Corría el año 1933 cuando el teniente francés Brenans, realizando un reconocimiento policial, penetró en un cañón de la meseta conocida como Tassili-n-Ajjer. "Echó inmediatamente el pie a tierra y le parecía estar soñando, pues ante sus ojos se desplegaban imágenes profundamente hendidas en la roca; un espectáculo sorprendente en este corredor calcinado por el sol y abrumado bajo el espeso silencio de los países desérticos donde la vida humana desapareció hace siglos." Así describía el arqueólogo Henri Lhote el descubrimiento de los dibujos rupestres del Tassili. Pupilo del celebérrimo abate Breuil, pionero del estudio del arte rupestre, tras la llegada a París de las noticias de semejante descubrimiento, se desplazó inmediatamente hasta aquel recóndito lugar. Durante varios meses junto con el teniente Brenans, recorrió aquellos lares y juntos realizaron algunas copias y dibujos de lo que allí contemplaron. Decepcionado por no poder captar la belleza y color de esas obras parietales, Lhote comenzó a dar forma a una idea que se vena cumplida veinte años después.
Ya en el año 1954. tras
diversos avalares y pasada la guerra, retomaron el ambicioso proyecto y lo
prepararon todo para una expedición que recogiera, catalogara y copiara todo
el arte rupestre posible de la meseta del Tassili. Así, formaron un equipo
compuesto en su mayoría de experimentados pintores y artistas que emprendieron
la marcha en enero de 1956. Sin embargo, las esperanzas del equipo se vieron
truncadas, pues un mes antes de partir el ya entonces coronel Brenans falleció
de un ataque al corazón.
Y así fue como tras dieciocho
durísimos meses, el grupo de Henri Lhote se dedicó a calcar y tomar nota de
todo lo que veían, calcos que hoy tristemente se amontonan en los almacenes del
Museo del Hombre de París y que no dejaron a nadie indiferente, donde increíbles
y detalladas escenas de caza, animales de varios metros de longitud y extraños
seres con cabeza redonda se fundían y mezclaban en una misma pared.
Imagen tomada en un momento del duro viaje y el guía Tuareg que mostró al grupo las extrañas pinturas que decoran el Tassili. Debajo, una especie de procesión de "astronautas" que sigue desconcertando a los investigadores.
Pero, ¿qué es el Tassili?
EI Tassili-n-Ajjer, para
diferenciarlo del Tassili Hoggar, es una meseta situada en la esquina
suroriental de Argelia. Tiene una extensión aproximada de unos 500 km
Norte-Sur, por una anchura de unos 70 Km, casi a modo de frontera natural del
país. Se eleva 1.000 m más por encima del Sahara, con una altitud máxima de
1.800 m. Una meseta elevada por las fuerzas tectónicas, un paisaje basáltico,
colmado de los restos de la arenisca primigenia totalmente erosionada, donde
los artistas dejaron su impronta en los refugios y oquedades que se formaron
por el paso de los milenios. Un panorama totalmente lunar, un laberinto de
piedras, surcado de cauces secos que dan fe de un pasado muy diferente. Y es
que Tassili-n-Ajjer significa "meseta entre ríos", nada que ver con
lo que hoy contemplamos. Debemos abstraemos mucho e intentar visualizar aquel
paraje en la época de dichos artistas. Finalizada la glaciación Würm, hace
10.000 años, lo que marca el inicio de la época Holocénica, el mundo entra en
un periodo post-glaciar. Durante ese periodo, el clima se hace más húmedo,
comienzan las lluvias y el desierto que hoy conocemos se convierte en un paraíso
lleno de vegetación y ríos por doquier. Testigos mudos de todo aquello son los
grabados y dibujos en roca de peces, hipopótamos, elefantes... así como los
wad/'s, o cauces secos de los ríos que lo recorrían, o los majestuosos cipreses
milenarios que todavía quedan en Tamrit.
