OUIJA
Texto: José Manuel Durán
Martínez
Riesgos y peligros
La ouija no
tiene ningún poder. Esta premisa debe quedarte clara, ya que son muchos los que
consideran el tablero como algo mágico y nefasto. Hay demasiadas leyendas
vertidas en torno a este fenómeno, que ha adquirido una imagen despiadada, una
especie de droga «atrapa-adolescentes». La experiencia tiene sus riesgos, eso
es evidente, pero tampoco debemos llevarnos las manos a la cabeza si pillamos a
nuestros hijos coqueteando con ella. Una buena información, tener las ideas claras
y los pies en la tierra, es más que suficiente para no salir perjudicados de
una «sesión de espiritismo».
Si nos creyéramos
todo lo que se ha escrito sobre este fenómeno, a buen seguro que hubiera sido
mejor habernos dedicado a otras cosas, pero hay tantas mentiras, tanta «basura»
vertida sobre la tabla que ya resulta muy difícil distinguir lo real de lo
irreal.
EL PODER DE UN TABLERO MALDITO
Lo he dicho
nada más iniciar este capítulo, pocas líneas más arriba, y lo repito una vez más,
para que no lo olvides: la ouija no tiene ningún poder.
Mucha gente no
quiere oír hablar del tema, porque han sufrido en el pasado una experiencia
terrible que, cuando la cuentan, no es tan terrible como parece o bien, porque
han oído alguna vez lo mal que han acabado los participantes en una sesión. Sí.
A la ouija se le otorga un poder y una imagen que no posee. Para gran cantidad
de gente, sobre todo para amantes del misterio, la tabla es, cuando menos, un instrumento
diabólico y sentarse a su lado y colocar el dedo sobre la moneda, es abrir una
puerta por la que se pueden colar temibles entidades capaces de atormentar a
cualquier inocente. Esa misma gente, con estas ideas tan escabrosas y
delirantes, no quieren guardar, ¡jamás!, un tablero en sus propias casas,
porque la tabla puede tener algo impregnado, algo maligno que se haya quedado
pegado durante la sesión y eso puede resultar lamentable. Otros la guardan,
pero bien escondida, como si fuera un objeto demoníaco. Bueno, para ellos lo
es, sin duda.
No es para
tanto. Al menos yo no lo creo. El autor, durante muchos años, ha estado advirtiendo
a la juventud del aspecto negativo y macabro del fenómeno. Hablar solamente de
su lado oscuro hace creer que sólo existe éste, pero a pesar de que hay casos extraños
donde los participantes a la experiencia no salieron bien parados, lícito es señalar
que se han corrido muchos bulos sobre este tema, creándose rumores y leyendas
que flaco favor le han hecho aun fenómeno tan interesante y extraordinario como
es esta herramienta paranormal o, si lo prefieres, este sistema de contacto.
Se han
realizado muchas campañas de información sobre el tema, sobre todo en los colegios,
escenarios típicos y principales, aunque advertir de los peligros de la ouija
casi equivale a que los interesados sientan mayor curiosidad por el fenómeno y
deseen, más incluso que antes, sentarse con sus amigos y «probar suerte, a ver
qué nos pasa».
Nadie puede
negar la influencia que la ouija ha tenido en multitud de personas. Ya se ha
dicho que no todos son aptos para coquetear con el mundo de misterio y aún así,
dado lo fácil y sencillo que es utilizarla y obtener resultados más o menos
interesantes, cualquier persona se acerca y se presta a este tipo de «juegos
macabros» porque la ouija es macabra y no lo digo yo, sino los repetitivos
mensajes que se reciben a través de este sistema de contactó le ordinario
amenazantes y de mal gusto.
«MI VIDA CAMBIÓ TRAS USAR LA OUIJA»
Me he
encontrado con mucha gente que no quiere hablar de sus terribles experiencias.
Pasan los años y continúan teniendo miedo. Es lógico que la ouija «deje huella»,
sobre todo si la experiencia ha tenido lugar en plena adolescencia.contaminada
por las leyendas y los rumores. Es una práctica no exenta de ciertos riegos e
inconvenientes, pero se ha exagerado mucho sobre este tema.Claro que hay casos terribles.de
presunta posesión (aunque muchas veces el caso tiene otras explicaciones); fenómenos
pol-tergeist en el escenario donde se ha desarrollado la sesión; episodios de
histeria y violencia, muertes y accidentes o reclusiones de los usuarios en
sanatorios psiquiátricos. No vamos a ponernos trágicos (aunque no resulte fácil)
pero, como todo, cada episodio hay que analizarlo por separado.
