El mausoleo de
los esqueletos
La cripta de los Condes de
Buenavista. de Villalcázar de Sirga y vizcondes de la Victoria, es el
monumento funerario más sombrío, tétrico y aterrador de los existentes en toda
España. Ubicado bajo el altar mayor del Santuario de Nuestra Señora Virgen de
la Victoria de Málaga -patraña de la capital de la Costa del Sol-, en él se
revive con tenebrista estilo escultórico y arquitectónico la mística de los
españoles del siglo XVI gracias a un bestiario iconográfico compuesto por
calaveras, esqueletos, tibias, nichos y seres diabólicos que encierra un
mensaje simbólico. José Guerrero Chavarino, primer Conde de Buenavista,
caballero de la Orden de Calatrava y regidor de Antequera, mandó construir este
mausoleo para sí mismo, su esposa, Antonia Coronado y Zapata, así como para sus
descendientes en el siglo XVII, más concretamente en 1691. Su arquitecto,
Felipe de Unzurrunzaga -a partir del trazado de la antigua iglesia de la Victoria-
erigió este conjunto simbólico-escultórico-arquitectónico de cámara mortuoria
que, para expertos en historia del arte como el malagueño Juan Temboury, es de
inspiración ignaciana y de penitencia que pretende recordarnos los efímero de
la vida.
Su interior muestra una
estructura rectangular cerrada y un techo soportado por un pilar compuesto por
cuatro columnas centrales que simbolizan los cuatro elementos de la naturaleza,
expresando la relación entre el Cielo y la Tierra, mostrando el crecimiento del
hombre hacia la divinidad a través del suelo ajedrezado en blanco y negro. Hay
cincelados en sus muros esqueletos con balanzas que muestran la justicia
divina, representaciones antropomorfas de dos cabezas, sepulturas, cartelas
amenazadoras, sudarios extendidos, símbolos y alegorías eclesiásticas o
cortesanas, seres incorruptos triunfantes ante la muerte y otras grotescas
figuras redimiendo culpas bajo el castigo divino, que no son sino el simbolismo
artístico del encuentro final del hombre con la muerte.
Esculturas que, como si de un
macabro guión se tratara marcado por el horror del pecado, las vanidades y la
brevedad de la existencia humana, así como su salvación y resurrección a través
de la redención, muestran con relojes de arena la llegada del fin de la vida
invitando a una reflexión sobre la idea de la muerte-resurrección o la
salvación-condenación, resumiendo la ascética, moral y teología de la mística
del siglo XVI, seguida en el barroco por culteranos y conceptualistas.
La Cripta de los Condes de
Buenavista, "El Mausoleo de los Esqueletos", no es sino un
desconocido y tenebroso gran teatro de piedra que no deja indiferente a nadie
que lo visita y que hace aflorar todo tipo de emociones frente a la siempre
temida Parca.
Francisco
Contreras Gil
La
muerte, plasmada en esqueletos armados con guadañas, portando relojes de arena,
espera pacientemente la llegada de su hora. Nos recuerda que ninguno podemos
escapar al fatal desenlace. Como se puede apreciar en estar espectaculares
imágenes, todo el mausoleo está decorado con alusiones directas o indirectas
al trasunto siniestro entre la vida y la muerte.
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