Espiritistas quieren derribar a "Mundos opuestos"

Partieron en "Psíquicos", de CHV, y se expandieron a otros programas

Espiritistas quieren derribar a 

"Mundos opuestos"

Como una contraofensiva al reality, CHV y Mega se entregaron a las ciencias ocultas. Todo por el rating.

CAROLINA SAAVEDRA
Las Ultimas Noticias / Martes 24 de abril de 2012
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No era un ejercicio periodístico de vanguardia lo que se vio el viernes en "Primer plano", era el mismo "espíritu" de Gervasio, el cantante que murió en 1990, hablando a través de la médium Carmen Cancino y mandando un mensaje por medio del legendario Peter Rock. Aparte de dejar la pelotera con la familia del compositor uruguayo, la nueva sección del estelar de farándula expandió los poderes extrasensoriales de nuestra televisión a otros nichos.

Todo comenzó con "Psíquicos", el 2 de abril, cuando Iván Núñez apareció a cargo de una pila de personajes con aparentes dones. Ese, según opina Jaime Coloma, fue el paso para que los médiums entrarán a la televisión: "Quizás al ser Núñez la cara de este programa le da cierta credibilidad, además que igual les apuntan a algunas pruebas". Para hacerse una idea, el programa de CHV marca 15,7 puntos promedio, según cifras de Time Ibope.

Siguiendo la línea de la farándula del más allá, "SAV", de Mega, emitirá este jueves la regresión que le hicieron las hermanas Elizabeth y Cecilia Peña a Marisela Santibáñez. El productor ejecutivo del espacio, Gonzalo Cordero, reconoce que "estos son temas atractivos para la gente. La TV es moda, pero hay que darles a estos temas características televisivas".

¿Hasta cuándo durará la moda esotérica? Se podría especu-lar que hasta que termine "Mundos opuestos", pues el reality de Canal 13 les ha dado paliza a sus competidores de horario: el 20 de abril marcó 25,9 puntos, mientras que "Primer plano" sólo 12,1 unidades.

Para Bibiano Castelló, productor ejecutivo de Canal 13, "esto seguirá hasta cuando haya rating. Las cifras hacen que se raye en cosas de mal gusto".

Pero las secciones de lo oculto no sólo son para horario estelar. Hace un buen tiempo ya que el matinal "Bienvenidos" tiene su espacio "Canalizaciones", donde Paulina Kausel contacta a familiares con sus seres queridos muertos. "Funcionan estas secciones, dan resultados en cifras, por eso siempre están en los programas", cuenta Jacqueline Cepeda, productora ejecutiva de ese matinal.

Pese a que su programa también siguió esta volada extra-sensorial, Jordi Castell no quedó feliz con lo que presenció en "Primer plano" el pasado viernes y sentencia en forma personal: "Son contenidos que yo no manejo, pero es algo que yo no haría. Si no se le consulta a la familia del muerto me parece un poco irresponsable. Hay que dejar descansar a las personas que mueren. Cuando entras a desafiar las energías o los espíritus estás jugando con fuego".

Hay harta pega
para brujos y
muertos
por Ricardo Martinez

Lo paranormal ataca con fuerza en la pantalla chica y hay una explicación que yo al menos no me trago del todo.

En el último número del "European Journal of Communication", Stef Aupers, sociólogo holandés, dice que es "una manifestación radical y generalizada de desconfianza respecto de la modernidad y, en última instancia,, producida por ella". En sencillo: creer en fantasmas, en grandes conspiraciones o en Quake Red Alert sería una reacción contra la sobrerracionaliza-ción de la sociedad actual, en la que el pensamiento y las formas de vida se han ido haciendo más cerebrales y menos emocionales. Algo parecido a lo que ocurrió en el Primer Mundo en la segunda mitad del siglo XIX, donde junto con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, aparecieron los primeros cultos espiritistas, y que se corona con la famosa frase de madame Du Deffand (siglo XVII): "No creo en los fantasmas, pero les tengo miedo". Todas estas tendencias (paranoia, conspiranoia, paranormalidad) ofrecerían a la gente respuestas sobre el estado de las cosas y las causas ocultas.

Esa es la explicación difícil, pero creo que incorrecta. La sencilla se sintetiza en dos palabras: "Mundos opuestos".

A inicios de los ochenta se decía sobre "¡Esto es increíble!" (uno de los shows más famosos en EE.UU.) que, a diferencia de otros espectáculos de telerrealidad, allí se mostraba a "gente común y corriente haciendo cosas extraordinarias". Creo que ése es el antídoto que los canales quieren probar contra el exitoso reality del 13. Lamentablemente esto pasa por comulgar con ruedas de carreta y tener que comprarse creencias extrasensoriales que jamás han podido ser probadas.