a un canal en la localidad de Puerto Williams.


Las mismas palabras variaban de significado de acuerdo al lugar». De hecho, el misionero anglicano Thomas Bridges, padre de Lucas, logró recopilar más de 30.000 conceptos lingüísticos yaganes durante su estancia en estas remotas tierras.

EL MUNDO DE LOS ESPÍRITUS
Para los yaganes, el origen de todas las cosas era el Watauiwineiwa, una entidad divina, identificada con el arco iris, que podía ser invocada por los indígenas cuando se encontraran en dificultades o para hallar una respuesta a sus inquietudes. Desde un punto de vista arqueológico, no hay evidencias materiales sobre la existencia de templos de oración, lo cual indicaría que no lo adoraban bajo el concepto tradicional que conocemos. Watauiwineiwa era omnipresente y habitaba también en el espíritu de las gentes. En la cultura teísta de los yagan, desarrollaban un papel fundamental los Yekamush, chamanes dotados con el poder de sanar las enfermedades e invocar a los espíritus. Otras figuras que formaban parte de sus creencias eran los Yoa-lox, una especie de dioses de la guerra que les adiestraban en la fabricación y el manejo de las armas.


 
Arriba, mujeres yagan en una imagen captada en 1882. Abajo, confluencia de canales en Tierra de Fuego, lugar donde se asentaban los yaganes.


Los rituales de los Yekamush se iniciaban con un prolongado canto, mediante el cual invocaban a los espíritus, para que escucharan los problemas que afligían la comunidad. No se trataba de celebraciones en masa, sino de ceremonias íntimas, individuo por individuo, para no perturbar la concentración del chamán y que éste pudiera establecer contacto con lo divino. Durante el ritual, el chamán hacía converger la materia oscura o dañina en un punto exacto del cuerpo de la persona enferma; acercándose a ésta, con sus labios la aspiraba enérgicamente y, después, la escupía en la palma de su mano para que el viento se la llevara. De forma similar, los indígenas invocaban a los Curpij, responsables de los vientos, la lluvia y la nieve, a quienes solicitaban ayuda para restablecer el equilibrio terreno, necesario para llevar a cabo una vida serena y en paz con la naturaleza. En la actualidad, apenas queda un centenar de descendientes de esta etnia, y la mayoría de ellos malviven en Puerto Williams. Sin embargo, las autoridades chilenas han puesto en marcha varios programas con el fin de mejorar sus condiciones de vida y preservar su valioso legado cultural.



…¿Lo sabías…?
ADEMAS DE INSTRUMENTOS PARA LA CAZA
y la pesca, como arpones y lanzas fabricados con madera, piedra y huesos, los yaganes fueron especialmente hábiles en la elaboración de cestos de fibras vegetales y recipientes de corteza de árbol que cocían y sellaban con barro. Se alimentaban fundamentalmente de carne de ballena, lobo marino, nutria, peces, erizos... Complementaban su dieta con guanacos, aves, hongos y frutos,


No hay comentarios:

Publicar un comentario