Una de las
cosas que más me llama la atención, y que me he encontrado en varias ocasióneles
la creencia que tienen algunas personas de que utilizar la ouija complicará tu
vida desde el mismo día en que iniciaste la sesión, trayéndote desgracias y
mala suerte. Es algo completamente descabellado y no hay forma de convencer a
los afectados que el tablero no tiene ese poder de influencia.
En abril de
2007 conocí a una mujer que me relató una experiencia terrible que había tenido
durante su época de adolescente. Junto a otros amigos realizó una sesión,
intentando comunicarse con los espíritus. Pasaron mucho miedo:«La ouija nos
amenazó de muerte y nos fuimos muy asustados». No sucedió nada más aquella
noche, pero para esta mujer su vida y la de sus amigos cambió desde aquél mismo
momento. Comenzó a explicarme que todas las personas que habían participado en
la sesión fueron desgraciadas en la vida, que todas se habían separado, y que
una de ellas tuvo un aborto y a otra le acaban de diagnosticar un cáncer. Nadie
puede convencerla de que el tablero no tiene ese poder. «Esto nos lo ha hecho
la ouija, lo sé», insistía. Hay otros muchos casos parecidos.
Principales peligros de la ouija
A pesar de
todas las historias que hayas escuchado, relatos terroríficos sin duda, sobre las
terribles consecuencias que supone formar parte de una sesión de espiritismo,
rara vez se habla del peligro más importante y habitual que genera esta práctica
y que no es otro que la obsesión.
Esta, como
otras prácticas paranormales, genera una cierta dependencia que puede
desembocar en una terrible obsesión por el fenómeno que, sinceramente, provoca
graves consecuencias psíquicas. El problema de esta experiencia es
precisamente que da
resultados y,
como funciona prácticamente desde la primera sesión, gusta y mucho. Los primerizos
se quedan realmente fascinados por el peculiar y característico movimiento del
vaso, por la extrañeza de las respuestas. Al finalizar la sesión están
completamente anonadados, con una sensación de adrenalina que ha bañado
reconfortablemente su cerebro. Y quieren más.
La ouija
genera una dependencia en el usuario que en algunos casos resulta preocupante.
El afectado suele hablar demasiado de espiritismo, le comenta a todo el mundo
sus experiencias y a veces incluso cree que es un elegido o que los «espíritus»
le tienen cierta simpatía. La realidad es bien distinta: Se está comiendo la
cabeza y lo que antes era una sesión con amigos, poco a poco se convierte en
experiencias en solitario porque no necesita a nadie más para comunicarse con
los muertos. Hará un montón de sesiones, creerá manejar la situación y su
estado anímico cambiará, convirtiéndose en una persona triste y solitaria. Se
ha obsesionado con el fenómeno y la mejor opción cuando se detecta estos síntomas
es abandonar toda experiencia y todo lo que pueda vincularnos al siempre
fascinante pero peligroso mundo de los espíritus. Si se continúa con el tema,
es muy posible que el siguiente paso sea consultar a un psicólogo.
Este es, sin
duda, el principal riesgo que tiene una práctica que genera una dependencia
obsesiva en el usuario. A veces los afectados son preadolescentes, ¡incluso niños!,
mentes en formación, vulnerables. El obsesionado jamás pondrá en tela de juicio
todas y cada una de las informaciones que reciba a través de este sistema.
Nadie puede mentirle porque él conoce a fondo el tema. Curiosamente, sus
experiencias suelen ser en parte falsas porque tiende a mover el vaso con su
propia fuerza. Sus amigos se dan cuenta de ello porque se nota la presión que
el dedo ejerce sobre el cristal pero si alguien se lo menciona,.se enfadará
considerablemente.
Este peligro
no debe ignorarse, porque es más común de lo que podemos imaginar y el infierno
que sufren los afectados es terrible, hasta el punto de no mover un solo dedo
sin antes consultar a sus amigos los «espíritus», quienes seguirán apareciendo
en sus numerosas sesiones, una y otra vez. Desgraciadamente, es muy difícil que
la persona que se ha obsesionado se de cuenta de ello y deben ser familiares y
amigos quienes le adviertan, pero con tacto, pues se trata de un asunto muy
delicado.
POLTERGEIST
Cuando un
investigador se enfrenta a un nuevo suceso de casa encantada o polter-geist
tiene que tratar de descubrir desde cuándo se han desencadenado los fenómenos.
Que las puertas se abran y cierren solas; que los aparatos eléctricos sufran
anomalías; que las luces se encienden o apaguen a voluntad; que los objetos de
la casa se desplacen o desaparezcan; que surjan sombras y se noten presencias,
corrientes inexplicables de aire, lamentos, voces y misteriosos fuegos... no
es algo que se presente de repente. Aunque a día de hoy no hay explicaciones
para responder a las dudas que surgen ante estos casos, los fenómenos
poltergeist siempre ocurren por una razón. Los investigadores que han trabajado
en varios sucesos de este tipo, suelen llegar al mismo descubrimiento: en
muchos de ellos, todo comenzó desde que en el lugar donde se manifiestan los
fenómenos... ¡¡se había utilizado un tablero ouija!!