Expedición española en busca de respuestas
Con las palabras de Lhote en la
cabeza y ansiosos de ver incontables obras pictóricas, partimos rumbo a
D'janet, la localidad más cercana a la meseta ansiada y de la que parten y se
aprovisionan las expediciones. Para los guías no es un viaje fácil, no es
habitual que un grupo quiera conocer en profundidad la zona. No es un viaje cómodo,
y la planificación es fundamental. El turismo suele preferir los viajes en 4x4
recorriendo dunas y oasis. El arte rupestre pasa desapercibido para muchos.
Nuestro propósito era diferente y motivados por comparar y conocer en profundidad
ese legado prehistórico, decidimos aprovisionarnos bien para establecernos
varios días allí arriba.
Planificamos nuestra ruta de
tal manera que discurriera por el mayor número de abrigos decorados posibles.
En la cabeza llevábamos algunas pinturas que no queríamos dejar pasar e insistimos
a nuestro guía Tuareg sobre la necesidad de contemplarlas. Todo ello, a
sabiendas de que, de esta manera, se presentaría un periplo duro y ajetreado.
La ruta supondría realizar dos ascensiones para poder acceder más rápidamente a
las diferentes áreas, muy alejadas unas de otras. Y así, el mismo día de nuestra
llegada a D'Janet, emprendimos la subida por el puerto de Tafalelet, un ascenso
largo y pedregoso. El segundo día nos dirigimos rumbo al Este. Nuestro bautizo
rupestre no pudo ser más impresionante y tras cruzar un arco de piedra se nos
presentó la cueva de Tan-Zumaitak. Abstractos animales, extraños seres con la
cabeza desproporcionadamente grande, personajes pintados completamente de negro
con cabezas perfectamente redondas y dos semiesferas con un círculo central que
no sabíamos acertar a identificar, y en una de estas esferas un ser dentro de
ella. El grupo comentaba, discutía y preguntaba al guía, que fue tajante:
"el Sol y la Luna" -dijo-, y en cuanto al personaje sobre la segunda
esfera, afirmó: "es que en la Luna vive gente". Mudos, no pudimos
sino continuar con más dudas y dejar las interpretaciones para más tarde. Y es
que esa sena la tónica de nuestra aventura. Interpretaciones varias y difíciles;
y en algunas ocasiones, debido al mal estado de algunas pinturas, era
imposible identificar la escena. Los días siguientes discurrirían por las zonas
de Sefar. Tin-TazariftJin-Tafariest y Tan-Zumaitak. Escenas nítidas y claras
de la vida diaria, vacas, caballos y búfalos pintados con tal detalle que
denotan el gran desarrollo artístico de los pintores, el perfecto uso de la
perspectiva en muchos casos, las representaciones anatómicas, de movimiento...
pero también vimos grandes dioses -o así los llamaron los primeros exploradores-,
personajes de un antropomorfismo extraño, los llamados buceadores, personajes
pintados a tamaño natural en posición horizontal y otros de más difícil
catalogación.
Destaca el gran dios con
orantes, un ser que es adorado por una serie de subditos del claro estilo de
Cabezas Redondas. Aquellos seres con caretas, casco o escafandras, según se
quiera ver, parecen adorar al personaje central, y algunos otros que adornan nítidamente
la escena en posición horizontal, hacen más compleja la escena. Una profusión
de imágenes en una pared de casi 20 m de largo. Aquello nos supera. Y la temida
pregunta no deja de acosarnos: ¿qué querían representar los antiguos?
Puerto de Aurum, siendo las
5.00 horas de la mañana, partimos para aprovechar que el Sol todavía no ha
hecho acto de presencia. El ascenso es aún más duro que Tafalelet y nuestras
piernas derrotadas por el cansancio acumulado, piden tiempo muerto. El grupo
sigue muy motivado sabiendo la fama del lugar al que nos dirigimos, nos esperan
"los gigantes" Jabbaren. Y nuevamente el esfuerzo merece la pena, más
de 5.000 pinturas solo en Jabbaren tal y como decía Lhote. La concentración de
dibujos nos abruma. El gran dios marciano, como lo bautizó Lhote, "qué
gran titular", decía. Más de 5 m mide éste que una vez tuvo que ser
alguien especial, por el lugar privilegiado en que se encuentra y el tamaño. Y
qué belleza la de algunas obras que nos encontramos a la vuelta de la esquina,
no parece haber pasado el tiempo por ellas. Muchas, sobre todo las del periodo
bóvido, están asimismo grabadas en la roca, dando un efecto de relieve. Es
increíble. En silencio y cabizbajos, retornamos hacia el campamento, agotados,
con muchas más dudas que con las que habíamos llegado.