¿Puede esta práctica
despertar fuerzas extrañas? ¿Son los espíritus los responsables de estas
manifestaciones?
En los casos
poltergeist sucede lo mismo que en la Vasografía. Cuanto más investigas menos
espíritus aparecen, pero no podemos obviar la relación que existe entre las «sesiones
de espiritismo» y estas manifestaciones paranormales. Personalmente me he encontrado
con algunos casos de este tipo y son muy sorprendentes. Esto no significa que
realizar una sesión vaya a desencadenar en días posteriores estos fenómenos, ni
mucho menos, pero sí es cierto que algunas personas se han visto sorprendidas
por estas agresiones paranormales a raíz de su consulta a los espíritus.
GUIJA
Puerta abierta a las posesiones demoníacas
Riesgo de posesión
Habrás oído
hablar de personas que han acabado poseídas por los espíritus después de
coquetear con la ouij'a. La dura realidad es que son los psiquiatras quienes
deberían investigar y tratar estos casos, porque muchas veces se toman como auténticas
posesiones diabólica situaciones puramente patológicas. Sin embargo, y como
prueba de que estos casos están a la orden del día (lo que nos demuestra una
vez más que no todas las personas son aptas para esta clase de experiencias) me
permito reproducir íntegramente un artículo escrito por mí:
Para muchos el
tablero ouija no es una práctica arriesgada o peligrosa.Otros sin embargo aseguran
que se trata de una puerta a través de la cuál pueden penetrar los terrores más
desagradables.
Dicen que el
mal acecha tras el popular juego del vaso donde los espíritus pueden tomar
posesión de los desdichados.
No me
sorprendió la noticia pues para quien esto escribe no se trataba de ninguna
novedad. Conozco varios episodios similares, demasiado parecidos como para
considerarlos simples anécdotas o casos sin la menor importancia. Aunque sí me
extraña la poca repercusión que este tipo de casos tienen en el mundo del
misterio.
Con toda
probabilidad el lector y yo pensamos lo mismo y opinamos que a las chicas
protagonistas de estos sucesos no las poseyó ni el diablo ni los espíritus
malignos; sin duda la psiquiatría podría darnos una respuesta bastante más
cercana a la realidad. Sin embargo, confío en convencer a quien decida leer
estas líneas de que la ouija, tal y como se conoce, es una experiencia que puede
ser nociva para el usuario. Me parece bien que muchos investigadores o amantes
del misterio pretendan restarle importancia a este peculiar y caduco sistema
de contacto, manifestando que no encierra peligro alguno y que es una tontería,
pero yo no estoy de acuerdo.
Llevo ya
muchos años investigando el tema; aún más recogiendo experiencias y
reflexionando sobre ellas.y llegando a algunas conclusiones claras y concisas,
como la ausencia total de espíritus en estas descabelladas sesiones. Pero ahora
deseo narrarles las experiencias sufridas por un nutrido grupo de adolescentes
a las que aparentemente (sólo aparentemente) poseyeron los diablos y los espíritus.
A las siete de
la mañana del 9 de septiembre de 2005 en Saboya (Colombia) comienza a ocurrir
un hecho insólito en el Colegio Normal Nacional: doce niñas empiezan a
comportarse de forma extraña, sufriendo extraños ataques. Pocos días después
los periódicos difundirían la noticia con titulares como «Doce niñas afirman
haber sido poseídas». Lo más desconcertante de todo el episodio es que
aparentemente las muchachas habían estado usando la ouija en días previos a sus
presuntas posesiones.
Aquella mañana
las estudiantes se preparaban para entrar a clase «cuando una de ellas cayó al
suelo, empezó a revolcarse y a gritar. Luego se levantó con los ojos
desorbitados e intentó ahorcar a su hermana. Sus compañeros de clase intentaron
auxiliarla,pero no fue posible.«Tenía una fuerza que no era la de ella, estaba
como poseída por un demonio».
La joven fue rápidamente
conducida a un centro de salud. Pero algo extraño sucedió, ya que el mal no la
atrapó solamente a ella: otras jóvenes, cuyas edades oscilaban entre 13 y 17 años,
comenzaron a padecer síntomas similares. «Fue algo impresionante, nunca había
presenciado algo igual. Las niñas llegaron prácticamente desmayadas y
empezaron a ponerse agresivas, a gritar, a tirarse del pelo y a tirar todo lo
que estaba a su alcance. Por eso tuvimos que sedarlas -explicó Javier
Castellanos, director del centro de salud de Saboya-. Decían cosas
incoherentes, que las chuzaban y les hacía daño. Parecía que hablaran en otros
idiomas, tenían una fuerza brutal e inexplicable».
Cuando algunos
de los padres llegaron presurosos al Centro de Salud se acercaron a sus hijas y
les colocaron escapularios en el cuello, rodándolas con agua bendita. Las
muchachas reaccionaron agresivamente, mostrando idéntico comportamiento cuando
un sacerdote comenzó a orar por ellas: las presuntas poseídas se lanzaron
rabiosamente contra él.
Un total de 12
adolescentes llegaron hasta el Centro de Salud y cuando estuvieron juntas,
como siguiendo un patrón anteriormente acordado, «todas las niñas empezaron a
decir que veían 12 imágenes, 12 espantos o fantasmas que les querían hacer daño.
En el pueblo relacionaron el hecho con una versión demoniaca de los 12 apóstoles».
Pocas horas
después todas ellas se calmaron. Algunas confesarían que durante varias semanas
se reunían todos los viernes para conversar con los espíritus a través del
tablero ouija. Por esta razón, algunas personas del lugar están convencidas de
que «podría tratarse de un espíritu rebelde que no quiere dejar tranquilas a
las muchachas, por haberlo invocado con la tabla ouija». No en vano tres años
antes una alumna del mismo colegio había sufrido una experiencia similar tras consultar
al tablero. Días después del incidente, la psicóloga Johanna Morales no
descartaba «la posibilidad de que pudiera tratarse de un brote de histeria
colectiva por parte de las estudiantes».
Es lo más
probable. Dudo mucho de una intervención diabólica o sobrenatural, pero
insisto en que me preocupa la poca repercusión que esta noticia ha tenido en el
mundo del misterio. En este episodio, aunque todo fuera una histeria sin más,
cargada de elementos presuntamente paranormales,se muestra claramente el riesgo
de una práctica tan cercana al mundo de los adolescen-tes.quienes se acercan a
este descafeinado espiritismo con la mayor de las frialdades, sin conocer a
fondo el fenómeno y suponiendo que no existe peligro alguno. Se equivocan, como
igualmente lo hacen aquellos expertos investigadores que restan importancia a
las consecuencias de lo que se ha dado en denominar «juego de espíritus».
No se trata de
casos aislados, ya que episodios de estas características se repiten a lo largo
del mundo con mayor o menor notoriedad. Recuerdo un suceso muy parecido,
ocurrido en Argentina el 20 de febrero de 2004: «Cuatro jóvenes fueron
sometidas a un ritual exorcista por parte de un pastor evangélico al quedar
poseídas diabólicamente mientras practicaban el juego del'vaso».
El hecho tiene
unas connotaciones muy similares al episodio con el que abrimos este artículo y
resulta incluso hasta sospechoso: «Cuatro jóvenes rosa-rinas sufrieron cuadros
de histeria después de practicar el juego espiritista de la copa y fueron
sometidas a exorcismos en una iglesia evangélica ante la creencia de que
estaban poseídas por el demonio. Las chicas se sacudían histéricas, daban
patadas y gritaban como si tuvieran un ataque de nervios (...) A pesar de que
sus familiares llamaron al Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (SÍES) y
que la médica Mariana Galletti acudió al lugar en cuestión en una ambulancia,
los padres de las niñas rehusaron la ayuda objetando que ellos no podían hacer
nada por salvar a las jóvenes pues estaban poseídas por el diablo. Por tanto,
mientras las cuatro muchachas seguían retorciéndose por el suelo ante un grupo
cada vez más numeroso de curiosos, los médicos intentaron convencer a sus
tutores de que era necesario trasladar a las afectadas al hospital neuropsiquiátrico
Agudo Ávila. Pero no había nada que hacer, los padres estaban convencidos de
que sus niñas necesitaban las oraciones del pastor de la Iglesia Visión de
Dios, «un templo de culto evangélico pentecostal ubicado entre Uruguay y
Avellaneda, en la zona sur de Rosario».
Lo más normal
es que los padres de una niña que sufre estas anomalías la lleven al médico y
no a un exorcista, pero eso ya depende de la cultura y creencias de los
involucrados en el caso y los riegos se incrementan si pensamos primero en
posesiones demoníacas o ataques espiritistas.
Fuera como
fuese, la ouija es una práctica confusa, loca, insulsa, que genera una dependencia
obsesiva en el usuario al que sumerge en un juego maldito que puede resultar
peligroso si no tenemos los pies en el suelo. Al margen de
la
indemostrable posibilidad de que se trate de una puerta de acceso a otro mundo,
lo cierto es que este tipo de experiencias pueden desencadenar cuadros de
histeria por lo que, sin duda, se demuestra que el tablero es una experiencia
que puede resultar nociva para quien lo consulta.