Arriba, el autor del reportaje señalando uno de los misteriosos dibujos, en el que se puede ver a un individuo con una especie de casco. Sobre estas líneas, una de las representaciones más significativas de lassi, conocido como el gran dios con orantes, un ser adorado por una serie de "subditos" con cabeza completamente redonda.
Problemas en la categorización
y ubicación cronológica
Estudiosos como el abate Breuil
y posteriormente Leroi-Gourham y Annette Laming-Emperaire, propusieron e
impulsaron las clasificaciones y esquemas que hoy tenemos en relación al arte
parietal, aunque principalmente paleolítico. Las divisiones son en parte
convencionales. Y me explico. El arte no requiere de unos procesos evolutivos
complejos. Los antiguos poseían desde el principio materias colorantes y
utensilios de corte y percusión con los que dar rienda suelta a su capacidad
artística hasta su máximo nivel. No podemos pretender que aun teniendo nuestra
misma inteligencia y capacidad creadora, fueran capaces de construir vehículos
a motor, por decir algo, ya que los medios técnicos de que disponían no lo
permitían. El arte, sin embargo, se encuentra en una escala diferente a la técnica.
Por eso es posible hallar en una misma cultura, en el mismo momento o en
instantes sucesivos, resultados artísticos que nos muestran un dominio absoluto
de la expresión junto a obras muy toscas.
Es por ello por lo que también
es extremadamente difícil establecer una cronología clara del arte rupestre.
Así se demostró cuando en 1994 Jean-Marie Chauvet, Éliette Brunel y Christian
Hillaireen descubrieron las maravillosas pinturas paleolíticas de la cueva de
Chauvet en el valle del Ardéche (Francia), donde los estudios cronológicos de C-14
han arrojado cifras sorprendentes -30.000 a.O en un estilo pictórico
perfectamente naturalista que, basándonos en todas las teorías admitidas hasta
la fecha, hubieran sido fechadas en un periodo mucho más reciente. Y qué decir
de los grabados en roca, que prácticamente sólo pueden ser datados por
comparación estilística. En su caso, se puede establecer una comparación entre
los grabados de una misma zona a través de la pátina que presentan. La
oscuridad de la línea de sus surcos denotara una mayor antigüedad comparada con
grabados adyacentes que han estado sometidos a las mismas condiciones climáticas.
O incluso, en el caso deTassili, gracias a la arqueozoología, conociendo el
momento de extinción de algunas especies, podemos asociar así sus
representaciones en la roca. Tal es el caso del Pelorovis Antiquus, un antiguo
búfalo que desapareció en el norte de África en el 4.000 a.C, sus representaciones
lógicamente han de ser anteriores.
Es necesario portante una seria
y compleja investigación para realizar una categorización y datación de todo
lo que hay reflejado en esta perdida meseta argelina.
El grupo observando asombrado parte de las pinturas. Al lado, en la imagen superior, fresco en el que destacan lo que para unos son "medusas" y para los más heterodoxos extraños objetos voladores. Debajo, un individuo con forma de humanoide, un "gris" que responde a las numerosas descripciones de supuestos extraterrestres en la actualidad.
Los habitantes del lugar
encontraron
huesos de gran
tamaño que para la
mayoría
son restos de los "gigantes"
que habitaron
milenios atrás
Trabajo de cooperación Argelia-Francia
Debido a la carencia de
estudios serios sobre el terreno, a las contradicciones en las hipótesis cronológicas
y a las dataciones dispares de algunos estilos pictóricos, en 2008 se inició un
proyecto dirigido por Malika Hachid, del Centro Nacional de Investigaciones
Prehistóricas, Antropológicas e Históricas de Argelia -CNRPAH-, y codirigido
por Jean-Loíc Le Quellec, del Centro Nacional de Investigación Científica de
Francia -CNRS-. Este proyecto trataría de arrojar algo de luz y esclarecer las
dos hipótesis cronológicas diferentes que se barajan. Por una parte, aquellos
autores que opinan que el inicio del arte rupestre sahariense se situaría en el
final del Pleistoceno, e inicio del Holoceno, es decir entre el 9.000 y el
7.000 a.C., y aquellos que sostienen que sería posterior, hacia el 5.000 a.C.