Las 16 niñas
citadas en este artículo lo pasaron francamente mal. Algunas de ellas se
mostraron violentas, intentaron agredirse, se estrangularon, sufrían alucinaciones...
Todo ello por acercarse al mundo de lo paranormal a través de este sistema al
que tienen acceso miles de adolescentes en todo el mundo. De los espíritus ni
rastro pero el riesgo, el peligro.es más que evidente».
Desgraciadamente,
este tipo de sucesos no se limitan a los recogidos en este artícul pues siguen
surgiendo casos sorprendentes y que, si bien al ser analizados profund. mente
descartan las «intervenciones diabólicas», no deja de sorprender que tod comenzara
a raíz de una sesión con la ouija. Rescatamos de nuestra publicación virtu Ouija:
juego peligroso las siguientes experiencias:
EL
JUEGO DE LA OUIJA DEJA A 30 ESCOLARES POSEÍDOS
— Aterrados y
consternados se encuentran los pobladores y autoridades de la localidad peruana
de Saposoa, en San Martín,d espués de que 30 escolares presentaran
alteraciones mentales tras practicar el juego de la ouija, durante un supuesto
retiro espiritual organizado el último fin de semana por una parroquia de la
zona.
El hecho fue
dado a conocer por el alcalde del lugar, Víctor Manuel López Villacorta, quien
precisó que 25 alumnos del colegio Agro Industrial Ernesto Chávez Tamariz y
otros cinco de la escuela Antonio Raimondi «parecen poseídos por Satanás y están
en etapa de convulsiones, con gritos escalofriantes y con manifestaciones de daño
físico». Según dijo, un profesor habría inducido a los adolescentes a realizar
dicho «juego diabólico»; sin embargo aún se desconoce su identidad. «Los
estudiantes no quieren hablar, pues manifiestan que al hacerlo, sus familiares
morirían si rompen el secreto que tienen ellos».
Según se
informó, la mayoría de los afectados han sido trasladados al hospital de
Saposoa y el Centro Asistencia de EsSalud, donde permanecen en observación.
Mientras que otros, que al parecer no cuentan con los recursos necesarios, se
encuentran en su hogar recibiendo la atención de sus familiares, a la espera de
alguna ayuda.
López
Villacorta solicitó la urgente colaboración de psiquiatras, psicólogos y sacerdotes
para afrontar la histeria colectiva que se ha desatado en esta parte del país.
Los padres de los menores se encuentran desesperados porque, hasta el momento,
no se sabe cómo sacarlos del estado de shock emocional en el que cayeron. «No
contamos con especialistas y es la primera vez que ocurre algo así en forma
masiva», señaló el burgomaestre de Saposoa.
Como
consecuencia de ello, las clases fueron suspendidas en ambos centros
educativos. Por su parte, personal de la Policía Nacional trata de dar con la
identidad del organizador del juego.
familia
asegura que espíritu maligno abandonó a estudiante
Fuente: diario
El Mercurio
— LOS ÁNGELES.-
Una familia asegura que su hija de 16 años está poseída por un alma maligna
después de una sesión de espiritismo que varios estudiantes realizaron en el
Liceo de Niñas durante la toma del establecimiento efectuado en Los Ángeles,
informó Radio Digital FM.
Ante tal
situación, un pastor evangélico se dirigió hasta el hogar de la menor, alertado
por los padres para ayudar a la joven, quien permanece hablando incoherencias y
con los ojos desorbitados. El hecho se produce en un edificio de la calle
Galvarino de la Población Santiago Bueras de esta ciudad.
La menor
comenzó con convulsiones y luego empezó a llamar a gente con nombres extraños.
De esta forma.al intentar ser calmada por sus padres la estudiante utilizó una
fuerza desconocida para ellos.
Por tal razón,
la familia está convencida que la menor fue la principal víctima de una jornada
de espiritismo realizada con una tabla conocida como «huija» que habría llamado
el espíritu de otra alumna que murió en el lugar.
El padre llamó
a sacerdotes y pastores evangélicos a dirigirse hasta su casa para que los
religiosos comprueben la necesidad de un exorcismo en auxilio de la menor. El
caso ha causado conmoción en cercanos a la estudiante cuya identidad decidió
mantenerse en reserva para no perjudicar su honra, según relató el progenitor,
quien sólo dio la dirección de su hogar a fin de encontrar una pronta solución.
A juicio del denunciante, su hija siempre ha sido sana y lo único que se debe
realizar es volver a la misma sala donde se efectuó la sesión de espiritismo
para expulsar al mal espíritu que la mantiene poseída.
Poseída por el diablo
— Una
adolescente de 17 años, que habría sido poseída por el diablo después de
observar el juego de la ouija.conmociona a los vecinos del pasaje Alcántara, en
Ferreñafe, Lambayeque (Perú).
Según uno de
sus familiares, Ester Navarro Alcántara presenta una extraña conducta, se
contorsiona, ataca a sus familiares, escupe, insulta y profiere alabanzas al diablo.
Según
informaron, la joven que nunca había presentado problemas de salud, posee una
fuerza descomunal, pues es necesario hasta cuatro personas para contenerla.
Los vecinos
están apostados en los exteriores de la vivienda rezando y cantando para hacer
que esta extraña conducta abandone a la joven.
Uno de los tíos
de la adolescente, pidió a los representantes de la Iglesia Católica que los
ayuden a entender lo que ocurre y que revisen a la muchacha.
Más
sorprendente es, sin duda, esta noticia que recogimos en abril de 2007 y que ha
pasado totalmente desapercibida entre los amantes del misterio:
México
convulsionado por parálisis de 600 niñas: culpan al juego espiritista ouija
Lunes 9 de
abril de 2007
Chalco, México,
(NoticiaCristiana.com) México esta convulsionado con el caso
de las 600
alumnas del colegio Villa de las Niñas, en Chalco, que dejaron de caminar.
— Aunque hoy
un grupo de psicólogos del Ministerio de Salud visitará la escuela dirigida por
la congregación de monjas Hermanas de María, para saber qué llevó a las niñas a
quedar medio paralizadas,ya rondan un par de teorías.
Después de que
el caso estallara, una semana atrás, se comenzó a hablar de maltrato psicológico
y físico cometido por las estrictas monjas,que,entre otras cosas prohibían que
las niñas respondieran las cartas de sus padres, los que sólo podían visitarlas
una vez al año. Pocos días después las autoridades sanitarias aventuraron que
la .extraña enfermedad podría ser un brote de «histeria colectiva».
Una de las
representantes del Ministerio de Salud tuvo otra idea. Según el periódico
mexicano Excelsior, la directora del Centro Nacional para la Salud de la
Infancia y la Adolescencia,Versa Richardson, le envió un e-mail a la superiora del
colegio en el que decía que habían averiguado que las niñas jugaban «oui-ja» y
que seguían haciéndolo. Luego, Richardson añadía que tal vez el juego espiritista
había desencadenado la crisis de las alumnas.
Jorge Álvarez,
director del Programa de Atención a Víctimas de Desastres Naturales y Humanos
de la UNAM.dijo que el diagnóstico de la autoridad era «irresponsable», ya que
lo que causa la histeria colectiva es la represión de los afectos y de las
formas de conducta.
«Como diagnóstico
es una barbaridad (...) Es tener una salida que puede sonar razonable para la
gente que cree en magia», aseguró Álvarez. «Deberían buscarse razones en la
disciplina que les imponen, en los valores que les inculcan», concluyó.
En los tres últimos
años, han saltado a la prensa muchos casos parecidos, donde un nutrido grupo de
adolescentes parece haber quedado influenciado por sus consultas a la ouija.
LAS DEMENCIALES PROPUESTAS DE «LOS
ESPÍRITUS»
Cuando uno
lleva ya varias sesiones charlando amigablemente con los muertos, coqueteando
con el «otro lado», tiende a surgir una curiosa complicidad entre vivos y muertos.
De ahí que los participantes, sobre todo si efectúan la experiencia en
solitario, comiencen a confesar secretos personales o, lo más habitual.que los
propios «espíritus* hagan propuestas un tanto... peculiares.
«Ven conmigo»,
«Lánzate al vacío», «Tírate por la ventana», son mensajes típicos que el vaso.de
sopetón, va ofreciendo, ante la sorpresa y el agobio de los presentes. Una
persona sana mentalmente, con dos dedos de frente, es posible que se encoja de
hombros y trate de olvidarse de esos mensajes, pero ¿y si estamos hablando de
una persona que afirma mantener una conversación con su hermano fallecido? ¿Y
si es un hijo desesperado que cree estar hablando con su madre difunta? Si los
mensajes son del tipo «te echo de menos», «reúnete conmigo» o «quítate la vida
y podremos estar juntos», es indudable que la situación cambia radicalmente.