De esta forma, partieron en dos
misiones de varias semanas entre 2008 y 2009, cargando más de 400 kg de equipo
y acompañados de los mejores especialistas, tratando de abordar este enigma
histórico. El estudióse iba a centraren las zonas de Sefar, Tin-Tazarift yTan
Zumaitak. La línea de estudio se centraría en varios puntos: por un lado, la
categorización y datación directa de los pigmentos pictóricos. Según
refirieron, esto resultaría casi imposible y no concluyente, pues la obtención
de muestras claras de carbono orgánico de los pigmentos para su datación es compleja
y escasa. Por ello se centraron en las dataciones de manera indirecta, a través
de factores anexos a esos dibujos, como son los restos arqueológicos y los depósitos
del terreno, asociados a los diferentes climas de la antigüedad o paleoclimas.
Por otro lado, se centraron en
el estudio de los restos sedimentarios y de los estratos climáticos marcados
en las paredes de los abrigos donde está trazados los dibujos. Así podemos
observar bandas negras y blancas en las paredes, las cuales corresponden a
los diferentes periodos húmedos y áridos por los que ha pasado ese terreno,
asociando las pinturas a esos paleoclimas. Un estudio realmente laborioso y
que requiere muchas excavaciones y prospecciones arqueológicas.
De otra parte, está el estudio
fotográfico. A través del revelado y procesado de fotografías y su modelización
en 30, consiguen dar vida nuevamente a grabados que parecían extintos. En París
pude conocer a Daniel Viguears, máximo responsable de este área. Años atrás se
había dedicado, gracias a esta técnica, a rescatar las pinturas escondidas o
que quedaban bajo los trazos de importantes obras expuestas hoy en el Louvre.
Los trabajos que realizó son fantásticos. Hasta el Tassili llevaron el equipo
de la más alta calidad y realizaron fotografías de más de 50 megapi-xe/s de
resolución, 6 horas de trabajo con cada pintura, en sesiones de casi 17 horas
diarias, consiguiendo que paredes donde parecía no existir nada muestren ahora
todo un complejo rupestre. Si bien estos estudios no han hecho más que
comenzar.
El enigma persiste...
Muchos interrogantes y
misterios quedan en este lugar. Apartado, poco estudiado y olvidado, el Tassili
nos puede aportar tanta y tanta información sobre nuestro pasado... es
necesario que volvamos los ojos a esta recóndita meseta. ¿Qué es de esos egipcios
que vemos dibujados? Claras representaciones de mujeres con tocados y vestidos
egipcios, y con la inconfundible cobra, el "aureus". sobre sus frentes.
¿De dónde viene esa influencia? ¿Quién influenció a quién? Las dataciones sitúan
esos grabados mucho antes del periodo predinástico egipcio.
¿Qué es de esos gigantes de los
que hablan los pobladores de la zona? Podemos descartar el hecho de que los
dibujos, a 4 o 5 m del suelo algunos de ellos, fueran pintados por gigantes, lo
más probable es que el nivel del suelo haya descendido varios metros en los últimos
milenios. Pero también he de mencionar los relatos que en anteriores
expediciones me contaron. Los habitantes de D'janet, cuando empezaron a
construir sus casas, encontraron huesos, y me dijeron que eran de los
habitantes de Jabbaren, pues estos restos óseos eran tan grandes como los de
supuestos gigantes... Qué podemos decir de este ignoto lugar, donde decenas de
miles de dibujos nos hablan de aquello que nuestros antepasados experimentaron,
aquello con lo que convivieron, o aquello con lo que soñaron, ¿quién sabe?
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