Hay que tener
mucho cuidado, porque el gran riesgo de estas experiencias es la forma en que
te puedes tomar el mensaje. Lo habitual es recibir muchas amenazas de muerte,
insultos y vejaciones, y lo más inteligente es encogerse de hombros y no darle mayor
importancia que la que tiene, es decir, ninguna. Una persona impresionable o miedosa,
creyente a pie juntillas en el poder de los «espíritus» y temeroso de las consecuencias
que la ouija puede acarrear, que reciba mensajes como «Voy a por ti», «Te voy a
matar», «Eres mía»,«Te aplastaré con mi poder» pues puede sumirla en un caos
psicológicamente peligroso. No tengas miedo ni te tomes las frases al pie de
la letra, a veces «ellos» (sean quienes sean) parecen querer «jugar» contigo,
pero en ese peculiar y macabro juego solo se divierte la «fuerza» que empuja el
vaso. Por esa y otras razones siempre es aconsejable no ofrecerle más poder que
el que tiene al fenómeno, recuerda que debes olvidarte de preguntar si puedes
marcharte o si les caes bien o si les molestas y mucho menos trates de pactar
con ellos... porque no sería la primera vez que los jóvenes cometen semejante
estupidez. Para empezar, no sabemos si se trata de espíritus, quizá seamos
nosotros mismos quienes respondemos a nuestras propias preguntas, o tal vez
estamos charlando con otras entidades que no sabemos identificar,
pero de un
modo u otro, llegar a acuerdos con la ouija, asumir indicaciones o cumplir ordenes.se
convierte en un craso error.
Todavía hay
quien dice que realizar sesiones de espiritismo con uno de estos tableros es
una tontería. Evidentemente no sirve para comunicarte con los muertos (eso es obvio
o, al menos es lo que pensamos) pero cuando el usuario es un adolescente, la experiencia
deja de ser una tontería.Todavía hay quien asegura que estas experiencias no
son peligrosas. Hacer una sesión no supone abrir la puerta de ningún infierno
ni poner nuestro cuerpo a disposición de los malvados espíritus que quieran
tomar posesión de él. Sin embargo, a tenor de los testimonios recogidos, está
claro que la ouija es una experiencia que puede ser peligrosa.
PACTO DIABÓLICO EN MÉXICO
Un caso muy
interesante y que parece también ha pasado desapercibido para la mayoría de
los investigadores, es un suceso lamentable y trágico ocurrido fuera de
nuestras fronteras y que la revista AÑO/CERO, en su número 83, recogía de manos
de Roberto Aguilar. Los titulares de la revista no podían ser más llamativos: «Pacto
diabólico: suicidio colectivo a causa de la ouija en México».
El pequeño artículo
estaba ilustrado con varias imágenes entre las que destacamos la fotografía de
uno de los cadáveres y, sobre todo, la imagen del adolescente Francisco Rocha
realizando una experiencia ouija en solitario. Sacamos algunos párrafos de la
noticia para el interés del lector: «Un número indeterminado de jóvenes ha
aparecido ahorcados en el barrio mexicano de La Joya. No existe una explicación
oficial que aclare las circunstancias de sus muertes, pero circula el rumor de
que éstas se produjeron como consecuencia de un extraño pacto establecido entre
ellos tras la práctica de la ouija». La primera víctima apareció en la
primavera de 1995, se trataba de un joven de apenas 15 años cuyo nombre era
Fernando Candelas. Se ahorcó en su propia casa. La segunda víctima se llamaba Víctor
Manuel Castillo y también se suicidó ahorcándose. Pronto se comenzó a hablar de
algún extraño pacto que jóvenes de la localidad había realizado, un pacto diabólico,
un pacto de muerte que había surgido en una conversación con el tablero de los
espíritus. Se especuló con la posibilidad de que un ser sobrenatural pudiera
haberles inducido al suicidio, aspecto que no sería de extrañar y que el lector
ya debería haber intuido porque ya hemos presentado casos parecidos donde la
ouija invitaba al suicidio durante las macabras experiencias. Pero si bien en
los sucesos investigados por nosotros afortunadamente ninguno de los jóvenes
dio el paso decisivo para perder su vida, no ocurrió lo mismo en México y
varios adolescentes decidieron seguir un plan trazado en, se supone, una de
estas sesiones. Según el investigador Roberto Aguilar, la policía investigó
posibles conexiones con las drogas o riñas entre bandas callejeras pero la hipótesis
de «muertes rituales» ha ido admitiéndose como muy posible al conocer alrededor
de quince muertes más ocurridas de la misma forma y con una conexión en común:
La ouija.
Las últimas líneas
de la noticia publicada por AÑO/CERO no tienen desperdicio, por lo que hacemos
partícipes al lector de esas palabras: «Se ha podido descubrir que al menos
tres de los jóvenes de La Joya han fracasado al tratar de quitarse la vida.
Algunos, salvados en el último momento por familiares o amigos, dicen no
recordar absolutamente nada de estos intentos, y otros ya han amenazado con
emular a sus compañeros más desafortunados. Uno de los testimonios más
esclarecedores lo proporcionó el joven Gonzalo Martínez, amigo de una de las víctimas,
quien aseguró convencido:'Yo también jugué con la ouija; y ahora debo matarme'.
Mientras, en la colonia de la Joya, los vecinos han pedido la intervención de
las autoridades. El clima de terror ha aumentado con la trágica desaparición
de otros jóvenes y algunos habitantes del lugar asegurar que las muertes no
cesarán hasta que la deuda con el más allá esté saldada».
En 2006, en
Solivia, una niña de 17 años se quitó la vida tras pactar con los espíritus, lo
que demuestra que lo ocurrido en México no es un caso aislado y que puede producirse
en otras parte del mundo.
Influencia maléfica
Los mensajes
de la ouija no se limitan a simples amenazas de muerte sino que a veces van más
allá y rayan un punto de paranoia ciertamente peligrosa. «Asesinad a vuestro hijo»,
«Empújalo por las escaleras», «Hazlo, no te van a pillar» son también una
constante. No es fácil sobreponerse a este tipo de frases, precisamente porque
se piensa que proceden del Más Allá y, la verdad sea dicha, nada apunta en esa
dirección, pero quizá incluso eso no es lo verdaderamente importante, sino el
riesgo que entraña esta práctica.
Recordemos: La
experiencia crea una fuerte adicción el en usuario; los mensajes que se suelen
recibir son desagradables, toscos, de mal tono, con insultos, amenazas e invitaciones
al Más Allá; pueden producirse poltergeist en los lugares donde se ha realizado
la sesión y hay casos dramáticos de presuntas posesiones, al margen de que después
todo se reduzca a pura histeria. El caso es que este lado oscuro del fenómeno también
forma parte de la realidad. No nos olvidemos que los usuarios habituales de la ouija
son niños y adolescentes. Pensemos en los riesgos e inconvenientes. La situación
es alarmante.
Una buena
información ayuda mucho a la hora de solventar o prevenir situaciones embarazosas
y en gran parte es lo que se ha intentado a través de estas páginas. Quizá no
se haya conseguido pero si al menos sigues algunos de los consejos que se
ofrecen, conoces parte de los peligros que pueden surgir y.sobre todo.dudas de
la intervención de los espíritus en las sesiones con la ouija.es posible que el
autor se de por satisfecho.
Conclusiones
Llegamos ya al
final de nuestro recorrido y es el momento de ofrecer algunas conclusiones.
La experiencia
de la ouija siempre me ha fascinado y estoy convencido de su realidad. El
contacto se produce, no tengo dudas al respecto pero mucho me temo que la intervención
de los espíritus no existe aunque, lo admito, en ocasiones parece «colarse»
algo ajeno por completo a los participantes. Pocas veces, la verdad.
El tablero
puede presumir de todo: Es alucinante, tenebroso, apasionante, interesante, sí,
de todo menos de sinceridad, porque las respuestas casi siempre vienen cargadas
de mentiras.
Pero sé que
finalmente colocarás tu dedo sobre la moneda o el vaso,esperando recibir la «prueba»
de que ellos están ahí. Lo harás. Ambos lo sabemos y nadie va a impedírtelo.
Espero al menos que este libro te sirva para comprender qué cosas no debes hacer,
qué tipo de preguntas formular, cómo acabar una sesión; es posible que de este
modo tu experiencia sea agradable. Pero si no llega a serlo, no te asustes por
el contenido de los mensajes, ni por las amenazas de muerte, ni por los
insultos. Encógete de hombros y abandona la sesión. No merece la pena.
Adiós querido
amigo, querida amiga, ha sido un placer viajar contigo a través del fascinante
mundo de la ouija, espero que el trayecto te haya resultado interesante y útil.
Permíteme, antes de alejarme con la esperanza de vernos de nuevo en otra
oportunidad, una última advertencia:
Nunca olvides
que la ouija no es el sistema más adecuado y fiable para contactar con los
muertos.
Recuerda que
la mayoría de las experiencias que escuches o leas sobre este tema o bien no
son ciertas o están oportunamente exageradas.
Si utilizas la
ouija hazlo para pasar un rato divertido, no busques el contacto con un familiar
fallecido porque puedes sufrir una profunda decepción.
A pesar de las
grandes leyendas, la ouija no es tan peligrosa como parece ya que este es un
aspecto que fácilmente tiende a exagerarse, sin embargo no debes olvidar que se
corren ciertos riesgos e inconvenientes, más relacionados con las personas que
efectúan la sesión que con los propios espíritus.
Si detectas que
un amigo tuyo, o tú mismo, comienza a estar obsesionado es el momento de parar
y buscar ayuda.
Ahora te dejo
solo. Pienso que tienes la información necesaria para entender el fenómeno y
si quieres acercarte por tu cuenta y riesgo a uno de estos tableros malditos, donde
la doncella del misterio se viste con sus mejores galas, es posible que ya estés
preparado aunque yo, personalmente, no te recomiendo su uso. Siempre hay
riesgos y meteduras de pata.
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